Kaiser sintió cómo el poder de la katana fluía por sus venas, llenándolo de una fuerza,velocidad y agilidad sobrehumanas. Ordenó al gato que soltara a la muchacha, pero este,envalentonado, se negó. Kaiser le advirtió que lo enviaría al infierno con su katana, y el felino, con una carcajada burlona, soltó a la joven y se lanzó sobre él con furia.
Sin embargo, cuando el gato se dio cuenta, Kaiser ya no estaba frente a él. Se giró, buscándolo en vano, hasta que lo vio, sosteniendo a la muchacha en sus brazos."¿Estás bien?", preguntó Kaiser con ternura. Ella asintió, todavía atónita por lo que estaba presenciando. "¿Quién eres tú?", preguntó, intrigada por este misterioso salvador, porla espada mágica y por el poder que emanaba de él.
Kaiser iba a responderle cuando el gato lo atacó de nuevo. Sin embargo, Kaiser lo detuvo con la katana con una facilidad asombrosa. "¿Es eso todo lo que tienes?", preguntó con desdén. El gato, furioso por la humillación, rugió y se lanzó de nuevo contra Kaiser.
Este, con la katana en la mano, bloqueó todos los ataques del felino con una gracia sobrenatural. La muchacha, atónita, se preguntaba quién era este misterioso joven, de dónde provenía su poder y si acaso era una bendición divina. Mientras luchaba contra el gato, Kaiser comenzó a comprender su nuevo poder. La katana no solo le había dado fuerza y velocidad, sino también una habilidad especial para anticipar los movimientos de su oponente. El gato, por su parte, comenzaba a desesperarse. Nunca antes se había enfrentado a un enemigo tan formidable.
Finalmente, Kaiser asestó un golpe final al gato, dejándolo inconsciente en el suelo.Pero el felino, con un último aliento de arrogancia, dijo: "¡Ja ja! Nunca me ganarás. Cada vezque me quites una vida, me volveré el doble de fuerte". No voy a derrotar, respondió Káiser con serenidad, "tengo la sensación de que mikatana puede cortar toda la oscuridad. No importa cuántas vidas tengas, solo necesito cortarteuna vez para vencerte".Estas palabras llenaron de terror al gato.
Nunca antes había conocido a alguien quehablara con tanta seguridad. Sabía que Kaiser tenía razón, que su destino estaba sellado.
Kaiser se aproximó al gato con la katana en alto. El felino cerró los ojos, esperandosu fin. Pero entonces, Kaiser se detuvo."No te mataré", dijo Kaiser con una voz llena de paz."Te daré una oportunidad deredimirte. Si me juras que nunca más volverás a molestar a esta muchacha, te dejaré ir".
El gato, sorprendido por la clemencia de Kaiser, abrió los ojos y dijo: "Lo juro. Nuncamás volveré a molestarla".
Kaiser asintió con la cabeza y guardó la katana. El gato se alejó, derrotado y muchacha se acercó a Kaiser y le dio las gracias con lágrimas en los ojos."Graciaspor salvarme", dijo con voz temblorosa.: "No sé qué habría hecho sin ti"."No hay de qué", respondió Kaiser con una sonrisa. "Solo cumplí con mi deber".
La muchacha, todavía intrigada, le preguntó: "¿Quién eres? ¿De dónde sacaste esepoder?"Kaiser no tenía una respuesta clara.
"No lo sé", dijo con sinceridad. "Solo sentí unavoz que me dijo que lo hiciera, y lo hice"."...y lo hice", dijo Kaiser, con la mirada perdida en el horizonte. La muchacha lo mirócon una mezcla de curiosidad y admiración.
"No te creo", dijo ella con una sonrisa pícara. "Pero está bien, no voy a preguntar. Metemo que debo irme". Y sin más, se despidió de Kaiser y se ocultó en la oscuridad de lanoche.Kaiser la vio alejarse, sintiendo una extraña conexión con ella.
Se preguntó quién era,de dónde había venido y por qué había sido atacada por el gato.Lleno de preguntas y sin respuestas, Kaiser regresó a su casa. El cansancio seapoderaba de él y el poder de la katana se había desvanecido.
Sin embargo, su cuerpo aún vibraba con la energía de la batalla. Comió algo ligero y se dejó caer en la cama, exhausto. A pesar de la fatiga, su menteno dejaba de dar vueltas.
La imagen de la muchacha, el rugido del gato y la voz en su cabezase mezclaban en un sueño turbulento.
Al despertar a la mañana siguiente, Kaiser se sentía renovado, pero con una sensaciónde inquietud. Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana. El sol brillaba con fuerza, peroel recuerdo de la noche anterior lo ensombrecía...