La llegada de Hideki al jardín de infantes causó un verdadero revuelo.
Aunque, para ser honesto, esto era algo que Hideki ya esperaba. Toda su vida había sido así, y ya se había acostumbrado.
"Profesor Hideki, por ahora estarás a cargo del grupo Girasoles B, con la profesora Yoshinaga Midori."
¡Sí!
Yoshinaga gritó internamente de alegría, aunque en su rostro mantenía una expresión serena.
"Como el profesor Hideki es el tío de Shin-chan, he decidido asignarlo al grupo Girasoles B—"
La mirada asesina de Matsuzaka Mie hizo que al director se le erizara el vello.
Y esa expresión de resentimiento en su rostro lo hizo sentir como si hubiera cometido algún error.
¡Pero si no he hecho nada malo!
El director estaba al borde de las lágrimas.
De repente, se dio cuenta de que permitir que Hideki hiciera sus prácticas aquí podría haber sido una decisión terrible.
"Por favor, acompáñame, profesor Hideki."
La voz de Yoshinaga era tan dulce que podría matar a alguien.
Lanzó una mirada triunfante a Matsuzaka Mie.
"Voy a revisar el gallinero—"
"¡Yo también debo volver con los niños!"
Nadie quería lidiar con Matsuzaka en ese momento.
Y mucho menos quedarse un segundo más allí.
"Los niños del grupo Girasoles B son muy adorables y fáciles de manejar—"
"¿Y Shin-chan?"
Hideki se rió.
No podía mirar demasiado a Yoshinaga... su belleza rivalizaba incluso con la de Takuya Kimura, y quizás lo superaba...
"Shin-chan es... especial, ejem. Pero como eres su tío, seguramente te hará caso."
Hideki sonrió. Ese niño no hacía caso a nadie.
Y no tenía intención de controlarlo. Una infancia así era algo maravilloso.
"Seguro será mucho trabajo para ti, Yoshinaga. Como todavía tengo que terminar mi tesis, no podré venir todos los días—"
"Oye... ¿tienes novia?"
Yoshinaga reunió todo su valor para preguntar.
"¿Qué?"
Hideki realmente no había entendido.
"Nada, solo decía que deberíamos cenar juntos algún día."
"Ya hablé con el director. No hace falta gastar dinero, podemos cenar aquí mismo en el jardín."
"¿Eh? ¿No sería demasiado informal?"
Yoshinaga se sintió decepcionada.
"No hay problema. Aquí tenemos todo lo necesario. Solo será cuestión de cocinar. ¡Quedará en tus manos, Yoshinaga!"
"¡No te preocupes! Cocino muy bien."
Yoshinaga hablaba mientras se arreglaba el cabello, tratando de no parecer demasiado nerviosa.
¿Eh?
De pronto, Yoshinaga sintió un escalofrío en la nuca.
Una aura de muerte la rodeó.
Pero cuando miró hacia atrás, no había nadie. Solo unos arbustos.
¡Debe ser mi imaginación!
Mientras conversaban, llegaron al salón de Girasoles B.
Pero en ese momento, una figura emergió de entre los arbustos.
"¿Yoshinaga Midori? ¿Dices que cocinas bien?"
Antes de que pudiera reaccionar, algo oscuro voló hacia su cara.
¡Pum!
Era un balón de fútbol.
Bō, el niño de la clase Rosa, corrió hacia ellos.
"¡Lo siento, profesora Matsuzaka! ¿Está bien?"
Pum, pum, pum...
El balón cayó al suelo desde el rostro de Matsuzaka.
Un hilillo de sangre le salía de la nariz. La elegante y sofisticada Matsuzaka Mie, en el momento de conocer al chico guapo, terminó humillada.
"¡¡¡AAAAAHHH!!!"
Al ver a Matsuzaka con los ojos brillando de furia, Bō y los demás niños salieron corriendo.
···········
El encanto de Hideki no solo afectaba a las profesoras.
"Shin-chan, ¿de verdad es tu tío?"
Los ojos de Nene brillaban como corazones.
Aunque era demasiado joven para entender el amor, ya tenía su propio criterio estético. Y la belleza de Hideki conquistaba a todas las edades.
"Nene, Nene, sigamos con nuestra obra. ¡Ya lo decidí! Aunque sea un niño de pueblo menospreciado, ¡se esforzará hasta ser útil para la sociedad!"
Masao, con su cabeza de bola de arroz, llegó corriendo, lleno de energía.
Sostenía orgulloso el guión que había reescrito.
"Después de que mi herterna me menospreciara, estudié mucho y... ¡logré entrar a la Universidad de Waseda—!"
Antes de que terminara, el papel en sus manos se partió en dos.
"¡Fuera de aquí, campesino! ¡Las historias motivacionales son aburridas! ¡Cabeza de onigiri inútil!"
Nene lo agarró del cuello.
"¡Shin-chan~!"
Masao fue lanzado a un lado.
Luego, Nene miró a Shin-chan.
Gotas de sudor aparecieron en su frente.
"¡Ejem! Nene, yo también soy un campesino inútil. Mi papá es de Akita, ¡un auténtico palurdo~!"
Shin-chan agitó las manos.
Una Nene furiosa no daba miedo... lo aterrador era una Nene repentinamente dulce.
Masao se quedó sentado en el suelo, con la mirada perdida.
¡Había trabajado tanto en ese guión!
"Mi papá está en Estados Unidos, pero él también es de Hokkaido—"
Hasta Kazama estaba sudando frío, dispuesto a revelar secretos familiares con tal de salvarse.
"¿De qué hablan? ¡Solo quiero que Shin-chan me enseñe a pintarme los labios de rojo!"
Nene se aferró a Shin-chan.
"¡Waaaah!"
Con el llanto de Masao, otro día en el jardín de infantes llegaba a su fin.
"Ha sido agotador, pero muy gratificante."
Hideki viajaba en el autobús escolar, ayudando a Yoshinaga a llevar a los niños a sus casas.
"Sí, ver sonreír a los niños me llena de alegría."
Yoshinaga actuaba con una dulzura exagerada.
Hideki ya conocía la verdadera personalidad de cada uno aquí.
"Oye... el bento que comiste hoy al mediodía... parecía hecho por una chica."
Yoshinaga no pudo evitar preguntar.