Ficool

Chapter 60 - Capitulo 57 – Quinto Desafio (Parte 4)

Capitulo 57 – Quinto Desafio (Parte 4)

Katie seguía sentada junto al árbol, más tranquila, pero aún con los ojos húmedos. Noah permanecía cerca, sin decir nada, observando cómo ella mordía una baya con lentitud. El silencio entre ellos no era incómodo. Era denso. Cargado de algo que Noah no sabía cómo nombrar.

Pensaba Noah: *No puedo dejarla aquí. No otra vez. No después de cómo gritó. No después de cómo corrí.*

Se levantó despacio, se acercó a Cody, que estaba guardando las últimas bayas en una hoja doblada.

"Quiero quedarme con ella. Solo hasta que se sienta mejor. No puede estar sola", dijo Noah, con voz baja.

Cody lo miró un momento, como si evaluara algo más allá de las palabras. Luego negó con la cabeza.

"No es buena idea. El bosque no perdona si estás solo. Ni aunque estés con alguien que te importa", respondió Cody, mientras se ponía la mochila.

Noah frunció el ceño. "No quiero meterla en el equipo. No quiero que esto se vuelva un problema. Ya sabes cómo son los demás."

Cody se encogió de hombros. "Entonces que sea problema mío. Si alguien opina, que me culpe a mí. Yo no abandono a mis amigos. Y tú tampoco deberías."

Noah lo miró, sorprendido por la firmeza. Por la claridad. Por lo fácil que Cody hacía parecer lo difícil.

"¿Estás seguro?", preguntó Noah.

"Sí. Vamos a llevarla con nosotros. Que se quede en la base. Que coma. Que descanse. Y luego vemos qué pasa. Pero ahora... no la dejamos atrás", dijo Cody, con tono decidido.

Owen, que había estado escuchando mientras fingía hablar con un pez imaginario, se levantó de golpe.

"¡Sí! ¡Katie se une al escuadrón! ¡Tenemos bayas, tenemos peces, y ahora tenemos corazón!", gritó Owen, levantando los brazos.

Katie los miró, confundida. "¿Van a llevarme con ustedes?", preguntó Katie, con voz temblorosa.

"Claro que sí. No estás sola. No más", dijo Noah, con una sonrisa que no necesitaba explicación.

Katie se levantó despacio, recogió su mochila, y se acercó a ellos. Cody le ofreció una hoja con bayas. Owen le dio una piedra brillante como "amuleto de bienvenida".

Y así, sin ceremonia ni discursos, los tres chicos y Katie comenzaron a caminar juntos hacia la base de los Topos Gritones. El bosque seguía siendo grande, impredecible, y lleno de sombras. Pero ahora, caminaban en grupo. Y eso, como había dicho Cody, lo cambiaba todo.

El campamento de los Topos Gritones ya estaba armado. Las tiendas, aunque torcidas, se mantenían en pie. La fogata chispeaba con esfuerzo, y Lindsay había decorado la entrada con hojas que, según ella, "inspiraban paz forestal".

Gwen estaba sentada junto a la fogata, limpiando una linterna con una camiseta vieja. Heather revisaba su libreta, mientras Beth y Trent acomodaban mochilas. Izzy estaba en posición de yoga sobre una roca, cantando algo que sonaba a invocación de ardillas.

Fue entonces que los vieron.

Cody, Owen, Noah... y Katie.

Gwen se levantó de inmediato. "¿Katie?", dijo Gwen, con sorpresa.

Heather frunció el ceño. "¿Qué está pasando aquí?", preguntó Heather, con tono afilado. "¿Cody, estás tramando algo?"

Cody se adelantó, con paso firme. "La encontramos sola en el bosque. Estaba perdida, asustada. No podíamos dejarla ahí", dijo Cody, sin titubear.

Heather se cruzó de brazos. "¿Y decidiste traerla aquí? ¿Sin consultar? ¿Sin pensar en las consecuencias?", dijo Heather, con sarcasmo.

"Pensé en ella. Y en que el bosque no perdona si estás solo", respondió Cody, con tono firme.

Gwen se acercó, mirando a Katie con preocupación. "¿Estás bien?", preguntó Gwen.

Katie asintió, con voz baja. "Me perdí. Me alejé del grupo. Noah me encontró. Y luego... todos vinieron."

Noah se quedó unos pasos atrás, observando. Pensaba Noah: *Cody está diciendo lo que yo no pude. Está defendiéndola. Por mí. Por ella. Como si no le importara lo que digan.*

Heather soltó una risa seca. "¿Y ahora qué? ¿La adoptamos? ¿La inscribimos en el equipo? ¿Le damos una tienda decorada por Lindsay?"

"¡Puedo hacerlo! Con hojas y bayas. Y tal vez una piedra con forma de corazón", dijo Lindsay, levantando la mano.

Cody se giró hacia Heather. "Si el otro equipo pierde por esto, es su problema. Nosotros no abandonamos a nadie. Y si alguien tiene un problema, que me culpe a mí", dijo Cody, con una sonrisa tranquila.

Heather lo miró con desdén. "Eres demasiado noble para este juego."

"Y tú demasiado paranoica para tener amigos", respondió Cody, sin perder la calma.

Gwen se acercó a Noah. "¿Tú la encontraste?", preguntó Gwen.

Noah asintió. "Sí. Y corrí. Más rápido que Cody. Lo cual, según Owen, rompió las leyes del universo", dijo Noah, con una sonrisa tímida.

"¿Y por qué lo hiciste?", preguntó Gwen.

Noah bajó la mirada. "Porque me importaba. Y porque no quería que se sintiera sola."

Gwen lo miró con una mezcla de sorpresa y ternura. "Eso fue... inesperado. Pero bonito."

Owen se acercó a Katie, ofreciéndole una baya. "¡Bienvenida al campamento! Tenemos comida, fuego, y una tienda que probablemente se caiga si respiras fuerte. Pero es nuestra", dijo Owen, con entusiasmo.

Katie sonrió. "Gracias. A todos."

Heather se alejó, murmurando algo sobre "traición emocional" y "estrategias blandas". Gwen la observó con calma, luego volvió con los demás.

El grupo se reacomodó. Las tiendas seguían torcidas. La fogata seguía peleando por existir. Pero ahora, había una nueva energía. Una nueva integrante. Y una decisión que, aunque no todos compartían, nadie podía ignorar.

La fogata chispeaba con energía. Izzy había logrado encenderla usando bayas secas, una piedra y lo que ella llamó "fuerza espiritual de ardilla". Owen, con una hoja gigante a modo de delantal, revolvía los peces sobre una parrilla improvisada hecha con ramas y una tapa de sartén oxidada.

"¡Este está casi listo! ¡Lo llamo 'Pezino al fuego'!", dijo Owen, mientras giraba el pescado con una rama.

Cody cortaba bayas con precisión, colocándolas sobre hojas como si fueran guarnición gourmet. "Si esto no impresiona a Chris, al menos nos da puntos por presentación", dijo Cody, mientras Izzy decoraba los bordes con pétalos.

Izzy bailaba alrededor del fuego. "¡La cena está bendecida! ¡Por el dios del caos y la digestión rápida!", dijo Izzy, lanzando una baya al aire.

Noah estaba sentado a unos metros, junto a Katie, que ya se veía más tranquila. Ella comía despacio, con los pies cruzados y la mirada más serena. Noah no decía mucho, pero cada tanto le pasaba una hoja con más bayas, o le señalaba una estrella en el cielo.

Pensaba Noah: *Cody no solo me ayudo. La defendió por mi Y ahora está cocinando como si esto fuera una cena familiar. ¿Cómo hace para que todo parezca tan fácil?*

Gwen se acercó a Cody, sentándose a su lado mientras él servía los últimos trozos de pescado.

"¿Así que ahora somos rescatistas?", dijo Gwen, con una sonrisa.

"Solo hacemos lo que hay que hacer. Y si eso incluye cocinar pescado con Owen y decorar con Izzy, pues... bienvenido sea", dijo Cody, entregándole una hoja con comida.

Gwen lo miró con ternura. "Me gusta cuando haces cosas así. Cuando no estás compitiendo. Solo... siendo tú."

Cody se encogió de hombros. "A veces me olvido de que esto no es solo un juego. Es gente. Es momentos como este."

A unos metros, Trent los observaba en silencio. Su comida estaba intacta. Su mirada, clavada en Gwen. Pensaba Trent: *Ella ya no me mira igual. Y él... él lo hace todo bien. Incluso cocinar.*

Lindsay se sentó junto a Trent, ofreciéndole una baya. "¿Quieres? Tiene sabor a esperanza", dijo Lindsay, con una sonrisa.

Trent solo asintió, sin decir nada.

---

Mientras los Topos Gritones cenaban bajo las estrellas, el otro grupo vivía una noche muy distinta.

La fogata no encendía. Las mochilas estaban vacías. Y Katie, su compañera, seguía sin aparecer.

Courtney caminaba en círculos, con los brazos cruzados y la cara de alguien que estaba a punto de escribir una queja formal al universo.

"Esto es inaceptable. No tenemos comida. No tenemos fuego. Y Katie desapareció. ¿Alguien más piensa que esto es una falla de liderazgo?", dijo Courtney, mirando a Duncan.

Duncan, sentado sobre una roca, lanzaba piedritas al aire. "Tal vez si dejaras de gritarle al fuego, se encendería solo", dijo Duncan, sin mirar.

"¡Estoy tratando de mantenernos vivos!", gritó Courtney.

"Y yo estoy tratando de no perder la paciencia. ¿Sabes lo difícil que es eso sin comida?", respondió Duncan.

Bridgette intentaba calmar las aguas. "Tal vez deberíamos buscar más bayas. O al menos hojas que no sepan a cartón."

Geoff se levantó. "¡Yo puedo buscar! ¡Tengo olfato para frutas! Bueno... para jugos. Pero es parecido."

Courtney lo detuvo. "¡No! Nadie se mueve hasta que sepamos dónde está Katie. No vamos a perder a otro miembro."

Duncan se levantó, molesto. "¿Y qué propones? ¿Que nos sentemos a morir de hambre mientras tú haces discursos?"

"¡Propongo que actúes como parte del equipo!", gritó Courtney.

"¡Y yo propongo que te relajes antes de que el fuego se encienda por miedo!", respondió Duncan.

El grupo se quedó en silencio. La tensión era palpable. El hambre, el cansancio y la preocupación por Katie habían convertido el campamento en una olla a presión.

Mientras tanto, en el otro lado del bosque, Cody servía pescado, Gwen sonreía, Noah pensaba en lo que sentía, y Katie comía rodeada de amigos.

La noche en el campamento de los Topos Gritones se había vuelto cálida y casi doméstica. El fuego crepitaba con ritmo constante, y el grupo se acomodaba alrededor como si fueran parte de una familia improvisada. Owen, con una hoja de pescado en la mano y una sonrisa de niño emocionado, se puso de pie como si estuviera a punto de dar un discurso.

"Mi abuelo era cazador. De osos. Con rifles. Y bigote. Y una voz que hacía temblar a los árboles", dijo Owen, con tono solemne.

Gwen levantó una ceja. "¿Cazaba osos? ¿De verdad?"

"¡Sí! Una vez atrapó uno tan grande que pensó que era un mueble. Lo llamó 'el sillón peludo'. Pero luego el oso se movió y lo persiguió por tres kilómetros", dijo Owen, con los ojos brillando.

"¿Y sobrevivió?", preguntó Lindsay, con la boca abierta.

"¡Claro! Le rugió de vuelta. Mi abuelo decía que si un oso te ruge, tú le ruges más fuerte. ¡Así se gana respeto en el bosque!", gritó Owen, antes de lanzar un rugido que hizo que las hojas se movieran.

"¡RAAAAAAAARGH!"

Cody se rió. "Eso fue... inesperado. Y probablemente ilegal en algunos parques nacionales", dijo Cody, mientras servía más bayas.

Noah se acomodó junto a Katie, observando a Owen con mezcla de asombro y resignación. Pensaba Noah: *Si el rugido atrae un oso real, yo me escondo detrás de Cody.*

Izzy, que había estado en silencio durante toda la historia, se escabulló entre las sombras sin que nadie lo notara. Cody la vio desaparecer detrás de las tiendas, y pensó: *Cuando Izzy se mueve así, algo está por pasar. Y no será silencioso.*

Minutos después, justo cuando Owen imitaba el sonido de un rifle con la boca, un rugido aún más fuerte rompió el aire.

"¡RAAAAAAAARGH!"

Las chicas gritaron al unísono. Gwen, Lindsay y Beth se lanzaron detrás de Cody como si él fuera una muralla humana. "¡¿Qué fue eso?!", gritó Lindsay, abrazando a Gwen.

Noah se levantó de golpe, colocándose frente a Katie. "Atrás. Si es un oso, le lanzo sarcasmo hasta que se retire", dijo Noah, con tono serio.

Owen corrió en círculos, agitando los brazos. "¡El abuelo tenía razón! ¡Los osos tienen espíritu! ¡Y hambre! ¡Y sentido del humor!"

De entre los arbustos emergió una figura peluda, con garras falsas y una máscara de oso que parecía sacada de una tienda de disfraces post-apocalíptica.

"¡Soy el oso vengador! ¡Y vengo por sus bayas!", gritó Izzy, con voz grave y teatral.

Gwen se escondió detrás de Cody. con entre miedo y resignación.

Katie se aferró al brazo de Noah, mientras Beth se cubría los ojos con una hoja.

Cody se adelantó, sin miedo, con una sonrisa en el rostro. "Izzy... ya fue suficiente. El oso puede retirarse. El campamento está oficialmente asustado", dijo Cody, cruzando los brazos.

Izzy se detuvo, miró a todos, y luego soltó una carcajada. "¡Funcionó! ¡Funcionó mejor que la vez del disfraz de ardilla gigante!", dijo Izzy, mientras se quitaba la máscara.

Owen se detuvo en seco. "¡Izzy! ¡Eres el oso! ¡Eso fue increíble! ¡Casi me lanzo al lago! ¡Y eso que no sé nadar!"

Gwen se dejó caer sobre una manta. "Voy a necesitar terapia forestal después de esto", dijo Gwen, suspirando.

"¡Y yo quiero una foto con el oso! ¡Para mostrarle a mi abuelo que heredé el rugido!", gritó Owen, abrazando a Izzy.

Cody se sentó de nuevo, aún riendo. "Bueno, al menos ahora sabemos que el oso no tiene dientes. Solo sentido del humor."

Izzy levantó la máscara como si fuera un trofeo. "¡Y ahora, el oso se retira a su cueva! ¡Pero volverá cuando menos lo esperen!"

El grupo volvió a relajarse. Las risas llenaron el aire. Y aunque el susto había sido real, también lo era la alegría de estar juntos. En medio del bosque, con historias, comida y un oso falso, el campamento se sentía más unido que nunca.

La fogata seguía encendida, pero el ambiente había cambiado. Gwen, Lindsay y Beth estaban sentadas con los brazos cruzados, mirando a Izzy como si acabara de invocar una maldición forestal.

"Eso no fue gracioso. Fue casi traumático", dijo Gwen, mientras se sacudía hojas del cabello.

"¡Yo pensé que era un oso de verdad! ¡Ya estaba planeando mi testamento en hojas de árbol!", dijo Lindsay, aún abrazando una manta.

Beth no decía nada, pero su mirada hacia Izzy era la de alguien que estaba reconsiderando su definición de amistad.

Izzy, por su parte, estaba feliz. Sentada sobre una roca, con la máscara de oso en la cabeza como si fuera una corona, reía como si acabara de ganar un premio.

"¡Fue arte! ¡Teatro! ¡Una experiencia inmersiva!", dijo Izzy, mientras Owen la aplaudía con entusiasmo.

"¡Fue épico! ¡Corrí como si tuviera fuego en los pantalones! ¡Y eso que no uso pantalones ajustados!", dijo Owen, entre carcajadas.

Cody se reía también, aunque con más control. "Bueno, al menos nadie salió herido. Y ahora sabemos que Izzy tiene talento para el terror improvisado", dijo Cody, mientras ofrecía bayas como disculpa simbólica.

Noah, sentado junto a Katie, observaba todo con una ceja levantada. Pensaba Noah: *Esto es lo más cerca que hemos estado de una película de horror. Y lo más lejos que hemos estado de la cordura.*

---

Confesionarios:

Gwen (cruzada de brazos):

"¿Izzy disfrazada de oso? ¿En medio del bosque? ¿Después de una historia sobre cazadores? No. Simplemente no. Si vuelve a hacer eso, la próxima vez el oso voy a ser yo."

Lindsay (con una hoja en la cabeza):

"Pensé que era el fin. Vi mi vida pasar. Y en ella había muchas escenas con Cody y glitter. No sé qué significa eso, pero fue intenso."

Beth (con tono serio):

"Yo respeto el arte. Pero esto fue más como... caos con peluche. No estoy lista para otro susto. Necesito una semana de spa. O al menos una siesta sin rugidos."

Izzy (con la máscara puesta):

"¡Fue perfecto! ¡El rugido de Owen, el miedo de Gwen, el salto de Lindsay! ¡Todo salió como en mi mente! Excepto que nadie me lanzó bayas. Eso fue decepcionante."

Owen (emocionado):

"¡Mi rugido inspiró una obra maestra! ¡Mi abuelo estaría orgulloso! Aunque él cazaba osos de verdad. Yo solo los abrazo. ¡Y los invito a cenar!"

Cody (tranquilo):

"Fue una locura. Pero también fue... Izzy. Y si no tienes espacio para el caos en este campamento, estás en el programa equivocado."

Noah (mirando a la cámara con resignación):

"¿Un oso falso? ¿Una historia de cazadores? ¿Gente corriendo y gritando? Esto es exactamente lo que esperaba. Y aún así, me sorprende."

Katie (sonriendo tímidamente):

"Pensé que era real. Pero luego vi a Noah frente a mí, como si fuera mi escudo humano. Y... no sé. Me sentí segura. Incluso con el oso."

---

La noche había vuelto a la calma después del susto del "oso Izzy". El fuego seguía encendido, las tiendas estaban en pie, y el grupo comenzaba a relajarse. Gwen dibujaba en una hoja, Lindsay dormía abrazada a su mochila, Owen roncaba con ritmo tribal, y Cody observaba el cielo con una sonrisa tranquila.

Fue entonces que se escuchó el crujido.

Trent, que estaba cerca de la fogata, se levantó con gesto cansado. "¿Otra vez el oso de Izzy?", dijo Trent, rodando los ojos.

Del bosque emergió una figura peluda. Grande. Muy grande.

"Ok, Izzy, ya entendimos. El disfraz fue divertido. Puedes salir", dijo Trent, acercándose con paso firme.

La figura no respondió. Solo avanzó.

"¿Izzy?", repitió Trent, deteniéndose.

Y entonces lo vio.

Los dientes. Enormes. Reales. El aliento. El rugido bajo. El movimiento lento pero decidido.

[Imagine las escenas siguientes con Evanescense - Bring Me To Life de fondo ]

Trent se quedó congelado. "¡ESO NO ES IZZY!", gritó Trent, antes de retroceder... y, sin poder evitarlo, se orinó encima.

El grupo se levantó de golpe. Gwen gritó. Lindsay se lanzó detrás de Cody. Beth tropezó con una estaca. Owen despertó y gritó "¡El sillón peludo volvió!" antes de correr en círculos. Izzy, desde su tienda, gritó "¡Yo no fui esta vez!"

Heather se puso de pie como si el bosque le hubiera dado una orden. "¡A LOS ÁRBOLES! ¡CORRAN! ¡SUBAN YA!", gritó Heather, señalando los troncos más cercanos.

El grupo se dispersó como hojas al viento. Gwen trepó con agilidad. Lindsay necesitó ayuda. Beth se aferró a una rama como si fuera su salvación. Owen intentó subir de cabeza. Izzy trepó como si fuera parte del árbol.

Cody se movía entre ellos, ayudando a los que no podían. "Vamos, Lindsay. Agárrate fuerte. Owen, no uses la cara para escalar. Trent, ya pasó, pero no mires abajo", decía Cody, con voz firme.

Noah tomó a Katie de la mano y la ayudó a subir. "Si esto fuera una película, ya estaríamos en los créditos", dijo Noah, mientras empujaba a Katie hacia una rama segura.

Finalmente, todos estaban arriba. En distintas ramas, en distintos árboles, pero juntos. El oso seguía abajo, olfateando el campamento, moviéndose con lentitud, como si supiera que había provocado una estampida vertical.

Heather se acomodó en una rama alta, con el cabello despeinado y la mirada furiosa. "Esto es ridículo. Esto es Total Drama. No National Geographic", dijo Heather, mientras se sacudía una hoja del hombro.

Cody se sentó en una rama gruesa, respirando hondo. "Al menos estamos vivos. Y en altura. Lo cual es técnicamente una ventaja", dijo Cody, observando al oso.

Noah, desde una rama cercana, lo miró. Pensaba Noah: *Cody no solo corre. No solo cocina. También escala y salva gente. ¿Hay algo que no haga bien?*

Y entonces, Noah se acercó. No por sarcasmo. No por rutina. Sino porque, por primera vez, quería saber qué hacer.

El campamento había quedado atrás. Desde lo alto de los árboles, los Topos Gritones observaban al oso real que seguía rondando entre las tiendas, olfateando mochilas, empujando piedras y gruñendo con una calma que daba más miedo que cualquier ataque.

Heather, encaramada en una rama alta, se sujetaba con una mano mientras con la otra intentaba mantener su cabello en orden. "Esto es absurdo. ¡Absurdo! ¡Yo no vine aquí para trepar árboles como una ardilla nerviosa!", dijo Heather, mirando hacia abajo con furia.

"¡Las ardillas nerviosas sobreviven! ¡Yo lo vi en un documental!", gritó Izzy desde otra rama, colgada boca abajo como si fuera parte del follaje.

Gwen estaba sentada con las piernas cruzadas sobre una rama gruesa, mirando al oso con los ojos entrecerrados. "No parece tener prisa. Ni hambre. Solo curiosidad. Lo cual es peor", dijo Gwen, mientras Lindsay se aferraba a su brazo.

"¿Y si quiere abrazarnos? ¿Como Owen con los peces?", preguntó Lindsay, temblando.

"Si quiere abrazarnos, que lo haga con una carta de presentación y una distancia segura", respondió Gwen.

Owen, en una rama más baja, intentaba mantenerse quieto. "¡Mi abuelo decía que los osos respetan a los que no huelen a miedo! ¡Pero yo huelo a miedo! ¡Y a pescado! ¡Y a bayas! ¡Soy un buffet emocional!", gritó Owen, mientras se cubría con una hoja.

Beth, más arriba, murmuraba cálculos sobre cuánto tiempo podía aguantar sin moverse. Trent, aún temblando, no hablaba. Solo miraba al oso con ojos grandes y húmedos.

Cody estaba en una rama central, con buena vista del campamento y del grupo. Observaba al oso, analizaba sus movimientos, y pensaba en opciones. Nada parecía seguro. Nada parecía fácil.

Fue entonces que Noah se acercó, trepando con cuidado hasta quedar junto a él.

"¿Tienes un plan?", preguntó Noah, sin sarcasmo. Solo con voz baja y seria.

Cody lo miró. "Estoy pensando. No podemos bajar. No podemos correr. Y no podemos gritar. Así que... sí, estoy trabajando en un plan. Pero necesito tiempo."

Noah asintió. "Nunca pensé que diría esto, pero... me alegra que estés aquí. No por el oso. Por nosotros."

Cody sonrió. "Gracias. Aunque preferiría que el oso no estuviera aquí. Y que tú me dijeras eso en una situación menos... vertical."

Katie, desde una rama cercana, observaba a Noah con una mezcla de miedo y ternura. Gwen miraba a Cody, como si esperara que él resolviera todo. Heather seguía murmurando maldiciones. Izzy tarareaba una canción sobre osos y árboles. Owen intentaba hacerse invisible detrás de una rama.

El oso se detuvo frente a la fogata. Olfateó el aire. Gruñó. Luego se sentó. Como si estuviera esperando algo.

Cody frunció el ceño. "Nos está vigilando. No está perdido. Está cómodo. Y eso... eso no me gusta."

Noah se acomodó en la rama. "Entonces, ¿qué hacemos?"

Cody respiró hondo. "Esperamos. Observamos. Y cuando se mueva... actuamos."

El grupo se quedó en silencio. El fuego seguía encendido. El oso seguía ahí. Y en lo alto de los árboles, los Topos Gritones esperaban. Unidos. Asustados. Pero juntos.

---

La noche había envuelto el campamento en un silencio tenso. Desde lo alto de los árboles, los Topos Gritones observaban al oso que seguía merodeando entre las tiendas, olfateando mochilas, empujando ramas, y gruñendo con una calma que helaba la sangre.

Heather se acomodaba en una rama alta, murmurando que esto era indigno de su nivel. Gwen mantenía la vista fija en el suelo, calculando rutas de escape que no existían. Lindsay se aferraba a la rama como si fuera su única conexión con la vida.

Y entonces, el crujido.

Un sonido seco, brutal, que partió el aire como una advertencia.

"¡CRACK!"

La rama que sostenía a Heather, Lindsay y Gwen se partió sin aviso. El peso combinado, el movimiento nervioso, y la mala suerte se alinearon. Las tres cayeron al suelo en un torbellino de hojas, gritos y desesperación.

"¡AAAAAAAHHH!"

El impacto fue duro. Lindsay rodó sobre la tierra, Gwen cayó de espaldas, y Heather aterrizó con un grito que parecía más indignado que doloroso.

El oso se giró de inmediato. Rugió. Fuerte. Grave. Real. Sus ojos se clavaron en ellas como si acabara de encontrar lo que buscaba.

Las chicas se arrastraron hacia atrás, temblando. Heather gritaba sin control, "¡Esto no puede estar pasando!" Lindsay lloraba, "¡No quiero ser comida!" Gwen intentaba levantarse, pero el miedo la paralizaba.

Desde una rama cercana, Noah se quedó congelado. Su mirada bajó al suelo, donde las tres estaban expuestas. El rugido del oso resonó en su pecho como una amenaza directa. Pensaba Noah: *Esto no es una broma. Esto no es un reto. Esto es peligro real.*

Y entonces, giró la cabeza. Buscó a Cody.

Cody ya se estaba moviendo.

En menos de un segundo, llevó la mano a su pierna. Bajo el pantalón, oculto en una funda improvisada, estaba el cuchillo que había guardado desde el inicio del campamento. Nunca lo había mostrado. Nunca lo había usado. Pero ahora, no había tiempo para secretos.

Con un movimiento preciso, lo sacó. El metal brilló bajo la luz de la fogata. No era grande. No era intimidante. Pero en sus manos, era suficiente.

Sus ojos se encontraron con los de Noah. No hubo palabras. Solo urgencia.

Cody le dio una sonrisa leve. No de burla. No de valentía exagerada. Una sonrisa de confianza. De decisión.

"Cuídalas", dijo Cody, con voz firme.

Y sin esperar respuesta, se lanzó.

---

Cody se impulsó desde la rama como si el árbol fuera una plataforma de salto. Su cuerpo descendió en un arco perfecto, directo hacia el oso. El cuchillo en su mano brillaba como una promesa.

El oso rugió justo cuando Cody cayó sobre él.

Con precisión brutal, Cody clavó el cuchillo en uno de sus ojos. El rugido del animal se convirtió en un grito de dolor. El cuerpo del oso se sacudió con violencia, intentando liberarse.

"¡Suban al árbol! ¡Ahora!", gritó Cody, mientras forcejeaba con la criatura. 

Las chicas reaccionaron. Gwen se levantó primero, ayudando a Lindsay. Heather, aún temblando, se arrastró hacia el tronco más cercano. Noah bajó de su rama para cubrirlas, guiándolas hacia la base del árbol.

El oso se revolvía, furioso. Cody mantenía el agarre, pero la fuerza del animal era descomunal. El cuchillo seguía clavado, pero el cuerpo del oso giró con violencia, lanzando a Cody por los aires.

Cody cayó al suelo con un golpe seco, rodando sobre la tierra. El aire se le fue por un segundo, pero se levantó. Rápido. Firme. Frente al oso.

Su ropa estaba rasgada. Su brazo sangraba. Pero su mirada no temblaba.

El oso lo miró. Un ojo sangrante. El otro, lleno de furia.

Desde arriba, Izzy gritaba, "¡Cody está loco! ¡Pero es el loco que necesitamos!"

Owen agitaba los brazos, "¡No te mueras! ¡No te mueras! ¡No te mueras!"

Gwen, desde la base del árbol, gritó, "¡Cody, ven! ¡Sube!"

Pero Cody no se movía. No aún.

El oso rugió otra vez. Más fuerte. Más cerca.

Y Cody... se mantuvo de pie.

More Chapters