Ficool

Chapter 2 - ¿Minecraft?

- Capítulo 2

Desperté sobresaltado, con el corazón latiendo a mil por hora. Por un instante, al cerrar los ojos, la mezcla de recuerdos propios y ajenos me confundió, pero pronto una certeza firme comenzó a asentarse en mi mente.

Esto es real. No puedo seguir dudando.

Me quedé sentado en el borde de la cama, respirando hondo, dejando que la calma me invadiera. Sabía que tenía una oportunidad única y no pensaba desperdiciarla.

Bajé las escaleras y encontré a mi papá en la cocina, sirviéndose café, con la mirada perdida en la ventana.

-Buenos días, papá -le saludé con una sonrisa.

Se volvió hacia mí, aún con algo de sueño.

-Buenos días, hijo. No esperaba verte tan temprano. ¿Dormiste bien?

-Sí, mejor que ayer -respondí-. He estado pensando... quiero ayudar más en casa. ¿Quieres que prepare el desayuno hoy?

Arqueó una ceja, sorprendido, pero una sonrisa apareció en sus labios.

-Eso suena bien. Me vendría bien un descanso esta mañana.

Mientras me ponía manos a la obra, se sentó a la mesa y me preguntó con curiosidad:

-¿Qué te trae ese cambio tan repentino? Ayer parecías perdido, y hoy vienes con ganas de cocinar y todo.

Lo miré a los ojos y decidí ser honesto a mi manera.

-Digamos que he tenido tiempo para pensar mucho. Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer las cosas bien, desde cero.

Asintió, como si entendiera más de lo que decía.

-Eso está bien, hijo. A veces la vida nos da segundas oportunidades, y hay que saber tomarlas.

Cuando la familia se reunió para desayunar, la sorpresa fue evidente. Mi abuela y mi tía me miraban con admiración y algo de incredulidad.

-Daniel, esto está delicioso -dijo mi abuela-. ¿Desde cuándo cocinas así?

-Desde hoy -respondí con una sonrisa-. Estoy aprendiendo.

El ambiente en la mesa se llenó de calidez y esperanza, y sentí que, por primera vez en mucho tiempo, estaba en el camino correcto. De regreso en mi cuarto, me senté frente a la computadora. Era un equipo modesto: un PC con Windows XP, procesador lento y apenas unos gigas de memoria, pero suficiente para empezar. Encendí la máquina y me puse a pensar.

¿Qué puedo hacer que realmente cambie las cosas?

Caminé de un lado a otro mientras repasaba mentalmente las redes sociales y servicios que conocía del futuro y los comparaba con lo que había en 2008.

Facebook y MySpace dominan, pero son para conectar con amigos y compartir fotos. YouTube es el rey del video, pero subir contenido es lento y complicado. Twitter está creciendo, pero es solo texto corto. Instagram aún no existe, y tampoco TikTok.

Luego pensé en los juegos que marcarían una época. Los gráficos espectaculares eran imposibles con la tecnología de 2008, pero las ideas innovadoras, eso sí podía traerlas al presente.

Entonces lo vi claro. Minecraft.

Un mundo infinito hecho de bloques, donde la creatividad no tiene límites. Podías construir lo que quisieras, explorar, sobrevivir. Era un concepto revolucionario que aún no existía.

Eso es. Voy a crear Minecraft.

Sabía que sería un reto técnico enorme. En 2008, los ordenadores eran menos potentes, y los gráficos 3D en tiempo real requerían mucha optimización. Pero yo tenía el conocimiento para lograrlo. Por lo que recordaba, Minecraft necesitaría una computadora modesta pero capaz de manejar gráficos 3D y un mundo abierto. Pensé que un procesador como un Intel Pentium D o un AMD Athlon 64, junto con al menos 2 GB de RAM y una tarjeta gráfica básica compatible con OpenGL serían suficientes para correrlo. Mi PC cumplía con esas características, así que podía empezar a desarrollar una versión jugable.

Además, recordé que Minecraft estaba programado en Java, un lenguaje que dominaba. Podía usar librerías OpenGL para renderizar los gráficos y crear un motor de juego eficiente. También pensé en el modelo de negocio.

Haría lo mismo que hizo Mojang en mi vida anterior, vender el juego y no cobrar por las actualizaciones venideras.

Necesito desarrollar Minecraft antes de que Notch lo haga, y voy a revolucionar la forma en que la gente juega.

Abrí el editor de código y me quedé frente a la pantalla en blanco. El silencio de la noche era casi absoluto, solo se escuchaba el ventilador de la computadora y el tic tac del reloj. Sabía que esta madrugada sería larga, pero no me importaba. Estaba emocionado y listo para empezar.

Lo primero fue crear el mundo básico: bloques cuadrados que se apilaran para formar el terreno. Programé algo sencillo, solo para que aparecieran cubos en pantalla y pudiera moverme alrededor. Cada vez que compilaba y veía esos cubos, sentía que estaba construyendo algo real, aunque fuera muy básico.

Pero los bloques sin textura eran aburridos, no tenían vida. Así que saqué un programa de pixel art que había instalado hace poco y me puse a dibujar. Imité las texturas del Minecraft que recordaba: madera, piedra, tierra y hojas, todo en cuadritos pequeños, pixel por pixel. No era un artista, pero con paciencia salieron cosas decentes.

Mientras dibujaba, también busqué sonidos para el juego. No sé nada de música, pero sabía que necesitaba algo para que el juego no fuera solo imágenes. Encontré algunos sonidos libres en internet y con un programa básico de edición corté y ajusté para que fueran cortos y repetitivos: el crujido de la madera, el golpe de la piedra, el césped y el agua. Después de varias horas, logré meter esas texturas y sonidos en el juego.

Corrí el programa y ahí estaban: bloques con sus colores y texturas, y los sonidos que acompañaban cuando los rompías o caminabas cerca. No era nada espectacular, pero ya se parecía más a la versión alfa que originalmente había salido en 2009. Miré el reloj y me di cuenta de que ya estaba amaneciendo. Había pasado toda la noche trabajando, sin darme cuenta.

Estaba cansado, pero feliz. Sabía que esto apenas empezaba, pero ese primer paso me motivó a seguir. Apagué la computadora y me fui a la cama, con la imagen de los bloques en la cabeza. Dormí pocas horas, pero me levanté con más energía que nunca. Sabía que ese día tenía que seguir avanzando.

Después del desayuno, volví a mi cuarto y encendí la computadora. Ahora tenía que hacer que el mundo fuera más interesante. Empecé a programar la generación aleatoria del terreno: montañas, valles, ríos y lagos. No fue fácil. Tuve que estudiar algoritmos de generación de terrenos, probar diferentes opciones y ajustar los parámetros para que el resultado fuera natural y variado. A veces, el mundo se veía demasiado plano o demasiado caótico. Otras veces, el programa se quedaba bloqueado y tenía que reiniciarlo. Pero no me rendí. Cada vez que lograba solucionar un problema, me sentía más cerca de mi objetivo.

Después de varias horas de trabajo, logré crear un mundo que se veía como un paisaje real, con colinas, árboles y agua. El siguiente paso fue añadir la posibilidad de interactuar con el mundo. Programé la función para romper bloques con el ratón y para colocar nuevos bloques seleccionados de un inventario limitado. Al principio, era torpe y difícil de controlar, pero poco a poco fui mejorando la precisión y la respuesta. Cuando logré romper un bloque y ver cómo el jugador lo absorbía, sentí una gran satisfacción. Esa noche, volví a quedarme hasta tarde trabajando. Decidí que el juego tendría los dos modos de siempre: creativo y supervivencia. En el modo creativo, el jugador podría volar libremente y construir lo que quisiera, sin límites de recursos. En el modo supervivencia, tendría que recolectar materiales, construir herramientas y defenderse de monstruos que aparecerían por la noche.

Sabía que el modo supervivencia sería más complicado de programar, pero también más emocionante de jugar. Así que decidí empezar por ahí. Creé un sistema básico de inventario, donde el jugador podría guardar los bloques que recolectaba. También programé la creación de herramientas simples, como picos, hachas, palas y espadas. Mientras trabajaba, pensaba en los mobs que aparecerían por la noche. Por el momento quería añadir a los zombies, los esqueletos y los creepers, para no abrumar al jugador.

Esa noche, cuando finalmente apagué la computadora y me fui a dormir, sentí que había avanzado mucho. Aunque el camino fuera largo y difícil, estaba seguro de que lograría crear Minecraft.

More Chapters