El eco de un choque fatal aún resonaba en sus oídos. Ren Tanaka estaba muerto. Un instante, un destello, y luego... nada. O, más bien, un reinicio. Un reinicio con un nuevo cuerpo y una nueva vida, una que no había pedido. Al despertar, se encontró en una habitación que era un santuario de la cultura pop japonesa, un mundo que conocía pero que ahora era su realidad. Se vio a sí mismo en el reflejo: cabello liso, ojos escondidos, la figura de Yū Ishigami, el tesorero del consejo estudiantil. El nombre era familiar, un personaje de un anime que veía en su vida pasada, una vida donde la pobreza y el trabajo de su madre lo persiguieron hasta el final.
Un pitido agudo resonó en su mente, no físico, sino una voz dentro de su cabeza.
[Misión principal: sobrevivir. El trauma del sujeto 1A debe ser superado. Objetivo: acumular 1,000,000,000¥. Progreso: 0.00%]
[Misión diaria: ir a la escuela. Recompensa: acceso a recursos y datos. Tiempo límite: 15 minutos.]
El Sistema no era magia. Era su cerebro, reestructurado, optimizado para ser una máquina de eficiencia y rentabilidad. Ignorando el torbellino de emociones, la lógica tomó el control. Su único objetivo era el dinero, y el sistema era el camino.
Con una mirada decidida, Ren se puso el uniforme y se dirigió a la puerta, listo para enfrentar este nuevo mundo con una sola meta: la riqueza. El romance y la comedia podían esperar.
Capítulo 1: El Consejo Estudiantil y el Plan
La oficina del consejo estudiantil era exactamente como la recordaba del anime, pero la realidad era más abrumadora. El aroma a té y papeles se mezclaba con la tensión palpable entre los dos genios en el centro de la sala: el presidente Miyuki Shirogane y la vicepresidenta Kaguya Shinomiya. Sentado en su escritorio, Ren observaba sus interminables batallas psicológicas, luchas que en otro tiempo lo habrían divertido. Ahora, solo eran ruido de fondo.
Ren se inclinó sobre su computadora, ignorando la tensión. En la pantalla, un pop-up mental flotaba:
[Misión de Productividad: balancear las cuentas del consejo. Progreso: 78%. Recompensa: acceso a la base de datos de los estudiantes.]
La misión era simple. Su cerebro, potenciado por el sistema, analizaba los datos financieros de la escuela con una velocidad asombrosa. Ren no solo estaba equilibrando las cuentas; estaba identificando patrones de gasto, debilidades en el presupuesto y, lo más importante, oportunidades. Podía ver cómo las donaciones, los clubes y los eventos creaban una red de dinero que él podía explotar.
De repente, una voz dulce pero firme lo interrumpió.
—Ishigami-kun, ¿has terminado? La reunión está a punto de comenzar. —Era Chika Fujiwara, la secretaria.
Ren levantó la vista. Su cerebro, sin perder el ritmo, analizó la situación. [Análisis: Interacción con Fujiwara Chika. Nivel de retorno de inversión: bajo. Riesgo: cero. Sugerencia: responder con una cortesía mínima y continuar la tarea.]
—Sí, Fujiwara-senpai. Solo un momento más —respondió, su voz era monótona, como la de Ishigami en el anime, pero su mente corría a mil por hora. En ese instante, otra misión más audaz apareció.
[Misión de Reconocimiento: Crear un sistema de votación digital para el Festival Cultural. Recompensa: 50,000¥ y visibilidad en la élite estudiantil.]
Esto era diferente. Una misión que lo ponía directamente en el centro de atención. El sistema no quería que se escondiera; quería que brillara. Su pasado, su deseo inconsciente de ser reconocido, se manifestaba en la pantalla mental.
Ren se dio cuenta de que el sistema era un arma de doble filo. Le daría el poder de hacerse rico, pero también lo empujaría a un camino peligroso, lleno de la atención que siempre había evitado. Y el primer paso para ese camino comenzaba ahora, con el festival cultural.