La Unión se había encargado del pelirrojo encerrándolo en Grand Prince; sin embargo, sus compañeros se habían escapado. Mientras tanto, la policía se encargó de buscar a los alumnos dentro de la escuela. Muchos sobrevivieron, además de los que escaparon gracias a MJ. Y hablando de MJ, Luna logró llevarla a un hospital con ayuda de un policía y junto al chico que yo había rescatado.
Fui interrogado, muchas, pero muchas veces. Y luego tuve que asistir al funeral de las víctimas.
Después de un tiempo descubrimos la identidad del pelirrojo, Kar Kirkman. Supuestamente es un miembro activo de Leviathan. Aún así, no se descubrió el motivo del ataque terrorista a la escuela. Pero se sospecha que fue una decisión que Kar había tomado por su cuenta, y realmente Leviathan no tiene nada que ver. Después de todo, los altos mandos de Leviathan no pierden su tiempo con cosas como esta. Aunque tal vez había algo o alguien en la escuela, ¿Quien sabe?
Ya ha pasado una semana desde entonces y por fin pude descansar. Había estado tan ajetreado, debido a los interrogatorios, que no había podido dormir bien. Solté un suspiro de alivio al recostarme en la cama. El cansancio que estaba experimentando era mental; físicamente me sentía perfecto.
«Finalmente...», murmuré.
Justo en el momento que iba a cerrar los ojos, el sonido de mi puerta abriéndose de golpe, me asusta.
—¡Hora de levantarse! —gritó Wilson—. ¡Los héroes madrugan! —exclamó mientras hacía pose heróica.
—Déjame dormir, son las 3 de la mañana —dije con un tono cansado.
—¡No, joven Mikey! ¡Los héroes no descansan y el mal tampoco! —exclamó mientras me arrebataba las sábanas.
—Deberías mirar la hora. No son las 3 de la mañana —escuché otra voz decir. Levanté la mirada y pude ver a mi otro único amigo, Mathew Carpenter. Lo conocí cuando éramos pequeños. Él tuvo más suerte que yo, sus poderes despertaron a sus trece años y logró entrar a La Unión a sus… ¿quince años? ¿dieciseis? No podía recordarlo a la perfección—. Hola, Mikey —Me saludó.
—¿Mathew?
—Él mismo. ¿Cómo has estado?—preguntó con una sonrisa.
—Horrible, Wilson no me deja descansar —dije mientras me levantaba de la cama. Mathew sonrió por mi desgracia, luego me permití revisar el teléfono para ver la hora. Siete y doce de la mañana—. Aún es temprano… —añadí.
—Nada de quejas. Prepárate, tu entrenamiento empieza hoy —dijo Wilson, saliendo de la habitación. Mathew lo siguió.
—Adiós, Mikey. Un gusto verte de nuevo —se despidió Mathew, cerrando la puerta detrás de él.
Deje salir un suspiro y pensé «esto va a ser largo».
Mientras salía de mi habitación luego de prepararme para el supuesto entrenamiento que iba a recibir, me encontré con un Wilson "paciente" fuera de mi habitación.
—Te tomaste tu tiempo, ¿no? —cuestionó—. Debes adquirir disciplina si deseas ser un verdadero héroe. El simple hecho de tener poderes no te convierte en uno, joven Mikey —habló, mientras me daba la espalda y cruzábamos el largo pasillo hacia el ascensor.
Las palabras de Wilson resonaron en mi cabeza, él tenía razón. Necesitaba ser disciplinado, adquirir disciplina debería ser mi principal objetivo ahora mismo, ser un héroe requiere más que poderes, es una gran responsabilidad. Aún así, antes estaba muy cansado para pensar en esto y me tome mi tiempo preparándome.
—¿A dónde vamos? —pregunté con vergüenza. La expresión de Wilson no concordaba con lo que había dicho unos segundos atrás. Se suponía que debía ser serio y mostrar cierta aura de sabiduría, pero es totalmente lo contrario. Todo su ser grita bondad e ingenuidad, contrastando con su robusto cuerpo.
—A la zona de entrenamiento —respondió Wilson al entrar al ascensor y tocar el botón. Lo miré confundido, él se percató de mi confusión—. En el sótano.
—¿La torre tiene una zona de entrenamiento justo debajo de ella? —pregunté desconcertado. Wilson asintió con la cabeza y sonrió—. ¿Qué pasaría si el entrenamiento se excede un poco y pasa algo como que destruyen toda el área? ¿No es un gran peligro?
—Entiendo tu preocupación, pero te aseguro que no hay ningún problema. Es totalmente seguro entrenar con tus poderes al máximo; las paredes están reforzadas —Wilson se apoyó contra la pared del ascensor y su sonrisa se volvió más brillante. Mientras trataba de decirme con su mirada algo tipo: "no hay nada por qué preocuparse, niño."
—Bueno...
Yo soy ajeno al combate. No sé las capacidades máximas ni tengo el control suficiente sobre mis poderes, así que si algo llegará a pasar allá abajo me sentiría culpable de provocar algún accidente o destruir la zona de entrenamiento. Mi conciencia no podría descansar si lastimara a personas inocentes...
El tipo de ambiente incómodo y silencioso en que nos encontrábamos era de lo peor, pero... ¡¿POR QUÉ COÑO WILSON NO DEJA DE SONREÍR?! ¡LITERALMENTE NO HA DEJADO DE SONREÍR EN TODO EL DÍA! ¡¿NO LE DUELE LA MALDITA MANDÍBULA?! ¡¿Y QUE DIABLOS ES ESE BRILLO QUE RODEA SU CUERPO?!
Suspiré.
La puerta del ascensor se abrió, y entramos a una enorme habitación blanca. «Enorme» no era suficiente para expresar lo gigantesca que era aquella habitación.
—Bueno, empezaremos probando tus poderes y principalmente tus límites —dijo. Se colocó en el medio de la habitación de un salto e hizo un par de estiramientos—. Así podré ver en cuáles áreas tienes deficiencias y ayudar a corregirlas para que pases el examen de La Unión.
—¿No podría solamente unirme y ya? —dije con una risa nerviosa.
—¡Todos deben tener las mismas oportunidades, joven Mikey! Si La Unión no es lo suficientemente justa, ¿Qué esperanza hay en el resto del mundo? —habló mientras yo me acercaba a él. ¿Por qué habla como si fuera una especie de mesías? Mientras más lo conocía más rarito se volvía, pero tenía razón. Hasta me atrevería a decir que yo me parecía más o menos a él.
—Joder —suspiré, viendo que no era posible cambiar su decisión.
—No te desanimes, joven Mikey —pronunció, mientras su sonrisa se hacía más grande—. ¡Yo estoy aquí! ¡Y conmigo vas a ser grande, más de lo que crees! ¡Más que yo! —añadió con emoción y con un aura que reflejaba confianza y seguridad.
—¡Sí! —grité con entusiasmo, contagiándome de su energía. ¿Cómo podría reaccionar de otra manera con esa sonrisa con la que me lo dice? Wilson es demasiado alegre.
—Ahora muéstrame tus poderes, enséñame todo lo que sabes hacer —dijo mientras se colocaba en pose de combate.
—¡Una mierda! —exclamé. Mientras todo entusiasmó se alejaba de mi ser—. Pelear contra el superhéroe más fuerte del mundo es como pedir una paliza —dije, claramente desconcertado.
—No te preocupes, limitaré mi fuerza.
Tenía que hacerlo. Al ver su expresión, pude asegurar que no había forma de escaparme de esa golpiza...
—¿Estás listo, joven Mikey? —dijo Wilson, mientras me miraba expectante, esperando mi respuesta.
—Mhm, estoy listo—asentí, luego pronuncié. Tenía que concentrarme y mostrarle de lo que era capaz. Aparte, dijo que será suave conmigo, ¿no?
Mi alrededor se volvió borroso mientras sentía un dolor creciente en mi frente, sentí como era empujado y tirado al piso unos metros lejos de mi posición original.
—¡NO DIJISTE QUE COMENZÁBAMOS! —expresé mi disgusto y dolor ante el ataque furtivo de Wilson. Me levanté acariciando mi frente, aunque no había sangre, el dolor estaba presente.
—Primera lección, nunca bajes la guardia. ¿Esperas que los villanos te ataquen solo cuando estés preparado, y de frente? —dijo Wilson, abalanzándose contra mí. Su velocidad era increíble y superaba la mía con creces, pero aún así podía más o menos seguirle el paso. O eso pensaba yo.
—Sigue siendo una trampa —respondí mientras le lanzaba un golpe, el cuál esquivó muy fácilmente.
—Sin quejas o te golpeo más fuerte —Sonrió mientras veía mi cara de horror—Bromita... Solo concéntrate en el combate.
Una patada me elevo y aunque dolía pude detenerme en el aire, suspiré pero Wilson no se detuvo. Voló hacia mí y con una lluvia de ataques me hizo retroceder y bajar, se me dificulta esquivar en el aire.
Suspiré por décima quinta vez hoy, viendo como Wilson venía hacia mí sin dejarme descansar. Esto será estresante...
No sé cuánto tiempo pasó pero definitivamente se sintieron como horas, en las cuales Wilson y yo "peleamos", ¿La verdad? Fue una masacre unilateral.
Mi cara estaba toda sudada y mis manos estaban temblando, actualmente me encontraba tratando de golpear la cara de Wilson, y mi enojo era notable. Aparte mi ropa estaba toda rasgada.
—Solo cálmate y respir- —mi puño conectando con la cara de Wilson lo interrumpió, le pasa por idiota. ¿Que hace pidiéndome que me calme? Cuando él ya me golpeó cientos de miles de veces.
—Ya —Pronunció, su mirada expresando asombro. —Increíble, joven Mikey. Tienes una capacidad de adaptación bastante rápida, en solo media hora pudiste mantenerte al día por completo con mi velocidad contenida. Si no fuera por mis reflejos sobrehumanos no hubiera podido esquivar tus ataques. —añadió mientras aplaudía. ¿Soy yo o me habla cada vez más informal? Aunque con su personalidad, ya me lo esperaba.
No es que sea algo malo, ¿Verdad? Solo está confiando más en mí... Suspiré, ojalá no signifique tener que pelear o "practicar" más con él.
—Lo más aterrador de todo es que mientras más pasaba el tiempo, más rápido te volvías. Tuve que aumentar mi velocidad para no quedarme atrás. ¡Realmente aterrador! —me agarró del hombro mientras su sonrisa me decía que había hecho un buen trabajo. Aunque la verdad siempre tiene esa sonrisa, así que no sé.—Lo hiciste bien, te dejaré una carta en tu cama, con tu futura dieta y rutina de ejercicios.
Se encaminó hacia la salida mientras alzaba un pulgar, caí al suelo por el cansancio y observé a Wilson.
—¡Gracias!
—De nada, mejor prepárate. —una risita lo abandonó mientras abría la puerta. —A partir de hoy, tienes que venir aquí todos los días a las 6 a.m para recibir tu entrenamiento personal. —habló mientras la puerta se cerraba detrás de él, despidiéndose, y dejándome en blanco.
No jodas... Suspiré, otra vez.
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—¡AH!
—¡AYUDA!
Giré mi cabeza hacia la fuente del sonido. Un grupo de personas amontonadas en las calles estaban corriendo mientras un monstruo lanzaba un carro directamente hacia ellos.
—¡AYÚDENME! — gritó la civil más cercana al monstruo, el carro le daría de frente y seguro sería la más afectada, si es que sobrevive.
Me moví rápidamente en el aire para interceptar el carro, y con una patada se lo devolví al gran monstruo morado.
—¿Se encuentra bien, señora? — pregunté amablemente mientras levitaba. La señora asintió, sus manos y piernas temblorosas ante la idea de casi perder la vida. —Ya que es así, por favor proceda a alejarse lo más que pueda de la zona.
Observé cómo el monstruo bloqueaba fácilmente el carro.
Ya había pasado un mes y hoy era 9 de octubre, un día antes del examen de la unión. El entrenamiento, ejercicios y dieta que me dio Wilson me ayudo bastante, ya se podía notar que mi cuerpo era más tonificado y con algo más de masa muscular, aparte había conseguido un traje por parte de Marcus, estaba hecho de una bonita y cara tela nano-mejorada, una capa roja, detalles rojos y dorados en la cintura, guantes y botas, una águila dorada en el pecho y el traje negro para rematar. ¡UNA HERMOSURA POR DIOS!
¿Mi seudónimo? Ya que soy "invencible e imparable", debo tener un seudónimo que concuerde conmigo. ¿Cuál es el mayor imperio que pudo haber existido? Roma era invencible e imparable, una increíble fuerza de conquista y una resistencia aterradora, al menos hasta qué pasó lo qué pasó. Cómo sea, sí, mi alias es Roma. Bueno, debo admitir que siempre me ha gustado la historia del imperio romano.
—Los romanos y los samurais eran tan cool. La antigua Grecia también, y ni hablar del antiguo Egipto...
El monstruo me veía desconcertado al notarme hablando solo.
Bueno, aunque aún no he entrado a La Unión todavía, he estado actuando como héroe individual durante este mes y por fin, mañana, ¡Seré miembro de La Unión! Posiblemente…
—Me he esforzado —me dije a mi mismo con orgullo mientras sacaba el pecho. —Soy increíble. Es un hecho.
El monstruo enojado al ver cómo lo ignoraba mientras hacía poses extrañas en el aire, se lanzó hacia mí con sus enormes brazos con la clara intención de atacarme, no de abrazarme. Lastimosamente era muy lento para mi velocidad actual, esquive fácilmente su ataque y lo golpeé en la costilla derecha, haciéndolo caer al piso. Baje y me acerqué al monstruo, el cuál se levantaba lentamente.
Traté de golpearlo pero él rápidamente respondió a mi ataque, dándome en la cara e intentó lanzar otro puñetazo, esta vez hacia mi estómago pero esquivé hacia un lado, agarrando su brazo y con la propia fuerza de su golpe, lo estrelle contra una pared.
Su cara golpeó la pared y provocó una pequeña ruptura en ella. El monstruo parpadeó varias veces antes de volver a enfocarse en mí.
Empezamos a intercambiar golpes, algunos me daban y otros los esquivaba. Me tiró al piso y empezó a golpearme, usé mis brazos para cubrirme y con mis pies lo empujé.
Me acerqué a él, listo para continuar con la pelea y devolver los golpes, pero algo extraño sucedió mientras me acercaba. Su cuerpo empezó a encogerse y su piel abandonó su color morado, luciendo como la piel humana.
En lugar de un monstruo de 3 metros y algo con piel morada, lo que había era una pequeña niña mirándome con ojos desconcertados y asustados.
—¿Qué mierd-
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—¿Me estás diciendo que esa inofensiva niña se puede convertir en un monstruo morado de 3 metros? — preguntó irónicamente Champion mientras señalaba a Chloe la cual estaba sentada en un mueble.
—Básicamente, sí — respondí, tratando de convencerme a mí mismo.
—Hermano, tengo hambre —dijo Chloe refiriéndose a mí como "Hermano"
—¿Hermano? —preguntó Champion con ojos sospechosos
—Es una historia aún más larga...
Fui a la nevera y saqué un helado, me acerqué a Chloe y se lo di.
—Chloe, tienes que sentarte allí —señalé una silla al lado del ascensor.—Ya sabes, para evitar ensuciar los muebles de helado, ¿Sí?
—Mhm —asistió mientras agarraba el helado y se iba a sentar a la silla, no sin antes darme un abrazo sorpresa.
—Suspiré, esta es una historia para otro día.
—Espero escucharla, Mikey —dijo Champion riéndose. Se acercó muy despacio al gran ventanal y se quedó mirando las magníficas vistas de la ciudad que ofrecía la torre de La Unión.
Debido a circunstancias Chloe me agarró cariño y piensa en mí como su hermano mayor, lo bueno es que descubrí información sobre ella, la niña apenas tiene 12 años, es huérfana y al parecer ha estado viviendo en las calles desde los 7 años, me entristece saber esto pero ya las cosas serán diferentes... Se lo prometí y pienso cumplir.
Su nombre es Chloe, Chloe Monsieur. Y según lo que me contó, el monstruo con el que peleé se hace llamar así mismo como "Skrath" y sorprendentemente puede comunicarse con Chloe, pero al parecer no puede hablar o no quiere hablar cuando controla el cuerpo.
—¿Qué piensas hacer con ella? —pregunté luego de acercarme a Champion, mi pregunta me inquieta. Le prometí a Chloe que la iba a proteger pase lo que pase, y si Champion decide meterla a Grand Prince será un gran problema... Pero mantendré mi promesa.
—Tendrá que quedarse con nosotros, es muy peligroso dejarla deambular sola y sería muy traumático encarcelarla en Grand Prince — respondió Champion, agarrando mi hombro y sonriendo orgullosamente.—¡Buen trabajo, Mikey! —añadió, está totalmente confirmado, cada vez me habla más informal, ahora ya ni me dice "joven Mikey". Agradezco el hecho de que no aumente las prácticas debido al exceso de confianza.
Suspiré de alivio al escuchar la respuesta de Champion, menos mal, no quería discutir con él por un desacuerdo y menos romper la promesa con Chloe.
—Gracias —respondí avergonzado, avergonzado de desconfiar de él, pensar que no aceptaría que Chloe se quedará con nosotros y también avergonzado del cumplido.
De repente, el sonido del elevador aturdió mi vergüenza cuando vi salir a Richard.
—¡¿Dónde está la niña?! ¡¿Dónde está Chloe? ! —preguntó Richard, mientras salía desesperadamente del ascensor y nos miraba con ojos de emoción. Richard Smith, un científico "un poco" obsesionado con los poderes, también es un héroe y es uno de las columnas principales de La Unión, Legión. También se encarga del área científica y es sin lugar a dudas la persona más inteligente que conozco. También diseñó la tela que la mayoría de héroes usan en sus trajes, incluyendo el mío.
—¿Cómo mierd- — Ah, verdad. El poder de Richard. Su poder es una completa locura—Te iba a preguntar cómo sabias de Chloe pero me acorde que puedes ver el futuro — dije, mientras me pasaba la mano por el cabello.
—Michael, te he dicho miles de veces que no puedo ver el futuro. Soy consciente de las otras líneas de tiempo, y soy capaz de anticipar posibles eventos que coinciden con esta línea de tiempo. — Eso explica también su nombre de héroe, todos sus yo de todas las líneas del tiempo están "conectados" o algo así, realmente no entiendo muy bien. Es como si fueran una "Legión".
—Me acuerdo la vez que anunciaste que un apocalipsis zombies iba a ocurrir y todas las naciones construyeron búnkeres gigantes, al final pasaron 7 años y nada de nada JAJAJA — se burló Champion, aguante con todas mis fuerzas la risa por la oscura expresión en la cara de Richard. Supongo que todos cometemos errores...
—Chloe esta justo detrás de usted, Richard — hablé para detener las burlas de Champion, al salir tan rápido, Richard le pasó al lado a Chloe, la cual estaba sentada al lado del ascensor. Y aún así, ni cuenta se dió. Pero bueno, la pobre Chloe aún seguía comiéndose su helado. Imperturbable. Me da mucha risa esa niña, tal vez por eso le agarre cariño.
—Chloe, ¿Cómo te sientes? — Al darse cuenta de Chloe, Richard se acercó a ella y se agachó para hablarle.
—Bien — Chloe respondió tímidamente mientras seguía comiéndose el helado que yo le di, creo que es un helado de chocolate triple o algo así. No sé, nunca lo he comido.
—Que bueno, cariño — dijo mientras se levantaba y miraba a Champion.—Permíteme estar a cargo de ella, te aseguro que la cuidaré bien.
—Claro, siempre y cuando ella quiera, Richard. — le respondió Champion, mirándome discretamente.
—Oye, Chloe. ¿Quieres venir a vivir conmigo? Tengo dulces y juguetes, aparte tengo una hija de tú misma edad que te aseguro que se llevarán bien. — le preguntó a Chloe a la vez que se volvía a agachar y esperaba la respuesta de la niña—Te cuidare, lo prometo —añadió, sonriendo.
—Mm—Chloe parecía pensarlo mientras seguía comiéndose el helado. —¡No! ¡Yo quiero estar junto a mi hermano! — dijo, mientras se levantaba y corría a esconderse detrás de mí.
—Creo que ya escuchaste a la niña — dijo Champion, riéndose de Richard.
—Suspiró, ¿Podrías convencerla, Michael? — me pregunta Richard.
—No sé, Richard. Si ella no quiere dudo que yo la pueda convencer, aparte ni te conoce.
—A ti tampoco, apenas y tienes medio día conociéndola
—Ya, y sí pero ya me agarro cariño. — dije con una cara complicada.—Esta bien… — me siento miserable si por lo menos no lo intento, la cara de Richard me da mucha pena. Al parecer Chloe es una persona importante para los otros Richard de las otras líneas de tiempo o que se yo.
Me agacho para hablar con Chloe.
—Wow, ¿Ya te terminaste el helado? Fuiste muy rápida, Chloe. El helado se come despacio o te puede hacer daño — acaricié la cabeza de Chloe.
Chloe me mira con ojos tristes.
—¿Me vas a abandonar como lo hicieron mis papás? — las lágrimas amenazaban con desbordarse.
—Por supuesto que no, solo necesito que te quedes con Richard por un tiempo. Pero no te preocupes, vivirás en esta torre y también me podrás ver casi todos los días. — trate de consolarla mientras la abrazaba.—¿Sabes? Los sábados podrás pasar el día entero con tu hermano mayor, será algo así como un día de hermanos. Haremos todo lo que quieras.
—¿Lo prometes? — dijo Chloe, secándose las lágrimas y mirándome con sus enormes ojos marrones.
Tanto Richard como Champion sonrieron por la dulce escena, y guardaron silencio para no interrumpir nuestro momento de hermanos. Richard podía entender lo importante que era tener una familia para Chloe, la cuál nunca sintió el amor de sus padres.
—Claro. — le sonreí a Chloe y me levanté.—Lo prometo.