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Chapter 48 - Capítulo 47 - Día de descanso 5 (Parte 9)

Capítulo 47 - Día de descanso 5 (Parte 9) 

El descanso terminó con el mismo ritmo con el que había comenzado: sin aviso

Cody subió al centro como si no hubiera dejado de ser anfitrión ni por un segundo, el micrófono colgando de su muñeca, la sonrisa aún instalada —más como escudo que como reflejo.

"Campistas, ¿me extrañaron?", decía Cody, caminando al ritmo de su propio bombo invisible. "¡Porque yo estuve ocupado... procesando emociones y calentando los dados del destino! Y eso solo significa una cosa: ¡vuelve la acción!"

La mayoría respondió con aplausos, silbidos o aplausos a medias. Katie gritó "¡a darle!" desde su lugar y Owen giró sobre sí mismo como si estuviera en cámara lenta.

Courtney volvió a abrir su cuaderno con una eficiencia casi desafiante.

Gwen, desde su rincón, cruzó los brazos con más fuerza de la necesaria.

No lo dijo, pero estaba esperando ver qué hacía Cody ahora.

Cody, sin notarlo —o fingiendo no notarlo— se acercó a la Caja del Destino con aire solemne.

"Empecemos con lo básico... cantidad. ¿Quién, cuántos, y cuán probable es que esto termine en una crisis romántica televisada?", decía Cody mientras revolvía los papelitos. "Redoble, por favor..."

Owen golpeó dos latas vacías con un palito.

Un redoble decente para los recursos disponibles.

Cody levantó la primera tarjeta con aire dramático.

"¡Dúo!", decía, levantando los brazos. "¡Otra ronda íntima! ¡Lo suficientemente cercana para verse las pupilas, pero no tanto como para olvidar que hay público!"

Lindsay aplaudió feliz. Izzy giró sobre sí misma como si se reactivara automáticamente.

"Veamos ahora... a qué dos almas va a unir el destino sin consentimiento informado", decía Cody, revolviendo los nombres en la segunda caja.

Sacó el primero.

Frunció las cejas como si no lo creyera.

"Trent", leía Cody, con una sonrisa intrigante.

Trent levantó ambas cejas. Luego los brazos.

"¡Vamos!", gritaba Trent, poniéndose de pie. "¡Hora de lucirse!"

"Y su compañera será...", decía Cody, alzando la segunda tarjeta con una pausa calculadísima.

"Gwen." Dijo Cody

El campamento reaccionó como si se cayera algo pesado en la mitad del claro.

Trent sonrió. No tímido. Entusiasmado.

"¡Doble vamos!", decía Trent, saltando un poco sobre sus pies.

Gwen no dijo nada.

Solo lo miró.

No a Trent.

A Cody.

Sus ojos viajaron directo a él como si buscaran algo específico.

Una mueca.

Una reacción.

Una grieta en la sonrisa.

Cody... no la dio.

Solo sonrió más.

Y eso, a Gwen... no le gustó.

Caminó con paso firme al centro. No lento. No apurado. Como quien ya decidió que no iba a explicar nada esta vez.

"Bueno, bueno, bueno", decía Cody, retomando el tono de presentador cómico. "Este dúo tiene historia musical, química artística... y una carga emocional que seguramente NO interrumpirá el flujo del ritmo, ¿verdad?"

"¡Nunca!" gritaba Trent, posicionándose con entusiasmo.

"¡Estoy listo para cualquier cosa! Excepto vientos fuertes o comentarios pasivo-agresivos." Dijo Trent

Leshawna silbó desde su sitio.

"¡Gwen no se anda con indirectas, ten cuidado!" dijo Leshawna

Duncan se inclinó hacia Noah, sin dejar de mirar al centro.

"Si ese idiota se pasa de listo, Cody lo va a reventar con el microfono", decía Duncan esperando que pasara

"Wow. ¿Violencia preventiva?", preguntaba Noah.

"Precaución emocional", respondía Duncan.

Noah se encogió de hombros.

"Yo solo digo que Cody tiene suficientes chicas girando alrededor como para morir por Gwen", decía Noah.

"No son pareja." Dijo Noah

Owen se giró desde la cabina.

"Pero si fueran... le dolería. Aunque se lo merece por tener cara de bolero todo el día", decía Owen.

Mientras tanto, Cody seguía presentando como si no hubiese oído nada.

"¡Y aquí están! El artista introspectivo de mirada a cámara lenta y la reina del sarcasmo elegante: ¡Trent y Gwen!", decía Cody, dando vueltas sobre sí mismo como un maestro de ceremonia sin freno.

Gwen se posicionó a su lugar en el centro. No miró a Trent directamente.

Pero tampoco miró a Cody.

Y eso era mucho decir.

Courtney observaba desde su sitio, sin anotar.

Katie intercambiaba mirada con Bridgette, como quien sospecha que la siguiente bomba no será sonora... sino de miradas.

Heather solo miraba de reojo.

Y Lindsay se abrazaba las piernas con gesto pensativo, sin saber si animar o preguntar.

"¿Quién eligió el género? ¿Qué ritmo va a bañar esta... tensa alianza?", preguntaba Geoff desde atrás.

"¿Importa?", murmuraba DJ. "Con esa energía, cualquier género será una bomba."

Cody, aún sonriendo... no respondía.

Pero por dentro, tal vez sí lo sentía.

Porque Gwen no lo miraba.

Y en su sonrisa... algo crujía.

Cody aún sostenía el micrófono como si fuera un cetro, pero su mirada se deslizaba por el campamento con esa mezcla inquietante de neutralidad y chispa. El silencio no era total, pero sí lo suficiente para que el sonido de la tarjeta desplegándose pareciera más dramático de lo necesario.

"Y el género es..." decía Cody, levantando la última tarjeta con un dedo. "...balada romántica."

El claro pareció contener el aliento.

Lindsay soltó un suave "oh".

Noah murmuró "esto se va a poner interesante".

Katie golpeó a Noah en el brazo con el dorso de la mano.

Heather entrecerró los ojos como una loba sintiendo olor a drama.

Pero el que más lo sintió fue Trent.

Su cuerpo entero se tensó una décima de segundo antes de estallar en gratitud interna.

No gritó.

No festejó.

Pero por dentro, el tipo ya estaba escribiendo la dedicatoria a la vida.

Gracias, universo, pensaba Trent.

Gracias por esta alineación. Gracias por los compases lentos. Gracias por las excusas para contacto visual sostenido y manos en el lugar correcto. Gracias por el nueve. El número perfecto para contar hasta antes del apocalipsis emocional.

Porque sí, estaba contando.

· Uno. Gwen no se negó.

· Dos. Gwen no lo miraba mal.

· Tres. Cody no intervino.

· Cuatro. La canción aún no empezaba.

· Cinco. Él ya estaba sudando.

· Seis. Sus manos temblaban justo lo justo.

· Siete. Gwen aún estaba ahí.

· Ocho. La pista lo aceptaba.

· Nueve. Cody sonreía.

Y eso lo desconcertaba.

Pero no más que a Gwen.

Ella permanecía de pie junto a Trent en el centro, mirando al frente, pero lo hacía como quien está segura de que algo está por ocurrir.

Una palabra.

Una broma.

Una mirada de Cody que cruzara el aire con peso específico.

Pero no llegaba.

Cody seguía hablando, su tono ligero, sus chistes al ritmo de costumbre.

"Bueno, bueno... ¿quién lo hubiera pensado?", decía Cody con una sonrisa casi estudiada. "Trent, nuestro trovador en jeans rotos, listo para bailar lento con la reina del eyeliner emocional. ¿Es esto arte... o karma?"

La mayoría rió.

Katie aplaudió una vez.

Izzy gritó "¡BESOOO!" sin contexto.

Gwen no reaccionaba.

Ella esperaba.

Esperaba algo.

Una mínima señal de celos, molestia, sarcasmo contenido.

Alguna reacción del Cody que conocía: torpe, brillante, reactivo, profundamente emocional.

Pero no.

Él solo sonreía.

Como si nada.

Como si no importara.

Como si no hubiese habido noches compartidas en silencio.

Como si el beso tras la linterna no hubiese pasado.

Como si su pista ya estuviera bailada.

Y eso ardía.

No como fuego.

Sino como hielo.

De ese que se acomoda suave entre los huesos y luego... duele.

Desde su lado, Courtney miraba sin decir nada.

Bridgette se recostaba hacia Beth con una ceja alzada.

Leshawna murmuraba algo a DJ, que solo asintió con gesto grave.

Owen bajó el volumen de fondo, preparando el canal para la canción.

"Bro", susurraba Owen desde la cabina hacia Cody. "¿Estás bien?"

"Estoy perfecto", respondía Cody sin girar.

Geoff se cruzó de brazos.

"Pues tú lo escondes demasiado bien", decía Geoff

Duncan, desde el rincón, solo levantó una ceja.

"Me diras que si ese idiota de Trent se pasa un milímetro... no lo entierras junto a su guitarra", decía Duncan

"Eso suena romántico", murmuraba Noah.

"Seamos honestos", añadía Geoff "Cody tiene suficientes atenciones como para no morir por Gwen. Técnicamente no son nada."

"Sí", decía Owen. "Pero el corazón no respeta lo técnico. Y eso... va a doler."

En la pista, Gwen finalmente giró los ojos hacia Cody.

Una mirada silenciosa.

Directa.

Corta.

Y otra vez, solo recibió eso:

Una sonrisa.

Trent se posicionó a su lado. Nervioso. Emocionado.

Gwen respiró hondo.

Y se preparó para fingir que todo estaba bien... aunque cada paso fuera una acusación muda.

La pista estaba lista.

El sol ya no brillaba con fuerza; comenzaba a descender, tiñendo el campamento con un tono naranja profundo. Las sombras alargadas hacían que todo pareciera más íntimo, más teatral. Como si el escenario se hubiese reducido a ese claro, ese rectángulo imperfecto de tierra apisonada donde tantas emociones —y varios tropiezos coreográficos— habían ocurrido ya.

Trent estaba de pie, centrado y emocionado. Giraba las muñecas como si preparara los dedos para tocar una guitarra invisible. Su pecho subía y bajaba con ritmo firme. Había esperado esta oportunidad como quien espera la canción perfecta para ser visto.

Gwen estaba junto a él, una línea rígida con forma humana. No era que no quisiera bailar. No era que no pudiera. Simplemente... no estaba bailando con quien quería.

Había mirado a Cody varias veces desde que se anunció el ritmo.

Una vez.

Dos.

Tres.

Ninguna obtuvo reacción.

Él sonreía.

Natural.

Tranquilo.

Perfectamente... cómodo.

Y eso dolía más.

Courtney, desde su lugar, hacía como que escribía. Katie ya no fingía que miraba otra cosa.

Lindsay apoyaba la mejilla en la palma, atenta. Heather mascaba chicle. Izzy giraba sobre una cuerda atada a una rama que claramente nadie autorizó.

DJ observaba sin moverse.

Duncan cruzaba los brazos.

Noah tragaba un trozo de barrita energética sin parpadear.

Y entonces, cuando Owen ya se inclinaba para poner el track de la canción elegida...

Cody levantó la mano.

"Un momento", decía Cody, alejándose de la caja de sonidos, con el micrófono aún en mano.

"¿Cambio de ritmo?", preguntaba Owen, confundido.

"No", decía Cody, y esta vez su voz era más baja, más clara. Más honesta.

"Voy a cantar esta", decía Cody.

Un murmullo cruzó el grupo. Heather levantó las cejas. Geoff silbó.

"¿Qué?", decía Trent, frunciendo el ceño. "¿Eso estaba planeado?"

"No", respondía Cody, caminando hacia una banca con un cable enredado. "Pero eso no lo hace menos válido."

Gwen lo miró.

No directo.

Pero sí lo suficiente como para que se notara.

Su cuerpo entero giró dos grados hacia él.

Courtney cerró el cuaderno.

Katie murmuró "ay Dios".

Owen se encogió de hombros y bajó el volumen del sistema.

Cody se sentó en el borde de la tarima que habían usado como mesa de mezcla.

No se puso al centro.

No pidió foco.

Solo se quedó ahí.

Y entonces comenzó.

---

Lady Gaga – "Shallow" (adaptación)

Cada verso flotaba sin prisa.

Cada palabra parecía dicha directamente a alguien...

y todos sabían quién.

"I'm falling...", murmuraba Cody.

"...in all the good times I find myself longing... for change."

Silencio absoluto.

Nadie respiraba fuerte.

Izzy se colgó boca abajo sin emitir sonido.

Even Duncan dejó de hacer comentarios.

Porque había algo ahí.

Algo desnudo.

Algo que no era actuación.

Gwen lo miraba, esta vez sin fingir que no.

Sus ojos abiertos, fijos en Cody.

Su postura se quebró un poco.

No de nervios... de verdad.

Trent se preparaba al costado.

No entendía exactamente qué pasaba.

Solo sabía que debía mantenerse listo.

Cody siguió.

La voz crecía sin romperse.

No era un show.

Era una confesión con ritmo.

"In the shallow, shallow...", cantaba Cody.

"...we're far from the shallow now."

Era un verso simple.

Pero en ese momento...

era todo.

La canción seguía.

Y Gwen comenzó a moverse.

No por el ritmo.

No por cuenta regresiva.

Sino porque no podía quedarse quieta.

Trent extendió la mano, y Gwen la tomó.

Porque así debía ser.

Porque estaban en competencia.

Porque todos miraban.

Pero sus ojos aún estaban en otro sitio.

En ese rincón.

En esa voz.

En él.

La música seguía flotando en el aire.

Cody no bailaba.

No avanzaba.

No miraba a nadie más.

Solo cantaba.

Y lo hacía desde ese rincón del escenario improvisado, donde la luz de la tarde comenzaba a fundirse con la claridad artificial que Owen y Geoff manipulaban torpemente con linternas y focos colgados entre ramas.

Gwen dio el primer paso.

Trent la siguió con cuidado, midiendo la distancia, sin forzar nada. Su sonrisa se mantenía estable, esa mezcla de concentración y esperanza que lo hacía moverse con torpeza elegante. Al tomarla de la cintura, lo hizo con una mano temblorosa... pero respetuosa. Gwen lo dejó hacer.

Pero en ningún momento... lo miró a los ojos.

No porque no pudiera.

Sino porque los ojos que buscaba estaban... al otro lado del claro.

Trent llevó la palma de Gwen hacia su hombro izquierdo. Ella la colocó sin dudar, como si ensayado... aunque la coreografía era nueva.

El movimiento era lento, suave.

Debería haber sido romántico.

Pero Gwen no estaba allí.

Su cuerpo seguía a Trent.

Pero su pecho estaba... escuchando.

"Ain't it hard keepin' it so hardcore?", cantaba Cody, y su voz se quebraba en la palabra final, no por mal tono, sino por lo que cargaba detrás.

Todos lo escuchaban.

Todos lo sentían.

El campamento había dejado de ver un número.

Ahora eran testigos de una historia que nunca se había contado en voz alta.

Gwen giró.

Trent la sostuvo con firmeza.

Pero al volver al frente, ella no miró a su pareja.

Miró hacia Cody.

Justo a tiempo para el siguiente verso.

"I'm off the deep end...", murmuraba él.

"...watch as I dive in..."

Y entonces, algo en la postura de Gwen cambió.

No como quien cae.

Sino como quien ya no puede ocultar que está cayendo.

Su mirada bajó.

Su mandíbula se tensionó.

Y su mano —la que descansaba en el hombro de Trent— tembló apenas.

Trent pensó que era por nervios.

O emoción.

No entendía que no era por él.

Desde la orilla, Noah respiró hondo.

"Esto... no va a acabar bien", murmuraba Noah

"¿Por qué?", preguntaba Courtney sin girar.

"Porque él la está viendo bailar con alguien más... y aún así está cantando como si fuera el único allí", decía Noah.

Katie mordió el borde de su manga.

Owen tenía la boca entreabierta, casi hipnotizado.

Izzy había detenido todos sus ruidos.

Incluso Heather... no decía nada.

Gwen y Trent giraban en semi-círculo, pies sincronizados.

Ella lo dejaba acercarse.

Él creía que era parte del acto.

Pero lo que él sentía como química... Gwen lo usaba como traducción para otra cosa.

El peso de una ausencia.

La presión de una emoción no dicha.

Un baile... que no era con él.

"I'm in the shallow now...", cantaba Cody, esa última nota rasgando la quietud como un suspiro inesperado.

Y el mundo se detuvo un segundo.

Gwen giró, terminó frente a Trent, a escasos centímetros de su rostro.

Y Trent, creyendo leer la escena... se acercó más.

Miró sus labios.

Sus manos fueron apenas hacia su cintura.

Y el paso... se volvió intento.

Intento de beso.

Gwen no se asustó.

No se apartó bruscamente.

Solo levantó la mano, firme y suave a la vez, y colocó los dedos sobre los labios de Trent antes de que cruzara la línea.

"No", dijo Gwen, bajito.

Pero con claridad.

Sin agresión.

Trent la miró, desconcertado.

Sus cejas se alzaron.

No por ofensa.

Por sorpresa.

Por dolor sin drama.

"Ya tengo a alguien especial", decía Gwen.

Solo eso.

Y retrocedió.

La música aún seguía.

Cody apenas soltaba las últimas sílabas, el eco del verso final sobrevolando el claro con lentitud espectral.

Gwen se giró.

No corrió.

Solo caminó.

Firme.

Segura.

Y cada paso... lo llevó hacia él.

Cody, al verla acercarse, bajó el micrófono.

No dijo nada.

Solo se puso de pie.

Lento.

Casi reverente.

Gwen se detuvo frente a él.

Ambos se miraron.

Sin palabras.

Sin bromas.

Cody extendió una mano.

Gwen la tomó.

Y juntos... regresaron a su lugar.

Sin espectáculo.

Sin anuncio.

Solo eso.

Un gesto.

Y todo el campamento entendió.

La reacción fue silenciosa primero.

Después, un murmullo entre las chicas.

"¿Viste eso?", decía Lindsay, con la voz entre risas y ternura.

"Eso... sí fue un momento", murmuraba Katie.

"Yo quiero que alguien me cante así", decía Beth.

Heather rodó los ojos.

"¿Y que te rechace frente a todos después? Claro, suena perfecto", decía Heather.

Pero hasta ella parecía menos ácida que de costumbre.

Trent se quedó solo.

No de forma dramática.

Solo... quieto.

En el centro.

No miraba a Gwen.

Ni a Cody.

Solo al suelo.

Después de unos segundos, se giró, sin perder la postura, y regresó a su sitio entre los demás.

Sin molestia.

Sin rencor.

Solo con una tristeza lenta.

La de quien entiende —finalmente— que ese momento... nunca fue suyo.

El silencio tras la balada fue largo, pero no incómodo. Era ese tipo de pausa que no necesita relleno. Como si el aire todavía llevara en sus partículas la melodía que acababa de terminar. Como si todos supieran que hablar inmediatamente sería una falta de respeto a lo que acababan de ver.

Cody y Gwen estaban sentados de nuevo en su sitio. No de la mano, ya no. Pero muy cerca. Lo suficiente para que no hiciera falta el contacto.

Gwen tenía las rodillas juntas, los hombros relajados, y la mirada al frente. No se la veía tensa... pero tampoco liviana. Lo que acababa de hacer no fue impulso. Fue elección. Una de esas que se toman con el cuerpo antes que con la cabeza.

Cody miraba a un punto invisible, con el micrófono aún en la mano, ahora apoyado en su rodilla. No decía nada. No sonreía. Pero tampoco parecía querer escapar. Esa quietud que a veces parece serenidad... y otras veces es solo un esfuerzo por no agitar lo que ya está temblando por dentro.

Trent se había sentado a unos metros. No muy lejos. Lo justo para no parecer exiliado, pero lo suficiente para dejar espacio. Apoyaba los codos en las rodillas, las manos colgando al frente. No era derrota lo que llevaba en la cara... era decepción sin drama. Una resignación amable. Como quien acepta que la canción, simplemente, no era suya.

Desde el grupo, las reacciones empezaron a brotar en dosis pequeñas.

Lindsay abrazó las piernas con fuerza y murmuró a Beth:

"¿Te diste cuenta cómo le sostuvo la mirada todo el tiempo?", decía Lindsay

Beth asintió con los ojos bien abiertos.

"Y cómo cantó Cody... no era actuación", decía Beth.

Katie se apoyó en el hombro de Noah.

"Ya no me molesta que nos haya tocado bachata. Lo que Gwen tuvo... fue otra cosa", decía.

Noah, sin quitar la mirada de Cody, asintió sin palabras.

Luego añadió, en voz baja:

"Esto cambia el tono del torneo."

Heather, por su parte, apoyaba la barbilla en la mano.

"Honestamente... un poco obvio, pero efectivo", decía.

Courtney cerró su cuaderno por segunda vez. Sus labios estaban apretados, pero no furiosos. Observaba en silencio, analizando el campo como si de repente hubiera más que pasos de baile en juego.

Leshawna murmuraba a DJ

"Pensé que iba a hacer un comentario. O un chiste. Pero... no dijo nada. Y eso me dio más que cualquier verso", decía Leshawna

DJ cruzó los brazos.

"Eso fue respeto. Y vulnerabilidad. Todo junto." Decía Dj

Izzy estaba de cabeza, balanceándose en un árbol.

"No sé si quiero que alguien me cante así o que alguien me detenga de besar a la persona que me canta así. ¡CAÓTICAMENTE ÍNTIMO!", gritaba Izzy

Owen frotó el pecho con ambas manos.

"Me dolió por dentro... y no entiendo por qué", decía Owen

Geoff levantó ambas manos.

"¿Y ahora cómo seguimos bailando después de ESO?", decía Geoff

Cody finalmente se levantó, despacio.

Sacudió sus pantalones por reflejo.

Y se giró hacia Gwen.

No dijo nada. Solo le extendió una mano para ayudarla a incorporarse.

Ella la aceptó.

Y de nuevo... sin decir mucho más, caminaron hasta el centro.

Él alzó el micrófono.

"Campistas... gracias por el silencio", decía Cody "Y por no reír. Y por no hablar en medio."

Nadie decía nada.

Y eso, más que cualquier aplauso... era respuesta.

Cody sonrió, pero no como antes.

No con pose.

Con gratitud.

"Lo que viene ahora... puede que no sea tan intenso. Puede que no sea tan real. Pero igual vale. Porque el ritmo... nunca se detiene. Aunque el corazón... se quede un poquito atrás." Dijo Cody

Owen levantó la linterna.

Geoff apretó el botón de luces.

Y la caja del destino... volvía a estar en el centro.

Pero para todos los que lo vieron...

ese último número no fue "una ronda más".

Fue el momento donde el campamento entendió que, a veces, los sentimientos no caben en los ensayos.

Y cuando entran... es imposible fingir que no están ahí.

Mientras el resto del campamento seguía procesando lo que acababa de pasar, Cody refreso a su asiento. El micrófono descansaba en su rodilla, y sus ojos seguían fijos en un punto sin forma frente a él.

Gwen, a su lado, lo miró por primera vez desde que se sentaron.

No había apuro.

No había ansiedad.

Solo claridad.

Sin decir nada, extendió una mano y la colocó sobre la suya.

Cody la giró suavemente para entrelazar los dedos.

"Sabes que tenemos que hablar... de algo muy importante", murmuraba Gwen, sin rodeos.

Él la miró.

Sin sorpresa.

Sin evasiva.

Y soltó una pequeña risa cansada.

"Sí... sí que debemos", decía Cody.

Se quedaron así por un segundo más.

Luego Gwen soltó su mano con suavidad.

Cody se incorporó, tomó aire, y caminó hacia el centro.

El micrófono volvió a estar listo

La sonrisa estaba de regreso.

No la exagerada.

La que usa cuando algo duele... pero igual quiere que todos sigan pasándola bien.

Y la competencia, con todo su peso emocional, volvía a girar.

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