-Así comenzó. Un día como todos, el sol quemaba, las aves cantaban, la vida apestaba, la misma rutina-
( Dentro de una vieja, oscurecida y mohosa cabaña, de la peor y más barata madera y paja que se haya observado, sonó dicho quejido )
- Volvamos a los andares -
( la puerta de la cabaña de abrió, detrás de la sombra de la puerta, se avistó un tipo, grande, en forma, de cabello algo corto, ojos color avellana y dientes como las más finas perlas. Esta apariencia no era lo más llamativo de éste individuo, sino su distintivo más notable, un par de cuernos, pequeños como los de una cabra adulta, una piel roja como si de arándanos dulces se hablara, una mano se iba a sus ojos para cubrirse del fuerte brillo de este maravilloso día, sin embargo, para éste "hombre" no parecía disfrutarlo, este "monstruo" como muchos lo podrían llamar ; tenía nombre, si, nombre. ¿cuál?, sencillo... Neo )
-Bah, luz, suave brisa húmeda, risas de pequeños. No es mi día favorito, pero... Funciona- Dijo Neo, viendo a su al rededor con una mueca de molestia. No le molestaba la luz, ni la brisa, ni mucho menos las risas, le molestaba algo más, algo que solo el entendía ; El, le molestaba el mismo.
-¡¿Cuanto tiempo vas voy a tener que seguir aquí. Seguir... Así!?!- Neo expresó con molestia, listo para soltar un pequeño quejido, que sería más que alarmante para alguien que estuviera cerca. Sin embargo, no solo no lo hizo, sino que su cuerpo sintió un pesar al instante, un jalón, tirón, algo que prácticamente lo obligaba a girar el cuello, su cuerpo no quería, sin embargo algo dentro de el sabía que debía hacerlo. Su mirada, fija, centrada en lo que ante sus ojos solo podría ser.
-Un jodido elfo- Dijo Neo, sintiendo ese instinto que solo un depredador siente al ver a su presa, paso tras paso, sus botas dejando huellas en la humedad tierra, el sonido de chapoteo cada que su pie se hundía en los pequeños charcos que había dejado la llovizna la noche anterior.
( El "elfo" que Neo había detectado se encontrada por demás tranquilo, en un pequeño puesto de maderas y tela. Recargado en un muro de ladrillos con un poco de musgo entre patrones )
-¿Hey, tu, que se supone que estás haciendo?- La voz de Neo era baja, pero dura, lo suficientemente estricta como para que el más fiero guerrero volteara la mirada, sin embargo el "elfo" no prestaba atención, es más, continuaba viendo la mercancía que aquel vendedor poseía, sostenía una manzana, roja como esmeralda, con textura crujiente a la vista
-¡Hey, te hice una pregunta y me la vas a responder!-
( Neo levantó la voz y de manera grosera tomó la mano de aquel individuo )
-Por favor, deja ir mi mano, te lo pido- Dijo el sujeto. Esta amabilidad y paciencia tomó a Neo por sorpresa. Estaba acostumbrado a reacciones más violentas, por decir menos.
( Neo no solo dejo ir la mano del "elfo", sino que soltó también una expresión de culpa, una pequeña, lo suficiente como para ocultarse entre sus rasgos fuertes y toscos en su cara )
-De acuerdo, pero te hice una pregunta. ¿Que se supone que hace uno de tu tipo aquí, no están permitidos, lo sabes?- Neo preguntó firmemente.
-¿Mi "tipo", te refieres a comerciantes, no es así?, porque así es, es lo que soy, solo un comprador que no se mete con nadie- Dijo el tipo, el cual comenzaba a gastar la paciencia de Neo.
-¿Acaso me tomas por bufón?. Se lo que eres ; Elfo, y se lo que ustedes hacen- La voz de Neo sonó algo tembloroso, como si hubiera algo en su garganta, un nudo. Quizá.
-¿Lo que "hacemos"?, a qué te refieres, ya te lo dije, no se de que me hablas-
( El "elfo" tomaba otra manzana con su mano libre, comparándolas, sin prestarle más atención a Neo, esto no solo lo hizo enfurecer, también provocó algo en el, algo más fuerte, algo que era raro en el ; La incertidumbre, pues; ¿que haría un elfo en estos lares?. ¿ Por qué en este preciso momento?. ¿Por qué en este preciso lugar?. ¿Por qué exactamente en este punto de la vida de Neo?. Y más claro... Simplemente, ¿por qué?. )
-¡DEJA DE JUGAR AL TONTO CONMIGO!- Neo soltó una furia que no había visto hace bastante, con un jalón quitó la capucha con la que estaba cubierta el tipo, al instante; unas orejas puntiagudas y pálidas. Sonrojadas en la punta. Salieron de debajo de la capucha, un cabello ; blanco con mechas rojas entrelazadas en una coleta. Se desenrosca y cae como la crin de un caballo. Pómulos; pálidos y sonrojados, como una bola de nieve a la cual le cayó un pétalo de rosa encima.
( En efecto, era un elfo, pero no uno común, una elfo femenina, algo raro para el momento )
-Te pedí que me dejaras. ¿No fuí clara?- La voz calmada de la elfo mujer estaba llena de autoridad, su voz creo una especie de eco que ; a pesar de estar en un sitio abierto, retumbó en las paredes craneales de Neo.
-No eres una simple elfo. ¿No es así?- Dijo Neo con una sonrisa en la para. Pues, podía sentir algo en aquellas mujeres elfo, elfo diferente a algunos de los elfos que Neo había encontrado. Al menos la mayoría ; Magia, la mujer elfo irradiaba un aura misteriosa, un aura dulce, era obvio que esa elfo era una hechicera o algo parecido, al menos.
-Tanto quier s averiguarlo?. Bien, te lo concederé- La mujer elfo extiende su mano izquierda en la que tenía la manzana con el color más apagado, la manzana comenzaba a tener un rojo menos intenso, casi como la piel de Nel. Justo cuando... ¡Plap!. La manzana quedó hecha pedazos, Neo sintió la clara amenaza.
-Bien, mensaje recibido, hagamos esto-
( La sonrisa de Neo tardo más apareciendo que el báculo de la elfo en su mano, un rápido destello de luz verde se vió, al momento, el báculo estaba en el cuello de Neo. )
-¿Satisfecho, bestia?- Dijo burlonamente la elfo, teniendo a su merced a Neo.
-Pues si, un poco, rata-
( Un sonido agudo se oía una y otra vez, la joven elfo abrió los ojos en un instante, ella era una maestra en los combates, era obvio, tenía conocimiento, lo suficiente como para saber que un sonido tan agudo y rápido solo podía significar una cosa )
-Nada mal, cerdo- Dijo la elfo, tragando saliva puesto que ; Debajo de su cuello, muy cerca de la clavícula. Una sensación aguda y rasposa se sentía ; una espada muy afilada, lo suficiente como para cortar con cualquier movimiento.
-Empate, supongo- Neo sonrió.
-Supones bien- Devolvió la sonrisa la elfo.
( Tanto Neo como la elfo retiraron lentamente sus instrumentos de defensa, no tan rápido como para dar pié al otro de aprovechar la oportunidad, ambos tenían la desconfianza el uno en el otro )
-Nada mal- Se oyó la voz de ambos al unísono.
( Neo y la elfo soltaron una risilla, rodando los ojos en sus cuencas y negando con la cabeza, en el se pequeño momento, los dos sintieron que esa fue la interacción más "Inofensiva" en la vida de ambos, en lo que parecía ser mucho, mucho... Mucho tiempo )
-Por poco te vuelo ese mentón y blancos dientes tuyos- Dijo la elfo entre burlas.
-Si, y yo por poco corto ese palido y delgaducho cuello tuyo- Neo devolvió la burla pero, en esta, Neo sin avisar tienta el cuello de la elfo con su mano cubierta por un guantelete de metal pesado y con escamas.
( Neo se alarmó e intrigó, un rato sonido ; "clink clink" sonó de esos pequeños palmeos )
-¡Hey que haces, aléjate!- La elfo empuja el pecho de Neo con su báculo, pero ya fue tarde, Neo arrancó el pedazo de túnica que cubría esa parte de ella.
-¡¿PERO QUÉ?!-
(Los ojos de Neo se abrieron más que cualquier otra vez en caso toda su vida, su cuerpo comenzó a temblar y su voz se entrecortaba)
-¡¿D-d de dónde sacaste e-eso?!-
( Neo por poco perdía la razón, la elfo portaba algo que solo el debería conocer, algo metálico con una cadena que lo suspendía... un medallón, pero no cualquier medallón, uno que alguien que Neo conocía solía usar ; El medallón que los guerreros de su raza solía portar para indicar que eran de élite, que ella tuviera ese medallón solo significaba una cosa )
-Lo mataste- La voz de Neo se perdió por un segundo.