—¡Señora, es este tu amigo?
Esa voz inconfundible solo podía pertenecer a Shinnosuke Nohara. Y al ver su rostro, no quedaban dudas: cabeza como una patata, cejas gruesas, mirada aparentemente inocente pero que parecía verlo todo. El niño que decía frases escandalosas, avergonzando a los adultos pero dejándolos pensativos.
¡Ese pequeño diablo era su sobrino, Shinnosuke "Shin-chan" Nohara!
—¿Shin-chan?
Shin-chan abrió los ojos como platos al ver a Hideki con sus gafas de sol.
—Tú... ¿quién eres?
Al notar la expresión tímida pero maliciosa del niño, Hideki sonrió. Sabía que el pequeño estaba a punto de soltar alguna de sus frases célebres.
—Con esas gafas oscuras, igual siento tu mirada ardiente... ¿Acaso vienes a asaltarme por mi belleza?
La vecina frunció los labios.
—¿De dónde saca este niño palabras tan sofisticadas?
Hideki se sorprendió.
—Es un diálogo de *Angel's Love*, el drama de ayer. ¡Pero no cambies de tema! ¿Quién eres? Con esas gafas y actuando sospechoso... ¡pareces un delincuente! —la señora lo miró con recelo.
Los rumores decían que algunos agentes inmobiliarios frustrados se habían dedicado a robos a mano armada.
A pesar de la desconfianza de la vecina y de los movimientos coquetos de Shin-chan, Hideki sintió una oleada de cariño.
—Shin-chan, soy tu tío, Hideki. ¿Dónde está tu mamá, Misae? Te traje algo rico...
Hideki se interrumpió.
'¡Maldición!'
Todo el melón y la sandía se los había dado a Nanako. No por ser un arrastrado, sino porque tuvo que bajarse apurado del tren.
—¿Algo rico? ¿Galletitas de osito? —Shin-chan se acercó, pero la vecina lo jaló hacia atrás.
—¡Ejem! ¡Lárgate de aquí con tus mentiras! ¡Conozco a la familia de Misae! Su padre solo tuvo tres hijas, ¡nunca un hijo varón! —la mujer alzó una escoba como una gallina protegiendo a su polluelo.
Hideki no podía explicar el conflicto familiar sin revelar chismes que recorrerían todo el vecindario.
—¡Socorro! ¡Un secuestrador! —gritó la vecina, intimidada por la estatura de Hideki.
'¿En serio?'
Hideki suspiró. Con Shin-chan, siempre terminaba en situaciones absurdas.
El tema de los secuestros era delicado en cualquier país, y pronto se formó un tumulto.
—¿Qué pasa aquí?
—¡Este señor quiere secuestrarme! —Shin-chan entró en su papel dramático.
—¿Sabes siquiera qué significa "secuestrar"? —preguntó Hideki, exasperado.
Shin-chan se quedó pensativo.
—¡Oficial! ¡Oficial! ¡Un secuestrador finge ser familiar de mi vecino!
Apareció una policía en moto eléctrica, con uniforme y expresión nerviosa.
—¡Piiiiip! —su silbato sonó patéticamente.
En esa época, el equipamiento policial no era tan moderno.
La oficial —Iwata— no inspiraba autoridad. Sus grandes ojos parecían perdidos, y su rostro mostraba una mezcla de inocencia y pánico.
—¡Aléjense, no se acerquen al sospechoso! —gritó mientras dejaba caer la moto torpemente.
Era la policía menos intimidante del mundo.
—Señorita oficial, ¿te gustan los pimientos verdes? ¿Y el nattō con huevo? —Shin-chan, al verla, se le enredó en las piernas.
—¡Q-quieto, pequeño! ¡No temas! —Iwata se ajustó la gorra con falsa solemnidad.
Hideki miró al cielo.
'¿Mis gafas no solo bloquean mi encanto, sino también mi reputación?'
—No me muevo, y no soy secuestrador. Soy su tío —intentó explicar Hideki, sacando su identificación.
—¡A-ah! ¡No te acerques! —Iwata agitó las manos histéricamente, sudando de nervios.
En ese momento, Shin-chan tiró de su pierna, haciéndola perder el equilibrio.
'¿En serio vamos a recrear un drama cursi?'
Hideki no tuvo tiempo de reaccionar antes de que el cuerpo menudo de Iwata (apenas 1.60 m) y Shin-chan (mucho menos) cayera sobre él por pura inercia.
En la caída, los brazos de Iwata golpearon las gafas de Hideki.
¡Crash!
Las gafas cayeron al suelo.
—¡Nooo! —gritó Iwata, esperando un ataque... que nunca llegó.
Confundida, alzó la vista.
Y entonces, 'lo vio'.
—¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHH!!!
'¡Es demasiado guapo!'
El chillido fue tan agudo que Hideki se tapó los oídos.
—¡Agredió a la oficial!
—¡Es un asesino!
El caos estalló.
Hideki solo pudo pensar:
'Vaya... así que este es el verdadero "poder" de Shin-chan.'