—¿Eso es importante?
Pregunto con voz firme al momento que mi mano viaja hasta dejar los lentes de donde los saque. Si muestro nerviosismo por su presencia será evidente que estoy tramando, no va a leer mi mente.
Dejo caer mis pies al piso, en dirección donde quiero creer que ella esta.
Claro… ni de broma puedes tocar algo que no te sirve— sus pasos llenan el ambiente, trata de intimidarme, lo se.
Esto me hace recordar a esos documentales de animales. El depredador, que es mi madre, esta preparada para atacar a su presa, es decir, yo.
—La pareja de Susana necesita lentes nuevos, estos eran una opción— aclaró en seguida antes de que siga cuestionando— se rompieron por accidente, Susana buscará unos nuevos, le interesa más que nada el cristal.
Es… una mentira blanca, Amanda usa anteojos, tiene básicamente miopía así que espero y sea creíble. Tendré que generar en mente una historia que este equilibrada entre la mentira y la verdad, y donde pueda tener a Susana de cómplice.
Perdóname Susana, es mi vida o la tuya. Mentira, moriremos las dos.
—Vuelvo a tocar el mismo tema. ¿Por qué los tienes tú?
Su andar se convierte en un círculo en el que me veo atrapada, es irónico pensar que le llama la atención unos lentes que mi salud.
"Oye, hija, lo siento mucho por lo de esta noche. No volveré a darte una paliza". Eso sería muy lindo de su parte. Se acabaría el mundo si eso llegara a pasar, digamos que no es la persona más gentil, ni amorosa, ni comprensiva…
—Curiosidad, quería sentirlos.
—Dámelos.
—¿Qué? No puedo sin el permiso de Susana— Un pequeño sobresalto se hace presente en mi corazón, que no se note por favor que me tiemblan las manos.
—Conozco a la persona correcta en estos casos. No les haré nada malo, por Dios, Megura. No soy una demente— bufo ofreciendo la palma de su mano.
Si… claro, claro.
Espera, se le escucha convencida a lo que dije, no lo puedo creer. Esto es parecido a un sueño, ¿será que del golpe quede inconsciente por más tiempo? Es una teoría algo creíble, me conformaré con lo que está sucediendo, es un alivio que no hiciera un cuestionario ni tomará el tema de anoche. Es tan sospechoso que da miedo.
No puedo darle los lentes… le pertenecen al idiota ese, y si no hago mi parte del trato le puede decir a los demás hombres sobre el acceso a este lado, harán una rebelión y nos van a tener de sus exclavas por abusar del poder que tenemos en las manos y nos harán adorarlos. Él nunca me confirmó que guardaría el secreto…
—Megura, los lentes.
Vuelvo a la realidad ante su orden, no debería dejarle en manos una cosa importante que depende del futuro de la humanidad, pero pensándolo por otro lado… si logra conseguir unos nuevos en poco tiempo Susana se los pedirá, mamá se los dará y llegarán a mi nuevamente. Soltando un suspiro decido mostrar los lentes enfrente de ella, dándole la oportunidad de tomarlos.
—De preferencia que sea en menos de una semana.
Con algo de rudeza agarra los lentes. No tengo idea si debo sentirme bien por tener un peso de encima menos o por lo que puede hacer sin que yo me enteré, esa es una ventaja que tiene sobre mí, hacer lo que le plazca sin enterarme de ello, es peligroso eso con una persona como mamá.
—Saliste sin mi autorización, sabes bien lo que significa eso— alza una mano en el aire preparando el impacto. Encojo mi cuerpo ya lista, que poca clase tiene, golpearme en casa de otra persona.
—Tía, Meg. Vengan.
Salvada por la voz de Susana, casi se me salía el alma del susto. Avanzó siguiendo el ruido de los pasos de mi prima hasta que las tres nos detenemos. La televisión es audible, y por mala suerte, las noticias son lo último que pudimos imaginar que pasará en este lado del mundo.
—Está mañana, se encontró en una casa abandonada, a unos pocos metros del muro el cuerpo de una mujer llamada Olivia Wayne, conocida por ser parte de la organización "Hermandad Por La Libertad", creada por Megura Walker nuestra líder. Según las autoridades parece haber sido torturada por un tiempo hasta la muerte. Las mantendremos informadas. Esto ha sido mi reporte de hoy— informó la reportera con profesionalismo.
Noticias de este tipo dejaron de presentarse, esa racha de tranquilidad que todas pensaban tener se ha acabado en un abrir y cerrar de ojos. Las muertes habían disminuido con el proyecto del muro, que esté pasando esto es algo que no se va a ignorar u olvidar fácilmente.
Es bastante inesperado que Olivia muriera sin más, también sospechoso. Me cuesta analizar que alguien que no estaba de acuerdo con la separación muriera y nadie lo notara. Es triste perderla, siempre la recordaré como la buena persona que era. Que descanse del infierno que creó mamá.
—Carajo… ¿quién haría algo así? Es escalofriante— se le escucha a Susana afectada por algo tan inesperado.
—Meg, prepárate. Tendrás que calmar a todas y hacerlas sentir seguras.
—¿Por qué yo?
—Eres la líder, ¿no? Apúrate y ponte ropa decente. No puedo asimilar que salieras a la calle vestida tan… masculina.
No respondo, estoy cansada de discutir cosas insignificantes. Es abrumador lidiar con personas que siempre quieren tener la razón, que quieren aumentar ese ego. Creo que he llegado a un punto de mi vida donde ya no soporto arreglar asuntos que no son de mi agrado. Quisiera que por solo menos me dejaran respirar un maldito minuto.
—Te prestaré un vestido— mi prima sonríe un poco para aligerar el ambiente, la escucho buscar en su armario.
Asiento levemente siguiendo sus pasos deteniendome cerca del armario esperando pacientemente.
Olivia fue encontrada cerca del muro hoy mismo… minutos después de encontrarme con él…
¿Podría ser posible? No tengo pruebas pero tampoco dudas de que sea principal sospechoso, al menos para mí. Sin esperarlo me acabo de meter en un enorme problema del cual no podré huir pronto, los lentes dan igual, si él la asesinó no podré perdonármelo por ser culpable al permitir que un hombre entrara.
Al no ser capaz de verlo pudo tomar esa ventaja e irse a donde sea sin ser descubierto, seguramente ya había entrado varías veces en secreto y mató a Olivia como parte de una advertencia.
—¿Y si fue él?— Susana baja la voz, moviendo sus manos entre la ropa.
—Me hubiera matado a mi también si tenía la oportunidad.
—Puedes tener la razón… pero no te confíes, no quiero que vayas a encontrarte con él de nuevo.
Lo pienso seriamente, tengo en mente que fue una mujer o fue él… se disfrazó con esa despreocupación y amabilidad para disimular sus intenciones.
—No volverá a pasar. Le diré a la policía el asunto.
—Tendrá eso consecuencias.
—Lo se, asumiré con todas.
Me siento humillada, había logrado pensar que iba a tener la oportunidad de pasar tiempo con un hombre en medio de todo esto.
Mamá fue sincera al advertirme que todos son iguales, ningún hombre es la excepción, te dañan para divertirse.
Que… decepcionante pensar de él, sin embargo es la verdad, baje la guardia y pagaré por mis actos inmaduros.