El regreso a la escuela después del enfrentamiento con el Buitre se sintió extraño. La batalla había dejado una cicatriz en el alma de Peter, una comprensión sombría de lo lejos que estaba dispuesto a llegar. La rabia, la fría determinación de detener a Toomes por cualquier medio, lo había asustado. Y el rayo de Tony, deteniéndolo en el último segundo, se reproducía una y otra vez en su mente.
En los pasillos de Midtown, Peter se movía con una nueva pesadez. Las bromas de Flash Thompson le parecían aún más triviales, los dramas adolescentes, insignificantes. Su mente estaba en el cañón de energía, en la tecnología Chitauri, en la mirada de Tony Stark.
Ned Leeds, ajeno a la tormenta interna de Peter, seguía siendo su ancla a la normalidad. En el almuerzo, Ned estaba eufórico.
"¡Peter, viste las noticias! ¡Iron Man detuvo a otro villano volador! ¡Dicen que era un buitre gigante! ¿Crees que Iron Man y Spider-Man se conocieron? ¡Serían el mejor equipo de la historia!"
Peter forzó una sonrisa. "Quizás, Ned. El mundo se está volviendo loco."
Ned, inmerso en su propia fantasía de superhéroes, no notó la tensión en Peter. "¡Necesitamos fotos! ¿Crees que Spider-Man tiene un fotógrafo? ¡Podríamos ser sus 'tipos de la silla'! ¡Como en las películas!"
Peter asintió distraídamente. La idea de compartir su secreto con Ned, la única persona con la que Peter Parker original había compartido casi todo, era tentadora. Pero después de lo que casi había hecho, de la oscuridad que había sentido, temía lo que Ned pensaría. ¿Lo vería Ned como un héroe, o como algo más? La responsabilidad de ese secreto pesaba más que nunca.
La complejidad de sus emociones se reflejó más claramente en sus interacciones con MJ. Ella, como siempre, parecía ver a través de sus fachadas. Después de una clase de literatura, donde Peter había estado inusualmente callado y distante, MJ se le acercó mientras guardaba sus libros.
"Parker, pareces que has visto un fantasma," comentó, su voz más suave de lo habitual. "O que has peleado con uno."
Peter se encogió de hombros. "Solo estoy cansado. Muchos deberes."
Ella no apartó la vista. Sus ojos, profundos y perspicaces, lo escudriñaban. "No. No es eso. Tienes ese aire de alguien que acaba de hacer algo que no quería hacer, pero que sentía que tenía que hacer. Y ahora está lidiando con eso."
Peter la miró, el corazón latiéndole fuerte. ¿Cómo lo sabía? Ella siempre parecía saber. "¿De qué hablas, MJ?"
"Los secretos, Peter," dijo ella, su voz apenas un susurro. "No son solo cosas que guardas. Son cosas que te guardan a ti. Y te cambian. La pregunta es, ¿para bien o para mal?"
Se detuvo, su mirada fija en él, como si esperara una confesión. Peter sintió un impulso abrumador de contarle todo, de descargar el peso que llevaba. Pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. No podía. No todavía. El miedo a lo que ella pensaría, a si se asustaría, era demasiado grande.
En cambio, Peter solo pudo desviar la mirada, recogiendo su mochila. "No sé de qué hablas, MJ. Solo soy Peter Parker."
Una sombra de decepción cruzó el rostro de MJ, tan fugaz que Peter casi se la perdió. Ella solo asintió lentamente. "Claro, Parker. Como digas."
Con eso, se dio la vuelta y se fue, dejándolo solo con el peso de su silencio. La brecha entre sus dos vidas, la de Spider-Man y la de Peter Parker, parecía ampliarse, y el secreto que los separaba de sus amigos se sentía como una barrera cada vez más infranqueable. La confrontación con el Buitre no solo había cambiado su forma de ver el heroísmo, sino también la honestidad en sus relaciones más cercanas.