—Bien, Bell, lo mejor será que empieces a estirar. El entrenamiento comenzará pronto. —Sí —respondió Bell, adormilado por lo temprano de la hora.
Me puse de pie. —Parece que ya es suficiente, Bell. Ya han llegado. —¿A qué te refieres? —preguntó Bell, y su confusión se transformó en nerviosismo al ver acercarse a cuatro aventureras de la Familia Loki. —Karl, ¿qué hacen ellas aquí? —Bueno, me pidieron entrenamiento. Y yo acepté, con la condición de que Loki estuviera de acuerdo. —Ok —dijo Bell con una cara de póquer que evidenciaba su desagrado por no haberle avisado.
Me dirigí a las recién llegadas. —Hola, chicas. Parece que Loki os permitió venir a entrenar. —¡Hola, Karl! —dijo la alegre Tiona con la mano levantada. —Sí, literalmente nos dijo: "Entrenad con ese chico. Bueno, haced lo que queráis. Si creéis que os va a hacer más fuertes para la expedición de dentro de una semana, está todo bien".
—Bien. Primero, decidme cuáles son vuestros puntos fuertes. —Los míos son la fuerza y la resistencia —contestaron Tione y Tiona al unísono. —Velocidad y magia —dijo Aiz. Es una mujer de pocas palabras, pensé con una gota de sudor. —Magia —murmuró la tímida Lefiya.
—Perfecto. Pues primero, entrenaremos vuestras debilidades para haceros personas equilibradas. —¿A qué te refieres? —preguntó Tione, confundida.
Me enderecé para la explicación. —Para un guerrero, es crucial no centrarse solo en sus fortalezas. Si no mejora sus debilidades, y se enfrenta a alguien de su mismo nivel, es muy probable que pierda. Por ejemplo, dime Tione, ¿qué harías si te enfrentaras a alguien con tu misma fuerza, pero infinitamente más rápido que tú? —dije, apareciendo detrás de ella con las puntas de mis dedos colocadas en la parte posterior de su cuello.
Tione se estremeció del susto. —Además, tu resistencia no servirá de nada si no consigues vencer a tu contrincante antes de que él te venza —dije esta vez, apoyado en la espalda de Tiona, quien solo me sonrió, una sonrisa que yo le devolví.
—¿Habéis entendido lo que quiero decir? —Sí —respondieron las cuatro a la vez.
—Bien, esto es lo que entrenará cada una. Primero, Tione y Tiona, coged los chalecos con peso que están apoyados en la muralla y quiero que deis dos vueltas a la ciudad. Esto os ayudará con vuestra velocidad, gracias al peso. —¡Sí! —dijeron ambas antes de dirigirse hacia los chalecos y empezar a correr. —Bell, tú haz lo mismo de siempre. Cuando termines las vueltas a la ciudad, regresa, que empezará tu próximo entrenamiento. —Sí —dijo Bell antes de salir a correr.
—Bueno, Aiz y Lefiya, acercaos —dije mientras les hacía una seña con la mano. —Primero, os ayudaré con vuestra fuerza y reflejos. Para eso, cada una se pondrá un chaleco y se colocará cerca de esa pared. Os iré lanzando piedras y tendréis que esquivarlas. Cada vez que no lo logréis, tendréis que hacer una flexión. Id a prepararos.
Ambas se prepararon. Ellas solo asintieron mientras iban por los chalecos.
—Bien, que comience el entrenamiento —dije, lanzando una piedra a una velocidad moderada hacia Lefiya. Gracias al peso excesivo que llevaba puesto, no logró esquivarla por completo y tuvo que hacer una flexión.
Time Skip: Tarde
—Bien, ya es suficiente por hoy —dije, viendo a las cinco personas acostadas en el suelo, sudando a mares. La mayoría tenía moretones y magulladuras, además del agotamiento.
—Bueno, antes de que os vayáis, quiero que os llevéis el peso y lo llevéis siempre puesto, menos para ducharos, para que poco a poco os vayáis acostumbrando a él. —Todos solo asintieron mientras se acercaban.
—Por último, quiero que me digáis vuestras motivaciones para haceros fuertes. —Bueno, yo quiero ser un héroe y proteger a mis amigos y personas preciosas —dijo Bell, un poco ruborizado por la vergüenza. —Bien, esa es una buena motivación —dije con una gran sonrisa. Noté cómo Lefiya se sonrojó un poco al ver a Bell en ese estado. Oh, eso es interesante, pensé sorprendido.
—Yo quiero hacerme lo suficientemente fuerte para que el capitán se fije en mí y luego casarme con él —dijo Tione muy convencida. —Bueno, es una motivación bastante buena —dije con una sonrisa, algo que Tione asintió dándome la razón.
—Yo quería encontrar un héroe y luego formar una familia con él. La primera parte ya la he conseguido, solo me falta la segunda —dijo Tiona, mirándome con una mirada extraña que no fui el único en notar, ya que su hermana también se percató. —Como tu hermana, tu motivación es muy buena —dije con una gota de sudor que no paraba de crecer en mi cabeza.
—Yo quiero ser una gran maga y encontrar a un hombre del que me enamore y formar una familia con él —dijo una Lefiya muy roja. —Creo que tu motivación es muy buena, además, creo que serás una gran maga —dijo Bell con una gran sonrisa que hizo sonrojar a Lefiya, algo que me hizo sonreír.
—Y por último —dije, fijando la mirada en Aiz. Aiz solo giró la cabeza para mirar a sus compañeras, que solo le asintieron. —Mi motivación es matar al Dragón Negro de un Solo Ojo para vengar la muerte de mis padres —dijo con la cara sombría.
—Bueno, la venganza nunca es buena usarla como motivación. Ahora, te haré otra pregunta —Ella solo me miró a los ojos. — ¿Cómo tienes pensado vencerlo? —pregunté atento a su respuesta. —Me haré tan fuerte que pueda vencerlo. —¿Tú sola? —pregunté. Aiz solo asintió. —Aiz, ¿crees en serio que podrás vencer ese monstruo tú sola? Si ni siquiera las Familias Zeus y Hera pudieron juntas, ¿crees que una sola persona lo logrará? —Ella solo entrecerró los ojos mientras pensaba lo que acababa de decir. —Además, tienes compañeros y amigos. En vez de centrarte solo en ti y en hacerte fuerte, confía en tus compañeros y crece con ellos, ya que ellos te podrán ayudar —dije con una sonrisa.
A Aiz se le iluminaron los ojos, entendiendo lo que quería decir.
—Bueno, se ha acabado el entrenamiento. Esto seguirá así hasta el lunes, que es vuestra expedición. Por cierto, Lefiya, ¿podrías ir con Bell a la Mazmorra? Te ayudará con tu problema de timidez y miedo, ya que Bell dependerá de ti. —Sí, no me importa —dijo Lefiya un poco roja, y Bell solo le sonrió.
—Bueno, pues ahora, id a ducharos y a hacer lo que tengáis que hacer —dije mientras las chicas se marchaban. —Bueno, Bell, es hora de que tú también te duches y te dirijas a la Mazmorra —dije mientras los dos nos dirigíamos a la iglesia.
Time Skip: 2 horas...
—Bell, ¿ya te vas? —dijo Hestia mirándolo. —Sí, Kami-sama —dijo Bell mientras se iba con una gran sonrisa. —¿Y Karl, qué vas a hacer tú? —preguntó Hestia. —Yo voy a experimentar con mi habilidad misterio para saber cuál es su límite —dije con una sonrisa mientras abría un portal para ir a mi espacio especial.
Continuará.