Ficool

Chapter 38 - Capítulo 37: No mires atrás

"Como compensación por lo que hiciste anoche con mi cena." Declaró 7 de Marzo con los brazos cruzados y el ceño fruncido. "Ahora vas a acompañarme a ver a Fu Xuan."

Aleph ladeó la cabeza, fingiendo confusión.

"¿De qué estás hablando? No recuerdo haberle puesto picante."

[Maestro, finalmente he podido reestablecer la conexión con el exterior tiene cerca de 1167 mensajes acumulados.]

Aleph no pudo evitar chasquear la lengua por un lado tendría que leer y contestar todo y por el otro tenía que tratar con 7 de Marzo.

"¡Tenía escarcha en las pestañas del susto!" Chilló ella, señalándole como si acabara de cometer un crimen. "Además, ayer olvidé ir con Fu Xuan para lo de mis recuerdos... y tú me acompañaras como parte de tu castigo. Fin de la historia."

Aleph suspiró, y asintió en silencio.

...…

Comisión de Adivinación

Fu Xuan los esperaba con los brazos cruzados, la frente arrugada por naturaleza.

"Llegan tarde." Murmuró sin siquiera girarse.

"Buenos días para ti también." Respondió 7 de Marzo, con una sonrisa algo rígida.

"¿Quieres usar la Matriz del Presagio para ver tu pasado?" Preguntó Fu Xuan mientras se giraba hacia ellos. "Puedo intentarlo. Pero... sólo si Aleph me prepara bocadillos durante una semana."

"¿Eso es todo?" Replicó él. "¿Qué tan exigente es tu paladar?"

"Sorprendentemente sofisticado." Dijo, alzando una ceja. "Y traicionero si lo subestimas. Por cierto, de antemano te advierto que el uso que quieres darle a la Matriz de Presagio nunca ha sido probado."

"Huh incluso la gran adivina tiene límites." Murmuró Aleph.

Fu Xuan entrecerró los ojos.

"Hmph. Nunca dije que fuera imposible."

Los condujo al corazón del pabellón, donde se encontraba la matriz.

"La Matriz del Presagio no sirve para recordar el pasado. Sólo recolecta datos, fragmentos residuales y los usa para inferir futuros probables." Explicó mientras activaba una serie de hologramas flotantes.

"Pero… ¿puedes usarla para ver mi pasado?"

"En teoría. Debería ser posible, si tus recuerdos no han sido completamente eliminados, podrías reconstruir entre un setenta y un noventa por ciento de lo perdido. Pero eso dependerá del tipo de pérdida de memoria que tienes."

"¿Qué tipos hay?" Preguntó 7 de Marzo con una expresión seria.

"Dos. Los recuerdos dormidos en el subconsciente o los que fueron borrados por interferencia externa. Si es lo segundo, la reconstrucción será más compleja."

Fu Xuan alzó la mano y desplegó una nueva interfaz.

"Para realizar el procedimiento, necesitaremos anclas materiales. Elementos que representen tu camino vivido hasta ahora, sería incluso mejor si están relacionados con el pasado que buscas recuperar."

7 de Marzo sacó su mochila y empezó a revolver entre sus cosas.

"A ver… esto debería servir…"

Uno a uno, fueron colocando los objetos sobre una mesa flotante conectada a la Matriz.

"Un ticket del Expreso Astral." Dijo ella. "Pom-Pom me dio esto como un recuerdo."

"Una tarjeta de identificación de investigadora de la Estación Herta." Leyó Fu Xuan. "Nivel uno? He oído que el nivel más básico es el 2."

"Sí… no me dejaban entrar ni al laboratorio más básico. Solo al baño ¡Que malos!"

Aleph rió un poco, aunque desvió la mirada cuando 7 de Marzo le dirigió una mirada mortal.

"Una geomedula de Jarillo-VI… Parece como si hubiera sido hace mucho tiempo ya ¡Alli recogimos un Aleph salvaje!" Comentó ignorando la mirada seca de Aleph y su comentario de "¿Desde cuando soy una especie de Pokémon?".

"Y esto…" Dijo sacando un vaso decorado. "Es un Vaso de Delicia Inmortal."

Fu Xuan arqueó una ceja.

"¿Un smoothie?"

7 de Marzo desvió la mirada y carraspeó.

"No juzgues mis recuerdos, ¿quieres?"

Finalmente, colocó un trozo de tela negra deshilachada.

Aleph lo reconoció de inmediato.

"Eh, ¿No es eso un resto de la ropa que usaba en Jarillo-VI? ¿Que haces con eso? Además ¡Eso es mío!"

"Era tuyo." Corrigió ella. "Se rompió cuando peleaste contra Cocolia. Lo recuperé y… bueno… ahora es un recuerdo mío."

Aleph la observó por un segundo, luego resopló y se encogió de hombros.

"Está bien. Sólo espere mis represarias señorita Marzo." Pensó mientras comenzaba a reír de forma villanesca. Varias personas de la Comisión lo miraron raro pero e convenientemente los ignoró.

Fu Xuan miró todos los objetos. Luego hizo un gesto y un haz de luz escaneó cada uno.

"Falta uno." Dijo. "Algo que venga de tu pasado perdido. Algo que aún exista y esté conectado a ti."

7 de Marzo lo pensó un momento, y luego abrió la palma de su mano.

En ella, el hielo comenzó a formarse.

Hielo de seis fases.

Aleph lo observó en silencio. El hielo de Marzo era realmente hermoso.

"¿Esto servirá?"

Fu Xuan asintió.

"Más que suficiente."

Con todos los elementos preparados, la Matriz comenzó a brillar con más fuerza.

Mientras caminaban hacia el centro, 7 de Marzo se volvió hacia Aleph, su expresión animada disminuyó un poco mientras le hacía una pregunta con suavidad.

"...Tú, nunca has pensado en tratar de usar esto para recuperar el resto de tus recuerdos?"

Aleph no respondió, aunque por un momento pareció dudar.

"No. Preferiría no hacerlo." Fue todo lo que dijo.

Pero su voz sonó más apagada de lo habitual. Sus ojos no se alzaron del suelo.

7 de Marzo se sintió incómoda. Fue como si acabara de...

"Es como si hubiera pateado a un perrito y lo hubiera dejado fuera durante una tormenta…"

Decidió no insistir.

Finalmente entró sola en la matriz.

La luz la envolvió.

...…

7 de Marzo parpadeó.

De pronto, estaba de pie en la Comisión de Alquimia.

Reconocía el lugar… pero algo era diferente.

Caminó mientras miraba el lugar, y entonces, frente a ella, vio algo que la sorprendió.

Dos Fu Xuan.

Una de al lado de la otra.

7 de Marzo abrió la boca, confundida.

"Pero… tú no estabas aquí ese día."

"No." Confirmó Fu Xuan. "Esto es tu recuerdo. La Matriz lo ha proyectado con base en tus percepciones y pensamientos."

La otra comenzó a hablar.

"El entrelazamiento de los destinos estelares se refleja en los márgenes predictivos de una existencia interpolada…"

"¿Qué…?" Murmuró 7 de Marzo.

Fu Xuan se cruzó de brazos y la miró con una ceja levantada.

"¿Eso crees que digo normalmente?"

"¡Yo no—! ¡Eso no es justo! ¡Hablas así a veces!"

"No es que me moleste." Dijo Fu Xuan con una leve sonrisa. "Solo me impresiona cuán profundamente me consideras una charlatana que habla con trabalenguas de mala calidad."

"¡No fue intencional! ¡Es la Matriz, no yo!"

"La Matriz refleja percepciones. No inventa personalidades." Comentó Fu Xuan mientras le daba una mirada seca.

7 de Marzo quiso derretirse en ese mismo instante.

***********

7 de Marzo ya no sabía si estaba lanzando una predicción cósmica o recitando un trabalenguas en cámara lenta.

"Las constelaciones convergen... cuando los portales de la verdad se entrelazan con las hebras de la duda, sólo entonces... florece el loto del destino en la charca de lo posible..."

7 de Marzo parpadeó. Varias veces.

"¿Qué...?"

Fu Xuan real, de brazos cruzados, soltó un largo suspiro detrás de ella.

"De todos los errores de percepción posibles, ¿así es como me ves? ¿Una charlatana que recita horóscopos con pretensiones filosóficas?"

"¡Espera, no es mi culpa!" Dijo 7 de Marzo agitando las manos, su rostro estaba bastante rojo por la vergüenza. "¡Es culpa de la simulación, no mía!"

"Claro, claro..." Murmuró Fu Xuan rodando los ojos, sin dejar de fulminar con la mirada a su otra yo.

7 de Marzo cargó su arco y disparó el primer tiro de hielo.

La otra Fu Xuan hizo una expresión tonta mientras era bombardeada por las flechas de hielo.

Cuando cayó, 7 de Marzo soltó un suspiro aliviado.

"Uff ¡Fue pan comido!" Murmuró en voz baja mientras guardaba su arco. "Ojalá el Sr. Yang, Stelle y Aleph sean tan débiles como ella, si no estoy perdida."

"¡¿Pan comido?! ¡¿Debil?!" Gritó la Fu Xuan real indignada.

"¡Ahh! ¡Perdón, no quería decir eso!"

Al girarse, 7 de Marzo encontró a Welt Yang de pie junto al arbol grande que había en el lugar.

"¿Sr. Yang?" Preguntó ella, acercándose.

Él asintió suavemente.

"Todo saldrá bien, Marzo. Sólo necesitamos mantenernos firmes. Con la amenaza de Panthylia tan cerca, no podemos permitirnos flaquear."

"¿Panthylia...?" Marzo parpadeó confundida.

Ese nombre no lo habían escuchado todavía cuando llegaron a esta Comisión. Ni siquiera sabían que existía.

Cuando volvió a mirar, el Sr. Yang ya empezaba a desvanecerse en fragmentos de luz.

"Vivir en el pasado no te traerá paz." Dijo con una voz tranquila. "Ya tienes una vida perfecta. ¿Por qué buscar lo que pudo haber sido?"

Y se desvaneció.

7 de Marzo continuó su camino, encontrándose luego con Stelle, sentada en una barandilla.

"Stelle."

Nada. La muchacha la miró con su habitual rostro inexpresivo.

"Vamos, aquí no puedes seguir siendo la silenciosa misteriosa. ¡Di algo!"

Stelle ladeó la cabeza.

"Algo."

"... ¿Perdón?"

"Algo." Repitió.

Fu Xuan, a su lado, alzó una ceja.

"Parece que tú y yo la percibimos igual."

7 de Marzo se mordió el labio. Se sintió un poco culpable. No era culpa de Stelle que fuera tan... ¿Especial?

Entonces Stelle también comenzó a desvanecerse.

"¿Y si los recuerdos que buscas no son lo que esperas encontrar? ¿Y si no te gusta el desenlace de esto?" Susurró antes de desaparecer.

Tingyun apareció junto a un puesto, hojeando revistas.

"¿Podrías prestarme unos créditos?" Preguntó, sonriendo. "Vi una revista de belleza que me interesa… ¡Es una edición especial! No te preocupes te dejaré hojearla luego de que le heche un vistazo."

Antes de que 7 de Marzo pudiera responder, Tingyun también empezó a desvanecerse.

"Deja atrás el pasado. Ya lo tienes todo, ¿no es eso suficiente?"

Fu Xuan y 7 de Marzo avanzaron hasta otra sección de la Comisión. Más recuerdos flotaban a su alrededor.

"¿Estás segura de lo que estás haciendo?" Preguntó Fu Xuan.

"Sí." respondió con firmeza. "Mis recuerdos me pertenecen. No voy a dejar que nadie me los arrebate."

Fu Xuan asintió con una expresión satisfecha.

"Entonces, sigue adelante."

Y ahí estaba Aleph.

Este vestía como un príncipe de cuento de hadas exageradamente decorado.

Capa brillante, guantes con gemas falsas, cabello peinado con tanta perfección que parecía recién salido de una propaganda de champú.

Se inclinó ante ella con una sonrisa galante.

"Mi dama…" Dijo, y con un gesto tan elegante como un miembro de la Legión Anti-materia en un fiesta de té, le entregó una caja.

7 de Marzo, con dudas, la tomó y la abrió.

Era un pastel.

Un pastel con forma de Pom-Pom.

"¿…En serio?" murmuró Fu Xuan, cruzándose de brazos.

7 de Marzo se rascó la mejilla, nerviosa, y secretamente encantada.

"¡No es mi culpa! ¡Él tiene hábitos raros! ¡Una vez lo vi comerse una vela!"

Como para confirmar sus palabras, el Aleph Principesco procedió a morder una mesa como si fuera de mazapán.

"¿…?"

"¡Te digo que no es mi culpa!"

Aleph comenzó a desvanecerse, pero antes de irse, la miró a los ojos.

"Recuerda que no todo pasado trae consuelo. A veces, sólo hay dolor. Pregúntate si vale la pena, que tu elección no te deje arrepentimientos, Marzo..."

Y entonces se acercaron la última figura.

Jing Yuan.

"Él no estaba aquí." Dijo 7 de Marzo, frunciendo el ceño.

Jing Yuan las miró.

"Hay cosas que es mejor no recordar. Harían bien en retroceder mientras aún tienen la oportunidad."

Alzó su espada.

7 de Marzo tragó saliva.

"¡¿Vamos a pelear contra el General?! ¡Ni juntas podríamos—!"

"¡Usa tu imaginación!" Gritó Fu Xuan. "¡Piensa en algo que puedas invocar que lo supere!"

7 de Marzo cerró los ojos con fuerza.

Y entonces, apareció.

Pom-Pom-Terminator. Con una escopeta naranja con forma de zanahoria.

Y no vino solo.

A su lado, Aleph y Stelle, vestidos como mafiosos con trajes negros y sombreros. Detrás de ellos, un Dan Heng cubierto de lentejuelas, girando grácilmente como si estuviera en medio de una danza de ballet.

Los cuatro cargaron contra Jing Yuan.

.....

El General se disolvió en chispas.

Fu Xuan la miró con expresión neutra.

"Empiezo a cuestionarme mis decisiones."

7 de Marzo solo se encogió de hombros.

Fue entonces que algo brilló a lo lejos.

Un calentador de Belobog.

"Eso… eso no debería estar aquí."

"Avanza." dijo Fu Xuan. "Tócalo para seguir adelante."

"¡¿Tocarlo?! ¿Estás loca? ¡Eso quemara mis manos!"

"Es tu recuerdo. No te hará daño."

"¿Y si sí?"

"No lo hará."

"¿Estás segura?"

"Sí."

"¿En serio?"

"…Sí."

Finalmente, Fu Xuan rodó los ojos y empujó ligeramente a 7 de Marzo, haciéndola tocarlo.

Una luz la envolvió al instante.

*********

El dolor fue real.

7 de Marzo retrocedió de un salto, las lágrimas asomandose en sus ojos mientras frotaba sus dedos como si hubiera tocado el mismísimo sol.

"¡Dijiste que no haría daño!"

Fu Xuan se cruzó de brazos con una expresión que gritaba "No es mi problema".

"Dije que no te haría daño, no que no lo sentirías."

7 de Marzo soltó un quejido ahogado. No había forma de que ese matiz semántico justificara lo que acababa de sentir.

Pero el dolor pasó rápido, y su entorno cambió con él.

Estaban en el Gran Hotel Goethe.

Todo era igual a como lo recordaba.

Fu Xuan giró sobre sus talones, observando cada rincón.

"Si este sitio ha aparecido ahora, debe haber sido significativo para ti."

"Obvio." Gruñó 7 de Marzo. "Estuvimos aquí como… unas horas, antes de que Cocolia decidiera que éramos peligrosos y enviara a medio Belobog a perseguirnos."

Pero algo no cuadraba.

La decoración era más chillona.

Las letras doradas del cartel de entrada parecían distintas.

"¿Disculpe?" Preguntó a un recepcionista que tenía una sonrisa tan fija como sospechosa. "¿Este no es el Hotel Goethe?"

"¿Goethe? No, no, jovencita. Desde hace semanas es el Gran Hotel Sampo. El viejo Goethe vendió todo. El nuevo dueño, el Sr. Sampo ha cambiado todo para mejor."

7 de Marzo parpadeó.

Fu Xuan se giró lentamente hacia ella, sin decir una palabra.

"Esto es una pesadilla." Murmuró 7 de Marzo.

Siguieron avanzando. Pronto encontraron a Pela vestida como oficinista. Sus manos eran un torbellino de papeles, sellos, firmas, más papeles, más sellos, café.

Y sin embargo, se movía con la precisión y elegancia de un bailarín sobre una cuerda floja.

"Está siendo explotada..." Murmuró 7 de Marzo.

"Pero maneja la situación con un nivel de eficiencia sorprendente." Comentó Fu Xuan, visiblemente impresionada.

"Erm creo que esa es mi percepción personal..."

Pasaron cerca de una mesa.

Bronya tomaba té, con una expresión calmada.

Frente a ella, Seele y Gepard jugaban a las fuercitas.

El brazo de Gepard temblaba.

El de Seele, ni un milímetro de movimiento.

"¿Té?" Ofreció Bronya sin moverse de su asiento.

"Gracias, pero… no." Respondió 7 de Marzo. "Bronya… ¿no crees que esto es un poco… raro?"

Bronya bebió un sorbo y la miró con una serenidad apacible.

"Vivir en el pasado no es sabio, Marzo. Tienes una vida perfecta. ¿Para qué recordarlo?"

La temperatura del lugar pareció bajar de golpe.

"Espera…" Susurró 7 de Marzo. "Seele. Tú… no estabas aquí. Cuando te conocimos fue junto a Aleph en Underworld, ¿no?"

Seele suspiró, soltó la mano de Gepard —quien casi cae de la silla por la tensión liberada— y se acercó.

"¿Por qué eres tan persistente?"

Y el mundo se quebró.

La figura de Seele se distorsionó. Un campo de energía surgió a su alrededor.

7 de Marzo gritó, retrocediendo.

"¡¿Otra pelea?!"

Fu Xuan rodó los ojos, mientras comía unos snacks.

"Bueno, ¿tienes algo para invocar esta vez?"

7 de Marzo asintió.

Y con un destello brillante…

Una Seele en traje de sirvienta apareció frente a ellas.

"¡¿Qué—?!" exclamó Fu Xuan.

"¡No me mires así!" Chilló Marzo mientras se erizaba como un gato al que le pisaron la cola. "¡Es culpa de Aleph! Una vez, presumió de una de sus habilidades, y su poder creó una Seele así cuando se distrajo. ¡No me juzgues!"

Fu Xuan se llevó la mano a la frente.

La Seele-sirvienta, armada con una bandeja afilada y una mirada fulminante, saltó al combate.

La guadaña y la bandeja chocaron, las chispas volaron por el aire. Pero al final.

Seele-sirvienta triunfo.

La Seele falsa se desintegró en partículas brillantes, y la Seele-sirvienta saludó con una reverencia antes de desaparecer con elegancia.

"...Tampoco preguntaré qué tipo de bandeja era esa." Murmuró Fu Xuan.

Entonces, escucharon un grito.

"¡Marzo! ¡Fu Xuan! ¡¡Su pedido ha llegado!!"

Era Sampo.

Sonriendo tras el mostrador, agitaba una caja en sus manos.

"¿Una entrega? ¿De quien será?" Preguntó 7 de Marzo.

Se acercaron y lo tomaron. Al abrirla, encontraron una tableta con el logo de la Estación Espacial Herta.

7 de Marzo frunció el ceño.

"No debería doler esta vez, ¿no?"

"No lo creo." Dijo Fu Xuan.

7 de Marzo alzó la tableta.

"No está caliente, así que… vamos allá."

La tocó.

Y el mundo se deshizo una vez más.

...

7 de Marzo parpadeo mientras miraba a su alrededor.

Ahora estaba sola

Entonces escuchó pasos. Se giró.

Y allí vio a Dan Heng.

"Tenemos que movernos. La Legión Anti-materia está atacando."

Su voz era tensa, firme.

Y fue entonces cuando 7 de Marzo entendió.

Estaba reviviendo el día en que conoció a Stelle.

...

7 de Marzo escuchó la voz de Fu Xuan.

"—¿Marzo? —... está... bien — ...responde..."

Marzo se detuvo, mirando a su alrededor. Pero la voz desapareció tan rápido como había llegado.

Dan Heng, que caminaba delante de ella, no parecía haber escuchado nada. Él siguió avanzando sin detenerse, sin mirar atrás.

Hasta que entraron a una habitación abierta.

Después de cruzar ya no hubo señales de Dan Heng, como si simplemente se hubiera desvanecido en el aire.

En su lugar, la escena que se desplegaba frente a ella era... bizarra.

Asta estaba sentada frente a una pequeña mesa, tomando té con un Explorador del Vacío. Su voz animada narraba una historia sobre una misteriosa princesa intergaláctica que se cayó en un planeta de gelatina.

7 de Marzo palideció.

Esa era una de sus historias. Una de las tantas que había inventado cuando intentaba darle forma a su pasado.

A medida que avanzaba, más voces surgían entre las paredes.

Conversaciones.

Discursos.

Apuestas.

"Yo digo que fue una noble que escapó de una guerra galáctica."

"¡Nah! Tiene pinta de ser un experimento secreto de una civilización extinta."

"...¿Y si es un Aeon caído?" Sugirio Herta.

7 de Marzo se detuvo al escuchar eso. Herta hablaba con un grupo de científicos de la estación, analizando posibilidades como si ella fuera solo un proyecto.

"Bueno, esa sigue siendo una posibilidad." Murmuró, bajando la mirada tímidamente.

Una punzada de vergüenza le recorrió el pecho.

Y si... ¿Fu Xuan escuchaba esto? ¿Y si Aleph también?

El rostro de Aleph apareció fugazmente en su mente. Sonriendo como un idiota, burlándose de ella...

AHHHHHH NOOOO.

Si Aleph llegó a ver o escuchar todo esto...

La luz en los ojos de Marzo se atenuó mientras una idea aparecía en su mente.

"¿Stelle me prestaría su bate un momentito? ¿Cuantos golpes en la cabeza harían falta para borrarle la memoria a Aleph? Tiene la cabeza dura, tal vez más de veinte."

Más adelante, se abrío la entrada a un salón más amplio.

Y allí estaban Stelle y Aleph.

Pero esto no era correcto.

Todavía no conocían a Stelle en este punto, y Aleph... Aleph nunca había estado en la Estación Espacial, en estos momentos el debería estar en Underworld. Ni siquiera lo habían conocido aún.

Y sin embargo, ahí estaban. Esperándola.

Stelle cruzó los brazos. Aleph también.

"¿No crees que ya es suficiente?" Dijo Aleph con una expresión cansada y triste. "¿Por que seguir adelante cuando el resultado es uno tan lamentable, vacío y carente de significado? Deberías rendirte y volver a la realidad."

"¿De verdad vale la pena escarbar tanto?" Remarcó Stelle con una expresión vacía y un tono plano. "¿Y si lo que encuentras no te gusta?"

7 de Marzo frunció el ceño, y dio un paso al frente, ya había tenido suficiente de esto.

"¡Ya basta!"

Su voz resonó por toda la sala.

"No arruinen la imagen que tengo de mis amigos. ¡No son así!"

Miró a Stelle.

"Stelle puede ser rara, algo despistada y... sí, un poco torpe. Pero jamás trataría de impedirme perseguir algo tan importante para mi. Ella estaría a mi lado, apoyándome... ¡como una verdadera amiga!"

Luego miró a Aleph con ojos más complicados.

"Y tú... tú eres un idiota."

Se quedó en silencio por un momento.

"Un idiota amable. Nunca me dirías que me detuviera. Me retarías a una carrera, competirías conmigo para llegar primero, pero en el fondo solo lo harías para allanar mi camino. Para que a mí me costara menos."

Su voz tembló, pero no retrocedió.

"Ambos actúan tan duros, pero son realmente blandos... Que ustedes se atrevan a manchar tanto su imagen ¡No se los voy a perdonar!"

Las versiones falsas de Stelle y Aleph tomaron posturas de combate.

7 de Marzo no se acobardó.

Extendió una mano. Y dos personas aparecieron, una joven de cabello gris con un bate cubierto de energía blanca con chispas azules.

Stelle.

Un chico de cabello gris con una cola de caballo, llevaba un bate de hielo en su mano y detrás lo seguía un gigante rojo con cuernos y un garrote en su mano junto a una hermosa chica de cabello rosado flotando en el aire.

Aleph junto a Oni y Nappea.

....

El falso Aleph intentó copiar los movimientos y habilidades del que Marzo había invocado, pero fallo estrepitosamente antes de ser reducido a carne picada tras un asalto total por parte de Aleph y Oni.

Por otro lado Stelle con el apoyo de Nappea aplastó por completo a su contraparte.

Al final, ambos le dirigieron una sonrisa antes de desaparecer.

Pronto la sala se distorsionó. Los bordes se ondularon como agua bajo presión. Todo comenzó a disiparse.

Cuando el nuevo escenario tomó forma, 7 de Marzo lo reconoció de inmediato.

La Estación Espacial Herta y Underworld.

Totalmente mezclados.

Frente a ella, de pie, estaba una mujer.

Vestía una gabardina blanca con capucha.

Un casco negro con un cristal opaco que ocultaba por completo su rostro, se veía como un cristal del mismo color que el hielo de seis fases.

La figura la observó en silencio durante un segundo que pareció durar una eternidad.

Y luego habló con una voz suave, sin emociones.

"Soy una Mensajera del Jardin de los recuerdos."

**********

"No indagues en tu pasado, Marzo. Sal de la Matriz del Presagio. Si insistes en esto, sólo terminarás haciéndote daño."

La voz de la Mensajera resonó con fuerza.

7 de Marzo apretó los puños con fuerza. El temblor en sus labios no era de miedo, sino de resolución.

Levantó la vista; sus ojos reflejaban una chispa de terquedad. Ya había decidido no ceder.

"No... no me iré." Declaró. "¡Eres tú quien debería irse! Yo no voy a rendirme."

Un destello violeta se encendió en el ambiente, y entonces, la figura de Fu Xuan emergió.

Su mirada era fría como el jade y tan filosa como una espada recién desenvainada.

"¿Qué pretendes con esta niña?" Interpeló Fu Xuan, dando un paso adelante. "No importa la naturaleza de las acciones que has tomado... Robar recuerdos, engañarlos, oscurecerlos como lo has hecho... ¡No puedo permitir que ocurra!"

La Guardamemorias suspiró, cargada de cansancio. Negó con la cabeza.

"Si tan sólo me hubieran escuchado." Murmuró. "No tendría que tomar medidas tan... drásticas."

El mundo se resquebrajó a su alrededor como un espejo roto. La luz titiló, las imágenes parpadearon erráticamente y, de pronto, tanto 7 de Marzo como Fu Xuan se hallaron en el vagón de los dormitorios del Expreso Astral.

Fu Xuan alzó una ceja mientras miraba el lugar.

"Debemos estar acercándonos a un punto clave."

7 de Marzo apretó su falda, mientras una expresión dudosa aparecía en su rostro.

"¿Por qué...? ¿Por qué intentan detenerme? ¿Qué ocultan de mí?"

Fu Xuan la miró de reojo.

"El Jardín de los Recuerdos no es una organización homogénea. Muchos de sus miembros persiguen intereses propios. Suponer que actúan por un solo motivo sería bastante ingenuo."

A medida que avanzaban por los pasillos plateados, la atmósfera cambió.

Frente a ellas comenzaron a proyectarse recuerdos.

Vieron a Himeko, hablando en voz baja con Welt y Dan Heng. Una 7 de Marzo aún atrapada en el hielo de seis fases reposaba a un costado.

"No sabemos si sigue viva... quién sabe cuánto tiempo estuvo congelada." Advirtió Himeko.

Welt asintió, mirando a Dan Heng con gravedad.

"Si muestra signos de vida... No creo que tengamos otra oportunidad de salvarla. Dan Heng, ayúdame, abriremos este bloque de hielo."

Dan Heng ya estaba en movimiento.

"Pom-Pom, por favor, trae el botiquín de primeros auxilios. Rápido."

"¡En eso estoy! ¡Huff, en eso estoy! ¡Huff!" Respondió.

"Tengan cuidado de no hacerle daño..." Comentó Himeko.

7 de Marzo trató de tocar esa imagen... pero entonces todo se glitchó.

La escena saltó, distorsionada, regresándola violentamente al comienzo del vagón.

Una voz desconocida, suave y dulce pero extremadamente fría, le habló.

"No mires atrás. Sigue adelante."

7 de Marzo tragó saliva y se obligó, a la fuerza, a reprimir el escalofrío que le había dado.

Siguieron caminando.

Otros recuerdos surgieron.

La desconfianza inicial de Welt Yang, mirándola como quien teme cargar con una bomba de tiempo, con Pom-Pom finalmente convenciéndolo de que le diera una oportunidad, ya que todos eran bienvenidos en el Expreso Astral.

Los susurros de Dan Heng.

"Todos estuvieron de acuerdo en permitir que te quedaras. Soy un exiliado, y por lo que parece... tú tampoco tienes un hogar al cual volver. Espero que entiendas que aquí, en el Expreso, nadie está solo. Himeko dijo que tus signos vitales eran estables... Espero que pronto recuperes la conciencia."

La escena volvió a distorsionarse. Ahora eran recuerdos más recientes.

Vio a Stelle hablando con Aleph, quien le había preguntado cómo era 7 de Marzo usualmente.

"Me molesta a veces." Admitió Stelle, cruzada de brazos. "Pero... no sería lo mismo sin ella. No creo que el Expreso Astral sea tan divertido como lo es si ella no estuviera aquí."

Más adelante, encontró a Aleph, quien parecía no saber que alguien lo escuchaba. Parecía ser de hace unas horas atrás.

Por el hecho de que su brazo izquierdo estaba ligeramente levantado y la pantalla del guantelete encendida, lo más seguro era que estuviera hablando con Burroughs.

"Siempre está metiéndose en problemas... Me preocupa." Murmuraba. "Si desapareciera, el brillo del Expreso también lo haría. No importa cuán atolondrada sea... es una amiga muy querida para todos nosotros. Incluso Dan Heng, que dice encontrarla increíblemente molesta, levantaría su lanza para protegerla de inmediato si alguien intentara hacerle daño. ¿Qué recomendarías que puedo hacer para fortalecerla aunque sea un poco?"

[Me alegra que lo preguntes, Maestro. Tengo ideas de sobra. ¿Quiere escuchar sobre el Plan "Miss Pink Elf"?]

"... Qué nombre tan dudoso." Comentó, con una expresión que decía que no sabía si reír o llorar.

7 de Marzo sintió un nudo en la garganta.

Fu Xuan, durante todo el proceso, se mantuvo en silencio.

Respiró hondo, giró sobre sus talones y caminó hacia atrás, hacia la puerta de donde habían venido.

"¿Dijo que avanzara? ¡Entonces voy a hacer lo contrario! ¡Hmph, vocecita malvada! ¡No puedes contra la gran 7 de Marzo!"

Al tocarla, una luz cegadora la envolvió.

Cuando la claridad regresó, estaba de pie junto a Fu Xuan en su habitación.

El desorden era monumental, con ropa, recuerdos y pequeñas baratijas apiladas en un caos que no parecía tener límites.

7 de Marzo se rascó la nuca, avergonzada; sus mejillas se pusieron algo rojas.

"E-Está un poco desordenado... Quedó así luego de preparar los objetos "por si acaso"... Y bueno, no pensé que recibiría visitas." Balbuceó.

Fu Xuan miró la habitación con curiosidad.

En el centro de la habitación, ocupando casi toda la pared, había un fragmento grande de hielo de seis fases flotando.

Fu Xuan se volteó hacia Marzo.

"Hemos llegado al final. Todo lo que has buscado está ahí."

La mirada de la Gran Adivina se tornó seria una vez más.

"Te lo preguntaré una vez más, 7 de Marzo ¿estás segura de querer recordar?"

7 de Marzo asintió con una expresión determinada.

Ya no había lugar para las dudas.

Avanzó y, con su mano, tocó el hielo.

La luz tragó su figura.

*********

El escenario cambió abruptamente, ante 7 de Marzo se extendía un vasto mar cósmico.

Nebulosas de colores vivos, meteoritos errantes y polvo estelar formaban una espiral majestuosa, todo convergiendo en el centro donde una estructura mayor, como un huracán celestial, ascendía en interminables giros hacia el infinito.

"¿Otra vez tú?" Gruñó 7 de Marzo, frunciendo el ceño. "¡Lo que haga con mi pasado no es asunto tuyo! ¡¿Por qué tienes que interponerte siempre en mi camino?!"

La Mensajera no se alteró. Su voz fue suave, paciente.

"Confía en mí." Dijo. "Todo lo que he hecho, lo hice por ti. Por protegerte."

7 de Marzo rió entre dientes pero sin gracia ni alegría.

"¿Encerrarme es protegerme? Claro, y seguro darle dulces a un demonio también es caridad ¡Vaya concepto de cariño que tienes!"

Sin esperar respuesta, comenzó a caminar hacia el núcleo de la espiral, decidida.

Un suspiro resonó en el espacio.

"Te mostraré el origen que buscas. Espero que después de esto te abstengas de seguir explorando más. Créeme, esto es lo mejor para ti..."

Al llegar al corazón de la espiral, 7 de Marzo se encontró a sí misma, una vez más, atrapada en un hielo resplandeciente de seis fases.

"El águila que despliega sus alas no añora los acantilados donde cayó. El barco que navega a toda vela no añora las playas donde encalló." La voz era cálida, pero con un matiz de melancolía. "Este es tu verdadero origen. Aquí comenzó tu vida, llena de aventuras únicas y recuerdos irremplazables. Todo lo demás... no importa. Tu valor no yace en el pasado. Está en el presente, y en el brillante futuro que te espera."

La escena cambió.

7 de Marzo ahora revivía un recuerdo de la noche anterior.

Ella misma persiguiendo a Aleph con una escoba, había lágrimas en sus ojos por culpa de todo el picante que el había puesto en su comida, él se reía mientras continuaba escapando. Stelle, de fondo, aprovechaba el caos para robarse los platos de ambos con toda la tranquilidad del mundo.

Dan Heng los observaba con el rostro de alguien ya acostumbrado a sus tonterías. Welt sonreía, parecía encontrarlo divertido.

Himeko saboreaba con felicidad unos postres que Aleph había preparado para acompañar su café, y Pom-Pom, sin preocupaciones, devoraba un pastel de zanahoria.

La voz de la Mensajera susurró suavemente.

"Es hora de decir adiós. Te dejaré un regalo. Espero que nos volvamos a ver..."

"¡Alto! ¡Espera!" Gritó 7 de Marzo.

Pero la luz la envolvió de nuevo.

....

Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue el rostro de Aleph, lleno de preocupación, mientras la sostenía en sus brazos.

Parpadeó, desorientada. Estaba de vuelta en la Comisión de Adivinación.

Notó algo en sus manos. Era una fotografía una niña de cabello rosado sonreía brillantemente a la cámara.

La voz de Aleph la trajo de regreso.

"¿Estás bien?" Preguntó, con una expresión aún tensa.

Ella sonrió débilmente.

"Sí... Estoy bien."

Fu Xuan se acercó de inmediato.

"La Matriz de Presagio se detuvo." Informó, cruzando los brazos. "¿Qué sucedió? Desde que tocaste el hielo, te perdí de vista."

7 de Marzo, cuyas mejillas habían comenzado a sonrojarse por seguir en los brazos de Aleph, se apartó torpemente y respondió.

"Es... difícil de explicar."

Aleph las miró confundido a ambas.

"¿Qué demonios pasó allí?"

Tanto 7 de Marzo como Fu Xuan comenzaron a explicarle de la manera más simple posible lo ocurrido, aunque evitando entrar en detalles demasiado personales para proteger la vida social de Marzo.

Fu Xuan después de pensarlo dijo.

"Parece que esa Mensajera realmente trabaja para El Señor de la Luz."

7 de Marzo frunció el ceño.

"¿Te refieres a Fuli, la Reminiscencia? ¿Crees que este ligado a mi pasado?"

Ni ella ni Fu Xuan notaron cómo la expresión de Aleph se oscurecía.

"Otra vez, ellos." Pensó mientras su expresión se oscurecía.

Por su mente pasaron varios sucesos, desde Zero en Jarillo-VI, el encuentro con Aha en el Universo Simulado, los actos de Sanctus Medicus, las Abominaciones de la Abundancia, Panthylia, la Devastadora.

Ahhhh.

Fu Xuan continuó, ignorante de su reacción:

"Es muy pronto para llegar a conclusiones. Pero si fue un Aeon quien selló tus recuerdos, Podría no haber sido para dañarte sino para protegerte. Fuli podría haberlo hecho para apartarte de algo que no estabas lista para enfrentar. Eso explicaría las advertencias de la Mensajera."

Aleph, ya más tranquilo, soltó un largo suspiro.

"Parece que... seguimos sin saber mucho más que antes." Dijo con un suspiro.

7 de Marzo rió suavemente, encogiéndose de hombros.

"¡Pero ahora sé que tengo algo que ver con el Jardín de los Recuerdos! ¡Eso ya es un avance! ¿no?"

Fu Xuan suspiró, resignada.

"La tarea de devolverte tus recuerdos está más allá de las capacidades operativas de la Matriz de Presagio, me temo."

"No importa." Respondió 7 de Marzo con una sonrisa. "Me has ayudado más de lo que crees. ¡Ahora te debo un gran favor!"

Fu Xuan esbozó una media sonrisa.

"Pues entonces deberías empezar ayudándome a revisar la Matriz en busca de daños..."

La sonrisa de 7 de Marzo se congeló.

Un sudor frío recorrió su espalda.

"¡Aleph, tenemos que irnos! ¡Rápido!" Exclamó, tomando su mano y tirando de él.

"¿Eh? ¿Por qué?" Preguntó, desconcertado.

"¡Si se rompió algo, tendremos que pagar una fortuna en créditos!" Chilló mientras corría.

Al escuchar eso, Aleph palideció. Sin pensarlo dos veces, la levantó en brazos como si fuera una princesa y salió disparado hacia el Expreso.

7 de Marzo, avergonzada por la forma en que la llevaba, trató de pensar en otra cosa.

"... Oye ¿Qué tenías planeado para hoy?"

Aleph, sin detenerse, respondió.

"Iba a reunirme con Dan Heng en el Sanctum de la Exaltación. Prometí acompañarlo a conocer a la actual Gran Maestre."

7 de Marzo soltó una risa nerviosa mientras el paisaje de la Comisión pasaba volando a su alrededor.

Su mirada se posó en la foto que sostenía en sus manos.

Por ahora, eso era suficiente.

Había un presente brillante por el que seguir sonriendo.

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