Ficool

Chapter 18 - Tan solo un año II

BECKENDORF

Gracias a Caos que me envió ayuda con la forja y nada menos que Tyson. Su ayuda es invaluable, así como ser guerrero fuerte y mucho más alto de lo normal. La llegada de Tyson hizo que nuestra producción de armas fuera más ágil puesto que no había muchos hijos de Hefesto en el ejército, mi padre no era tan "infiel" como otros, así que nuestro número se reducía a unos pocos, pero Tyson es increíble en la forja de armas, no solo tenía habilidad para hacer las armas, sino que los ciclopes poseían habilidad para agregarle poderes a las armas, así que eso tenía sus ventajas, sobre todo porque Caos aun no me había enseñado como hacer armas con agregados mágicos. No eran grandes poderes, pero servían para algunos soldados sobresalientes que iban escalando de rango. No necesitaba tener un segundo al mando, ya que Tyson cumplía ese papel, es un tipo honesto y sincero y al igual que Percy: leal, así que no hay mucho de qué preocuparse cuando él se queda a cargo.

Mi entrenamiento con Aether fue mejorando progresivamente, el uso de la espada y las técnicas de esgrima se me daban bien, porque papá es un dios que usa espada para combatir así que es algo que heredamos naturalmente, aunque no en la dimensión de los hijos de Ares y mucho menos de Poseidón, quien es sin duda el mejor espadachín del Olimpo. La bendición de Aether me había vuelto más ágil y mi mente trabajaba más rápido en cuestiones de estrategia. Así como también los muchachos de mi tropa tenían mucha fortaleza física. Aether también me dio clases de estrategia, puesto que nuestro deber era romper la primera línea en cualquier batalla, luego los demás se encargarían de ayudarnos.

A veces estrenábamos con el grupo de Silena y otras veces solo Silena y yo teníamos entrenamientos con Hemera y Aether, fue increíble el grado de entendimiento que lográbamos cuando entrenábamos juntos. Estar juntos es algo que siempre quise para nosotros, pero que no duro mucho tiempo mientras estuvimos en la tierra. En los Elíseos era distinto, a pesar que era un paraíso y todo era paz y tranquilidad, no era la tierra y no estábamos con nuestros amigos para compartir nuestras alegrías, tal vez por eso al final tomamos la opción de Percy y decidimos volver para poder tener nuestra segunda oportunidad. Ahora que éramos inmortales ya nada podría impedir que disfrutáramos de estar juntos. De vez en cuando viene a mi memoria los días que pasamos juntos cuando vivíamos en el campamento, mentiría si digo que no deseo regresar pronto. Pero también hay recuerdos que no quisiera tener que guardar en mi memoria, como el día en que sin saber cuánto dolor traería a la vida de Silena fui a esa misión. Ya no hablamos de eso, pero sé que tal vez ella también recuerda ese día. Y sin saberlo siento algo de culpa, aunque sé que sin mi muerte tal vez Percy no habría logrado escapar y habríamos perdido la guerra.

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—FLASHBACK—

Era un día soleado, la tensión se podía respirar en el aire, nada era cierto, todo se veía sospechoso, todo tenía que ser visto con sumo cuidado, la vigilancia del campamento era extrema, no podíamos arriesgarnos a perder más compañeros semidioses. Quirón me había pedido que en su momento fuera a buscar a Percy, quien se encontraba en casa de su mamá. Quirón me indico que teníamos una misión: Volar el Princesa Andrómeda, era de vital importancia que nuestra misión tuviera éxito para retrasar los planes del enemigo. Silena estaba un poco preocupada por esta misión… parecía sencillo, plantar explosivos en la embarcación y luego salir de allí lo suficientemente rápido como para no morir en pedazos. Pero para Silena esta misión tenía algo que hacía que perdiera la cordura y que cuando hablábamos sobre eso se pusiera a llorar desconsoladamente. Y eso me preocupaba aún más…

La noche anterior le dije a Silena que quería pasar la noche conmigo, quería pasar tiempo con ella, las cosas estaban muy tensas, aun entre nosotros, así que decidí que sería mejor salir de entre la multitud, así que la lleve al lugar donde sé que nadie podría meter sus narices: la forja de mi cabaña. Los chicos no molestarían y nadie nos buscaría allí. Ella vino de buena gana, pero la soledad del lugar empezó a hacer su trabajo sobre el estado de ánimo de Lena. Ella tal vez no sabe la capacidad que tiene sobre mí de romper mis esquemas y ablandar mi aparente dureza y falta de tacto.

—¿Que pasa Lena? —le dije mientras me acercaba para abrazarla fuertemente, ella no respondió a mi abrazo, pero en el silencio pude sentir sus lágrimas mojando mi camisa.

Levante con suavidad su rostro que era bañando por la luz de la luna que se filtraba por un tragaluz. Sus ojos irritados y lagrimosos no se atrevieron a mirarme, pero podía sentir como el dolor destilaba por sus lágrimas y el miedo. Negó rotundamente con la cabeza, pero yo no estaba satisfecho con su respuesta. Saque de mi bolsillo un pequeño sobre, dentro había un pequeño dije que había preparado para ella, se lo entregue con delicadeza, ella seco sus lágrimas por un momento. Y abrió el sobre. El dije era un corazón con alas grabadas en la parte delante y en la parte posterior tenía sus iniciales y las mías grabadas también. Era un sencillo dije de plata olímpica (la conseguí gracias a mi padre poco después del último enfrentamiento con los monstruos)

—¿Es para mí? —pregunto un poco tímida, no solía ser así, por lo general ella siempre era la parte activa de la relación, la que me sacaba del taller y me hacía ver la luz del día, esa era ella, mi rayo de sol, el aire puro y mi razón para querer volver con vida de cada incursión. No concebía en mi cabeza darle un simple si por respuesta así que tome el papel de Lena en la relación y me lance para darle un apasionado, pero dulce beso. Silena sonreía tímidamente cuando nos separamos y se dio vuelta, para que lo colocara en su collar del campamento que siempre levaba. Con delicadeza lo saque y coloque el dije, que sobresalía de todo lo demás que en el llevaba. Se giró y pude ver cuán bonito se veía en su cuello.

—Te queda muy bien… haces que todo luzca muy bien —dije casi al borde de un colapso mental por su cara de ternura mientras le decía lo bien que se veía.

Ella se rio un poco mientras jugueteaba con el dije de collar. Pasamos el rato hablando de nosotros, trate de no llevar la conversación hacia la misión que Quirón nos había dado a Percy y a mí. Su rostro se veía más calmado y apacible, así que me felicite a mí mismo por haber logrado lo que quería… una noche de paz y tranquilidad. Finalmente llegó la hora de dormir, así que preparé una cama improvisada, y nos acostamos, ella se acomodó cerca de mí y yo no perdí mi oportunidad de atraerla aún más. Si hay algo que me gusta de Silena es que jamás actuó como una perra, como las otras hijas de Afrodita, para quienes la cama no era otra cosa que una herramienta para dormir y follar. Silena era diferente ella podía pasar la noche sentado conmigo y dormirse en mi hombro, como podía acurrucarse en mi pecho y dormir plácidamente.

—¿Que haremos cuando todo esto termine? —me preguntó con los ojos cerrado, podía sentir su respiración ondear la tela de mi camisa con un poco de fuerza.

—¿A qué te refieres? —dije un poco confuso… no sabía hacia donde apuntaba.

—¿Que va a ser de tú y yo cuando todo termine y ya no sea necesario estar aquí? —su pregunto era algo que había rondado mi cabeza durante los últimos meses, amo a Silena, quiero estar con ella, pero ella anhela casarse, ¿formar una familia? ¿Quiere realmente formar algo permanente conmigo?

—Lo he pensado, lo he pensado —susurré vagamente, porque mi mente recorría todos los momentos que hasta ahora habíamos pasado junto. Tal vez no debí hacerlo porque ella se apartó un poco herida como si no tuviera una respuesta segura y convincente a su pregunta. Se levantó de la cama y se disponía a salir, entonces salte rápidamente y tome su mano —Espera —estaba un poco asustado de que ella pensara que no la amaba lo suficiente como para responder esa pregunta. Ella se detuvo y se giró, efectivamente su mirada era de una chica dolida y un poco decepcionada.

—Yo... —dije desviando la mirada.

—¿Tú que Charles? —preguntó un poco seria, pocas veces usaba mi nombre entero, sabe que no me gusta usarlo, es demasiado formal.

—Ganarme tu amor ha sido lo mejor que he hecho en mi vida —dije un poco timorato sin siquiera atreverme a mirarla. Ella tomo mi rostro con sus dos manos y levanto mi cara cara que la mirara a los ojos, pero yo no podía.

—Mírame —rogo suspirando

—No puedo —dije con sinceridad y con un poco de vergüenza

—¿Por qué? —pregunto un poco decepcionada.

—Siento que cuando te miro las palabras no quieren salir, siento que tu mirada ahoga mis pensamientos y realmente quiero decírtelos —dije bajando la mirada, ella acerco sus labios y los junto con los míos, no era un beso rudo y apasionado, era un beso suave y cálido, lleno de misterio y de nervios de principiante, como nuestro primer beso. —Lo que yo quiero después de todo esto… puede que no sea lo que tú quieras y eso me aterra. Tengo miedo de sobrevivir y que el destino no me deje estar contigo… le temo a la vida sin ti —dije casi quebrado, toda esta situación había puesto mis sentimientos a flor de piel, la idea de que mañana puede ser el último día de mi vida hacía que quisiera decirle todo lo que había en mí. Le abrace con fuerza para hacerle sentir todo lo que mi compungido corazón estaba sintiendo en este momento.

—Eso ha sido tan lindo… mi pequeño herrero —me dijo haciéndonos reír, a veces me pregunto que tengo de bueno para haber ganado el amor de tan perfecta chica. Lena había vuelto con sus frases que sacaban mis sonrisas.

—Yo quiero vivir contigo… formar una familia… envejecer contigo… ser feliz —dije con solemnidad, ella se envolvió nuevamente en mis brazos y besaba con devoción mi pecho.

—Yo también… yo también —susurraba mientras me apretaba con sus pequeños brazos.

—Bueno entonces… así será —ya nada me impedía soñar con tener un futuro con Lena. Eso era reconfortante. Tome a Lena al estilo nupcial y nos dirigí nuevamente a la cama, esta vez fui yo quien me acurruque a la altura de su vientre, mientras ella me acariciaba el cabello, sentí que todo era perfecto, que nada podía salir mal.

—Te amo Lena —dije susurrando lentamente mientras mi aliento chocaba contra su estómago haciendo que se estremeciera.

—Yo también te amo Beck

Esa fue mi despedida… no sabía que todo iba salir como salió, y aunque estoy orgulloso de haber muerto de una manera heroica, me hubiera gustado vivir, me hubiera gusta estar con ella, me hubiera gustado no hacerla pasar por tanto dolor y sufrimiento. Finalmente llegue a los Elíseos ya que mi muerte heroica lo ameritaba, pero los Elíseos no me llenaban, me faltaba ella, su compañía, su sonrisa, su enojo, su tristeza y alegría, eran parte de mí y los echaba de menos. Cuando finalmente nos reunimos, nos juramos que jamás volveríamos a dejar que nada nos separara y fue por eso que decidimos no tentar nuestra suerte e intentar salir de los Elíseos. Nos juramos lealtad y fidelidad, hicimos nuestros propios votos. Ella era feliz ahora y yo volví a sonreír.

—FIN DE FLASHBACK—

THALIA

Creo que nadie sabe lo difícil que es vivir tus días sabiendo que hay alguien que está pensando en ti, lo suficiente como para hacerte sentir especial. El entrenamiento con Urano me mantiene ocupado toda la tarde, y yo me entreno a solas un poco más para poder dominar mis poderes y no causar un desastre de grandes proporciones. Ocasionalmente me dedico a entrenar con Zoe y sus cazadores, ya que yo soy la encargada de las formaciones con escudo y lanza, somos como los 300 de Leónidas, solo que, sin su glorioso final, espero.

Mi habilidad con la espada era deficiente, así que por ahora es todo lo que estreno con Urano, eso y mi habilidad con las alas. He perdido el miedo para volar, pero me costó mucho, fue una experiencia aterradora enfrentarme a mi peor temor. Por otra parte, no pude evitar notar la cercanía peligrosa que tenían Zoe y Tyson en los últimos meses, no tenía derecho a recriminarle ningún juramento a Zoe o siquiera mencionarlo, porque yo misma estaba saliendo de ese juramento, además hemos muerto y ese juramento no se aplica a las nuevas oportunidades ¿o sí? En ese aspecto yo estaba tranquila porque Percy prometió ayudarme con eso, fue por eso que acepte. El prometió librarme de ese juramento si es que Artemisa intentaba reclamármelo, pero si yo tenía ese pensamiento latente en mi mente no me quiero imaginar cuánto. Ahora solo tenía que encargarme de obtener la inmortalidad total para Nico. Percy y yo habíamos tenido una larga plática sobre eso y otras cosas más.

Las cosas ente Percy y Piper no mejoraron mucho, Percy se volvió más distante y poco comunicativo no solo con ella sino también con nosotros, me daban ganas de darle una bofetada, para hacerlo entrar en razón, y algunas veces lo hice, pero él me aseguraba que todo estaba bien. Piper por su parte actuaba de manera paciente ante sus arranques de frialdad, como si entendiera él porque actuaba así. Por mi parte no podía dejar de pensar en el zombi hijo de Hades, y algunas veces me alejaba de todo solo para ir a la sala del trono de Caos para usar la pantalla y revisar el campamento mestizo. Me alentaba saber que Nico visitaba a diario mi árbol y me enteraba de cosas, como, los entrenamientos, las cosas que Hermes decía de los otros dioses, y de cómo las hijas de Afrodita habían llegado a vomitar por tanto ejercicio físico. Era reconfortante y a la vez un poco triste acércame a ver cómo iban las cosas con él, no sabía si era por mis celos que pensaba que él podría encontrar el amor en otra chica. Pero por otra parte Zoe sí que tenía una novela particular. Ella y Tyson… mejor dicho ella, porque Tyson no se daba por enterado de que Zoe tenía cierto interés por él. Esto más que angustioso era gracioso, porque una cazadora tan cazadora como Zoe jamás se me hubiera pasado por la mente verla en esta postura, casi acosando y evidenciando ante Tyson su cariño y devoción. Así es el amor, yo no me di cuenta que lo amaba tanto hasta que sentí que mi vida terminaría si es que Mark lo asesinaba. Zoe no se daba por vencida, sobre todo después de que hablamos con ella sobre Tyson.

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—FLASHBACK—

—¡Noche de chicas! ¡Sin excusas… temas importantes! =P —le di enviar a CapSilena y ComPiper. No se lo envié a Zoe porque sospecharía que íbamos a hablar de ella… aunque también interrogaremos a Piper… al menos un poco.

—OK —respondió Silena al poco tiempo

—Ahí estaré =) —respondió Piper con entusiasmo

Más tarde esa noche…

—Hey no sé ustedes… pero yo necesito dormir ¡estoy exhausta! —bostezó Zoe casi pude sentí compasión de ella, el entrenamiento podía ser matador algunos días, seguramente lo fue para ella hoy.

—¡Na, na, na, na!... hay mucho de qué hablar —dijo Piper haciendo que Zoe se sonrojara. Silena por su parte aplaudía con desesperación y yo no podía evitar reírme —Pero primero algo para comer, muero de hambre —dijo Piper y convoco unos bocaditos con un par de copas de vino… podía ver las intenciones de Piper… esto no terminaría tan bien si hay alcohol de por medio… menos con Zoe… el alcohol "por más suave que sea" se le sube a la cabeza rápido. Pero será divertido. Piper me guiño un ojo, así que supe que todo estaría bien.

—¿Vino? —preguntó un poco consternada Zoe. Silena empezó a hacer un fondo blanco con su copa de vino.

—Ahhhhh esto está muy bueno —dijo Silena levantando los pulgares. Piper no se molestó en convocar una nueva copa de vino, sino que convoco una botella. Oh dioses esto va a estar revelador.

—Bueno —empezó Zoe —Yo quiero saber sobre Nico —silencio sepulcral, mi mente se puso blanca, pero sentía que mis mejillas se sonrojaban, no pensé que Zoe tomaría la iniciativa con las preguntas, y menos una tan especifica.

—Uhhhh empezamos fuerte —dijo Silena mientras Piper reía de emoción, pues yo me había guardado mis cosas con respecto a Nico.

—¿Bueno que quieres saber? —respondí con un poco de rudeza.

—¿Lo has besado? —preguntó Silena emocionada.

—¡No! fallecí antes de pedirle que me besara —grité un poco exasperada. Las chicas hicieron un suspiro de decepción.

—¿Y desde cuando tenías un flechazo por él? —pregunto Zoe, un poco bajo los efectos del alcohol.

—Bueno… ehhh… desde… mmmm… ahhh… ¿desde que lo conocí? —Silena y Piper empezaron a chillar de emoción y Zoe se bebió lo que quedaba de su copa.

—Wooooow eso si es intenso —dijo Zoe mientras pensaba en que más podía preguntar. Decidí que mi turno había terminado.

—Ahora… Piper—ella se puso nerviosa y trago pesadamente, mientras Silena le dio un codazo para que reaccionara —Cuéntame ¿es cierto lo que dicen? —Piper me miró negando para que no continuara.

—¿Que dicen? —trago saliva un poco preocupada, mientras se terminaba lo que tenía en la copa.

—Ya sabes, que andas buscando conquistar a "alguien"—dijo Silena haciendo que Piper se enrojeciera. Zoe reía descontroladamente, el alcohol había desinhibido sus reacciones.

—Mmm… no sé nada de eso—Piper dudaba tratando de evadir la respuesta… no se saldrá con la suya.

—Entonces no hay problema que intente seducir a Percy, ya sabes por los viejos tiempos —Zoe soltó una bomba, que nos dejó atónita. Piper no perdió tiempo y desenvaino su daga, llena de ira que se reflejaba en sus ojos penetrantes y su postura rígida.

—¡Ni se te ocurra! —grito enfurecida. Zoe empezó a reír, mientras Silena y yo estábamos un poco nerviosas.

—Eso es todo señoría—rió Zoe alegremente haciendo una reverencia, como si nada hubiera pasado y todas empezamos a reír, Piper reía de vergüenza, mientras que Silena y yo solo reíamos por lo graciosa de la situación.

—Lo siento…—se disculpó Piper.

—No hay porque… solo estamos bromeando, no podría buscar nada con Percy… Tyson esta mil veces mejor —el alcohol estaba dando sus resultados. Silena empezó a reír histéricamente. Yo me tape la boca de asombro por la declaración, mientras Piper del asombro entro a darle directamente del pico de la botella de vino. —¿Oh dioses… que he dicho? —preguntó Zoe un poco perturbada, empezó a llorar desconsoladamente, uno de los síntomas del borracho… se deprime… jajá. Silena empezó a consolarla mientras hacía círculos en su espalda con la mano. Yo no podía evitar reírme de la situación era demasiado jocosa.

—Creo que necesitamos más vino —dijo Piper haciéndonos reír un poco. Zoe se secó con rudeza las lágrimas que corrían por sus mejillas.

—Él ni siquiera se da cuenta que existo —confesó con pena, ahí el meollo del asunto. No pude evitar sentir un poco de pena por ella, pero también hay que ver de quien estamos hablando.

—Oh… Zoe, según mi experiencia —susurró Piper y medio que se atraganto antes de proseguir —Estoy seguro que si sabe que existes… tal vez solo necesitas un poco de paciencia —pude notar el tono triste de la última parte de sus palabras.

—Creo que debes... ser más convincente —no sabía que más decirle, yo había ido de frente con Nico, pero no cuenta porque me estaba muriendo y ya no tendría que quedarme a vivir las consecuencias.

—Por los dioses Thalia ¡no! quiero que me tome en serio… no comportarme como una zorra desesperada —dijo Zoe casi al borde de las lágrimas.

—Bueno… entonces… que tal si lo invitas a un almuerzo solo ustedes, no es mala idea y no da ninguna señal equivocada —propuso Silena, mientras que Piper levanto los pulgares en señal de aprobación. Zoe me miro como si yo tuviera la última palabra.

—Para mí está bien —sonreí como para no quedar como la pesimista. Necesitaba ser más frontal… plantarle un beso o algo así.

—Bueno problema solucionado… eso tendría que funcionar —dijo Silena, mientras Piper bostezaba y decidimos que era una buena hora para irnos a dormir.

—FIN DE FLASHBACK—

PERCY

Ananké tenía razón, esa pulsera me había vuelto más frio y reservado, no solo con Piper sino también con el resto del equipo. Eso no me gustaba para nada, pero sabía que de momento no había una solución que pudiera arreglar el problema de manera completa. No tenía tiempo para sentarme en un buró y hablar de mi vida, que no quería, sentía vergüenza de siquiera pensar en confesarle mis problemas a Ananké. Estábamos completamente alejados desde que decidí usar el artefacto de Aether y también eso había producido que Hemera no me mirara con bueno ojos y mucho menos a Aether, con quien había tenido una gran discusión. Había intentado hablar con ella sobre ellos, pero simplemente me dijo que no estaba de acuerdo con que me rindiera a usar algo como eso sabiendo las consecuencias negativas que esto podría ocasionarme y que podría ser aún peligroso para el funcionamiento del equipo.

Las cuestiones de mi entrenamiento iban mejorando notablemente. Con Pontus entrenábamos duro y arduo, aunque todavía no me sentía a gusto con aceptar una bendición relacionada con el mar, tenía mis reservas y Pontus entendió el porqué de ello, asi que solo usaba mis poderes naturales de Hestia y el de Caos. Cuando entrenaba con Piper me sentía seguro, a pesar de que yo sé que la espada aun no es su mayor virtud, puedo estar seguro que ella no me va a fallar y eso me da tranquilidad. Mi espada, la espada de Peleo había sido de gran utilidad para mis entrenamientos. El propósito de esta espada según me explico Caos era para dar un giro en el desarrollo de la pelea en favor mío. Pero tenía un costo, como todo, consumía gran parte de mi energía cuando se usaba para equilibrar o decantar la pelea, así que debía ser utilizada con sabiduría. Mi poder aun no era lo suficientemente grande ni desarrollado como para intentar usarlo en un grupo de personas. Sería mi prueba final antes de volver a tierra.

La habilidad de Piper con la espada no va a la par conmigo aun así que siempre tenemos tiempo para entrenar juntos y ella aprende rápido, así que su habilidad avanza más rápido que la de los demás. Cuando estoy con ella constantemente estoy en tensión de que mi herida pueda abrirse nuevamente. Le doy gracias a Aether por la pulsera que me protege en la mayoría de los casos, pero una vez cada mucho tiempo simplemente pasa y la herida vuelve a abrirse dolorosamente, son en esos días en que no me acerco a Piper por un buen tiempo, prefiero alejarme y despejar mi mente para poder sanar temporalmente. Ananké me dijo que la única forma en que yo puedo librarme de las consecuencias de mi encuentro con Fobos es que derribara todas mis paredes y dejara que saliera a flote todas las cosas que alguna vez me habían aterrado.

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—FLASHBACK—

Era un día tranquilo en la tierra, una vez al mes nos permiten estar en la tienda Caos y tener un día normal, para poder compartir y distraernos de nuestros entrenamientos y actividades. Ese día era algo raro, porque sentía que solo con estar cerca de Piper mi mente iba a explotar en recuerdos y miedos. Así que ni bien llegamos me fui para el bosque donde me quedé por un rato pensando y despejando mi mente antes de llamar a mamá. Ella vino prontamente y me abrazo con fuerza. Me sentía en casa. Pasamos el tiempo conversando y charlando, pero en un momento yo me extravié de la conversación.

—La última serie de imágenes que vi en mi tormento fue una recreación retorcida de la mezcla de mi temores, estaba yo encadenado delante de los dioses, bañado en sangre, apretaba los dientes del dolor que estaba experimentando, con Gabe sosteniendo un garrote y los dioses me volvían a desterrar, juzgándome nuevamente, también estabas tú en el suelo y no podía saber si estabas viva o no junto a mi madre y Paul, pero no era todo sino que en la escena, también estaban Annabeth con Mark y Jason con Piper ambos dándome también la espalda. —pequeñas lagrimas empezaron a juntarse en la comisura de mis ojos y podía sentir el pavor de esa escena. mamá me miraba con delicadeza, como si estuviera escogiendo sus palabras. —La verdad es que yo sé que eso no ha pasado… pero la inseguridad y el temor de que me pase cuando volvamos aquí me está matando, es por eso que uso esta pulsera, esto me evita ser un desastre.

—Percy...—me dijo ella mientras me extendía los brazos. No lo dude y me cobije en su abrazo mientras sentía que mi alma se derramaba delante de mi madre, ahora no era solo mi preocupación sino también la de ella.

—Esos recuerdos… hacen que mi herida se abra y créeme que es muy doloroso —dije casi temblando de recordar lo doloroso que puede ser que una herida cerrada se abra lentamente como pidiendo permiso —Es por eso que no puedo estar mucho tiempo cerca de ella, mis sentimientos afloran, pero también afloran mis miedos y hoy por hoy son enormes—dije llorando, me sentía frustrado y débil… indefenso ante el miedo que Fobos estaba explotando en mí. Sabía que el tiempo se acercaba en que nuevamente me vería la cara con Fobos y todo mi —secreto —sería revelado y eso me aterraba y a veces no dormía en las noches pensando en ese inevitable momento.

—Mírame Percy —dijo mamá, raras veces me llama así, solo cuando quiere que sepa que está hablando en serio o cuando está molesta… no creo que este sea el caso. La mire, sus ojos se veían tranquilos, pero determinados. —No puedes controlar lo que las personas hagan… Annabeth… ella fue una perra y una tonta —wooooow eso si me sorprendió.

—Ese lenguaje mamá —dije tapándome la boca con gracia. Ella sonrió un poco y agito la mano.

—Lo siento es que cuando se meten contigo, no sé… se me olvidan los buenos modales —dijo ella haciéndome sonreír un poco —Ella no supo valorarte, pero no todas las mujeres son así, tal vez solo necesitas tiempo para estar completamente seguro que Piper no es así… solo necesitas tiempo —sus palabras eran como fuego en mi corazón. mamá si llegaba a comprenderme como ninguna otra persona lo hacía.

—Tal vez solo necesito tiempo —me repetí a mí mismo para creer en las palabras de mamá —Gracias mamá… es una carga demasiado pesada.

—No hay de que, no estás solo ¿sabes? —me dijo mientras me apretaba fuerte en su abrazo.

Pasamos el resto de la tarde conversando de otras cosas. Me comento sobre el entrenamiento de los campamentos, las travesuras de Hermes y Apolo. No hablamos de otros dioses, porque sabía que yo tenían una deuda pendiente conmigo. Pero si hablamos de algo que me importaba y mucho: Estelle, mi hermana.

—FIN DE FLASHBACK—

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Las palabras y consejos de Hestia me dejaron pensando mucho en como las cosas estaban cambiando para mí. Sentía que siempre estaba en constante tensión mental, pero también eso estaba redundando en mi concentración enfocada al entrenamiento. Pero al final del día cuando tenía que enfrentarme contra ello día a día y cuando la pulsera vibraba tenía que tomar mis decisiones para poder continuar teniendo tranquilidad.

Quien sí me sorprendió gratamente fue Tyson, bueno Zoe en realidad, quien estaba perdidamente encandilada con Tyson. Zoe realmente me dejo boquiabierto, jamás pensé verla así, más aún que siempre la había conocido como una cazadora. Y bueno mi hermano es tan distraído y sin malicia que no se dio cuenta que Zoe se acercaba y procuraba pasar tiempo con él con el fin de enviarle un mensaje "Hey estoy viva" pero Tyson solo vivía pensando que eran buenos amigos. Por una parte, estaba bien, porque Zoe no necesitaba un chico que le rompiera el corazón y Tyson sin duda no lo haría. Tyson si necesitaba una chica como Zoe: despierta y tenaz, pero con un lado oculto de bondad y ternura. Con eso de que Tyson cambio de apariencia gracias a la bendición de Aether fue como un imán para las chicas de las diferentes tropas, que anhelaban ganarse el favor del "chico nuevo" así que tuvimos la brillante idea de pedirle que usara su imagen original, y eso las ahuyento, pero no a Zoe, entonces estaba bien para mí que Zoe pretendiera ganarse el corazón de Tyson.

TYSON

Ha pasado casi un año, el tiempo volaba entre la forja y el entrenamiento siempre estaba haciendo algo, cuando ya me había presentado Caos vino para llevarme de vuelta al lago y que pudiésemos hablar con los ciclopes y Caos le había ofrecido llevarlos bajo la protección de Hestia, quien les daría santuario en uno de sus templos para que cuidaran de ellos y pudieran vivir en paz. Ellos aceptaron y fue lo mejor que se podía pedir luego de vivir más de un año en la esclavitud. Una vez que los ciclopes fueron llevados por Hestia Caos me ofreció unirme a su ejército y ser parte del escuadrón de Beck, a lo cual acepte ya que me había dicho que me podría dedicar a la forja junto con Beck y aprender nuevas técnicas para hacer mejores armas y otras cosas derivadas del mismo.

Siempre me considere una persona muy tranquila, juguetona y un poco torpe a veces, eso con el tiempo se acentuó demasiado ya que no pude ver que Poseidón estaba pensando en deshacerse de mí y me jure a mí mismo que no permitiría que nunca más nadie me lastimara, no dejaría que pasase. Decir que estaba un poco sorprendido de como Percy se estaba volviendo un poco ausente y lejano de nosotros era poco, pero siempre me quedaba despierto para poder tener unas palabras con él, a veces se podía y hablábamos de lo que fuere y otras veces simplemente me daba una excusa y se metía en la cama. Según lo que me contó Piper era debido la herida que Fobos le había infligido, lo cual me preocupaba y trataba de no evocar alguna clase de tema que pudiera desencadenar un problema para él, pero aun asi extrañaba a mi hermano y traté de aprovechar todas oportunidades, ya que cada tanto aparecía en la noche de chicos que teníamos los fines de semana para poder divertirnos a nuestro estilo.

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—FLASHBACK—

Mi vida había transcurrido con normalidad llevábamos casi 9 meses en el entrenamiento con Aether, me gustaba mi batallón, aparte de que Beck era uno de los pocos que siempre me trato bien, sin juzgarme por ser un ciclope. Se me daba bien la forja de armas, había hecho eso siempre, aun durante mi estancia en el tártaro. Percy me pidió que no hablar de eso, así que no le objete ese tema. Supongo que no quería que todo el mundo supiese que él había ido al tártaro y allí había sido herido por Fobos. Por otra parte, tengo una amiga… bueno Thalia y Silena son geniales, pero ellas tienen sus actividades, así como Piper, que somos como hermanos ahora, siempre andamos juntos. Pero Zoe siempre viene a visitarme a la forja, debe ser muy mala con la espada porque siempre viene a buscar una nueva. Así que cada vez que viene me deja pensando en cómo hacer una espada mejor para su práctica, pero siempre encuentra una forma de arruinar las espadas.

Siempre conversamos de muchas cosas, ella se interesa por los procesos de la forja de espada, y se admira de cómo puedo agregarle algunos componentes mágicos. Una chica agradable, pensé que sería algo fría y petulante como el resto de las cazadoras, respeto mucho a Artemisa y sus cazadoras, pero simplemente no sé cómo pueden vivir odiando a los hombres… Zoe se encarga de enriquecer mi conocimiento sobre la caza, puesto que somos amigos y supongo que algo de ellas debo saber si pretendo seguir siendo su amigo una vez que regresemos a la tierra. Ocasionalmente veo que Zoe se sonroja en mi presencia, y realmente no sé qué pensar de eso. Cada vez que se lo cuento a Piper ella solo sonríe y no me da ninguna respuesta o explicación, solo sonríe. Igual que Percy el solo me anima a no prestar demasiada atención a esas cosas, después de todo somos amigos. Todo empeoro después de que Piper y Percy nos encontraran tirados en el suelo, debo reconocer que no era una posición demasiado inocente, pero solo estábamos riéndonos y nos caíamos… Ella era más torpe en mi presencia y no decía muchas cosas sin sentirse incomoda y a veces ofuscada. Así que me dejo confundido e intrigado.

Hoy no hay mucho que hacer en la forja, porque los entrenamientos solo serían hasta el mediodía, así que después tenemos la tarde libre. Así que supongo que como de costumbre –y no por eso aburrido- nos juntaríamos con Beck y Percy en su habitación a jugar y comer pizza ¡Oh sí! ¡Amo la pizza! Me saque mi delantal de trabajo y me puse mi camisa de todos los días, cuando veo siento una presencia detrás de mí, el sol hace que la sombra se sienta inmensa, tanto que pensé que podría ser Caos o Aether, me gire lentamente y vi a Zoe parada en la entrada de la forja. Llevaba en sus manos una espada… adivinen… destruida. Extendió sus manos para entregarme los pedazos de la espada. Negué divertidamente con la cabeza.

—Lo siento se terminó la atención —dije riendo, ella resoplo con frustración.

—Oh ¿enserio? ¿Y mañana que voy a usar? —pregunto un poco preocupada, pero como yo sabía que esto pasaba siempre, me tome la libertad de preparar una. La deja con la palabra en la boca y me fui corriendo hacia donde la había guardado. Volví y ella estaba con cara de molesta, yo aún mantenía mis manos atrás para ocultar la espada. —No se deja a una señorita con la palabra en la boca —dijo un poco exasperada, yo solo sonreí por que se tendría que tragar sus palabras. Su mirada se ablando un poco para mi tranquilidad, no es que quisiera probar la furia de Zoe, normalmente nos correteaba a Piper y a mí con su arco de energía marina, la cual no nos dañaba, pero si producía una sensación perturbadora. Saque la espada de mi espalda y se la entregue.

—Bueno, antes que te enfades más me voy, tengo noche de chicos —salí corriendo del lugar. Me gire solo para ver que una flecha me alcanzaba por la espalda. ¡Cobarde! caí al suelo por el impacto. Cuando me gire Zoe se acercaba sonriendo.

—No he terminado—dijo y luego me tendió la mano para que me parara. Se inclinó y me dio un beso en la mejilla. Sentí como una electricidad. Así que me aparte rápidamente. El rostro de Zoe era rojo como la sangre —Gracias —me dijo con la cabeza gacha.

—No hay de que… sabía que otra vez necesitarías otra espada, así que bueno, más vale estar preparado —dije jovialmente, pero parece que ella no lo tomo taaaaan así porque me dio un empujón

—¡Que tonto Tyson! —y luego se fue pisando fuerte en cada paso que daba.

—Nos vemos —dije yo alegremente, quien entiende a las chicas. Supongo que es su forma de decir adiós...

Más tarde esa noche…

—Otro y otro más... —grite en son de victoria.

—No es justo... si yo jugara con ese equipo también ganaría —dijo Percy frustrado, él era muy bueno con las cartas, siempre ganaba cuando jugábamos, aunque ya no lo hacíamos con tanta frecuencia ya que él siempre estaba entrenando y solo llegaba a la habitación a dormir, pero podía respetar eso porque yo me la pasaba en la forja, golpear el metal calmaba mi mente. Por lo menos desde que deje el tártaro era lo único que me mantenía ocupado y no pensar en las pesadillas.

—Mal perdedor —Beck se estiraba en el sofá viendo una peli... algo de una araña que trepa edificios. Me reí de Percy quien me miro peligrosamente antes de aclarar su garganta.

—Así que... —dijo y Beck se enderezo y pauso la película, justo en el momento en que Peter Parker besa a una chica rubia que no se ni como se llama... No podía ser más oportuna esa escena.

—¿Así que... qué? —pregunte un poco desconcertado mientras me mordía otro pedazo de pizza, uno de los beneficios de tener a Percy ¡comida gratis!

—¡Ohhh no te hagas el tonto! —grito Beck arrojándome palomitas de maíz que agarre en el aire con mi boca.

—No me hago... —respondí casualmente, no sabía de qué podían estar hablando.

—Zoe —dijo Percy y Beck se giró dramáticamente dirigiendo su atención hacia mí.

—¿Que tiene Zoe? —le respondí intrigado por sus intenciones.

—Tyson ¿no te has dado cuenta? —pregunto Beck saltando del sofá como niño. Levante los hombros negando

—Zoe esta obviamente interesada en conocerte un poco más —dijo Percy con un tono de voz entusiasta. Entonces mi mundo se volvió sombrío. No creo que eso sea verdad... digo... somos amigos y todo, pero no creo que se fije en un chico de un solo ojo y perfil bajo como yo.

—Y de seguro muere porque no le prestas atención —Beck negó con la cabeza. ¿Yo? Pero si ni siquiera se ha insinuado. Bueno lo de la película no cuenta, excepto por la pregunta sobre la ciclopina y eso, pero no creo que eso sea una insinuación ¿tal vez en beso de hoy?

—¿Pero atención con qué? digo somos amigos y eso —respondí un poco preocupado.

—No me digas que no te has dado cuenta que siempre va a la forja por una nueva espada —eso tenía sentido, pero no tanto —O como viene al final para conversar contigo —Beck estaba abriendo mi ojo.

—O el beso... —suspire con frustración, tal vez por eso se fue molesta ¿esperaba que yo reaccionara de manera menos amistosa y más romántica?

—¿Besooooo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿cómo? —pregunto sorprendido Percy, eso me hizo reír un poco. Levante las mano para calmarlos, estaban extasiados de tanta información.

—Me dio un beso en la mejilla agradeciéndome por algo, pero lo tome con gracia, se enfadó y luego se fue —Percy y Beck suspiraron de alivio dándome una paramada de aliento.

—No te preocupes... al parecer le gustas, solo procura no arruinarlo la siguiente vez —dijo Beck más calmado y dándole play nuevamente a la película.

—No arruinarlo... no arruinarlo —esa frase quedo latente mi mente.

Tenía que planear algo. Luego seguimos jugando. Una de las cosas buenas de ser como yo es que una vez resuelto el problema seguimos con la diversión.

Al día siguiente...

Maldita sea... bien dicen que la ignorancia es felicidad. Ahora que sé, ese saber me carcome el cerebro. Llegue a la forja temprano como de costumbre, aunque un poco somnoliento, ya que habíamos estado jugando hasta tarde y nos dormimos donde nos cayó el sueño. El día pasó sin pena ni gloria... Esperaba que ella llegara a la forja como de costumbre, pero eso nunca paso... Entonces si empecé a preocuparme. ¿Se habría ofendido? ¿Me odia ahora? Aunque Beck me aseguro que todo estaba bien no podía sacármela de la mente, casi me amputo una mano por estar tan distraído. Al final del día decidí que no dejaría pasar otro día sin que al menos arregláramos la situación. Así que me fui para la habitación de Zoe y Thalia. Toque la puerta y tardo como dos minutos en venir a abrir.

—¿Qué quieres? —pregunto ella ni muy amable, ni tampoco tan violenta como esperaba. Sus ojos estaban rojos e inflamados.

—Yo quería que habláramos, si quieres —dije dándole un poco de espacio como para no sonar tan determinado. Su rostro se tornó duro y serio. Mala señal

—Ahora estoy ocupada —y se metió en su habitación lanzando la puerta detrás de ella. No podía dejar que eso sucediera, hice lo primero y más estúpido que se me ocurrió... meter la mano... mala decisión. Cerré mi ojo ante lo inevitable. Sentía como si mil cámaras lanzaran sus flashes contra mí. Y mi mano recibió el impacto sin clemencia.

—¡¡Aaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!! —fue todo lo que pude gritar. Supongo que oyó mi grito porque al poco tiempo salió y me vio revolcándome mientras sujetaba mi mano, el dolor segaba mis sentidos, sentía que me iba a desmayar de tanto dolor.

—¡Tonto que has hecho! —grito ella, pero yo tenía mis ojos cerrados... solo podía balbucear palabras inconexas y sin sentido. Me llevo adentro y me sentó en el sofá y salió corriendo. Abrí mi ojo y mi mano estaba al doble de su tamaño por la hinchazón. Ella llego con un recipiente con hielos y metió mi mano lastimada en él. Al comienzo fue doloroso, pero luego fue más gratificante. El hielo empezó a derretirse y el agua empezó a curar mis magullados dedos.

—Yo creo que debería irme... ya he causado demasiados problemas —dije un poco avergonzados, mientras ella me observaba con los brazos cruzados y su cara era seria, aunque no tanto. Mis dedos estaban casi sanados, así que decidí que terminaría de sanarlos luego —¿Podrías cerrar un momento tus ojos? —Pregunte amablemente, ella me miro con cara de signo de interrogación.

—¿Para qué? —dijo un poco molesta

—Por favor... luego me iré... lo prometo —le dije así rogándole, ella resoplo y casi con disgusto cerro sus ojos. Tome aire profundamente antes de acercarme, me acerque tanto que podía sentir su aliento en mi cuello (Soy más alto que ella) era estremecedor sentir su aliento. Pero tome fuerzas y me concentre, podía sentir que ella ligeramente temblaba. Roce mis labios con los de ella ligeramente. Y sus labios temblaron contra los míos —Gracias —le dije y me alejé un poco. Abrió sus ojos a tope y me miro con locura, como si le fuera a explotar una vena del ojo.

—¿¡Eso es todo!? —me pregunto acercándose peligrosamente.

—Bueno podría ser mejor, pero estas molesta —le dije sonriendo un poco.

—¡¡No estoy molesta!! —dijo gritando, entonces me acerque rápidamente y la rodee con mis brazos, ella me miro sorprendida. Pero no dijo nada, estaba como una estatua.

—Te voy a besar ¿estás bien con eso? —le pregunte y no le di tiempo para que contestara, sino que estrelle mis labios con los de ella. Ella cerró sus ojos, y luego lo hice yo. Sentía sus labios temblar y el calor de ellos, su sabor era como de fresas frescas del campamento. Su aroma era de un bosque de pinos y robles... un aroma agradable y sumamente cautivador. Abrí mis ojos cuando decidí separarme de ella, por falta de aire, no por falta de ganas de más. Ella tenía los ojos cerrados y temblaba así que no la solté de mis brazos —¿Tan malo fue que estas temblando? —le pregunte sonriendo, entonces abrió sus ojos y me pego un golpe en el pecho

—¡Tonto, tonto, tonto! —Me dijo golpeándome varias veces —Me vas a besar de nuevo o no? —me pregunto ansiosa, así que me acerque un poco, pero no totalmente, ella extendió sus brazos en mi cuello y cerro nuestra distancia.

Describir lo que me hacía sentir no alcanza con palabras, solo podría describirlo como estallara una bomba entre mis labios. Después de algunos segundos nos separamos buscando aire, pero yo no tenía ganas de sepárame, así que junte mi frente con la suya. Lentamente abrió sus ojos negros como la oscuridad que parecía que podían invadir todo cuanto miraran y me quede mirándola un segundo, mientras mi mano acariciaba su cabello azabache sedoso y brillante.

—¿Eso quiere decir que eres mi novio? —pregunto ella con timidez, pero con picardía en sus palabras.

—No sé ¿quieres que lo sea?

—¡Tyson! —gritó mientras acariciaba mi mejilla, sabía que no tenía que jugar con fuego, menos ahora.

—Bueno… estas a prueba ¿sí? —jugué mientras ella se acercaba un poco a mis labios, ya estaba aprendiendo un poco de cómo hacer que dijera las cosas que ella quería que dijera… —Yep… ahora eres mi novia —le dije y le di un pequeño beso, el cual ella agradeció de inmediato profundizando un poco más el beso.

—Me gusta eso —dijo casi suspirando Zoe.

—A mí también

—FIN DE FLASHBACK—

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Lo demás es un poco de historia, ahora estamos saliendo, pero no tanto como quisiéramos, ahora que quiero que arruine todas las espadas no lo hace ¡Qué conveniente! pero bueno nos las arreglamos para tener tiempo a solas. Los chicos enloquecieron cuando les dijimos que estábamos saliendo y todo eso. Percy no estuvo en esa reunión ya que pasaba las noches fuera, sabía dónde, pero no me correspondía entrometerme en ello, pero cuando se lo conté a la mañana siguientes sí que me felicito. El entrenamiento sigue siendo duro y cansador, pero al final del día siempre encuentro un motivo para sonreír… Zoe.

ANNABETH

4 meses intensos y llenos de un poco de zozobra, el ataque sorpresa hacia el campamento abrió varios focos de incertidumbre, había pánico entre los legionarios, aun las personas que vivían en la ciudad estaban pensando dejarla por causa de que era inseguro y las legiones no podían protegerles. En todo esto buscaron culpables y cuando vieron que yo había estado en el equipo de estrategia y organización, vinieron las primeras críticas llenas de toda clase de adjetivos. Jason y Reyna muy a pesar de ellos mismos trataron de calmar a los romanos, puesto que se trataba de una disposición de los dioses que Mark y yo viviéramos allí, pero Jason no defendió mucho a Mark quien fue acusado de desertor y cobarde, paso muchas semanas en la prisión, hasta que finalmente mi madre ordeno que se le liberara. Eso sí que me sorprendió, porque después de todo también era un hijo de Poseidón, tenía que odiarlo.

Mark continuo su vida promiscua de seducción sobre todo con las hijas de Venus, maldición ¿por qué él podía ser tan libre de hacer lo que quería? Yo tengo un pasado que me sigue donde quiera que voy. Y muy a menudo la gente de aquí se encarga de recordármelo. Cada vez que necesitan detenerme y humillarme sacan a colación mi engaño al héroe más grande que alguna vez éxito. Percy Jackson, pretor Romano, Héroe del Olimpo. Después de todo lo que paso, yo solamente era Annabeth Chase, hija de Minerva sobreviviente en el campamento Júpiter. La limpieza de las letrinas fue solo el comienzo de mi tártaro personal, se me asignó también la limpieza después de las actividades y fiestas que aquí se realizan, que no son pocas, después de todo son romanos, no lo serían sino hay fiestas. Mientras Mark estaba en la cárcel, el trabajo fue solo para mí. Así que al final de año, más parecía una cenicienta que un héroe de Olimpo. Fui despojado de mi trabajo de arquitecto del Olimpo porque era necesario entrenar, así que ahora solo tengo lo que ven… una vida de trabajos forzados.

La actitud de los chicos con respecto a mí se ablando un poco, pero no demasiado. Hazel procuraba ser más benévola conmigo, siempre y cuando Reyna, Jason y Frank no estuvieran cerca, lo cual ya era un alivio, creo que es mejor que estar en el campamento Mestizo, por ellos sí que no tendrían piedad de escarmentarme, como lo hacían con arañas. Sigo firme con mi promesa de no volver a repetir la historia que hice con Percy, él fue un buen chico, que se encontró con una chica como yo que anhelaba fama y grandeza y cuyo orgullo no le permitió ver más allá de su propia nariz.

En cuanto al entrenamiento, al final de año habíamos progresado mucho, se me permitió entrenar al nivel de los pretores y jefes de las legiones, pero no con el mismo grado, solo porque sabían que tanto Mark como yo teníamos habilidad con la espada y que tal vez en su momento se nos permitiría regresar al campamento griego. No pude dejar de notar el cambio de Jason, ese niño sí que se volvió un jugador, pero para su mala suerte el juego siempre le salía mal y terminaba con ciertos dolores del corazón. No sé muy bien lo que le paso, pero después del beso que tuvo con Reyna no pareció que su relación fuera a mejorar, sino más bien se puso más fría y tensa, por lo cual vi que Jason sufrió. Luego las hijas de Afrodita se regodeaban delante de el para seducirle y lo lograron en más de una oportunidad solo para dejarlo mal parado al día siguiente, no pude evitar sentir lastima por él, pero también me puse a pensar que tal vez sea una venganza de Afrodita por lo que hizo a Piper, quien no se dio por encontrada, a pesar que se organizaron algunos equipos de búsqueda. Cuando el padre de Piper se enteró que Piper estaba perdida se enfadó mucho, tanto que golpeo a Jason y nadie, ni dioses, ni semidioses se atrevió a intervenir, Jason solo recibió los golpes con valor, no podía hacerlo de otra forma, después de todo Piper era una chica distinta que Jason no supo valorar.

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