Ficool

Chapter 10 - una mañana muy tranquila

"Capítulo 10 — El Club del Caos Cotidiano"

El reloj marcaba las ocho de la mañana cuando la voz de la profesora resonó en el aula con un bostezo tan largo que hizo tambalear la paciencia de Leónidas.

Era lunes.

Y como todos los lunes en la Academia Kōri, las cosas empezaban… *mal*.

Aki no había venido.

La nota que dejó decía simplemente:

> *"Hoy tengo que ocuparme de unos asuntos de biblioteca. No destruyas nada, Leónidas."*

Y Kaoru —la flamante Emperatriz Carmesí—, según los rumores, había dicho que tenía *"mejores cosas que hacer que vigilar a un ruso confundido todo el día"*.

Eso fue exactamente lo que escuchó Leónidas cuando entró a clase.

Bueno, eso y una risa de fondo tan molesta que casi lo hizo girar con el pupitre incluido.

Suspiró.

—Un día sin Aki, sin Kaoru y sin problemas… —dijo, estirándose en el asiento—. ¿Qué podría salir mal?

La respuesta, como casi siempre en su vida, llegó en menos de cinco segundos.

---

1. El primer recluta: "Hiroto, el culturista romántico"

Leónidas estaba sentado en las gradas del gimnasio, observando a los estudiantes entrenar. Necesitaba reclutar a alguien, y rápido. Su "Club de Conocimiento, Noticias y Observaciones" tenía solo una mesa, una silla y su dignidad en estado crítico.

Fue entonces cuando vio algo moverse entre la multitud.

No, *alguien*.

Un tipo enorme, músculos tallados como si se alimentara de acero líquido, levantaba pesas mientras gritaba:

—¡¡POR EL AMOR Y LA GLORIAAAA!!

Leónidas parpadeó.

El tipo bajó la barra, sudor cayendo en gotas casi teatrales.

Tenía una bandana rosada y un espejo en la mano.

—Tú —dijo Leónidas, acercándose—. ¿Quieres unirte a un club?

El hombre lo miró con una sonrisa brillante.

—¿Un club? Solo si incluye romance, drama y tal vez lágrimas viriles.

—No exactamente… —respondió Leónidas.

—¿Hay mujeres?

—Tal vez.

—Entonces me apunto.

Así conoció a **Hiroto Tanaka**, apodado *"El músculo del amor"*.

En cinco minutos ya había flexionado frente a todo el gimnasio y declarado que su sueño era "convertir cada entrenamiento en una telenovela".

Leónidas lo aceptó sin pensarlo. No por gusto, sino porque cargar cajas de papeles requería fuerza. Y paciencia. Dos cosas que él no tenía.

---

2. El segundo recluta: "Ryo, el otaku combatiente"

El siguiente encuentro ocurrió en el patio trasero. Leónidas escuchó un grito:

—¡¡RASENGAAAN!!

Y luego el sonido de algo rompiéndose.

Una maceta, un vidrio… y posiblemente la dignidad de alguien.

Ahí estaba **Ryo**, un chico delgado, con lentes y una camiseta de anime, intentando recrear un movimiento de pelea.

Cuando lo vio, Leónidas pensó: *"Este tipo es un peligro. Perfecto."*

—¿Practicas artes marciales? —preguntó.

—Sí, pero solo las que aparecen en anime.

—¿Y funcionan?

Ryo levantó un dedo con orgullo.

—Depende. Si crees con el corazón… todo es posible.

Una ráfaga de viento lo golpeó justo en la cara.

Silencio.

Luego, él añadió:

—Excepto detener proyectiles. Eso aún no.

Aun así, Leónidas lo reclutó.

El chico tenía reflejos rápidos, sabía moverse y, sobre todo, nunca se rendía.

Además, tener a un "otaku especialista en estilos imposibles" era… interesante.

Y un poco aterrador.

---

3. El tercero: "Kenji, el trabajador estoico"

Más tarde, Leónidas entró a la cafetería y vio a un chico fregando mesas mientras estudiaba un cuaderno lleno de fórmulas.

**Kenji Arata**, cabello corto, expresión cansada, uniforme manchado con café.

Trabajaba medio tiempo en la cafetería y por las noches estudiaba hasta dormirse sobre los apuntes.

—¿Quieres unirte a un club? —le preguntó Leónidas.

Kenji levantó la vista.

—¿Pagan?

—No.

—Entonces no puedo.

—Te daré comida gratis del club.

—…Estoy dentro.

Y así, sin más, el equipo ganó a su tercer miembro.

Kenji no hablaba mucho, pero cuando lo hacía, todos escuchaban.

Tenía ese aire de hermano mayor que lo hacía parecer el único cuerdo entre lunáticos.

---

4. El cuarto: "Takuma, el "Papá"

El siguiente apareció por accidente.

Literalmente.

Mientras Leónidas discutía con Hiroto sobre si el gimnasio debería tener música romántica de fondo, un tipo alto y tranquilo entró corriendo, llevando de la mano a una niña pequeña.

—¿Se te cayó una mini persona? —preguntó Leónidas.

El tipo suspiró.

—Es mi hermana. No tengo con quién dejarla.

La niña lo miró con ojos redondos.

—¡Onii-chan dice malas palabras cuando estudia!

Leónidas sonrió.

—Encajas perfecto. Bienvenido al club.

—¿Qué club?

—El de sobrevivir a este colegio.

Y así, **Takuma "el Papá"** se unió.

Era fuerte, calmado y tenía una paciencia casi sobrenatural.

Nadie lo sabía, pero era uno de los pocos estudiantes que se había enfrentado a miembros de distritos y sobrevivido sin ser reclutado por nadie.

---

5. El quinto: "Ren, el guapo millonario"

Por último, cuando el día casi terminaba, Leónidas fue llamado a la azotea.

Allí, sentado sobre el borde, estaba **Ren Kanzaki**, el chico más popular del colegio.

Traje impecable, sonrisa de comercial y una mirada que decía *"soy rico, guapo y aburrido"*.

—Así que tú eres el ruso del nuevo club —dijo Ren sin girarse.

—Y tú el tipo que hace que todos suspiren —replicó Leónidas.

Ren sonrió.

—Me interesa tu club. Pero no por conocimiento… sino porque me aburro.

—¿Eres bueno en algo?

—Depende. ¿Cuentan las cenas en París?

Leónidas suspiró.

—Bienvenido, millonario.

Ren se giró, levantó una ceja y extendió la mano.

—Preferiría que me llamaras *el Elegido del Estilo*.

—Te llamaré "Rico".

—Acepto.

---

6. La intrusa inesperada: "Reina, la mano derecha de Kaoru"

Cuando todos estaban en el salón del club —una vieja aula llena de polvo y posters caídos—, la puerta se abrió con un estruendo.

Entró **Reina**, la mano derecha de Kaoru, conocida como *La Reina del Distrito 3*.

Cabello oscuro con un mechón rojo, mirada intensa y una postura que hacía que todos los demás parecieran aprendices.

—¿Así que este es el famoso club del caos? —dijo cruzándose de brazos.

Hiroto dejó caer una mancuerna.

Ryo se escondió detrás de una silla.

Ren simplemente sonrió, encantado.

—Kaoru me pidió que echara un vistazo —continuó ella—. Pero viendo esto… no entiendo si es un club o un refugio para casos perdidos.

Leónidas se encogió de hombros.

—Ambas cosas. ¿Te unes?

Reina lo miró como si hubiera dicho la mayor estupidez del mundo…

Y luego, sonriendo con ironía, respondió:

—Tal vez. Pero solo si me dejas el escritorio principal.

Así fue como, entre sarcasmo, risas y gritos, **Reina se convirtió en la séptima integrante** del grupo.

---

7. El caos se desata

La primera reunión fue un desastre glorioso.

Ryo trajo ramen instantáneo y lo derramó sobre los papeles.

Hiroto propuso que el lema del club fuera *"¡Amor y conocimiento, músculos y pasión!"*.

Kenji dormía en una esquina con un libro en la cara.

Takuma trataba de que su hermana no pintara la pizarra.

Ren se tomaba selfies.

Y Reina… los observaba a todos como si evaluara a un grupo de chimpancés inteligentes.

—No sé si esto es un club —dijo Leónidas finalmente— o una maldición.

Reina lo miró con media sonrisa.

—Ambas cosas suelen ir juntas, Volkhov.

---

8. Un respiro entre el caos

Al caer la tarde, el sol entraba por la ventana del club.

Por primera vez, el ruido cesó.

Los siete estaban sentados alrededor de la mesa, cansados pero sonrientes.

—¿Sabes, Leónidas? —dijo Kenji mientras cerraba su cuaderno—. Tal vez esto sí funcione.

—¿Por qué lo dices?

—Porque ninguno de nosotros tiene un sitio… y, de alguna forma, este lugar lo parece.

Leónidas lo pensó por un momento.

Y por primera vez desde que llegó al colegio, sintió algo parecido a pertenecer.

—Entonces queda decidido —dijo finalmente—.

**El Club del Conocimiento, Noticias y Observaciones** será algo más.

Será nuestro refugio.

Hiroto levantó la mano.

—¿Puedo ponerle un lema?

—No.

—¿Un logotipo?

—Tampoco.

—¿Una mascota?

—Hiroto…

—¡UN MÚSCULO DORADO EN LLAMAS!

—¡No!

Todos rieron.

Incluso Reina.

Y cuando eso pasó, Leónidas sonrió sin darse cuenta.

El caos tenía su propia armonía.

Y ese era su comienzo.

---

More Chapters