El estruendo fue ruidoso y, sumado a que Anyael estaba sumido en sus pensamientos, esto hizo que no se percatara de cuándo realmente comenzó la batalla.
—¡Any, muévete! —gritó Kael con total desesperación, mientras Any seguía en un profundo estado de shock y análisis mental.
Rápidamente, una raíz gigante cayó sobre ellos. Por suerte, tanto Any como Kael lograron esquivarla.
En ese momento, Anyael lo comprendió: sobrevivir aquí no sería nada fácil.
Kael desenfundó a Marea, recordando cómo Anyael combinaba dos de las propiedades de Marea para crear una nueva habilidad. Lo replicó: usando su Ego, volvió la hoja de Marea líquida y, con su campo de presión, la mandó a volar como un ataque a distancia. Decidió llamar a este ataque Azote.
Azote impactó directo en el árbol extraño y logró destruir una parte modesta de su corteza, pero esta se regeneró casi instantáneamente.
—Kael, esa cosa se regenera, ¿no tendrá alguna debilidad o algo? —le dijo Anyael a Kael.
—No lo parece, Any —su charla fue interrumpida por una lluvia de hojas afiladas que volaban hacia ellos.
Kael rápidamente las esquivó y se aproximó a la bestia, mientras a Anyael le costó bastante más. Algunas incluso lo golpearon directamente, causándole un sangrado. Entonces, recordó las palabras de ese tal "God of Nothing".
—¡Plaga! —dijo Anyael sin poder acabar de pronunciar la frase, gracias a otra hoja que volaba hacia él.
Una potente energía roja empezó a salir de su cuerpo, sus ojos se tornaron rojo sangre y sus pupilas rasgadas como las de una bestia. Se formó una diadema con tintes celestiales en su frente y sus dientes caninos crecieron un poco, al punto que parecían colmillos reales.
—Así que esta es la forma controlada —pensó Anyael para sí mismo—. Bueno, al menos me servirá para luchar.
Any, de repente, empezó a sentir una especie de instinto animal, colocándose en una pose extraña: cruzó los brazos con sus uñas como garras y bajó su cuerpo cerca del nivel del suelo, como si fuera un animal.
Con una arremetida de velocidad, llegó cerca de lo que parecía la cara del árbol extraño en no menos de unos segundos, aunque la distancia no era mucha.
Un potente dolor de cabeza empezó a afectar a Anyael, causándole que le fuera imposible atacar al extraño árbol.
Este, al notarlo, rápidamente extendió una de sus "garras/ramas" para atacarlo, mas se vio frustrado por Kael que, usando Azote, logró hacer un corte de gran profundidad al árbol.
Para cuando este se recuperó, Anyael ya se había adaptado al dolor de cabeza y la bestia había despertado.
—Así que te regeneras, ¿eh? —dijo Anyael sonriendo en el acto—. Pues solo tengo que destruirte hasta que no te regeneres más —justo después de decir esa frase, embistió a toda velocidad contra el árbol extraño.
En esos segundos que le tomó cerrar distancia con el misterioso árbol, se dio cuenta de algo: Kael estaba sufriendo de algo que parecía dolor de cabeza, al menos eso él veía en sus ojos. Lo que no sabía Anyael es que sería algo mucho peor que un simple dolor de cabeza.
De repente, Kael cae desmayada, y las neuronas de Anyael conectan. Mira hacia el cielo y piensa para sí mismo: "Ese sol a punto de desaparecer es algo sospechoso. En primer maldito lugar, Rhys nunca habló sobre un ciclo día/noche en Niviro. Siempre dijo que era todo el tiempo de noche. ¿Y si es una criatura viva!?"
Cuando se le pasó esta idea por la cabeza, casi le da un paro cardíaco. Solo de pensar en la idea de una criatura que se hace pasar por el sol para "cazar a sus presas" ya es escalofriante, pero mientras más lo pensaba, más sentido tenía y más falso se veía ese sol.
—No importa, de cualquier forma, eso ya no me afecta. Solo tengo que matar ambas mierdas antes de que Kael muera —dijo Anyael con una cara más seria de lo que le gustaría admitir.
Así duró un buen rato la pelea entre Anyael y el árbol extraño; ninguno podía matar al otro. Anyael no tenía ni idea de cómo neutralizar su regeneración, y cada vez que el árbol hería a Anyael, este corría hasta regenerarse y adaptarse.
En este escándalo que duró alrededor de 14 minutos, Anyael se las arregló para devolver a Kael a la cueva y proteger su entrada. Sí, solo duró 14 minutos porque apareció alguien que cambiaría todo este juego a su favor.
—¿Necesitas una mano, niño?