Liam se sumergió en la creación de "Gatillo Digital: El Ciber-Heist" con un entusiasmo renovado. Con su capacidad para influir en la dificultad, podía ajustar la experiencia para que fuera desafiante sin ser imposible, especialmente si dos "jugadores" tan dispares como Gordon y Catwoman se veían envueltos.
El objetivo principal del juego sería la recuperación de una "unidad de datos experimental" altamente encriptada, supuestamente creada por un genio tecnológico reclusivo y paranoico conocido solo como "El Cato". Esta unidad, según la narrativa de la simulación, contenía información tan sensible que su acceso podría desestabilizar la red criminal de Gótica o, peor aún, revelar secretos gubernamentales. Liam la concibió como una pieza central de datos que se encontraba en una fortaleza digital, un complejo de servidores oculto bajo la ciudad.
Para involucrar a Catwoman, Liam tejió una subtrama atractiva. La "unidad de datos" también contendría información sobre una legendaria colección de artefactos históricos y joyas que "El Cato" había acumulado ilegalmente a lo largo de los años. Una recompensa secundaria para el ladrón, un incentivo que solo Selina Kyle podría apreciar.
Activó la persuasión conceptual, esta vez dirigida a Catwoman. El concepto era simple pero tentador: la existencia de un botín legendario, oculto de la vista, que solo podía ser revelado a través de un intrincado "juego" de decodificación y sigilo.
Selina Kyle, Catwoman, estaba en uno de sus tejados favoritos, observando la ciudad de Gótica. La luna llena iluminaba su silueta, y el viento jugaba con su cabello. De repente, una idea brillante, casi nacida de la nada, cruzó por su mente. Había rumores, viejos susurros en los círculos de ladrones, sobre un coleccionista excéntrico y su tesoro inalcanzable. Pero ahora, la idea se sentía más. Se sentía como una oportunidad palpable, un desafío a la altura de sus habilidades.
No era solo el botín lo que la atraía; era la complejidad, el rompecabezas. Un "juego" que requería más que solo agilidad, sino también intelecto. Sus ojos felinos brillaron en la oscuridad. Tenía que averiguar más sobre esta "unidad de datos".
Mientras tanto, el Comisionado Gordon, siguiendo su recién despertada intuición, había desplegado equipos para investigar los crímenes menores de los Narrows. Uno de sus detectives, siguiendo un rastro de grafitis de circuitos que parecían ser códigos, encontró un panel de acceso oculto en una pared deteriorada de un almacén abandonado.
Dentro, no había nada más que una pequeña terminal holográfica. Al activarla, una voz sintética recitó: "Bienvenido al Ciber-Heist. Para comenzar el juego, inserte la clave de acceso que se encuentra en la evidencia del crimen."
Era una trampa, o eso parecía. Pero la información que había recolectado, las extrañas conexiones... Gordon sintió un tirón irresistible hacia el misterio. La curiosidad, combinada con la sutil influencia de Liam, lo impulsaba.
Simultáneamente, Selina Kyle, siguiendo su propia intuición y sus contactos en el inframundo, también había llegado al almacén. Vio a los policías, a Gordon, y sonrió. Parecía que su "juego" ya tenía más jugadores de los que esperaba.
Liam, desde su centro de operaciones, observó la entrada de Gordon y la aparición de Catwoman en su radar. Su puntuación de participación subía como la espuma. El sistema confirmó que ambos "jugadores" estaban en posición.
"Activando 'Gatillo Digital: El Ciber-Heist'", anunció Liam a la nada. El juego había empezado oficialmente, y Gótica estaba a punto de ver cómo un simple "desarrollador de juegos" podía empezar a mover los hilos de su realidad.