Batman miró el foso de patos de goma gigantes con el rostro impasible, aunque internamente, la irritación de ser superado por la locura del Guasón y la intromisión de Catwoman era palpable.
"Un tobogán. Muy maduro, Guasón", gruñó Batman, su voz resonando en el extraño espacio.
Catwoman se rio. "Parece que a nuestro anfitrión le gusta divertirse. ¿No crees que es hora de devolverle el favor?"
Liam, en su puesto de mando, se regocijaba. La puntuación de irritación de Batman subía, pero su puntuación de adaptación también. La presencia de Catwoman estaba forzando a Batman a considerar enfoques menos ortodoxos, algo que Liam quería fomentar. La puntuación de diversión del Guasón era estratosférica.
Salir del foso de patos requirió una combinación de la fuerza de Batman y la agilidad de Catwoman. Batman usó un batarang con una línea de agarre para engancharse a una rejilla superior, y Catwoman, con su látigo, le dio el impulso extra necesario. Una vez fuera, se encontraron en un pasillo serpenteante, con las paredes adornadas con caricaturas grotescas de héroes de Gótica.
Al final del pasillo, se toparon con una gigantesca bóveda de banco decorada con la cara sonriente del Guasón. Una segunda "bomba de risa" parpadeaba en su interior, visible a través de los barrotes de la puerta de la bóveda.
"Aquí está la siguiente", dijo Batman, acercándose a la puerta.
Pero la bóveda no tenía una cerradura convencional. En su lugar, un panel holográfico mostraba una serie de acertijos lógicos y un teclado numérico, y justo debajo, una hilera de siete cajas fuertes pequeñas, cada una con una etiqueta: "Verdad", "Mentira", "Risa", "Llanto", "Orden", "Caos", "Murciélago".
"No te molestes en forzarla, detective", ronroneó Catwoman, examinando el panel. "Esto es un juego de mente. Y un juego de confianza."
Liam había diseñado este desafío para obligar a Batman y Catwoman a compartir información y confiar en sus diferentes fortalezas. Los acertijos lógicos requerirían la brillantez deductiva de Batman, pero las "cajas fuertes" solo se abrirían en el orden correcto si se introducían las respuestas a los acertijos en la caja correspondiente a su naturaleza. Y para El Guasón, Liam le había dado la opción de "mezclar" las etiquetas de las cajas fuertes al azar, aumentando la dificultad para sus "jugadores".
En su centro de control, El Guasón se reía a carcajadas. "¡Ah, la bóveda de la risa! ¡Mi obra maestra! A ver cómo resuelves esto, murciélago aburrido." Presionó un botón grande y rojo. "¡Revolver las cajas! ¡Sí! ¡Más divertido así!"
Para Batman y Catwoman, las etiquetas de las cajas se reorganizaron con un zumbido holográfico.
"Qué tramposo", murmuró Catwoman. "Ahora, ¿cuál es cuál?"
Batman ya estaba descifrando los primeros acertijos. "El primer acertijo apunta a un concepto de dualidad, una dicotomía...", empezó a analizar en voz alta.
Catwoman, con su experiencia en bóvedas y su aguda percepción, intervino. "Los materiales de las cajas, el ligero brillo alrededor de cada etiqueta... es una señal sutil. Algunas de estas cajas resuenan con una energía diferente. Puedo sentirlo." Ella extendió una mano, tocando una de las cajas con la etiqueta "Risa". "Esta se siente... ligera. Vacía de preocupación."
Liam sonrió. La Percepción Aumentada de Catwoman, combinada con la Influencia Emocional de Liam que la hacía sentir atraída por los detalles ocultos, estaba funcionando. La "puntuación de colaboración" se disparaba. Batman aportaría la lógica, Catwoman la intuición y la percepción, la pareja perfecta para desentrañar las capas de la locura del Guasón. La "bóveda de risa" estaba a punto de ser abierta.