Finalmente arribamos a la villa Komi. Pueblo al noroeste del continente Elarion y mayormente conocido por su gran naturaleza y y sus aires pacíficos. Cuando un turista desea explorar este continente de seguro debería empezar por este poblado. Una rica cultura, gastronomía, ropas, y mucho más esperan.
Yatara y yo salimos del bosque, encontrándonos con una inmensa y verde llanura que se extendía por el campo. En medio de esta planicie se encontraba una fortificación de piedra y guijarro con forma circular que bordeaba a todo el pueblo. Esta muralla era la que protegía al poblado de cualquier peligro, con guardias en cada entrada que no dejaban que extraños o monstruos pasaran.
Decidimos entrar por el ala este, nos colocamos al final de la fila de personas que deseaban adentrase en la urbe. Cada individuo debía ser chequeado por dos reclutas antes de ser permitidos acceder a la villa Komi.
Llegamos a la terminación de la cola donde dos patrullas nos miraron con curiosidad.
-¿Buenas, de dónde vienen ustedes? -cuestionó uno de los soldados-.
-Nuestra carroza fue atacada por bandidos, por suerte logramos sobrevivir y caminar hasta este sitio -respondí seriamente-.
-¿Eso es cierto? ¿Entonces deben de ser viajeros muy hábiles, son aventureros?
Mientras el primer guardia nos preguntaba, el segundo recluta comenzó a chequearnos corporalmente. Se fijó en mi armadura y mi espada de acero, frunció el seño por un segundo antes de hablar:
-¿Seguro que podemos dejarlos pasar con esas armas, Bosa?
-Hmm... Lo siento, pero ambos son sumamente sospechosos. No podemos confirmar que vuestra historia es verdadera -contestó el soldado después del comentario de su compañero-.
-Siguiendo el sendero del bosque, a unos 2 kilómetros deberían de encontrar el carruaje del que les estamos hablando -interrumpió Yatara con voz asertiva-. ¿Por qué no envían a alguien a confirmar nuestra historia? Y mientras corroboran nuestra narración podríamos entrar con la vigilancia de algunos guardias.
Mis ojos se abrieron en sorpresa. No esperaba un comentario tan seguro e inteligente de Yatara. Este muchacho me genera sospechas, pareciera que cambia de personalidad dependiendo de las circunstancias. Algunas ocasiones parece un imbécil, pero en otras veces demuestra lo contrario.
-De acuerdo, haremos como dices. Llamaremos a alguien para confirmar la existencia del carro del que hablan. Mientras tanto, serán acompañados por Ytria y Bates que los vigilaran dentro de nuestro pueblo -replicó el recluta-.
Sin más complicaciones logramos entrar a la ciudadela acompañados de estos dos soldados.
Comencé a buscar un bar dentro de la villa Komi para preguntar por información acerca de Hydra y para comer y descansar después de viajar por tanto tiempo.
"¡Muchi Bar!"
Un letrero llamó mi atención en una de las calles principales, decidí entrar a esta taberna a investigar. Agarré el pomo de la puerta de madera, giré mi mano y empujé hacia dentro para adentrarme en el sitio.
El sonido de risas y conversaciones inundó mis oídos. Mis ojos veían a personas borrachas pasando un buen rato en mesas y sillas de madera a lo largo del restaurante. El lugar era acogedor con madera como material principal de construcción y velas para alumbrar todo el lugar.
Me dirigí a la barra junto a Ytris, Bates y Yatara para comunicarme con el cantinero.
-¿Qué se le ofrece a vuestro grupo? -rápidamente habló el barman-.
-Deme tres cervezas y un vaso de leche para el muchacho a mi derecha -contesté señalando con mi dedo índice a Yatara-.
-¡NO QUIERO UN VASO DE LECHE! -se enojó el chico ante mi comentario-. Deme una cerveza también.
-¿Así que cuatro cervezas?, de acuerdo. Esperen un segundo.
El mesero se retiró unos momentos para cumplir con nuestro pedido. Mientras aguardábamos, yo escuchaba las conversaciones de los ciudadanos en busca de pistas.
-¡¿Escuchaste lo que pasó en el continente de Sylvarae?! ¡Dicen que Adavass y sus familias intentaron derrocar al reino de Sylvarae!
-¡¿En serio?!, ¡¿y qué ocurrió al final?!
-¡Al parecer antes de que este villano consiguiese su objetivo, un héroe apareció y derrotó a Adavass por su cuenta, algo que ni siquiera el ejercito real pudo hacer!
-¡Qué mentira!, ¡¿cómo eso va a ser real?!
-¡Te lo juro!
Esperamos unos minutos antes de que el camarero apareciera con cuatro vasos de vidrio con bebidas alcohólicas en su interior. Fue en ese preciso instante que me acerqué más a la barra y decidí preguntar susurrando:
-¿Qué sabes de Hydra?
El cantinero simplemente se quedó silencioso por unos segundos antes de responder a mi interrogante:
-¿Hydra es una organización, tal vez? Puede que haya escuchado ese nombre, puede que no.
Ante su respuesta saqué 10,000 B (Binis) de mi pantalón y lo puse en la mesa. El barman colocó su palma encima del dinero y lo escurrió hasta sus bolsillos.
-A mis oídos ha llegado la noticia de que muchos niños han estado desapareciendo en el barrio Kushi sin explicación. No sé si tendrá conexión con lo que me hablas, pero sería una buena pista a seguir.
-Muchas gracias -exclamé ante la información proporcionada por este hombre-.
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-¿Qué es Hydra? -cuestionó Bates con careto serio mientras caminábamos al distrito Kushi-.
Ya eran las 5:00 de la tarde, el sol se escondía a lo lejos formando un cielo anaranjado y rojo que generaba sombras por los caminos.
Esa pregunta me cogió desprevenido, me aseguré de que los guardias no me escucharan hablar con el cantinero, pero creo que fui demasiado ingenuo. Estos reclutas tienen como misión vigilarnos a Yatara y a mí, por lo tanto agudizaron sus sentidos auditivos para oír mi conversación.
Giré mi cabeza para observar a ambos soldados sosteniendo la empuñadura de sus armas, estaban preparados para atacar con cualquier movimiento en falso y las palabras que estábamos a punto de decir.
Necesitaba una excusa rápido. Mi mente maquinó lo más veloz que pudo algo que pudiese justificar nuestras acciones. Por suerte recordé lo que Yatara dijo la primera vez que le conté de esta organización criminal: "¡¿ERES UN AGENTE SECRETO?!"
Respiré hondo y me tranquilicé para sonar natural antes de pronunciar:
-Somos agentes secretos enviados por el rey de Elarion. Estamos en busca de una corporación malévola peligrosa llamada Hydra. Tenemos como misión desmantelar la rama que controla el área noreste del continente.
Una cara impresionada se mostró en ambos soldados, pero también en Yatara que parecía estar conmocionado y hablando con la mirada: "¿Qué diablos estás diciendo?"
A pesar de la impresión, los reclutas no cayeron tan fácilmente por la mentira mencionada.
-¡¿Sí claro, entonces por qué mentir en la entrada del poblado?! -mencionó Ytria sosteniendo su espada a punto de atacar-.
-¿Acaso un agente revelaría su cobertura tan fácil? -pregunté retóricamente-.
Unos semblantes de duda surgieron en ambos guardias, parecía tener sentido lo que salía de mi boca.
-¿Entonces la historia del carruaje era falsa? -cuestionó Bates sin terminar de creer nada-.
-Esa narración es de hecho totalmente cierta, encontrarán la carroza y varios cadáveres en la ubicación dada -interrumpió Yatara actuando y acomodándose a la situación-. De alguna forma Hydra se enteró de que veníamos al pueblo Komi y envió a dos bandidos contratados para acabarnos. Lamentablemente, los únicos sobrevivientes fuimos nosotros dos.
-Son puras patrañas, ¡acabemos con ellos! -vociferó Bates a Ytrea-.
-¿Ustedes lo escucharon, no es cierto? -irrumpí en la conversación con confianza-. Muchos jóvenes están desapareciendo sin explicación en Kushi. ¡¿Acaso creen que es una coincidencia?!
Vacilación se mostró en ambos soldados. Ya no estaban seguros de qué creer. ¿Podía ser cierto lo que estábamos contando?
-La promesa era que confirmarían nuestra historia y después decidirían que hacer con nosotros -continué hablando-. ¿Así que por qué no nos acompañan al barrio Kushi? Ahí conocerán a Hydra con sus propios ojos.
Ambos guardias dejaron de sostener sus estoques y se dispusieron a caminar a la susodicha barriada para confirmar la existencia de aquella organización. Sin embargo su desconfianza no disminuyó, simplemente pospusieron nuestra muerte. Apenas descubrieran que estábamos comentando falsedades nos cortarían la cabeza sin dudarlo.
La realidad es que no podía confirmar al 100% que Hydra de verdad se encontrase en Kushi, a lo mejor simplemente fueron otras circunstancias la que llevaron a la desaparición de esos niños. Solo puedo rezar que realmente ellos se encuentren ahí, porque de lo contrario mi historia termina aquí.