Ficool

Chapter 13 - Capitulo:Volver a Mirarte

🌅 Perspectiva de Nicole — Mañana antes del colegio

El celular vibrĂł con la alarma.

Nicole lo apagĂł sin quejarse.

Se quedĂł unos segundos mirando el techo, recordando el mensaje de Alex.

SonriĂł.

No por las palabras.

Por lo que sintiĂł al leerlas.

"Claro que quiero pasar el recreo con vos mañana."

Se levantĂł con calma.

EligiĂł una blusa que le gustaba.

Se peinó con más cuidado.

No para impresionar.

Para sentirse bien.

Mientras desayunaba, pensĂł:

"Hoy quiero que me vea.

No como la que huyĂł.

Como la que siente."

🚶 Perspectiva de Alex — Camino al colegio

Alex caminaba con Grey, que hablaba de cualquier cosa.

Pero él no escuchaba.

TenĂ­a la rosa escondida en su mochila, envuelta en una servilleta blanca.

La habĂ­a elegido con cuidado.

No era grande.

No era perfecta.

Pero era para ella.

Grey lo mirĂł de reojo.

—¿Estás nervioso?

—Un poco.

—¿Por ella?

Alex asintiĂł.

—Hoy quiero que sepa que puede confiar en mí.

—Que no fue solo un "te amo".

—Que fue real.

Grey sonriĂł.

—Entonces hacelo bien.

Alex apretĂł la mochila.

Y pensĂł:

"Hoy no quiero que me tema.

Quiero que me elija."

🏫 En el aula — Perspectiva de Nicole

Nicole llegĂł al colegio con el corazĂłn acelerado.

En clase, no prestĂł atenciĂłn.

Miraba el reloj.

Esperaba el recreo.

Michelle la observĂł.

—¿Estás bien?

Nicole sonriĂł.

—Sí.

—Hoy… quiero que todo sea distinto.

Michelle la mirĂł con ternura.

—Entonces que lo sea.

đź•’ TransiciĂłn al primer recreo

El timbre sonĂł.

Nicole se levantĂł sin apuro.

TomĂł su lonchera.

Y fue directo a su banco favorito.

Porque sabía que él sabía dónde estaría.

Nicole llegĂł al banco antes que el timbre terminara de sonar.

Se sentĂł con la lonchera en las piernas, pero no comiĂł.

Solo esperĂł.

Sabía que él vendría.

Sabía que él sabía.

Y no se equivocĂł.

Alex apareció entre los árboles, caminando con las manos atrás, el rostro encendido como si el sol le hubiera pintado las mejillas.

—Hola… —dijo, con una sonrisa tímida.

Nicole le devolviĂł la sonrisa, aunque el corazĂłn le latĂ­a como si fuera la primera vez.

—Hola, Alex.

Él se quedó de pie, mirándola.

Ella notó que escondía algo detrás de su espalda.

—¿Qué tenés ahí?

Alex dudĂł un segundo.

Pero luego, con una sonrisa nerviosa, sacĂł la rosa.

—Es para vos.

—Porque… te quiero mucho.

Nicole se quedĂł en silencio.

La rosa era simple, roja, con el tallo envuelto en una cinta blanca.

Pero para ella, era perfecta.

Se estremeciĂł.

No por el frĂ­o.

Por lo que sintiĂł.

—Yo también te quiero, Alex —dijo, con una ternura que le temblaba en la voz.

Lo mirĂł a los ojos.

Y luego, bajito:

—¿Podés ponérmela en el pelo?

Alex asintiĂł.

No dudĂł.

Se acercĂł.

Con cuidado, como si tocara algo frágil, colocó la rosa detrás de su oreja.

Nicole bajĂł la mirada, sonrojada.

—Te ves más lindo cuando actuás románticamente.

Alex sonrió, más seguro.

—Lo haría por vos siempre.

—Aunque me tiemblen las manos.

—Aunque me muera de vergüenza.

Nicole lo mirĂł, con los ojos brillosos.

—Entonces seguí temblando.

—Porque me gusta cómo me hacés sentir.

Se quedaron en silencio.

El viento movĂ­a las hojas.

El patio seguĂ­a lleno de ruido.

Pero en ese banco, solo estaban ellos dos.

Alex le tomĂł la mano, sin pedir permiso.

Y Nicole no la soltĂł.

Porque a veces, el amor no necesita promesas.

Solo una rosa, una mirada… y el valor de quedarse.

đź•’ Fin del primer recreo

El timbre sonĂł, pero ninguno se moviĂł.

Nicole y Alex seguĂ­an tomados de la mano, como si el mundo no los apurara.

Se miraron.

Sonrieron.

Y soltaron lentamente los dedos, como si dejar de tocarse fuera una promesa de volver a hacerlo.

—Nos vemos en el segundo —dijo Alex, con voz suave.

—Te voy a estar esperando —respondió Nicole, con una sonrisa que le temblaba en los labios.

🏫 En el aula — Perspectiva de Nicole

Nicole volviĂł a clase, pero no volviĂł del todo.

Su cuerpo estaba ahĂ­.

Su mente, no.

Jugaba con su mano, tocando el lugar donde Alex la habĂ­a sostenido.

La giraba, la apretaba, la miraba como si pudiera recordar el calor.

Michelle la observĂł desde el costado.

—¿Estás bien?

Nicole no respondiĂł.

Solo murmurĂł:

—Quiero hablar con él otra vez.

—Ya lo extraño.

🍽️ Segundo recreo — En el comedor

Nicole entrĂł al comedor con la bandeja en las manos.

BuscĂł con la mirada.

Y lo vio.

Alex estaba con unas chicas de su curso, hablando y riendo.

Pero cuando la vio, todo cambiĂł.

Se despidió rápido.

CaminĂł directo hacia ella.

Se sentĂł a su lado, sin pedir permiso.

Nicole se sonrojĂł.

—Quería hablar con vos otra vez…

Alex sonriĂł.

—Por eso me senté con vos.

—Porque yo también quería hablar con vos.

Se miraron.

La comida quedĂł olvidada.

—¿Te gustó la rosa? —preguntó él.

—Mucho.

—La tengo guardada en mi cuaderno.

—Como si fuera un secreto solo nuestro.

Alex bajĂł la mirada, sonrojado.

—Me gusta que sea tuyo.

—Me gusta que me mires así.

Nicole se riĂł bajito.

—¿Así cómo?

—Como si yo fuera alguien importante.

—Es que lo sos.

Silencio.

Sonrisas.

Y luego, Alex dijo:

—¿Vamos al pabellón?

Nicole asintiĂł.

—Sí. Quiero estar con vos sin ruido.

🏫 En el pabellón

Se sentaron en el suelo, cerca de la pared, donde el sol entraba por una ventana alta.

No habĂ­a nadie.

Solo ellos.

Nicole se acomodĂł.

Y sin pedir permiso, se acostĂł sobre las rodillas de Alex.

Él se quedó congelado.

Sonrojado.

Con el corazĂłn latiendo como si fuera el primer recreo otra vez.

—¿Está bien? —preguntó Nicole, mirándolo desde abajo.

Alex tragĂł saliva.

SonriĂł.

—Sí.

—Solo que… no sabía que ibas a hacer eso.

—Me siento segura con vos.

—Y quería estar cerca.

Alex le acariciĂł el cabello con cuidado.

Como si cada hebra fuera una nota de mĂşsica.

—Sos hermosa —susurró.

Nicole cerrĂł los ojos.

SonriĂł.

—Y vos sos tierno.

—Aunque te hagas el fuerte.

Alex bajĂł la mirada.

Le tocĂł la mejilla con la yema de los dedos.

—No soy fuerte.

—Pero con vos… me dan ganas de serlo.

Nicole abriĂł los ojos.

Lo mirĂł.

—Entonces quedate así.

—Porque yo también quiero ser fuerte con vos.

Se quedaron en silencio.

El sol los bañaba.

El pabellĂłn parecĂ­a otro mundo.

🚪 Salida del colegio 

Nicole y Alex salieron juntos por la puerta principal.

El sol bajaba lento, como si también quisiera quedarse a mirar.

Caminaron despacio, sin apuro.

Como si el dĂ­a no quisiera terminar.

Nicole lo mirĂł de reojo.

—¿Vos no querías estar en pareja?

Alex se riĂł bajito.

—No quería.

—Pero vos me hacés dudar.

—Y si algún día digo que no… es que los hombres somos mentirosos.

Nicole se riĂł fuerte.

—No digas eso.

—No todos son mentirosos.

Alex la mirĂł con ternura.

—Tenés razón.

—Yo no quiero mentirte.

—Ni ahora. Ni nunca.

Nicole bajĂł la mirada, sonrojada.

—Entonces no me prometas nada.

—Solo quedate.

Alex se detuvo un segundo.

La mirĂł.

Y luego dijo:

—¿Querés que te lleve a tu casa?

Nicole sonriĂł.

—Sí.

—Pero solo si me das la mano.

Alex extendiĂł la suya.

Nicole la tomĂł sin dudar.

🚶 Camino a casa 

Caminaron por la vereda, esquivando hojas secas.

Nicole hablaba de cosas simples: su clase, una tarea, una canciĂłn que no podĂ­a sacarse de la cabeza.

Alex la escuchaba, pero más que eso, la miraba.

Como si cada palabra fuera una nota que querĂ­a memorizar.

—¿Y vos? —preguntó ella—. ¿Qué pensaste todo el día?

Alex sonriĂł.

—Pensé que sos más valiente de lo que creés.

—Y que yo soy más feliz cuando estoy con vos.

Nicole se detuvo.

Lo mirĂł.

—Sos cursi.

—Sos mi culpa.

—¿Mi culpa?

—Sí.

—Desde que te conocí, no puedo dejar de sentir cosas que no sentía antes.

Nicole se sonrojĂł.

Pero no dijo nada.

Solo apretó su mano más fuerte.

🏡 Llegada a casa 

Llegaron a la puerta.

Nicole se girĂł para despedirse.

Alex dudĂł un segundo.

Y luego la abrazĂł.

No fue largo.

Ni apretado.

Pero fue real.

Nicole se quedĂł quieta.

Con el corazĂłn latiendo fuerte.

Y las mejillas encendidas.

—Gracias por caminar conmigo —dijo ella.

—Gracias por dejarme hacerlo —respondió él.

Se separaron.

Nicole entrĂł.

🏠 En casa — Perspectiva de Nicole

Apenas cruzó la puerta, su mamá la miró con una sonrisa enorme.

—¡Los vi abrazados!

—Sabía que eran novios.

Nicole se sonrojĂł.

Se quitĂł los zapatos.

Y murmurĂł:

—Todavía no lo somos…

SubiĂł a su cuarto.

Se tirĂł en la cama.

MirĂł el techo.

Y pensĂł:

"Pero si sigue abrazándome así… no voy a poder resistirme."

"Fin del Capitulo 12"

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