Ficool

Chapter 6 - Capítulo 6: La Ciudad que Gritó

El amanecer del 13 de febrero reveló el horror en toda su crudeza. Catorce cadáveres, o lo que quedaba de ellos, fueron encontrados esparcidos por las callejuelas de Saint-Germain. No eran soldados caídos en combate honorable; eran hombres, mujeres, un anciano y un bebé, destrozados por fauces y garras. La nieve, pisoteada y sucia, estaba salpicada de rojo oscuro y trozos innombrables. El olor a sangre fresca, miedo y bestia impregnaba el aire gélido, más fuerte incluso que el habitual hedor de la ciudad.

El pánico, contenido hasta entonces por la incredulidad, estalló como una caldera. París gritó. No un grito unificado, sino un coro desgarrado de lamentos, acusaciones y súplicas que surgía de cada calle, cada casa. Multitudes aterrorizadas se agolparon frente a la Châtelet, exigiendo protección, venganza, milagros. Sacerdotes recorrieron las calles con reliquias, rogando por la protección divina contra las bestias del infierno. El rumor, más rápido que la peste, se propagó: Courtaud había entrado. El Rey Lobo caminaba entre ellos. Las murallas habían fallado.

En el gran salón del Preboste de París, la situación era de caos controlado. Nobles, consejeros y capitanes de la milicia gritaban entre sí. Unos pedían salir en masa a cazar a las bestias. Otros, aterrados, sugerían reforzar todas las puertas y no salir bajo ningún concepto. La impotencia era palpable. ¿Cómo luchar contra un enemigo que era sombra, que atacaba en la oscuridad y desaparecía?

En medio del tumulto, un hombre permanecía en silencio, observando un mapa rudimentario de la ciudad marcado con los lugares de los ataques. Era Arnaud, el herrero de Saint-Hilaire que había llegado días antes para advertir, y que había luchado toda la noche ayudando a cerrar callejones y proteger casas con grupos de vecinos armados. Tenía el rostro cansado, manchado de hollín y algo oscuro, pero sus ojos eran de un hierro frío.

"Hablan de cazarlos", dijo finalmente, su voz grave cortando el barullo. Todos se volvieron hacia él. "Pero no los encontraréis. Se esconden de día. En cloacas, en sótanos derruidos, en los bosquecillos junto al río. Como ratas, pero con dientes de lobo." Señaló el mapa. "Atacaron aquí, y aquí... pero no avanzaron más hacia el centro. Se quedaron en Saint-Germain. ¿Por qué?"

El Preboste, un hombre de rostro severo y ojos cansados, frunció el ceño. "¿Qué insinúas, herrero?"

Arnaud clavó un dedo calloso en el mapa, en el barrio asolado. "Porque eligieron este barrio. Es el más cercano a la puerta que forzaron, sí. Pero también es el más pobre, el más desorganizado. Las casas son de madera, las defensas, débiles. Fue una prueba. Un golpe rápido para sembrar el terror y... para aprender." Miró a los ojos al Preboste. "Courtaud no es solo una bestia. Es un táctico. Probó nuestras defensas. Y encontró debilidad. La próxima vez... vendrá con más fuerza. Y apuntará más adentro."

Un escalofrío recorrió la sala. La idea de que el lobo gigante estuviera pensando, planeando, era más aterradora que su ferocidad.

"¿Entonces qué propones?", preguntó el Preboste, desesperación en la voz.

Arnaud respiró hondo. "No podemos cazarlos en su escondite. Debemos atraerlos. Sacarlos a la luz. A un lugar nosotros escojamos. Un lugar donde estemos preparados." Sus ojos, duros como el metal que forjaba, reflejaban una idea terrible, nacida de la noche de sangre. "Necesitamos un cebo que ni Courtaud pueda resistir."

La palabra "cebo" flotó en el aire, cargada de un significado espantoso. Todos entendieron. No bastaría con carne de caballo o perro. Courtaud, después de probar carne humana en el asalto, querría más. Mucho más. La sala enmudeció. El camino a la salvación olía a sacrificio y sangre fresca. París había gritado su horror. Ahora debía susurrar un plan macabro.

La trampa se teje. ¿Qué sacrificio exigirá París para sobrevivir? La tensión alcanza su punto álgido. Si quieres saber cómo el Capitán Boisselier y Arnaud enfrentarán al Rey Lobo, tu apoyo es crucial. Contribuye en paypal.com/rrbaroni. La novela completa, espera en Patreon.

More Chapters