Comenzó como una leve curiosidad.
Es como una maldita curiosidad.
***
Los juegos para móviles eran uno de los pocos pasatiempos que tenía cuando era niño, a pesar de que de la noche a la mañana me quedé sin trabajo.
No cuesta dinero y se puede disfrutar en cualquier momento y en cualquier lugar, por lo que es el pasatiempo perfecto para un gorrón sin blanca como yo.
Como de costumbre, estaba comiendo la comida que preparaba mi mamá, dando vueltas en la cama, buscando un juego nuevo, cuando "eso" me llamó la atención.
'¿Corazón de acero?'
Hice clic en el juego, atraído por su nombre familiar pero único, y apareció una breve descripción.
Es un juego en el que cambias la historia eligiendo el país y la persona que quieras.
Pensé que no estaría mal, así que hice clic en el menú y apareció una lista de cientos de países.
Desde países conocidos como Estados Unidos, Rusia y China, hasta países del tercer mundo como Nepal, Armenia y Etiopía, pasando por países menos conocidos como Yibuti y Nauru,
No había país que no lo tuviera.
'¿Me estás pegando un poquito?'
Mi primera opción fue Gambia.
No hay ninguna razón en particular
Fue simplemente el espíritu el que me dijo que lo hiciera.
Lamentablemente, al hacer clic en Gambia, me indicó que aún estaba en preparación y no pude conectarme. Si era así, ¿por qué lo incluí desde el principio?
Entonces ¿qué hacemos?
¿Estados Unidos? Ya es una superpotencia. ¿Qué más puede cambiar?
¿Inglaterra? ¿Francia? No me interesa especialmente.
No me gusta China y tampoco me interesa especialmente Rusia.
¿Afganistán? ¿Tíbet? Interesante, pero la dificultad parece demasiado infernal.
Después de mucha deliberación, el país que elegí fue Alemania.
Alemania.
Un país que hoy se jacta de ser una potencia europea pero ignora sus deberes, pero hace un siglo era el niño más problemático del mundo.
Elegí Alemania porque el nivel de dificultad en sí me pareció apropiado.
Cuando hice clic en Alemania, apareció una lista tan larga que parecía que nunca terminaría.
Desde Federico I hasta Martín Lutero, Bismarck y el actual canciller alemán, Olaf Scholz.
Me sentí mareado por la larga, larga lista que parecía no tener fin por más que me desplazara por ella.
Dios mío, ¿cuánta gente hay?
Voy a tener que elegir uno de una lista de al menos mil, y voy a perder todo mi tiempo pensando en ello.
Me estaba molestando, así que hice clic en el botón de selección aleatoria. Iría con cualquiera que encontrara.
Pensándolo ahora, no debería haber hecho eso.
No, la mejor manera era no jugar el juego en absoluto.
Pero cuando me di cuenta de esto, el juego ya había comenzado.
Cuando la ruleta dejó de girar, no pude evitar sorprenderme.
¿Hitler? ¿Es cierto?
Adolfo Hitler.
Un dictador de un calibre sin precedentes en la historia de la humanidad, conocido por todos.
Pero como Hitler nació en Austria, empecé a preguntarme si debería estar en Austria y no en Alemania.
Bueno, el propio Hitler se consideraba alemán y actuaba principalmente en Alemania, por lo que no se puede decir que estuviera equivocado.
Although I felt somewhat repulsed by the image Hitler had, I thought playing Hitler would be more fun than playing Bismarck, a fraud who had descended into reality, or Frederick the Great, who was known for his incredible luck.
When I clicked on Hitler's picture, the screen changed and a 'mission' appeared.
Hitler, an aspiring artist, sought to unite Europe under the German flag, but ultimately failed. Become Führer, make Germany a great power, win the war, and realize his unfulfilled ambitions.
I pressed the play button with a light heart,
I lost consciousness immediately.
***
“How could this happen······.”
When I opened my eyes,
I had become Hitler.
No kidding, seriously.
At first I thought it was a dream.
But the sights you see, the sounds you hear, and even the touch you feel on your skin.
All things considered,
This was not a dream, it was reality.
When I first realized the situation I was in, I seriously considered suicide.
Although the thought of dying was a little scary, I was willing to die if only I could return to my original world.
But when I was about to die, a useless thought came to me.
What if you die and don't return to your original world, but just end it?
What should I do then?
I feel like I've lived too long to end my life here.
Also, there was a glimmer of hope that if I waited, a way or clue to escape this place would somehow appear.
For this reason, I eventually gave up on dying and decided to adapt to reality.
***
Since he had already become Hitler, he decided to live a life different from the Hitler of history in order to make history at least a little more positive.
Instead of entering politics, I stayed in the military and drove a stake in it.
Thanks to his record of receiving the Iron Cross, he was able to achieve the rank of sergeant major.
Since I was not the type to enjoy extravagance from the beginning, my spending was small, and I eventually saved enough money to live without worrying about money until I died in old age.
While I was living a leisurely life, just waiting for the day to retire,
A civil war broke out.
Communist parties, supported by the Soviet Union, started riots all over the country, and Germany was quickly thrown into chaos.
To make matters worse, Poland invaded during the civil war.
I was leading a platoon in a fight against the Polish army when I was shot in the chest and died.
'Is this the end······?'
But when I came to my senses, I was back to being Hitler again.
This was my first regression.
This time, instead of remaining in the army, he returned to Austria, Hitler's homeland.
Unlike Germany, which was destined for a civil war in the future, Austria was expected to be safe.
But my expectations were pleasantly wrong.
When civil war broke out in Germany, the Communist Party also started an uprising in Austria.
As Austria fell into chaos, Italy and Czechoslovakia intervened in the civil war under the pretext of suppressing communism and maintaining order.
I was killed in an Italian air raid.
La segunda vez que volví, fui a Suiza.
Suiza estaría a salvo. No habría motivo para que estallara una guerra civil y no habría posibilidad de invasión.
Pero aunque se evitó la guerra, no se pudieron evitar los accidentes de tráfico.
Cuando regresaba a casa desde el mercado, me chocó un camión que se pasaba la luz roja al cruzar la calle.
Fue trasladado de urgencia al hospital, pero murió dos días después.
La tercera vez pude esquivar el camión.
Pero esa noche, tuvo una pelea con un ladrón que irrumpió en su casa y terminó siendo apuñalado en la arteria carótida.
Mientras me moría por un sangrado excesivo, recordé la "misión" que había visto cuando comencé a jugar el juego.
¿Qué dijo? Sí, dijo que se convertiría en Führer y convertiría a Alemania en una gran potencia.
Las muertes que no pude evitar por más que lo intenté, pudieron haber sido causadas por evitar la misión.
Pensé que si completaba la misión, no solo no moriría más, sino que también podría escapar de esta tediosa regresión.
Así que decidí convertirme en presidente.
Como lo hizo Hitler a lo largo de la historia, ascendió al trono como Führer, volvió a ocupar Renania, anexó Austria, cedió los Sudetes y recuperó Prusia Occidental y Posen.
Pensé que eso era todo lo que tenía que hacer, pero todavía había una emboscada.
Como la codicia humana es infinita, cuando Polonia, su archienemigo, fue destruida, los nobles y junkers prusianos comenzaron a codiciar la restauración de la monarquía.
Naturalmente, me opuse a la restauración de la monarquía. No había necesidad ni razón para hacerlo, en primer lugar.
Pero los bienintencionados Junkers tenían ideas diferentes. ¿De verdad creían que una Alemania sin el Káiser no era Alemania en absoluto? ¿O la Restauración era solo un pretexto y querían arrebatar el poder que tenían?
Quizás fueron ambas cosas.
De todos modos, dieron un golpe de estado y me encarcelaron en el sótano de la Abwehr (agencia de contrainteligencia).
Anunciaron al público que mi estado era crítico, luego culparon a las SS y llevaron a cabo una purga.
En lugar de disolverse silenciosamente, las SS optaron por la resistencia, lo que resultó en una guerra civil.
Cuando estalló la guerra civil en Alemania, intervinieron Gran Bretaña, Francia, Italia y la Unión Soviética.
Justo antes de que el ejército soviético entrara en Berlín, me sacaron del sótano y me dispararon.
Justo antes de perder el conocimiento, hice una promesa.
Prometo que en la próxima regresión definitivamente no repetiré los errores del pasado.
Seguro que voy a tener éxito y le voy a meter una bala en el trasero a esos cabrones que me jodieron.