Liam observaba a Batman atravesar las plataformas inestables de Ace Chemicals con una precisión escalofriante. La "puntuación de determinación" del Caballero Oscuro seguía disparándose. Este no era un simple jugador; era una fuerza de la naturaleza. Pero lo que más le interesaba a Liam era cómo El Guasón reaccionaría a la brillantez de Batman.
Desde su panel de control del Sistema de Simulacro de la Realidad, Liam podía ver el lado del Guasón en la simulación. El Payaso Príncipe del Crimen no estaba en Ace Chemicals; estaba en un "centro de control" virtual, una recreación de su guarida habitual, pero equipada con palancas, botones y pantallas que le daban una interfaz para interactuar con el juego de Liam.
"¡Oh, mira cómo salta el murciélago! ¡Tan predecible, tan aburrido!", graznó El Guasón, aunque una sonrisa maníaca se extendía por su rostro. Estaba activando trampas aleatorias, haciendo que los chorros de ácido fueran más frecuentes o las plataformas se inclinaran inesperadamente. Para él, era un juguete nuevo.
Liam había previsto esto. El Guasón era su elemento de caos, su imprevisibilidad controlada. Sin embargo, no quería que la simulación se volviera frustrante para Batman sin un propósito. El siguiente desafío tenía que ser un salto de fe, una prueba de confianza.
Mientras Batman se acercaba a la primera bomba de risa, el camino se cortó abruptamente. Una pared se levantó del suelo, bloqueando su paso. En el centro de la pared, una pantalla holográfica mostraba la cara del Guasón riendo sin parar.
"¡Felicitaciones, murciélago! ¡Has llegado al nivel 2! Y para celebrar, te presento un pequeño dilema", la voz distorsionada del Guasón resonó por la fábrica. "Una puerta, y tres botones. Uno te lleva a la bomba, otro te lleva a una sorpresa... y el tercero te hace bailar como un pato en tutú. ¡Jejejeje!"
Liam había diseñado esto como un desafío de "confianza y riesgo". Uno de los botones era la solución directa, otro una trampa con un "penalizador de tiempo" (Batman sería forzado a ver un video de payasos bailando), y el tercero un atajo que lo llevaría a un encuentro sorpresa con una figura inesperada. Liam había usado su Influencia Emocional para inyectar una leve sensación de urgencia y curiosidad en Batman, empujándolo a tomar una decisión rápida.
En el panel de control del Guasón, apareció una opción: [Activar Sorpresa]. El Guasón, con sus ojos desorbitados, dudó solo un instante. "Hmm, ¿una sorpresa? ¡Qué dulce de mi parte!", y sin pensarlo dos veces, presionó el botón.
Para Batman, el botón que había elegido (influenciado sutilmente por Liam y activado por la imprevisibilidad del Guasón) no abrió la puerta a la bomba, ni a la broma. En su lugar, el suelo bajo sus pies se abrió, enviándolo a un tobogán oscuro y vertiginoso que terminaba en un foso lleno de... ¡patos de goma gigantes con la cara del Guasón!
Antes de que pudiera reaccionar por completo, una figura familiar aterrizó con gracia junto a él.
"¿En serio, Batman? ¿Patos de goma? Pensé que tus juegos eran más sofisticados", ronroneó una voz.
Era Catwoman. También había sido "arrastrada" a la simulación por la influencia de Liam, intrigada por los rumores del "espectáculo" del Guasón y con una sutil sugestión de que "El Cato" podría estar involucrado. Ella estaba buscando su propia "recompensa" en este nuevo circo.
Batman la miró fijamente. "Catwoman. ¿Qué haces aquí?"
"Lo mismo que tú, supongo", respondió ella, con una sonrisa pícara. "Buscando al payaso que cree que puede hacer su propio carnaval en mi ciudad. Y tal vez... un pequeño botín en el camino."
Liam sonrió desde su base. Había introducido un nuevo jugador, y el caos controlado estaba funcionando a la perfección. La "puntuación de cooperación forzada" entre Batman y Catwoman comenzó a subir. El Guasón, al otro lado de la simulación, rugía de risa al ver a su "invitado de honor" en un foso de patos con la gata.