El movimiento le resultó sin esfuerzo, Ashra deslizó su cuerpo a través de la extensión del charco, partiendo aguas y creando olas a medida que su espada surcaba todo el lugar al trazar cortes sobre los interminables apéndices que lo seguían como perros de caza.
Cortó múltiples apéndices de humo quasi sólido con movimientos calculados, retrocediendo y avanzando con precisión quirúrgica, manteniendo los movimientos amplios al mínimo.
Aunque no importaba cuantos cortara, los apéndices parecían multiplicarse, cortar uno solo hacia que dos más fueran tras el.
Swosh.
Los oidos del rey disfrazado captaron sonido, podía "ver" la trayectoria general del ataque, saltando con un giro rápido, los apéndices apenas fallaron, el aterrizaje fue suave.
En cuanto sus pies tocaron el suelo pudo sentir cientos de apéndices lanzarse sobre el.
Un suspiro gélido, su mente relajada incluso en peligro. -Son lentos comparados a esa cosa, puedo verlos-. Se empujó hacia atrás sin demasiada fuerza, dejando que su instinto tomara el control.
Una serie de movimientos de pies calculados siguió, evadiendo los ataques con aparente facilidad, recordó el sonido de las pisadas de Ashra, cada una destinada a un proposito, y poco a poco el mismo se encontró rompiendo el agua con sus pies.
Para evitar ser atrapado por el humo y el agua, su ceguera no limitó su moverse, sus heridas no lo retrasaron, se sentía en las nubes, solo su Voluntad e instintos se encargaron de la batalla.
En ese momento no era guerrero ni rey, era solo un humano luchando por su vida en un delicado equilibrio entre curación y daño autoinfligido.
La espada bailo, luz dorada se alzo en las inmediaciones y más rápido de lo que el ojo humano normal puede seguir, los apéndices fueron cortados.
Ambas espaldas se encontraron, jadeos leves y cuerpos agitados, ambos entendieron que esto era una batalla de resistencia a dos bandas.
"Leto, ¿verdad? Buen trabajo protegiendo a la reina, si no estuvieras aquí defenderla de todo esto me llevaría al límite. Espero que podamos comer algo luego de terminar aquí".
El mencionado se limitó a asentir, su cuerpo tensandose, como un resorte, listo para responder de inmediato.
El brillo dorado desapareció y el cambio fue instantáneo.
Ambos fueron rodeados por los zarcillos de humo y el agua que intentaba rodear sus pies, brubujeando en su avancé.
"Bueno, un consejo rápido, siente tu Voluntad, haz que fluya sin parar y ¡golpea sin miedo!" La espada desapareció al ser dibujada, el humo fue empujado por su corte tan lejos que volvió a las paredes, el agua les siguió, salpicandolo todo. "Un Territorio, incluso si no está completo, no es un lugar donde podamos sobrevivir, no solos".
Los pensamientos en el no siguieron ese hilo de pensamiento, las palabras se esfumaron como humo en su mente, no se sentía como el mismo, su mente era mas un algodón en este momento, sin pensamiento real más haya de sobrevivir.
-Entro en flujo, el es un monstruo.
Ashra mantuvo ese pensamiento con una sonrisa debajo del casco.
Habían estado atascados en un punto muerto desde que los dejaron solos, con Ashra atacando para crear espacio y Leto moviéndose fuera del peligro cada vez.
El caballero tuvo que dividir su mente para enfrentar el peligro y estar pendiente de su reina, conservando toda la fuerza que le fue posible para el momento en que fuera necesario.
Empezaba a ser agotador para ambos.
Su cuerpo seguía reparandose lentamente mientras no podía hacer más que confiar en otros para sobrevivir, había un límite, no sabía que cosa lo mantenía en pie, porque claramente no era solo el.
El agua arremetió como una inundación, olas tras olas de agua morada en camino a colisionar contra ambos, el humo negro se entretejió con el agua, similar al cuerpo que les dió origen en primer lugar, la apariencia del movimiento letal resultaba intrigante en su similitud a un cuerpo de agua neblinoso.
Como ver la ira del mar embravecido siendo desatada sobre los humanos.
Solo entonces su mente hizo clic, ante este peligro, toda su Voluntad rotando sobre su cuerpo, las palabras de Ashra llegaron a el, encendiendo algo en su interior.
Toda la sangre seca que cubría su cuerpo , su sangre, toda desapareció en cuestión de segundos con un brillo fugaz de color rojo que apenas se reflejó en el agua.
La espada del caballero fue sujetada con ambas manos, listo para desatar su mejor golpe contra la catástrofe que los azotaba.
Por alguna razón el agua retrocedió,el humo se disperso, no, el agua no retrocedió, dentro de cierto rango a la redonda tanto el agua como el humo perdieron toda capacidad, el color morado del agua en ese rango volvió a lo que debería ser el agua.
"Coff coff".
Tosió sangre, arrodillándose, su cabeza apartándose del lugar donde sabía que estaría Sylvie. Maldijo para sus adentros, su cuerpo estaba al límite, no podía exigirse tanto, su Voluntad trabajaba horas extra solo para mantenerlo unido mientras se destrozaba.
Ashra lo vio, ese brillo, sorprendiendose al contemplarlo, un nudo se le formó en el estómago al pensar en la conclusión a la que llegó.
"Tu acabas de usar Fir-".
Mas fue interrumpido bruscamente.
"¡GRAAAAAAAAAA!"
Una grieta se tejió en la realidad misma frente a ellos, resaltando como un faro en medio de la tormenta.
La respuesta fue inmediata, después de que se escuchará el grito lastimero del Espectro Ashra tacleo a los objetivos de rescate, recogiendolos en su carrera lo más lejos que pudo mientras el humo iba tras ellos como una ola.
Quería tragarselos antes de que se fueran.
"Moviendo Flecha".
Ashra atravesó la grieta, el humo apenas rozando la armadura antes de que se cerrará.
El cambio en el terreno se sintió, apareciendo fuera de un cúmulo de humo, salieron del Territorio, sin frenar a medida que el humo se disparaba hacia ellos.
Su mente salió del trance en el que había estado, la situación registrándose en su cerebro con claridad.
Aún sentía la garganta seca y áspera, ahora más recuperada de lo que había sido, logró escucharlo claramente antes, la causa de ese grito, forzó el habla incluso si eso le causaba dolor.
"¿Cómo es posible? Desatar tanto poder y habilidad sin usar Firmamento, pensé que ninguno de ellos podría luchar contra esa cosa, mucho menos ganar".
Sin duda, estaba completamente sorprendido.
Estos caballeros eran solo un rango por encima de aquellos contra los que había peleado, pero toda su organización, planes, ejecución, movimientos y técnica fueron como la diferencia entre el cielo y la tierra, incluso a través de sus oidos podía escuchar el peso detrás de cada corte, su oído más de una vez se equivocó al seguir sus movimientos engañosos.
Por sobre todo, se las estaban arreglando para superar la diferencia de nivel en equipo y combatir sin usar Firmamento, el poder insignia de todos aquellos que seguían el camino de las armas y, de todos modos, iban ganando.
Ashra se desdibujó de su posición, evitando tres apéndices brumosos con facilidad experta.
"Sobrevivir a esa cosa con tu nivel fue nada menos que milagroso Leto, tampoco es como si pudiera preguntar ahora mismo como o porque estabas aquí en primer lugar, aunque si hay algo que debo decirte, el Maestro Odinyer no está ganando".
Los apéndices se acumularon desde atrás, el caballero empujó todo el peso de ambos en su brazo derecho, dibujando su espada con un giro rápido, lanzando un centenar de tajos en lo que tomaría un parpadeo destruyendo el cúmulo gigante y volviendo a la carrera con un envaine rápido.
A pesar del movimiento brusco, se las arreglo para acomodar a Sylvie y saltar, usando su nuevo sentido como guía para correr.
Las palabras del caballero, llenas de solemnidad lo habían descolocado de forma momentánea, su visión del combate, la visión que imaginaba, cambió con comprensión.
Las piezas parecieron encajar, pero no lo entendía, no sabía en su mente del todo.
"No comprendo, ¿no está ganando justo ahora? Lo escuchaste, selló a esa cosa, solo debe terminar el trabajo".
Suspirando, el caballero doblo una esquina, con el pateando la pared para desviarse en su dirección, el silencio del caballero solo lo preocupaba.
Este trató de encontrar las palabras para expresarse.
"Los Espectros son seres creados por el sufrimiento y la muerte, no poseen conciencia, solo recuerdos de aquellos sobre los que se formaron, es por eso que no son inteligentes, este es diferente en ese aspecto". Dos cortes veloces destruyeron los perdigones lanzados por los apéndices. "Sin embargo, la esencia general se mantiene, esas cosas se hacen débiles cuando sienten miedo, debilidad y cuando su objetivo se les escapa de las manos. Está es una de las formas de subyugarlos porque matarlos requiere de un poder abrumador, debilitarlo hasta encontrar su origen y sellar dicho orígen es crítico, por eso la fanfarria ciega del Maestro Odinyer".
Se detuvo, ambas manos posando sobre sus espadas, Ashra se dió la vuelta, su espada derecha brillaba dorada, la luz de Gleipnir, su espada izquierda en cambio fue rodeada por luz, si alguien pudiera verlo, pensaría que era una estrella, conformada de la Voluntad pura del caballero.
Todo se volvió dorado, luego blanco, pescando el dorado por completo, cuando todo se despejó no había ningún apéndice a la vista, como si nada hubiera pasado Ashra corrió al lado de Leto.
Cargo contra una pared, atravesando el mármol y apareciendo en otro pasillo, Leto lo siguió de cerca incluso cuando todo le decía que no lo hiciera, apareciendo a su lado.
El cambio fue similar, como ser teletransportado, reconoció el sentimiento porque lo experimento no hace mucho.
"¿Entonces que?"
Las piezas encajaban en el rompecabezas, solo que el mismo se hacía más grande cuánto más sabía.
"Los Espectros nacen con la capacidad de rivalizar con cualquier 3 Estrellas, su alimento es la miseria, la absorben de cualquier persona o lugar, el que enfrentamos ya puede extender un Territorio básico, algo que solo los caballeros de 7 Estrellas y magos de Cuarto Orden pueden usar, yendo contra la lógica". Se detuvo frente a una pared, golpeandola con fuerza, el mármol cedió, abriendo un camino que conectaba con un pasillo diferente, más amplio.
Se pregunto cuántos misterios más ocultaba este castillo.
"El aún no llega a ser 7 Estrellas, afortunadamente nos las arreglamos para encerrarlo junto con el Maestro antes de que aprendiera a usarlo, o ya estaríamos muertos. Puedes estar orgulloso, escapar de un Territorio es una hazaña de la que hablar".
Ahora caminaron, fuera del peligro que alguna vez experimentaron, el olor de este pasillo, en particular, le resultó conocido, olía como debería hacerlo un hospital.
En esta época aparentemente medieval, no debería ser posible, descartó tal pensamiento.
El cansancio de Ashra, en cambio, aumento, desde que realizó ese ataque antes Leto lo notó, estaba débil.
Ahora, sorprendido es una palabra que le queda corta ahora, al entender la magnitud del problema en sus manos, sabía que incluso si escapaban ahora, esa cosa iría por ellos en cuanto logrará matar a sus adversarios, más fuerte de lo que ya era.
Las palabras se atoraron en su garganta rota, negándose a salir.
"Es como piensas, mientras más dure está pelea, menos probable es ganar, incluso ahora que tiene la total ventaja, no puede ganar fácilmente, no sin usar Firmamento, su Voluntad no lo mantendrá en la lucha por siempre".
La situación era peor de lo que podría haber imaginado.
Una criatura semi inmortal estaba ahora suelta en el castillo y las probabilidades de vistoria eran casi nulas.
La desgracia parecía inminente.
-Después de todo, la desgracia es una amiga cercana, una que siempre me acompaña.
Su pensamiento vino cargado de algo más, recordó ese sentimiento antes, si pudiera volver a ese estado, si pudiera acceder nuevamente a ese clic, tal vez...
La punzada de dolor que le siguió a ese pensamiento fue suficiente para que se arrodillara, la frustración lo consumió, levantándose lentamente, lo soportó, como lo hizo todo este tiempo.
En su momento más oscuro, cuando sus pensamientos se dirigían peligrosamente cerca del autosacrificio, lo escucho.
Una sonrisa se extendió por su rostro ensangrentado mientras su oído se enfocaba en un ruido distante.
"No, las probabilidades no están en nuestra contra, de hecho, están a nuestro favor".
La sangre salió de su boca, ensuciando nuevamente sus labios, cuello y pecho, limpió su boca ensangrentada, sin importarle la sangre en este momento, solo para que volviera a ensangrentarse, no lo registró.
Ashra pensó que los golpes y el peso de la situación por fin lo habían alcanzado, pensó que se había vuelto loco.
No lo estaba, no, nunca se sintió más vivo, solo escuchaba mejor.