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Chapter 29 - La Cacería de Hydra

La luna asomaba encima de toda la ciudad de Komi y el barrio de Komi. Los callejones de esta barriada del bajo mundo olían a nueces echadas a perder y humedad; combinado con la vista de suciedad por todas partes, daba la impresión de un vertedero de basura. Este sitio contrastaba demasiado con el resto del pueblo, la diferencia de poder económico era abismal.

No solo era la apariencia rústica y despellejada de los hogares y carreteras, las personas también daban aquella vibra de desesperanza e indecencia. A la izquierda, en el duro y roto suelo de guijarro se encontraba un chico con escasos recursos tirado en el piso; a la derecha de nosotros, dos adultos con ropajes desaliñados y destruidos con cara de pocos amigos que sostenían navajas mientras nos miraban con odio; al frente de nosotros, una señora caminaba tambaleante hacia su hogar con semblante sin vida y unas ojeras enormes.

Yatara, Ytria, Bates y yo navegábamos por la noche dentro de este lúgubre distrito, nuestros pasos fueron interrumpidos por una trabajadora nocturna:

-¡Ay, pero que hombres tan guapos y fuertes! ¡Díganme, no quieren pasar un buen rato conmigo! -mencionó seductoramente mientras inclinaba su tronco hacia nosotros remarcando sus dos pechos-.

-Lo siento, no estamos interesados -habló Ytria-.

-¡Un hombre serio! ¡Justo como me gustan! ¡¿Seguro que no quieres pasar una noche divertida conmigo, bombón?! -exclamó presionando sobre el cuerpo de Ytria sensualmente-.

A pesar de que Ytria trató de parecer sereno, fue notable que le echó un ojo a la mujer y se había puesto un poco nervioso.

-¡No, gracias! -vociferó Ytrea alejando a la prostituta cerrando los ojos-.

-¡Bueno, pero sabes dónde encontrarme, cosita linda! -clamó la bella dama mientras se alejaba moviendo las caderas de un lado para el otro-.

Ytrea soltó un suspiro de alivio, casi perdía la concentración por un segundo. No podía permitirse pensar en esas cosas mientras estaba trabajando como guardia de dos sospechosos.

Una pequeña risa salió de mi boca por la situación.

-¿Te gusta lo que ves? -comuniqué casualmente-.

-¡Silencio! ¡Recuerda que todavía eres sospechoso! -gritó el guardia tensando el ambiente inmediatamente-.

-¡Tch! ¡Solo bromeaba, tranquilízate!

-¡¿Dónde está esa organización de la que tanto hablas, ehh?! -interrumpió Ytria con tono amenazador-. ¡¿Acaso tu plan es solo buscar por todo el lugar como imbécil?! ¡Así no vamos a encontrar nada!

La gente a nuestro alrededor comenzaron a colocar sus miradas en nosotros cuatro. Voces de cotilleo resonaron por toda la calle mientras caras preocupadas se levantaban en el distrito. Yatara se dio cuenta de esto, y chasqueó la lengua en exasperación antes de coger del brazo a ambos soldados y llevarlos hacia un callejón oscuro dónde nadie pudiese oír la conversación que estaba a punto de brotar.

-¡¿Quiénes creen que somos?! -gritó Yatara con tono muy confiado y ajustándose su chamarra-. ¡Será mejor que ambos dejen de juzgarnos de una manera tan obvia, están haciendo que llamemos la atención en todo el sitio!

Las caras de ambos reclutas quedaron impactadas ante la fuerte declaración de Yatara. Incluso yo quedé sorprendido ante la respuesta de este muchacho, está tomándose este personaje muy en serio y de manera bastante impresionante.

Yatara tomo una bocanada de aire para tranquilizarse y hablar:

-¡Si de verdad quieren salvar a los niños, dejen de dudar de nosotros y ayuden con la búsqueda! ¿Acaso ese no es vuestro trabajo, ayudar a las personas? -preguntó con enojo-. 

Ytria y Bates solo expresaron derrota en sus rostros, estaba claro que las palabras de este muchacho habían llegado muy claramente a sus corazones. Si de verdad había criminales que realizaban tráfico de menores en el área, era el deber moral de los soldados de Komi protegerlos.

Una resolución apareció en los semblantes de ambos guardias.

-De acuerdo, confiaremos en ustedes -mencionaron-.

Yatara había logrado manipular a ambos escoltas de una manera tan eficaz. Está claro que este chico no es normal, no cualquier persona es capaz de estas cualidades y comportamientos. Hay algo que él no me ha contado, aunque la realidad es que jamás le pregunté quién era o de dónde provenía. 

-¡Compañero, cuéntales el plan! -mencionó Yatara mientras me señalaba con el dedo índice-.

Mi boca se abrió de par en par por un segundo antes de recomponerme nuevamente. ¡Maldito cabrón! ¡Habla como papagallo y luego me pasa la pelota a mí!

Sus ojos empezaron a reflejar un brillo como diciéndome: "¡Te encargo el resto!"

Una vena floreció en mi cuello ante estas circunstancias. Los guardias ahora voltearon sus ojos en mi dirección expectantes por el grandioso y estrepitoso plan que saldría de mis labios.

-Mantén la calma -pensé para calmarme los nervios-. ¿Si yo fuese una organización criminal, cómo secuestraría niños?

Mi mente maquinaba velozmente por planes, haciendo conexiones por todas partes. En esos cinco segundos de meditación, finalmente mi cerebro hizo clic antes de mencionar:

-Si ustedes fuesen una institución malvada, ¿cómo raptarían a menores de edad en un barrio de escasos recursos?

Los tres me miraron desconcertados ante tal pregunta, pero sin darles tiempo a responder seguí conversando:

-La mejor opción sería ofrecer oportunidades de trabajo, educación u otros beneficios prometedores que llamen la atención de los pequeños. Pero no basta con eso, los secuestradores deben de ser creíbles y por lo tanto, deben vestir de manera lucrativa y elegante.

-Ya veo, quieres decir que no estamos buscando a alguien que encaje en la barriada Kushi, sino todo lo contrario, que esté demasiado bien vestido y formal para encontrarse en este sitio -interrumpió Bates conectando la información-.

-Exactamente... Este es el plan: nos separaremos para localizar a esta persona demasiado refinada. Si la encuentran, síganla sigilosamente para ver si realiza alguna acción sospechosa o los lleva a la guarida de Hydra; cuando lo crean oportuno utilicen una bengala como señal para marcar el sitio y el resto irá a esa dirección.

-Pero si usamos una bengala, los enemigos sabrán que estamos detrás de ellos por el sonido y la vistosidad -vociferó Ytrea-.

-Por eso es que solo deben lanzar la bengala si están 100% seguros de que esta persona es parte de Hydra o si conocen el edificio donde se esconden. Ellos sabrán que los estamos marcando, pero no sabrán quiénes somos ni tampoco por dónde entraremos. Esa será nuestra ventaja -exclamé con tono serio-. 

Apenas finalicé mi discurso, todos asintieron en aprobación y caminaron en distintas direcciones para buscar a sospechosos. De esta forma comenzó la cacería de Hydra.

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