CENTRAL PARK-18:00Hs
Central Park, el famoso gran parque de Manhattan, lleno de personas, parejas dando paseos o teniendo un picnic, ancianos alimentando a palomas, gente haciendo ejercicio y muchos turistas, nunca pensé que podría tener estas vistas, mas que nada por que nunca pensé en salir del pais, pueden decir muchas cosas de Argentina, pero es bastante pacifico dentro de todo, sin guerras, grandes atentados o desastres naturales...eso y que no tenia el dinero ni para darme unas vacaciones, las ultimas que tuve fue cuando fuimos a Las Toninas donde hay playa junto a mi padre y mi hermano menor...me pregunto como estarán.
Sobrevuelo el lugar, ya se que lo dije antes pero, si que hay mucha gente, lo bueno, es que es muy grande el sitio, y parece que las personas no suelen salir de los senderos, no estoy seguro de cuanto tiempo me queda, técnicamente deberían de ser 10 minutos, pero es difícil saberlo teniendo como referente la serie.
Veo lugares con muchos arboles, algunos puentes, pero ninguno me convence, si quiero durar, tiene que estar muy oculto y de difícil acceso
Habrán pasado...¿ocho minutos?¿nueve?, debo apurarme, me muevo entre los arboles y por debajo de los puentes, debería de haber alguna cueva o algo que pueda-
Me detengo, en una gran piedra, pintado con grafiti esta el numero 333, con tres X, y alguna especie de estrella, hay una bajada, no muy profunda, con "escaleras", con muchas comillas, al bajar, una persona promedio debería de agacharse para pasar, del otro lado, un pequeño claro rodeado de varios arboles por el frente y agua al final del tramo, supongo que es el final de algun lago cercano, hay basura tirada, pero veo varios cartones rotos, una lona de 2 metros con bastantes agujeros y varias latas.
Un familiar pitido suena, el reloj en mi pecho parpadea en rojo y mis pies vuelven a tocar el suelo, me veo obligado a sentarme, es como si me pusiera un traje muy pesado de repente, el cambio biológico y la percepción de la transformación es muy abrupta
Tardo un minuto en volver a acostumbrarme, no recuerdo que esto le pasase a Ben, dicen que los niños son muy adaptables, deberá ser por eso que un niño de 10 años este como si nada luego de transformarse por primera vez en Fuego y casi causar un gran incendio.
Mirando lo que tengo delante, esto debería bastar, al menor por ahora, tengo que tratar de estar mas presentable, necesito información y no creo que dejen entrar a una biblioteca a un niño que parece mas un cavernícola con inanición , podría intentar entrar con un alíen...Fantasmático parece volver a ser la mejor opción pero...creo que su raza era los ectonuritas y que cada parte de ellos guarda memoria genética, Ben tuvo muchos problemas con ese alíen, ¿Cómo se llamaba?¿El'Terhor? curioso nombre para un fantasma alienígena
De todas formas, no quiero abusar de esa transformación, no a menos que no tenga otra opción, tal vez tarde un poco mas, pero mejor prevenir que curar
Junto las latas y las apilo en un costado, junto las partes mas grandes de carton y las apoyo en el suelo, con algunas piedras en las puntas para que no se vuele si es que hay viento, lo que no me sirve, bueno...al costado de la basura
La lona esta sucia, y parece que la hubieran usado para tiro al blanco, pero es lo que tengo a mano, la doblo sobre si misma, para tapar lo mejor que pueda los agujeros, mis parpados pesan, parece que la adrenalina de la persecución y mi primera transformación se agota.
Mi cuerpo empieza a sentir las secuelas del esfuerzo, el cartón evita que mi piel toque la fría tierra, y la lona tapa mi cuerpo del viento, al menos no tengo tanto frio, acomodo mi brazo bajo mi cabeza y mi visión poco a poco se oscurece mientras mis parpados caen pesadamente.
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CENTRAL PARK--23:21Hs
Me despierto con el ruido de los grillos, el movimiento del agua y por supuesto, el sonido de la ciudad de fondo, "La ciudad que nunca duerme", no podría ponerle mejor apodo, moviendo la lona y estirando mi raquítico cuerpo, tenia miedo que de noche el frio aumente, pero gracias a Dios la diferencia de temperatura no es demasiada, ahora que lo pienso, vi muchas flores de camino aquí, los arboles parecen mas vivos, supongo que estamos en primavera, por eso, aun que hace frio, no es algo tan exagerado.
Debo aprovechar el tiempo, la noche es mi mejor aliada en este punto, miro el agua, verde, con varias hojas, de seguro también muy fría...
Observo mi cuerpo, es incomodo incluso el moverme, la suciedad actúa como una segunda piel, incomoda, rompiéndose cada vez que me muevo, como barro seco pegado a mi cuerpo, seguramente también tenga algo de eso...je, otra cosa que añadir a mi lista, darme todas las vacunas, quien sabe que demonios no tengo en este punto en mi cuerpo.
Observando mi reloj, y luego el agua...tengo una idea.
Sacándome la poca "ropa" que tengo, entro rápido al agua, tratando de no darle tiempo a mi cerebro de procesar el frio
-U–uhh… e-esta f-f-frio como la p-puta madre
Actuó rápido, empiezo a fregar mi cuerpo con mis uñas largas, me sumerjo en el agua, no tengo un cepillo, ni jabón o shampoo, pero necesito deshacerme tanto como pueda de toda esta suciedad que tengo encima
Luego de unos largos minutos de frio y raspar todo mi cuerpo, salgo como puedo del agua, si alguien me viera, pensaría que un zombie acaba de salir del agua.
Llevo mi mano al reloj, y selecciono el alíen en quien aposte todas mis fichas y presiono
Los huesos crujen y se estiran, la piel se tensa como si quisiera romperse desde adentro. Cada músculo se inflama, el aire entra en mis pulmones más hondo, más salvaje, y de pronto mi visión cambia, o mas precisamente, mi percepción, yo no "veo", al menos no de forma convencional
-GRRRRRAAuuhhh*Un sentimiento de salvajismo me invade, me hace querer rugir tan fuerte como pueda, afortunadamente, puedo controlarme, al menos a mitad del rugido
Al principio quería ser fuego, pero si quiero pasar desapercibido, creo que es mejor no ser literalmente un faro en un bosque
Empiezo a sacudirme, como un perro lo haría, es divertido, me siento muy enérgico, siento como si tuviera resortes en mis pies, listos para dar el primer paso y salir disparado
El mundo se siente increíble, aun que no pueda ver, puedo percibir todo por medio del olfato, el oído, el tacto, puedo olerlo todo, sentir hasta la mas pequeña vibración, se siente tan familiar, ni siquiera el ruido de fondo me molesta, enfocando mis oídos para que las fuertes bocinas y gritos de la ciudad no me hagan daño.
Ahora, prácticamente seco, me siento mejor, no puedo evitar dar giros como un perro persiguiendo su cola, pequeños saltos...tal vez, una pequeña salida no haga mal...para estirar un poco las piernas, puedo percibir prácticamente todo, es casi imposible que me vean, y si alguien lo hace, me confundirá con un perro...uno muy grande...y naranja
Doy un gran salto al árbol cercano, mis garras se clavan en el, permitiéndome escalarlo sin problema hasta llegar fuera de mi refugio, me arrojo al suelo, mis patas tocan el pasto y estallo en furor.
Empiezo a correr a mi máxima capacidad, esquivando algunos transeúntes y gente rara que hace cosas en los parques...en serio parejas, entiendo que quieran darle un toque de picante a la situación pero...¿en serio?
De todas formas, el viento en mi pelo se siente fenomenal, no puedo evitar sacar la lengua, como un perro sacando la cabeza por la ventada del auto, a veces brinco a los arboles y salto entre sus copas, ¿podría hacer el examen de Chunin? Dejaría en ridículo a esos ninjas
Me detengo en una de las ramas, mi corazón esta a mil, pero no detuve por que este cansado, no...huelo algo...
El aire cambia. Algo extraño me llena la nariz, un olor espeso, húmedo… como a alcantarilla y escamas podridas. Lo siento reptar por mis fosas nasales antes de que pueda pensarlo: un rastro fuerte de reptil mezclado con sangre vieja y químicos. Mi cuerpo reacciona solo, los pelos de mi nuca se erizan, los colmillos se aprietan, y un gruñido bajo se me escapa del pecho.No lo veo todavía, pero lo sé.Está aquí.
Mis fosas nasales se abrieron de golpe: un perfume floral, con un toque de jazmín y vainilla, tan humano, tan vivo, tan lleno de miedo que cortaba como un cuchillo entre la pestilencia reptiliana.El la había arrastrado por aquí… y su rastro seguía fresco
No quiero pero...mis instintos son mas fuertes y no puedo evitar seguir el rastro, este es mi territorio y no permitiré que esa cosa haga lo que quiera aquí, no sin antes cruzarse conmigo, aparte, tiene a alguien con el, una mujer, normalmente no haría algo tan arriesgado pero, la transformación me inunda de confianza, se que puedo hacer algo, así que lo hare
Sigo el rastro, el olor es cada vez mas fuerte, me guía hasta lo que es...mierda, se que tengo un letrero enfrente, el viento choca con su estructura pero...no puedo leer
Bueno, es como una casa...muy grande, con varias puertas en lo que supongo es la entrada, y una especie de gran cúpula en el techo, dos de las puertas están destruidas, al tocar los restos en el suelo...cristal.
Me muevo con tranquilidad y sigilo, hay varias estructuras en el lugar, parece que es algún tipo de museo o algo así.
Me mantengo del lado contrario al viento, no quiero que me detecte, mientras atravieso varias secciones destruidas, siento frio, huelo a...medicamentos, químicos...similar a un hospital...un laboratorio.
Ella estaba atada, temblando sobre la fría mesa, los frascos y tubos chispeaban burbujeando a su alrededor, un olor químico penetrante mezclado con humedad y podredumbre.
—Por favor… —dijo, la voz quebrada—. ¡Para! ¡No tienes que hacerme esto! Por favor… podemos encontrar otra manera, ayuda… alguien nos puede ayudar.
El Lagarto la miró, los ojos brillando entre escamas húmedas y verdes. Su voz era un gruñido que vibraba en el pecho, más animal que humana.
—¡Ayuda…! —repitió, con un siseo feroz—. No entiendes… no puedes comprender. Esto es lo que necesitas. Te abriré los ojos. Te mostraré lo que somos.
—¡Pero tú no eres así! —insistió ella, tratando de mantener la calma mientras sentía el sudor correr por su espalda—. Te amo, y sé que esto no eres tú… ¡por favor!
El Lagarto se inclinó hacia ella, moviéndose como un depredador que olfatea la presa. Sus garras golpeaban la mesa mientras mezclaba químicos.
—¿Amor…? —gruñó, una mezcla de burla y ferocidad—. Lo que siento por ti no se mide como los humanos. Te haré como yo… para que veas. Para que comprendas. Para que tu mente se abra a lo que la humanidad no quiere aceptar.
Ella tragó saliva, con las lágrimas cayendo, el corazón latiendo a mil.
—¡No! ¡No tienes que…! Curt..y-yo, yo estoy-
—¡Cerrarás los ojos al mundo humano! —siseó el Lagarto interrumpiéndola, levantando un frasco que burbujeaba con un líquido verdoso—. ¡Y entonces serás como yo!
El Lagarto olfateó el aire y sus ojos se abrieron de golpe, dejando el frasco sellado sobre la mesa mas cercana , cada escama de su cuerpo vibraba con alerta, giró la cabeza, siseando, mientras olfateaba cada rincón del túnel, cada sombra,
Fue demasiado tarde.
Salí de la oscuridad como un rayo, mis mandíbulas abiertas, mis garras listas. No había pensamientos, no había estrategia… solo instinto. Cada músculo ardía, cada fibra de mi cuerpo gritaba rabia. Me lancé sobre él como un huracán, el aire silbando alrededor de mis garras.
Chocamos con un estruendo sordo, alejándolo de la mujer atada en la mesa, sus colmillos intentaron agarrarme, pero yo me torcí, arañando sus hombros, arrancando un rugido profundo de su pecho. Cada golpe que daba era un latido de pura violencia: lo empujé, lo derribé, lo zarandeé como si fuera nada, arrancando fragmentos de carne y escamas
La habitación vibraba con nuestros rugidos y gruñidos. Su cola golpeaba con fuerza, asi que la atrape entre mis fauces sintiendo cada escama bajo mis mandíbulas. El metal y el vidrio se rompían bajo nosotros, los frascos explotaban en un estallido de líquidos verdes y burbujeantes.
No había compasión. Cada vez que intentaba levantarse, lo tumbaba de nuevo, arrancándole un gruñido mezclado con sorpresa. Lo presioné contra el suelo, mis garras hundiéndose en su espalda mientras mi mandíbula se cerraba apenas sobre su cuello, un recordatorio de que yo dominaba la pelea.
Su rugido retumbaba, feroz y animal, pero yo no pensaba quedarme atras, cada zancada, cada golpe, cada mordida era pura fuerza desatada. Lo arrastré por el suelo, lo lancé contra la pared, su cuerpo raboteaba como un muñeco de trapo.
El laboratorio era caos absoluto: vidrio roto, líquido verde, gritos reptilianos y la carne siendo arrancada a trozos, mis sentidos captaban cada sonido, cada olor… el miedo del Lagarto, la adrenalina del combate, y lo único que importaba era destruirlo, desgarrarlo, hacer que sienta lo que es enfrentarse a una fuerza que no perdona.
Finalmente, jadeando, cubierto de rasguños y sangre, lo empujé contra la pared del fondo. Sus ojos brillaban, llenos de furia y terror.
Lo tenía debajo de mí, sintiendo cada fibra de su cuerpo escamoso contra mis garras, sus gruñidos mezclados con los míos. Mis mandíbulas se cerraban sobre su hombro, arrancando un brazo con un estallido húmedo que me llenó de placer.
Y entonces algo cambió.
Un tirón violento en mis costados, seguido de un golpe sordo contra la pared. Mis patas resbalaban, el aire me cortaba los pulmones, y un aroma extraño, metálico y conocido, llenó mis fosas nasales. Me di cuenta demasiado tarde: no eran cables, ni trampas del Lagarto… eran telas elásticas que me habían atrapado y lanzado con fuerza.
Me tambaleé, jadeando, mientras mis sentidos buscaban a mi presa y a mi enemigo… y entonces lo vi.
Un hombre joven, con un gran estado físico, sujeto al techo, había llegado justo a tiempo para interponerse entre mis garras y la víctima.
El Lagarto gruñó, levantándose con pesar , y sus ojos se clavaron en mí, mezclando terror y enojo, Yo respiraba con dificultad, la rabia todavía recorriendo cada músculo. Quería volver sobre él, desgarrarlo, destruirlo, pero ahora algo lo separaba de mí: Spiderman
La tensión era insoportable. Mi cuerpo temblaba de frustración, cada fibra de mi ser gritaba que saltara, que acabara con él, pero el hombre araña había alterado el terreno de juego, rugí de impotencia, con las garras extendidas arañando el suelo, temblando de pura ira y frustración por haber sido alejado de mi presa justo en el momento crítico, no iba a matarlo, soy consiente del gran aguante y regeneración del lagarto, pero quería asegurarme de que pueda sentir todo lo que el despierta en sus victimas.
-Ah, fantástico… ¿y este huracán con colmillos viene incluido en el paquete de rescate o tengo que pagar extra? Por que deje el bozal para perros cómicamente grandes en mi casa.
Spiderman tendrá una larga noche por delante
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Bueno chicos, esto es todo por hoy, nuestro protagonista, en medio de su trote, parece que se encontró con una bestia de sangre fría en el camino
Y para su poca fortuna, solo puede haber una Bestia en el parque
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Un especial agradecimiento a DaoistcmrqRk(hijo de tu madre, ¿no había un nombre mas simple?) y a Jairerwesker por su apoyo con las piedras de poder :)
Nos vemos