Aleph entre parpadeos abrió sus ojos.
Después de un momento de acostumbrarse a la iluminación de la habitación. Respiró hondo y se frotó el rostro, intentando recomponerse, cuando un tarareo suave interrumpió sus pensamientos.
Al girarse vió allí a una invitada no invitada.
Sobre la cama, con los codos apoyados en las rodillas y la barbilla descansando en sus manos, estaba Black Swan, observándolo con una sonrisa tranquila.
Cuando notó su mirada, inclinó levemente la cabeza y lo saludó juguetonamente.
"Ohh~ ¿Será que irrumpí en un momento de privacidad, joven vástago de Exultación~?"
Aleph se llevó una mano a la frente. ¿En este maldito hotel es normal que cualquiera entre como si nada en la habitación de otro? Lo que le inquietaba aún más era la facilidad con la que esa gente —Sparkle, Sampo y ahora Black Swan— parecían saber de su conexión con Exultación. Que los seguidores de Aha estuvieran al tanto tenía cierta lógica, pero… ¿ella? ¿Una memokeeper de Reminiscencia?
No podía evitar sospechar. Después de todo, la misma energía que había absorbido en el paisaje onírico de esa criatura las rodeaba tanto a ella como a Stelle.
Y mientras que Stelle apenas tenía una brizna sobre si misma, Black Swan estaba impregnada en ella.
Black Swan rió suavemente, como si hasta cierto punto entendiera que estaba pensando.
"Seguro estas pensando '¿Como entró aquí?'." Dijo. "Si quiero entrar a un lugar, créeme, sería difícil que alguien pudiera impedírmelo."
Aleph arqueó una ceja, dedicándole la misma mirada con la que miró a Stelle el día que encontró el documento que ella redactó para su declaración de la independencia de los pantalones.
Se levantó de la bañera y se sacudió el cabello.
"Sal un momento. Quiero cambiarme." Comentó mientras la miraba inexpresivamente.
"Hmm… como gustes." Black Swan asintió sin que su sonrisa se deshiciera.
Sin embargo, mientras Aleph se quitaba el abrigo y la camiseta, una sensación incómoda lo hizo detenerse, al girar la cabeza Black Swan aún estaba ahí, observándolo fijamente.
Aún sentada en la misma posición con sus ojos clavados en las cicatrices de su torso. Partiendo desde las que tenía en su pecho tras las grietas doradas como las que eran visibles en sus articulaciones como un recuerdo de su enfrentamiento contra Blade.
Trato de disimularlo pero era difícil ocultar cuan oscurecida estaba su expresión en una habitación tan iluminada.
"¿No ibas a salir?" Preguntó Aleph.
Black Swan parpadeó, como si su voz la hubiese arrancado de sus pensamientos.
Luego, con una sonrisa traviesa, inclinó la cabeza.
"¿Acaso tienes vergüenza de tu cuerpo?" Comentó mientras su voz se volvía mucho más juguetona. "¿O acaso... escondes algo pequeñito que no quieres que vea?"
Aleph la miró con indiferencia.
"¿Ese es tu mejor intento de provocación?"
Suspiró y terminó de cambiarse sin darle más importancia. Después de todo por extraño que parezca no era la primera vez que le pasaba algo parecido.
....
Más tarde, ambos salieron de la habitación rumbo al vestíbulo, donde el resto del grupo ya los esperaba.
"¿Que ocurrió dentro del paisaje onírico?" Preguntó Himeko mientras los miraba.
Stelle tomó la palabra de inmediato.
"Primero, caímos desde el cielo. Fue como en esas películas de acción, yo estaba sosteniendo a Aleph en mis brazos mientras atravesábamos las nubes…" Comentó mientras hacía gestos con sus manos.
Aleph le devolvió una mirada plana e inexpresiva, pero ella ni se inmutó.
"Después, unos tipos de la Familia Sabueso me persiguieron porque pensaban que era una polizona."
Aleph casi se atragantó con su cóctel al escuchar eso y Black Swan tuvo que darle unas palmaditas en la espalda. Él solo alzó una mano y pidió que continuara.
"Pero entonces un tal Gallagher apareció, les dio un alto y hasta me prometió ayudar a buscar a cierto idiota…" Alzando la voz en esa última palabra, lanzó una mirada afilada de reojo hacia Aleph. "Un idiota que me dejó sola para irse a coquetear con una chica que conoció por ahí."
Aleph levantó las manos, suspirando.
"En mi defensa, ya eres bastante mayor y fuerte como para cuidarte sola."
Stelle lo ignoró, encogiéndose de hombros, y siguió relatando.
"Ah, también conocí a una mujer rara que comía postres de durazno. Dijo algunas cosas bastante crípticas..." Comentó mientras trataba de recordar las palabras. "Meh ya las olvidé."
Aleph se dio una palmada en la cara.
"En fin… después Gallagher se fue porque una tal Siobhan vino a arrastrarlo por qué iba a estar ocupada y necesitaba que alguien vigile su bar o lo que sea." Dijo mientras intentaba tomar el otro cóctel de Aleph, aunque pronto Black Swan lo movió para que no pudiera atraparlo y se lo bebió ella misma. "Luego me encontré con Sampo, y él me mostró unas atracciones bastante divertidas."
Como si quisiera presumir sacó su teléfono y comenzó a mostrarle las fotos que tenía de su experiencia en las diversas atracciones.
"Luego tropecé, choqué con un poste de luz y lo siguiente que recuerdo es despertar en ese lugar extraño con Aleph y Firefly."
Welt, con sus brazos cruzados, asintió y se volteó hacia Aleph.
"¿Y como te fue a ti, Aleph?" Preguntó con curiosidad.
"Bueno, resulta que luego de separarme de Stelle me tope con una joven siendo acosada por un grupo de raritos y bueno, una cosa llevó a la otra." Comentó mientras narraba algo que era más similar a la trama de una película que lo que pasó en realidad.
Si Stelle podía ¡Entonces él también!
"Después de eso Firefly me invitó a comer..."
"¡Un momento!" Comentó Marzo mientras le daba una mirada sospechosa, la palma de su mano golpeó la mesa mientras señalaba de forma acusadora a Aleph. "¡El folleto dice que no puedes comer la comida en el Paisaje Onírico! ¿Como explicas ese agujero en tu historia Aleph?"
"Exactamente, no puedes comer en el Paisaje Onírico." Dijo, pero antes de que Marzo pudiera dar su grito victorioso. "Pero eso más que referirse a lo que crees, se refiere a que incluso si comes allí no lleganara tu estómago en la realidad, eso si, tiene un sabor increíble."
Marzo se desplomó de rodillas en el suelo, había sido completamente derrotada.
El relato continuó.
"Luego me tope con Sampo, y también fui a un lugar con una vista increíble."
Marzo revivió.
"¡Ah! ¿Desde allí fue donde tomaste esas fotos?" Dijo y Aleph le dio un pulgar arriba.
"Luego de eso llegó el mensaje al chat grupal." Comentó. "Yo y Firefly nos topamos una ve más con Sampo, aunque esta vez por alguna extraña razón venía acompañado de una Pepeshiana con disfraz de payaso."
Black Swan río al escuchar sus palabras.
"Una cosa llevó a la otra, y bueno, antes de que pudiera darme cuenta de lo que ocurrió ya estaba despertando cerca de Stelle y Firefly."
.....
"Después de derrotar a los engendros raros que nos encontramos en el camino, seguimos avanzando." Continuó "Uno era una especie de gema gigante con brazos y piernas ridículamente cortos, otro que parecía un televisor con patas y cara de pocos amigos en la pantalla y el último un dinosaurio de cristal púrpura con ojos rojos y garras doradas. Todos cayeron como moscas."
Stelle asintió con orgullo, inflando el pecho.
"El camino nos llevó a un pasillo que terminaba en una sala iluminada solo por televisores viejos." Comentó mientras tomaba un sorbo de su cóctel. "Habia cientos de pantallas proyectando estática. Tambien cuatro puertas, contando la de entrada."
"Las abrimos todas y sin importar el orden, siempre volvíamos al mismo lugar. Incluso retroceder nos dejaba allí otra vez." Dijo Stelle mientras se cruzaba de brazos con un ceño fruncido.
Aleph levantó un dedo, usando ilusionista creo una imagen para mostrar mejor las cosas.
"Después de varios intentos, la estática se hizo más fuerte. Una neblina púrpura cubrió todo, y entonces apareció esa cosa. Una criatura enorme con un cuerpo serpentino y alas de murciélago."
"Que encuentro más escandaloso." Comentó Black Swan con bastante diversión.
Aleph se detuvo ahí terminando su cóctel de un trago. Black Swan tomó la palabra, sonriendo como si esperara ese momento.
"En realidad, estaba vagando por allí después de un encuentro bastante molesto con dos bufones enmascarados. Cuando escuché ruidos una pelea y decidí intervenir."
"Podía solo." Refunfuñó Aleph, cruzado de brazos.
"Si si, ya lo sabemos, Aleph."
Stelle rodó los ojos.
Black Swan rió suavemente.
"Lo cierto es que algo extraño está ocurriendo en el Paisaje Onírico." Dijo con una expresión más sería. "La Familia parece estar intentando ocultarlo, aún no entiendo como, pero los Bufones Enmascarados parecen haberse topado con esta información y por el comportamiento que han mostrado los que nos hemos encontrado podemos intuir que intentan exponerlo."
"Ah, la payaso pepeshiana." Murmuró Aleph mientras asentia con comprensión.
Black Swan no pudo contener la risa, llevándose una mano a los labios.
"Llámala como quieras… pero, si tengo razón, el mundo de los sueños aquí está comenzando a resquebrajarse. Y lo hará pedazo por pedazo."
En ese momento llegaron dos notificaciones.
Una al teléfono de Stelle, otra al de Aleph. Stelle miró la suya primero.
Stelle sacó su teléfono.
[SW: "Oí lee ezto rápido pq desaparecerá pronto."]
"Es de Silver Wolf. Acaba de modificar los códigos de las bañeras oníricas. Ahora podremos entrar a un área restringida cuando volvamos a sumergirnos."
Aleph revisó la suya.
[Kafka: "¿Cómo has estado, cariño?"]
[Kafka: "¿Me extrañaste?"]
[Kafka: "¿Stelle se ha portado bien o ya te hizo perder la cabeza?"]
[Kafka: "¿Debería preparar un remedio cacero para la calvicie como sugirió Silver Wolf?"]
Aleph no pudo evitar imaginarla sonriendo suavemente mientras escribía, una sensación de anhelo floreció en su pecho.
El mensaje final de Kafka fueron unas coordenadas y una simple línea.
Quiero verte.
"¿Qué pasa?" Preguntó Stelle, al verlo distraído.
"Nada de lo qué debas preocuparte." Respondió mientras guardaba el teléfono.
Welt y Himeko pidieron un momento a solas con el grupo. Black Swan se levantó, y se apartó.
Marzo suspiró con tristeza mientras apoyaba su cabeza contra la mesa.
Al levantar su rostro, resopló con un puchero.
"¿Por qué siempre pasa lo mismo? Mis vacaciones terminan arruinadas por algún misterio raro…"
Aleph le dio unas palmaditas en el hombro y le pasó un batido de fresa. Marzo, aún refunfuñando, empezó a beberlo con una pajita mientras recuperaba un poco de su estado de ánimo.
"Que rico~." Dijo con una sonrisa mientras Aleph le daba unas palmaditas en la cabeza.
"No confíen en Black Swan." Dijo mientras fruncia el ceño. "Hay algo en ella que me enciende todas las alarmas."
Welt asintió a su lado.
"Coincido."
Stelle ladeó la cabeza, confundida.
"Pero… ella parece buena. Nos ayudó, ¿no?"
Welt le respondió sin rodeos.
"¿Recuerdas lo que ocurrió en Luofu, con Tingyun?"
Stelle calló por un momento, antes de asentie rígidamente.
Himeko entonces expuso su plan.
"Para avanzar, lo mejor es dividirnos en dos grupos. Así recopilamos más información y si ocurre algo en la realidad podemos reaccionar." Dijo Himeko.
"Yo puedo ir con Marzo y Stelle." Propuso Welt.
"No." Negó Himeko. "Te necesito aquí."
"Aleph... simplemente no es muy bueno para la diplomacia, y le falta elocuencia a la hora de hablar, por eso eres indispensable en la realidad."
Aleph se rasco la nuca con algo de vergüenza.
"Mis puños son mejores que mis palabras."
Welt suspiró, un poco frustrado.
"Se cuanto querías unirte a la aventura, Welt. Perdón." Dijo Himeko.
Él negó con la cabeza.
"No te preocupes. No vale la pena angustiarse por pequeñeces."
La charla terminó y cada uno fue a su cuarto.
En el pasillo, Black Swan lo esperaba, apoyada contra la pared con los brazos cruzados. Cuando él pasó, lo siguió en silencio y entró con él a su habitación.
Aleph se sumergió de nuevo en la bañera. Desde su cama, Black Swan se incorporó y caminó hasta quedar a su lado.
Mientras sentía que sus párpados comenzaban a cerrarse pudo sentir sus manos acariciando su cabeza con cariño de una manera que lo hizo sentir nostálgico.
Con un tono suave, ella le habló mientras se acercaba más.
"Cuando tomes una decisión, asegúrate de no arrepentirte de ella."
Por alguna extraña razón su imagen se difumino ante su vista cambiando su apariencia.
Su cabello de un color como el de la miel estaba trenzado, también tenía unos ojos verdes brillantes como esmeraldas llenos de afecto que lo recibieron por unos instantes antes de que su apariencia regresará a la normalidad.
Entonces se inclinó un poco más hasta el punto en que podía sentir su cálido aliento en su rostro.
Sonriendo con un brillo extraño en sus ojos se inclinó todavía más y le susurró en el oído.
"Vástago de Exultación... 'Amado' por Reminiscencia."
***********
Abrió los ojos una vez más en el paisaje onírico, dándose cuenta de que estaba solo. Se incorporó, estirándose con calma, aunque las palabras de Black Swan aún le rondaban en la cabeza.
¿Que había dicho?
… ¿"Amado por..."?
¿Qué se supone que significaba eso?
Pronto sacudió la cabeza.
No era el momento de darle vueltas a eso. Subió por las escaleras frente a él hasta llegar a una puerta doble de color rojo.
La atravesó y bajó por un tramo de escaleras dobles.
El sonido de una katana deslizándose en su vaina llamó su atención. Al girar, vio a Acheron, de pie entre entidades meméticas que se desvanecían en fragmentos de luz.
Ella lo miró con sorpresa, pero pronto sonrió levemente.
"Es un gusto verte."
Aleph le devolvió la sonrisa.
"Lo mismo digo. ¿Qué haces aquí?"
Acheron ladeó la cabeza con un dedo en su mentón.
"Originalmente vine aquí con alguien más… pero en algún punto nos separamos. No recuerdo bien cuándo."
"Entiendo. Yo también tengo compañeros por encontrar. ¿Quieres buscarlos conmigo?"
Tras pensarlo un instante, ella asintió.
"De acuerdo."
Mientras caminaban, Acheron comenzó a hacerle preguntas que lo tomaron un tanto desprevenido.
"¿Qué tipo de postres te gustan?"
Aleph la miró, confundido, pero igual respondió.
"Helado de menta. También cosas simples, como flan o tiramisú, y amo las cosas con durazno."
"Curioso." Ella asintió. "Yo también amo los duraznos. Y cualquier postre que los lleve."
Aleph parpadeó, recordando que Mei era igual.
....
No tardaron en encontrarse con Stelle y Black Swan. Stelle intentó sonreír, pero la exasperación era evidente cuando se acercó a Aleph y estiró la mano para tirarle de la oreja.
"¿Qué pasa contigo? ¿Tengo que dejar que Marzo o yo te vigilemos? Siempre recoges mujeres extrañas donde sea que vas ¡Y para colmo es esa tipa que suelta puras palabras crípticas!"
Aleph sostuvo su mano antes de que pudiera jalarle la oreja.
"Deja de bromear así. Harás que los demás me vean como un mujeriego."
Acheron observó con la cabeza ladeada, antes de percatarse de la presencia de alguien más.
"Memokeeper... Es un gusto verte."
"Ah si, es bueno verte." Respondió con amabilidad, aunque la sonrisa en su rostro se veía un tanto forzada.
Mantuvo la distancia con Acheron, pero se colocó cerca de Aleph.
Stelle, ignorando todo, tomó la mano de Aleph y lo arrastró consigo.
"¿Es enserio?" Se quejo mientras se sentía como un niño hiperactivo que sus padres llevan de la mano para que no se pierda en el centro comercial.
"Cállate y coopera." Resopló Stelle.
Aleph suspiró, se inclinó hacia su oído, bastante molesto le susurró al oído con un tono algo rencoroso.
"Me voy a vengar por esto."
Stelle sintió un escalofrío, su cuerpo se estremeció mientras su rostro se teñia de rojo.
.... Por alguna razón escuchar a Aleph hablarle así le hizo experimentar una emoción extraña, aunque demasiado peligrosa para su pobre corazón.
"Estúpido Aleph." Murmuro mientras le daba una mirada molesta.
.....
Más adelante llegaron al vestíbulo, afortunadamente no hubo muchos encuentros con memes por lo que no tuvieron que pelear demasiado.
Fue allí donde se toparon con Firefly.
Aleph y Stelle se alegraron de verla, ambos se acercaron para saludarla pero un rugido desgarró el momento. Desde un portal de bruma púrpura emergió la criatura que Black Swan había contenido antes.
El tiempo se ralentizó en la percepción de Aleph.
Su cuerpo estaba formado de cristal púrpura, con un torso serpentino que se retorcía mientras extendía sus alas de murciélago. El único ojo rojo en su frente brillaba como una luz incandescente, y su cola metálica terminaba en una punta afilada como lanza.
En un instante, esa cola levantó a Firefly en el aire y la atravesó antes de arrojarla como basura.
Stelle abrió los ojos en shock, corriendo hacia cuerpo caído de Firefly.
El recuerdo de Stelle atravesada por la lanza de hielo de Cocolia le golpeó el fondo de la mente mientras su ojos se abrian.
"Mi mayor deseo sería poder vivir así también en la realidad. Caminar, sentir el aire, poder vivir lo que para toda chica es una vida normal sin la necesidad de ningún soporte vital."
Sus palabras resonaron en su mente.
No se conocieron durante mucho tiempo.
No había una conexión en particular entre ellos.
Entonces...
¿Por qué?
¿Por que podía sentir este familiar sentimiento consumiendolo?
Aleph interceptó a la criatura. Su cuerpo se tensó, la magia estalló en sus brazos y piernas, y sin molestarse en formar un bate de hielo cargó directo contra ella con sus puños desnudos.
Ira.
Una gran y ardiente ira.
El primer impacto de sus puños contra el cristal púrpura retumbó como un trueno. La criatura rugió, batiendo sus alas, lanzando ráfagas de viento pútrido y fragmentos de cristal afilados. Aleph los atravesó, con la piel abriéndose en cortes menores que sanaban tan rápido como se hacían por su inmensa vitalidad.
Con su propio rugido hundió sus puños en el cuerpo cristalino, creando grietas que llenaban el suelo.
La cola se lanzó contra él en un latigazo. Aleph la atrapó con ambas manos, sintiendo cómo el filo rasgaba sus palmas, y tiró con fuerza, haciendo que la bestia se estrellara contra el suelo. Antes de que pudiera levantarse, Aleph saltó sobre ella y descargó una lluvia de golpes, cada uno envuelto en un estallido helado y eléctrico.
El ojo rojo giró frenéticamente, y la criatura rugió, sacudiéndose, lanzando a Aleph por los aires. Pero él giró en pleno vuelo y aterrizó de pie, jadeando, con los nudillos ensangrentados.
Sin pensarlo, volvió a lanzarse, esta vez con un grito cargado de rabia. Impactó con tal fuerza que el cristal púrpura se resquebrajó de arriba abajo. La criatura chilló, y la bruma púrpura se agitó violentamente mientras se tambaleaba.
Black Swan lo observó un tanto sorprendida.
"Así que sí podía con él por su cuenta…" Murmuro en voz baja.
Estaba tan impresionada como desconcertada por la ferocidad con la que peleaba.
.....
Mientras tanto.
En otro punto del lugar, Marzo temblaba un poco mientras caminaba sola.
"Este lugar es demasiado espeluznante… ¿Dónde estarán Stelle y Aleph?"
Un rugido la interrumpió. Un ente memético con forma de dinosaurio mecánico apareció, escupiendo fuego.
Marzo levantó su mano y lo saludó con torpeza.
"Eh… hola ¿Rexie?"
El dinosaurio rugió y cargó contra ella. Marzo chilló y se echó a correr mientras maldecia su mala suerte.
"¡Genial!" Grito mientras corría. "¿Donde se metieron esos dos?"
Hizo una expresión un poco tonta al notar algo.
"Eh ¿Y mi arco?"
.....
La sala se sacudía con cada impacto, y el suelo ya estaba cubierto de fragmentos de cristal púrpura. Aleph jadeaba, con la ropa hecha pedazos, cada corte en su torso y brazos cerrándose poco a poco gracias a su vitalidad monstruosa. Aun así, el líquido cristalino que simulaba la sangre corría en surcos finos por su piel, mezclándose con el sudor.
Ambos se gruñian entre ellos hasta el punto donde era indistinguible quien era el monstruo entre ellos.
La criatura avanzó con su cuerpo cristalino iluminado por las grietas que Aleph había provocado.
Su cuerpo, envuelto en ráfagas de hielo y electricidad, chocó contra el torso cristalino del monstruo. Lo derribó con una embestida brutal y descargó una lluvia de golpes. Los puños de Aleph se hundían como martillos, resquebrajando la coraza violeta, haciendo que estallaran astillas brillantes en todas direcciones.
Finalmente, el monstruo retrocedió con un rugido ahogado. La bruma púrpura comenzó a arremolinarse a su alrededor.
"No pienses que vas a escapar…"
Aleph se lanzó tras ella, pero su cola se tensó, sa criatura chilló, desplegando su cola como un abanico. Los pinchos salieron disparados, atravesando el hombro derecho, las derecho de sus manos y la pierna derecha de Aleph.
Su espalda chocó contra la pared y quedó clavado allí como un muñeco. El aire le salió de los pulmones en un jadeo ronco acompañado del crujido seco de su pierna izquierda.
"Cobarde…"
Aprovechando ese instante, la criatura se perdió en el portal que había creado.
Aleph se sacudió, arrancando los pinchos a la fuerza. Su pierna crujió al caer; la arrastró igualmente hacia adelante, todavía dispuesto a lanzarse otra vez. Pero el monstruo ya había atravesado el portal, desapareciendo entre la neblina.
Aleph cayó de rodillas, era difícil mantenerse de pie con una sola pierna.
La rabia hervía en su pecho, pero pronto se calmó al ver a Stelle temblando en el suelo, con Firefly en brazos.
Un agujero atravesaba el torso de la chica. De su herida brotaba un líquido azul cristalino, como el de sus heridas.
"Aguanta…" Aleph se arrodilló junto a ellas. La magia brotó de sus manos, intentando cerrar la herida. Pero no pasaba nada.
El flujo de energía se deshacía apenas tocaba el cuerpo de Firefly.
Al fin y al cabo Dia tenía sus límites, por mucha energía que le inyectará seguía siendo sólo una magia menor.
Ante sus miradas, el cuerpo de Firefly comenzó a brillar suavemente. Luego, se desintegró en burbujas luminosas que flotaron unos segundos antes de desvanecerse.
Aleph y Stelle permanecieron de rodillas con sus miradas hundidas en los restos del líquido cristalino esparcido en el suelo.
En silencio, Acheron se acercó. Inclinó la cabeza y dijo con voz suavidad.
"Lamento su pérdida."
Black Swan dio un paso al frente y colocó sus manos en los hombros de ambos.
"Aún no han encontrado a Marzo. No se pierdan en esto ahora."
Como si sus palabras hubieran sido una señal, la puerta del vestíbulo se abrió de golpe. Marzo irrumpió corriendo, perseguida por un dinosaurio mecánico que lanzaba fuego por sus fauces, acompañado de un grupo de memes más pequeños.
"¡AAAAAAH! ¡AYUDA!" Chilló agitando los brazos.
"¡¿Van a quedarse ahí sentados?! ¡Ayúdenme de una vez!"
Acheron ya había puesto su mano sobre la empuñadura de su katana, pero Aleph no le dio tiempo.
"¡Son míos!"
Se lanzó directo contra la horda. El primero en caer fue un ente deforme con forma de lámpara.
Aleph le arrancó la cabeza de un golpe. Otro, con cuerpo de engranajes, fue atravesado por un rodillazo cubierto de hielo.
El dinosaurio mecánico abrió la boca y lanzó una llamarada que cubrió todo el pasillo.
Aleph no retrocedió. La piel de su brazo se quemó, pero siguió avanzando contra el fuego. Metió el puño en las fauces del monstruo y, con un rugido, hundió su puño en la garganta ardiente. Un segundo después, liberó un Bufudyne dentro del cráneo metálico.
El estallido helado destrozó al dinosaurio desde dentro hacia fuera. El cuerpo metálico explotó en fragmentos que se deshicieron en la bruma. Los otros memes intentaron huir, pero Aleph los persiguió y desgarró uno tras otro, hasta que no quedó ninguno.
Una vez término miró su brazo. La piel estaba chamuscada, con fragmentos de hielo incrustados. Sin dudarlo, creó un filo helado y cortó la piel dañada, arrancándola. La carne regenerada comenzó a cubrirse de inmediato, fresca y limpia.
"Tch."
Aleph escupió al suelo, con cierta molestia.
Si bien la piel se regeneraba, la ropa no.
...
Tras que Stelle se calmara y que Aleph regresará a sus condiciones óptimas el grupo continuó investigando el lugar.
"¿Que está pasando aquí?" Murmuro Marzo.
Avanzando en silencio, siguieron un rastro de destrucción que se extendía como un sendero. Había paredes chamuscadas, huellas profundas en el suelo y montones de memes reducidos a chatarra o ceniza. El aire aún olía a ozono y metal quemado.
"Esto… no parece el trabajo de cualquiera." Murmuró Marzo, con su recién recuperado arco colgado de su hombro.
"Es por que no lo es." Aleph pasó su mano sobre una grieta carbonizada en la pared, recuerdos pasaron por su mente mientras su mano tocaba un área quemade en que aún quedaba algo de calor persistente.
Tal brutalidad era inconfundible.
Además si se tenía en cuenta que fue la información de Silver Wolf lo que los trajo aquí...
Ni Aleph ni Stelle lo dijeron en voz alta, pero tenían una muy buena suposición de quien podría tratarse.
Black Swan caminó con calma, mirando el lugar con atención.
Hasta que se detuvo y con una sonrisa enigmática se volteó hacía los demás.
"Entre tanta ruina… también yacen recuerdos interesantes."
"¿Recuerdos?" Preguntó Aleph, arqueando una ceja.
En respuesta, Black Swan chasqueó los dedos. Ante ellos surgió la figura cristalina de Firefly, translúcida como si estuviera hecha de hielo.
"Estos son ecos de la memoria." Explicó ella con suavidad. "Sombras atrapadas en los pliegues de este sueño."
El Eco habló, y aunque las palabras eran vagas, todos pudieron intuir que Firefly no estaba sola en ese momento. El espectro caminó hacia un pasillo lateral.
"Síganla." Dijo Black Swan.
El eco se desvaneció y Black Swan convocó otro. Esta vez, Firefly se veía bastante nerviosa, las palabras temblorosas que salían de sus labios dejaban claro que la persona que la acompañaba le inspiraba miedo.
Marzo gimió, rascándose la cabeza.
"Genial… más misterio. ¿Cuánto falta para que todo esto tenga sentido?"
Black Swan se rio mientras negaba con la cabeza.
"No te impacientes, querida. La verdad siempre termina revelándose. Nada puede ocultarse para siempre."
Un tercer Eco apareció.
Firefly salió corriendo, se vía bastante aterrada. Su acompañante parecía haberse vuelto contra ella. El espectro huyó a toda prisa y el grupo lo siguió por corredores plagados de estática. Aleph y Acheron abrieron camino, destruyendo a los memes que intentaban detenerlos con tajos y golpes devastadores.
El pasillo desembocó en una sala donde cientos de televisores antiguos chisporroteaban en blanco y negro. Tras atravesarla, llegaron a un vestíbulo que recordaba al anterior.
Pero allí, ocupando el centro del lugar se encontraba una enorme figura de más de dos metros aplastando con una mano la cabeza de un meme que se deshizo en la bruma.
Una figura que tanto Aleph como Stelle pudieron reconocer, SAM, un Cazador de Stellaron.
Marzo tragó saliva y murmuro.
"N-no parece muy amistoso… ¿verdad?"
Lamentablemente su voz había sido demasiado alta.
SAM levantó la cabeza. El verde de su visor se centró primero en Marzo… y luego en Aleph y Stelle. Sin previo aviso, se impulsó hacia adelante con su brazo extendido como una garra metálica que buscaba atraparlos.
El tajo de Acheron lo detuvo. Su katana rozó débilmente contra la armadura de SAM en una colisión que hizo retumbar el suelo. Ambos retrocedieron un paso antes de lanzarse de nuevo.
Mientras tanto, Black Swan dio unos pasos hacia el resto, sonriendo con una calma.
"Ya era hora." Murmuró.
Marzo la miró con desconcierto.
"¿De qué hablas?"
Black Swan no le respondió. En su lugar, se inclinó ligeramente hacia Aleph con sus ojos brillando con picardía.
"Es momento de cumplir mi parte del trato, tesoro. ¿No crees que deberías dejarles el escenario a ellos?"
Aleph frunció el ceño.
"¿De qué estás—?"
Ni siquiera alcanzó a terminar sus palabras antes de que un portal de bruma púrpura se abriera bajo sus pies. La fuerza lo tragó a él, a Stelle, a Marzo y a la propia Black Swan.
Solo Acheron y SAM quedaron atrás, enfrascados en un duelo.
********
Cuando Aleph parpadeó, ya estaba de pie en una habitación tan lujosa que podía sentir su billetera, si es que tuviera una, temblando de miedo. El contraste era brutal, había alfombras finas, paredes adornadas con relieves dorados, y el aroma a vino caro impregnando el aire.
En un sillón, con una copa en mano, llena del vino más caro de Penacony. Aventurino los observó con una sonrisa amistosa.
"Bienvenidos~." Comentó mientras alzaba la copa. "Creo que deberían darme las gracias."
Marzo lo señaló con un dedo bastante indignada.
"¿Darte las gracias? ¿Por secuestrarnos?"
Stelle entrecerró los ojos, levantando su bate con desconfianza.
"Sería mejor escuchar primero." Intervino Black Swan con serenidad. "No importa cuan irritante pueda llegar a ser el hablante."
"Gracias, Memokeeper." Aventurino dejó la copa a un lado mientras entrecerraba sus ojos y su semblante se tornaba más seria. "Porque acabo de salvarles la vida."
Marzo y Stelle se miraron, confusas. Aleph, en cambio, frunció el ceño y se giró hacia Black Swan. Ella respondió con un gesto juguetón, llevándose un dedo a los labios en un "shhh" y cerrando un ojo en un guiño.
"¿Salvarnos la vida de qué?" Preguntó Stelle.
"Como ya deberían haber escuchado, el sueño de Penacony. Los paisajes oníricos. Todo eso está colapsando."
El silencio cayó sobre el grupo mientras Aventurino extendía sus manos hacía ellos.
"Y la prueba es bastante clara, ya nadie está a salvo aquí dentro. La Muerte camina por este mundo cazando a la gente."
Marzo levantó la mano con torpeza.
"Perdón, pero ¿podrías ser más claro?"
Aventurino suspiró, pasándose una mano por el entrecejo.
"Personas han empezado a morir en el sueño." Aventurino los miró con gravedad. "Muertes reales. La Familia miente cuando dice que la protección de la Armonía asegura la vida de todos. He visto lo contrario con mis propios ojos."
Marzo abrió los ojos como platos.
"¡Eso es imposible! Dijeron que-"
"La Familia miente."
Aleph y Stelle se miraron al recordar a Firefly.
Aventurino asintió con pesar.
"Lo sé. La Familia quiere ocultarlo. Pero jamás podrán borrar de la mente de mi, el único testigo lo que ocurrió. Yo vi el cadáver de Robin."
Aventurino continuó tomando impulso, aprovechando el impacto que había dejado a los demás con la boca abierta.
"Y si hablamos de la Muerte, no puedo evitar sospechar. Mi suposición es clara. Esa Muerte no es otra que aquella mujer que dice ser una Vigilante de la Galaxia… Acheron."
Stelle apretó su bate con más fuerza mientras Aleph fruncia el ceño.
"¿Qué…?"
"Imposible." Dijo Aleph.
"¿Huh? ¿De verdad deseas confiar tanto en ella, Mr Stellaron? No deberías dejarte engañar por una cara bonita, sin importar cuan bonita pueda verse por fuera su interior podría estar completamente podrido." Aventurino clavó sus ojos en en los de Aleph. "Ella les mintió. No es ni fue jamás una Vigilante de la Galaxia. Su verdadera identidad…"
El silencio se volvió insoportable.
"…es la de una Emanadora. Aunque aún no sé con certeza qué Vía sigue."