Ficool

Chapter 6 - Realidad

PERCY

Abrí los ojos de un momento a otro, me sentía agotado. Sentía la garganta áspera, la boca seca, pero por, sobre todo, sentía vacío el corazón. Me dolía el pecho. Mis parpados querían seguir cerrados. Mi cuerpo se sentía liviano, mi mente, perdida. No sabía en qué día estaba. Afuera estaba oscuro y hacía frío. Necesitaba levantarme, necesitaba salir de allí, me sentía encerrado y ya no podía conciliar el sueño. Traté de ser lo más silencioso posible, porque Piper seguía durmiendo. Me detuve a mirarla un momento, mi corazón me dolió aún más porque sé que en un momento en que Hestia hablo conmigo ella uso su charmspeak para ayudarme a mantener la cordura. Note que el fuego necesitaba un poco de leños asi que puse algunos y avive el fuego. Antes de salir lancé al fuego una galleta que había sobre la mesa.

—Para Hestia —sabía que Hestia debió tener un momento difícil al hablar conmigo sobre el asesinato de mi familia.

Tomé una frazada y me la puse encima porque mi ropa era un desastre, pero no soportaba estar encerrado, sentía que me daría un ataque. Me acerqué al lago lo más que pude y cerré mis ojos tratando de conectarme con el agua, entonces lo supe, Poseidón me había abandonado a mi suerte. Apreté mis manos con fuerza, tanto que dolía. Cuando más necesitaba los poderes para sanar, su estupidez y orgullo hicieron que me abandonaran mis poderes y estuviera al borde de la muerte. Me quede a la orilla del lago, y es como si la adrenalina se hubiera desplomado que mi mente y corazón cayeron de cuenta sobre sobre mi familia. Me dolía todo el cuerpo de pensar en ello. Quería gritar, quería explotar y destruirlo todo, pero no tenía fuerzas, no tenía poder alguno. Las lágrimas se formaron en mis ojos ya cada vez me costaba más ver lo que estaba frente a mis ojos. Todo se veía nublado. Entonces me rendí. Ya no quería saber nada más sobre los dioses y el mundo de los semidioses. Me habían quitado todo.

Sentí una presencia a mis espaldas, trate instintivamente de darme la vuelta y estar en postura defensiva, pero no pude porque estaba débil y resbale torpemente, pero no llegué a tocar el suelo porque los brazos de Hestia me tomaron con fuerza y no me soltaron. Entonces me rompí a llorar. En medio de mi desahogo sentía ira, odio, impotencia, rabia y deseo de venganza. Necesitaba saber todo lo que Hestia sabía para poder hacer algo al respecto. Sequé mis lágrimas mientras ella chasqueaba los dedos para formar una fogata.

—Escuche tu ofrenda... necesitaba verte —su voz me decía que había algo más urgente de lo que hablar.

—Lady Hestia, gracias. Has hecho demasiado por mí —dije haciendo una reverencia, pero rápidamente me tomo de los brazos y me enderezó.

—No te preocupes, aun es necesario que sepas algo —no sabía si estaba preparado para más noticias, sentía que la vida me golpeaba una y otra y otra vez. —Estelle... —mi respiración se paralizó al escuchar el nombre de mi hermana.

—Mi hermana ¿qué pasó con ella? —tenía miedo de escucha la respuesta a mi pregunta.

—Ella sigue viva, Percy —por un momento me quedé en completo estado de shock, mi cerebro entro en un corto circuito, solo era una bebé.

—¿Dónde está? debo estar con ella... Hestia por favor, llévame con ella —le rogué con una urgencia tal que pude ver el dolor en la mirada de Hestia.

—Al ser una bebé, cuando llegó la policía la tomó a cuidado servicios infantiles... yo estoy trabajando en encontrarla —me empecé a desesperara, no podía tolerar la idea de que fuera a parar a un hogar donde no tenían ni idea de si la tratarían bien o de si la amarían.

—Hestia, no puedo seguir aquí... debo encontrarla. Debe estar muy asustada —me despojé de la frazada que traía encima y empecé a caminar a duras penas hacia donde quiera que me llevara el camino, necesitaba encontrarla. Ella necesitaba estar conmigo, su familia. Hestia me siguió y tomó mi mano con delicadeza, pero me detuvo de seguir avanzando.

—Entiendo tu preocupación Percy, pero si sales de aquí en tu condición no solo pondrás tu vida en peligro, sino también la de Estelle —mi mente no podía entender de razones, en mi corazón y mi mente solo había una consigna encontrar a Estelle, protegerla y encargarme de ella. Era lo que mamá y Paul hubiesen querido. No podía volver a fallarles.

—Pero Hestia —replique, no podía perder el tiempo y esperaba que ella entendiera.

—Percy, tienes mi palabra que la encontraré y podrás reunirte con ella... te lo prometo —su voz sonaba determinada y eso me hizo replantearme las cosas.

HESTIA

Cuando vi el fuego de Percy al hablarle de Estelle supe que no debía perder más tiempo y que debía encontrarle de una vez por todas. Sabía que su corazón no pararía de latir hasta que no la volviera a ver y supiera que está bien y a salvo.

—Lo que más me preocupa ahora es que te recuperes y sigas a salvo —la mirada de gratitud de Percy no tenía precio. Se veía tan desaliñado y el brillo y color de sus ojos se habían perdido que al ver su media sonrisa y sus ojos honestos supe que debía hacer todo lo posible para que esos dos volvieran a reunirse.

—Piper me dijo que estoy a salvo gracias a alguien que vino a verme ¿de quién se trata? —no me correspondía hablar sobre lo que Caos quería con Percy, ya tenía suficiente encima suyo, mi única preocupación ahora mismo era que descansara y se recuperara.

—Caos, el vino a verte. Necesita hablar contigo, pero primero deberás recuperar tus fuerzas —Percy asintió sin darle mucha importancia.

—Caos ¿que podría querer conmigo? —dijo despreocupadamente, pero para mí era un peso en el corazón. Yo no quería más misiones, más sacrificios, quería a Percy a salvo, si podía vivir el resto de su vida en esta burbuja a salvo sería lo mejor, se lo merecía.

—Lo sabrás cuando te hayas recuperado, es todo en lo que debes pensar ahora mismo —traté a toda costa de que dejara el tema y se concentrara en otras cosas. Su mirada se perdió en dirección al lago.

—Ya no puedo sanarme con el agua —supuse que había sido un dolor punzante saber que los poderes de su padre le habían abandonado cuando más los necesitaba.

—Sobre eso... —la mirada de Percy se volvió dura al hablar sobre esto. Por un momento dude sobre si debía hablarle de lo que quería hacer.

—No hay mucho que decir, no esperaba menos de alguien como Poseidón —tenía la seguridad de que en el futuro Poseidón pagaría dolorosamente por este acontecimiento.

—Yo en realidad ...—la mirada de Percy se relajó por un momento mientras buscaba mis ojos, pero yo me sentía un tanto dubitativa con este tema, no quería precipitarme.

—¿Que es lady Hestia? ¿Qué es lo que quiere decir? —traté de evitar sus ojos, pero no podía simplemente echarme para atrás. Tal vez después de que Caos hablara con Percy no habría tiempo.

—No es algo fácil de decir... y no tienes que decir que si —me miró con atención, suspiré y supe que no podía evitar decírselo.

—Por favor, has hecho tanto por mí que nunca podría decirte que no —mi corazón se acongojó, no quería que esto se diera en un marco de gratitud hacia mí, sino que fuera una real relación familiar.

—No, no podría aceptar que lo hicieras por obligación o sentido del deber —rápidamente tomo mi mano como invitándome a hablar, nunca lo había hecho, siempre me había mantenido en el marco de una relación amistosa, pero su toque hizo que tomara animo en decírselo. —Ahora que los poderes de Poseidón ya no están unidos a ti, yo pensaba que tal vez... estarías de acuerdo con que puedas llevar mi símbolo y ser mi hijo...

—Oh —su gesto me hizo entender que tal vez no fue un buen momento y que no se lo esperaba para nada.

—No, no tienes que responder... y no debes sentirte mal si es que la respuesta es no —negó con la cabeza rápidamente para cortarme, estaba entrando en pánico porque sentí que tal vez lo estaba arrinconando.

—Lady Hestia, no creo merecer el honor de ser llamado tu hijo —su nobleza siempre había sido notable, pero esta vez creo que estaba tan tocado que no pensaba que pudiera ser una realidad.

—No digas eso Percy —tome su mano y estaba temblorosa. —Pero será mejor que lo pienses antes de dar tu respuesta, vendré a verte cuándo Caos hablé contigo, entonces podremos hablar de ello —asintió con una ligera sonrisa, supe que fue una idea darle tiempo. Tal vez en su mente tenía otros planes.

—Está bien —me dijo tranquilamente mientras se arropaba con la frazada. No me había percatado hasta ese momento de que tenía el torso descubierto y que su ropa estaba hecha un desastre.

—Ahora mejor entra, no quiero que Piper piense que alguien te secuestro —Piper seguramente aun dormía, pero el sol ya estaba por asomar, asi que no quería que se despertara con un susto.

—Sobre Piper ¿cómo es que llego aquí? —tarde o temprano esa pregunta sería hecha.

—Creo que es algo que deberás preguntarle a ella —yo tenía conocimiento sobre las circunstancias por las que Piper estaba aquí, pero necesitaría escucharlo de ella misma. No me correspondía a mí.

—Comprendo —dijo cortésmente. No podía seguir viendo su apariencia tal desaliñada.

—Quédate quieto —le ordene y chasquee los dedos para que obtuviera un nuevo atuendo, nada presuntuoso, solo ropa nueva similar a la que alguna vez le había visto usar.

—Oh, muchas gracias, me daba vergüenza andar por allí vestido asi —me reí, me imagino la vergüenza que debe haber sentido al estar cerca de Piper asi.

—Nos veremos en unos días, Percy —el hizo una reverencia, y suspiré porque no podía corregir ese hábito en él. Creo que se dio cuenta porque sonrió torpemente en modo de disculpa.

PIPER

—FLASHBACK—

Me desperté con calor, y rápidamente miré a mi alrededor y Percy no estaba, me levante, el fuego estaba muy intenso asi que disipe un poco los leños para que bajara la intensidad. No me preocupe demasiado porque nadie podía encontrarnos aquí. Pero si me preocupaba que estuviera afuera en su condición. Me asomé hacia afuera y lo vi. Estaba de pie frente al lago, abrigado por una frazada, me sentí más tranquila de que estuviera cerca, solo necesitaba estar un tiempo a solas para poder ordenar sus pensamientos, Hestia me lo había dicho.

Supe que necesitaría comer algo pronto, no solo podía comer galletas azules, necesitaba recuperar sus fuerzas, por lo que me dedique a preparar el desayuno, convocando uno y otro ingrediente para que pudiera comer. Era momento de cambiar las sábanas para que cuando decidiera volver a la tienda pudiera descansar. Pude sentir que una presencia había entrado en el ambiente. Rápidamente salí a ver, era lady Hestia, quien estaba en la entrada de la tienda, me sonrió amablemente.

—Lleva un rato largo —le conté un poco de como Percy llevaba tiempo mirando el lago, seguramente perdido en sus pensamientos.

—Lo necesita, es mejor asi —suspiro, como si no hubiera algo que ella pudiera hacer para poder ayudarlo en este momento difícil. Yo me sentía de la misma manera, pero había decidido, que lo que Percy necesitara en este tiempo de paz para él yo debería ayudar con eso.

—Iré a terminar de preparar el desayuno —me despedí con la idea en mente de hablar con Percy sobre otras cosas que no tuvieran que ver con la vida de semidiós.

—Piper... —me detuvo de volver a la tienda.

—Luego de hablar con Percy voy rumbo al campamento Júpiter... —me sorprendió que nombrara el campamento Júpiter. No quería saber nada sobre ello.

—Oh, ya veo. No tengo intención de volver a ese lugar —era la cruda verdad, aquí me sentía a salvo y no tenía la presión de la vida de un semidiós.

—Tu madre también ira junto con Júpiter ¿hay algo que debería saber? —suspiré con un poco de frustración, este tema se estaba extendiendo más de lo que debía, tal vez debí hablar con mamá antes de siquiera dejar el campamento.

Me tomé mi tiempo para contarle las circunstancias por las que había estado en el mismo lugar donde Percy había resultado herido, la historia no era muy larga, pero si le conté a detalle, aún las conversaciones que había tenido con mamá. El rostro de Hestia se mantenía tranquilo, pero por momentos podía ver que se estaba fastidiando de la evolución de la historia.

Luego de haberle contado mi historia se quedó conmigo parada un momento y miramos a Percy aún de pie sobre el lago, por lo que se disculpó conmigo y se fue rumbo a donde estaba Percy, supuse que necesitaban todavía tiempo a solas para poder terminar de hablar. Por lo que entre en la tienda para poder ordenar todo.

—FIN DE FLASHBACK—

|||—||||—||||—||||

Me quedé pensativa en lo que había hablado con Hestia con respecto a que iba a estar en el campamento Júpiter que no me di cuenta de nada salvo que miraba el fuego luego de haber ordenado y cambiado todo en la tienda.

—Piper —mi mente seguía prendida en ese pensamiento. —¡Piper! —me sobresalté para darme cuenta que Percy estaba detrás mío. Su mirada estaba decaída aún y era completamente comprensible.

—Oh, oh, Percy —me sorprendí un poco cuando lo vi bien vestido. Aún tenía un semblante débil, pero ya no andaba con el torso desnudo, lo cual hacia más fácil que lo mirara de frente.

—¿Que paso? —me pregunto mientras se sentaba junto al fuego y se acomodaba la frazada.

—Nada, solo estaba pensando —le dije con un poco de descuido. —Deberías comer algo, has estado mucho tiempo allí fuera —le dije mientras llevaba una bandeja con alimento y una taza de café.

—Suena bien, suena bien —parecía también que él tenía mucho en mente, por la forma en cómo me contestó. Sus ojos se veían sin el particular color que antes tenía. Sabía que pronto ya ni siquiera habría un vestigio de ello. Eso me preocupaba.

—Luego del desayuno saldré un rato a explorar la zona —le conté mientras terminaba de llenar de cosas mi mochila, iba de exploración por todo el lugar que podíamos estar dentro de la barrera.

—Claro eso estaría bien —me respondió Percy husmeando entre las cosas que estaba ordenando en mi mochila.

—Deberías descansar, aun no estás bien del todo —le empuje hacia la cama, pero no se rindió.

—Si doctora —dijo con fingido cansancio.

—Ya anda, déjate de bromas —le dirigí a la cama y le obligué a acostarse, aun sentía dolo lo sabía, asi que tuvo que detenerse por una punzada en el costado.

—Bueno, pero cuando vuelvas quiero saber cómo terminaste aquí, tengo curiosidad —me quede un poco sorprendida de que me preguntara eso. Que no supe cómo reaccionar, salvo que me di la vuelta y fue a tomar mi mochila.

—Creo que debería irme —susurré, no quería hablar de eso con él, especialmente no con él. Me daba vergüenza que supiera que me habían dejado.

—Piper, lo siento, no quería presionarte. No debemos hablar de eso si no lo deseas —dijo disculpándose, di una media sonrisa, no tenía por qué hacer el ambiente incómodo.

—Volveré para el almuerzo —me despedí y salí rumbo a los límites de la barrera, iba rodearla para poder conocer todo el territorio, talvez podríamos mover la tienda a un lugar más favorable, no quería que estuviera todo el tiempo cerca del agua, no era bueno para el por los últimos acontecimientos.

JASON

Se había ido. Por un momento pensé que solo se había retirado para estar sola, para pensar y luego podamos hablar de las cosas que habían pasado, pero han pasado 5 días y no volvió. Deje que las cosas siguieran su rumbo, supongo que ella regreso al campamento mestizo. Seguí en mis labores como Pretor, la paz reinaba en el campamento, lo cual era ciertamente raro, pero es mejor disfrutar de estos momentos de paz, ya que no se sabe lo mal que se puede poner luego.

Con respecto a Percy, no hubo ninguna noticia, los dioses no querían decirnos de su estado, ni siquiera nos permitían buscarlo. Así que solo confiábamos que el pudiera estar a salvo, es el más grande semidiós que alguna vez hubo así que si alguno podía sobrevivir esa maldición era él.

Eran ya 5 días desde que desapareció Piper, estábamos todos reunidos para el almuerzo, Reyna y yo estábamos sentados en la mesa principal, cuando 3 figuras brillaron, todos cerramos nuestros ojos, para no ser fulminados por la exposición de poder que estaba ante nuestros ojos. Eran mi padre (Júpiter), Venus (oh, demonios estoy en problemas) y Vesta, no hubo tiempo.

—Reunid a todos, tenemos noticias que deben saber —dijo un poco enojado mi padre, mientras miraba de reojo a Venus, pude sentir la tensión entre ellos, sabía que nada bueno iba a salir de todo eso. Pero al instante Reyna y yo dimos las órdenes para llamar a todos los que no estaban en el salón. Pronto el silencio reino en el salón, nadie se atrevía a decir nada. Hasta que mi padre se puso de pie. —Como saben hace un poco más de dos años Percy Jackson fue desterrado y condenado a su suerte, hoy hemos confirmado, que él ha muerto —un silencio mortal se extendió por toda la sala, pero luego empezaron a escucharse murmullos y quejas, maldiciones, lo cual empezó a enfurecer, todos sabían que ninguno de los dos campos había estado de acuerdo con el destierro de Percy.

--¡Silencio! —grito mi padre. Reyna se acercó respetuosamente a mi padre y le pregunto.

—Señor Zeus ¿esta noticia es confirmada? —Mi padre la miro seriamente, Vesta/Hestia tenía la cara sin emociones, mientras que Venus no sacaba sus ojos de encima mío, lo cual me preocupaba.

—Hades confirmo su muerte, así como también el juicio de su alma —suspiró con cansancio. —Esto da por terminado el tema Percy Jackson. Ahora tenemos un tema más privado que resolver, por lo que todos salid de la sala y dejen a mi hijo Jason —ordeno con severidad, mientras que Venus/Afrodita empezó a esbozar una sonrisa maléfica. Oh dioses se acerca mi fin. Finalmente, todos se fueron.

—¿¡Maldito hijo de Júpiter donde está mi hija!? —gritó Venus, mientras mi padre intento calmarla.

—Yo no lo sé, ella abandonó el campamento hace 7 días —intente parecer lo más seguro posible.

—¿Y por qué lo abandonó? —pregunto Venus con veneno en sus palabras.

—Yo no lo sé —mentí

—¡Maldito cobarde! —gritó encendida en ira Venus. Hestia intento contenerla, pero no lo logro, yo tenía en mi mano mi moneda dispuesta a transformarla en espada y defender mi honor, por lo que mi padre tuvo que intervenir.

—¿Qué demonios pasó con Piper? —me pregunto sin darme lugar a esquivar la pregunta

—Hace un tiempo el senado me dio un ultimátum, me dio a escoger entre mi relación con Piper y mi puesto de Pretor, puesto que acordaron que debemos mantener la pureza de sangre, tuve que elegir y yo escogí… —Venus me cortó tomando mi cuello contra la pared, se podía ver la ira destilando de sus ojos.

—Ahora tienes una misión estúpido pretor, tienes una semana para decirme donde esta... una semana a partir de hoy, sino la encuentras o está muerta...la traición que has hecho a mi hija te perseguirá por siempre, no habrá mujer que se quede a tu lado ¿¡lo has entendido!? —solo asentí y me dejo caer pesadamente al suelo mientras yo tosía recuperando el aire. Hestia sonrió con tristeza. Mientras que mi padre aparto a Venus para que no me hiciera más daño. Ella se desvaneció en una nube rosa y Hestia la siguió en una llama de fuego. Mi padre solo me miraba pensativamente.

—La misión que tienes por delante es casi imposible, ella no está muerta pero tampoco es posible rastrearla, así que mejor es que te pongas en marcha... buena suerte hijo —dijo tristemente. La maldición que iba a recibir era demasiado dura, yo quería formar una familia, tener hijos, establecerme, no permitiré que una estúpida diosa del amor me arruine. Me reincorporé y me dirigí a buscar suministros, armas, dinero y todo que necesitaba para el viaje. Hablé con Reyna y me dispuse a emprender mi viaje, dispuesto a no volver derrotado.

THALIA

Me he sentido un poco culpable por lo que hice a Nico, no sé porque reacciono así delante de él, después de que cerré el IM, me sentía traicionada, tenía un ataque de ira que no podía controlar, tenía ganas de saltar a través del IM y freír a la hijita de Afrodita y luego tomarme mi tiempo para desollar a Nico.

Pasaron los días y el intentaba contactar conmigo, pero siempre conseguía una excusa tonta, y de manera fría le cortaba cualquier intento de comunicación, lo intento un par de veces más y luego desistió de su intento, lo cual me alegro, aunque el fondo quería que insistiera más, pero era lo mejor, yo tenía un compromiso que cumplir con la caza y no podía permitirme un desliz.

Artemisa hoy a fue a una reunión, no tenía buenas sensaciones de esas reuniones, pero decidí hacer a un lado mis temores y concentrarme en entrenar con las chicas. Por la noche volvió mi señora y convoco a todas a una reunión alrededor de la fogata. No podía ser tan malo.

—Chicas tengo 2 noticias —dijo con aire marcial, poco común el formalismo de Artemisa. —P… Percy Jackson ha muerto —mi mundo se detuvo, no podía ser posible, no podía dar crédito a lo que mis oídos escuchaban.

Naturalmente las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, aunque los cerré para que no salieran, pero falle miserablemente. No pude aguantarlo más, no podía ser débil, no delante de la caza, salí corriendo, mientras mi corazón se desprendía de mi pecho, mi mejor amigo, mi primo había muerto. Llegue a un pequeño riachuelo y ahogue mis lágrimas de rodillas viendo mi reflejo en el rio, mientras maldecía a todos los dioses, mientras ahogaba los gritos de mi corazón, no pude decir adiós. Mi cuerpo crepitaba de rabia, mis lágrimas eran amargas, debía vengar a Percy, han pasado 2 años y no he tenido la suerte de ir al campamento, tampoco de cruzarme con esa perra hija de Atenea, supongo que Artemisa tiene mucho que ver, sabe que la mataría sin pensarlo.

—Thalia... lo siento mucho —escuche un pequeño susurro, era Artemisa.

—Yo debo vengarlo mi señora y usted lo sabe, me ha mantenido lejos del campamento 2 años, pero esta vez debo ir —dije con determinación secando mis lágrimas. Ella me miró fijamente y suspiro.

—No te detendré esta vez... seguro que a estas horas ya saben lo de Percy y no estarás sola en tu venganza contra Annabeth y el estúpido de Mark —dijo ese último nombre casi con asco. —Hay algo más que debes saber, Piper está desaparecida, desde hace 3 días.

—¿Queeee? ¿Comooo? —demasiadas malas noticias en un solo momento.

—Afrodita está furiosa con tu hermano, porque él le rompió el corazón y por eso ella huyó del campamento Júpiter, según supe iba a verlo junto con Zeus y Hestia para darle plazo una semana para hallarla, de lo contrario Afrodita le amenazó con destruir su vida amorosa en venganza por el corazón roto de Piper —como hermana podía sentir lastima por Jason, pero como mujer y cazadora no puedo soportar la traición.

—¿Cómo fue exactamente qué le rompió el corazón? —Le pregunte tratando de calmarme, las malas noticias son un tormento.

—Según entendí el senado le dio a escoger entre su relación con Piper y su puesto de pretor, puesto que no iban a permitir que se mezclara sangre romana con la griega en esos puestos —dijo Artemisa tratando de ser lo más breve posible.

—Oh ya veo... su defecto fatal lo venció. Bueno es mi hermano y lo amo, pero debe hacerse cargo de sus actos, la traición debe pagarse —Artemisa solo asintió.

—Mañana por la mañana te transportare al campamento, tienes una semana para arreglar tu asunto, luego volverás a la caza y daremos este asunto por cerrado ¿de acuerdo? —me dijo seriamente.

—Si mi señora, sé que en el campamento se le darán los honores respectivos así que me dará tiempo de estar presente en el adiós.

—Bueno mejor te vas a dormir, necesitaras toda tu energía para la labor que te espera, por favor, haz algo en nombre de las cazadoras al imbécil de Mark ¿sí? —sonrió Artemisa con desenfreno.

—Será un placer mi señora.... buenas noches —y luego empecé a caminar de regreso a mi tienda, pensando en que el día de mi venganza por fin había llegado.

More Chapters