Valeria challenges Daniel and his limits in a night of passion and power where desire, jealousy, and provocation intertwine in an unforgettable live broadcast.
The room was illuminated by dim candlelight, creating an intimate and tense atmosphere. Daniel, camera in hand, focused on his girlfriend, Valeria, who moved with a sensuality that burned inside him. She was wearing only black lace panties, her perfect body shining in the light, highlighting her curves and soft skin. Behind her, a tall, muscular man with a lascivious smile hugged her waist, his large, calloused hands running down her back as he kissed her neck. Valeria let herself go, her eyes closed, basking in the attention.
The man, whose name Daniel didn't know, but whom he recognized as one of the neighbors, was rubbing his erection against Valeria's large, round buttocks. The fabric of her panties was damp, sticking to her skin, and Daniel could see how the man was marking his territory, casually rubbing his member against her. The camera captured every detail, every movement, every muffled moan that escaped Valeria's lips.
In the foreground, another man, this one bare-chested and with his pants unbuttoned, knelt in front of Valeria. She, with a mocking smile, leaned toward him, her perfect breasts brushing against his chest as she unbuttoned his pants completely. The live stream was active, and Valeria's followers watched avidly, their comments filling the computer screen in the corner of the room.
"Do you like it, darling?" Valeria whispered, looking directly into the camera, her eyes shining with a mixture of defiance and desire. Daniel, behind the lens, felt his heart pounding, a mixture of excitement and jealousy burning inside him.
"It's just normal practice," she said, her voice husky and seductive, as she leaned closer to the kneeling man, who now had his erect member in his hand, ready to be pleasured. Daniel watched as Valeria took the man's penis in her hands, her long, delicate fingers stroking it with practiced skill. She glanced at him, her teasing smile still present, before taking him into her mouth.
El sonido de su saliva al humedecer el miembro llenó la habitación, mezclándose con los gemidos del hombre y los comentarios excitados de los espectadores en línea. Valeria movía la cabeza con ritmo, sus labios apretados alrededor del pene, sus ojos cerrados en concentración. El hombre detrás de ella apretó sus caderas, frotando su erección contra su trasero con más fuerza, como si quisiera marcarla como suya.
—¿Celoso, Daniel? —preguntó Valeria, sin dejar de mover la cabeza, su voz ahogada por el miembro en su boca. Ella abrió los ojos, mirándolo directamente a través de la cámara, su expresión una mezcla de desafío y deseo—. Esto es solo el comienzo.
Daniel sintió cómo su estómago se retorcía, una mezcla de emociones que no podía procesar. Quería detenerla, pero al mismo tiempo, no podía apartar la mirada. La cámara temblaba ligeramente en sus manos, reflejando su conflicto interno. Valeria, ajena a su lucha, continuó su actuación, su cuerpo moviéndose con gracia mientras complacía a los dos hombres.
El hombre arrodillado gemía, sus manos agarrando el cabello de Valeria, guiando su cabeza con ritmo. Ella lo miró con ojos brillantes, su lengua jugando con el glande antes de tomarlo profundamente en su boca. El otro hombre, detrás de ella, apretó sus caderas con más fuerza, su miembro erecto atrapado entre sus cuerpos, marcándola con su deseo.
—Mira cómo me mueve el culo, Daniel —dijo Valeria, su voz ronca y seductora, mientras se levantaba ligeramente, mostrando cómo el hombre detrás de ella frotaba su erección contra su trasero. La cámara capturó el movimiento, el miembro del hombre aplastado contra su piel, la tela de sus bragas húmeda y transparente—. ¿Te gusta cómo se ve?
Daniel no respondió, su garganta seca, su mente en blanco. Valeria sonrió, su expresión maliciosa, antes de inclinarse de nuevo hacia el hombre arrodillado, retomando su ritmo. El sonido de su saliva, los gemidos, los comentarios en línea, todo se mezclaba en un coro de deseo y lujuria.
El hombre detrás de ella la giró bruscamente, presionándola contra la pared, su miembro erecto ahora contra su entrada trasera. Valeria gimió, sus ojos cerrados, su cuerpo respondiendo al contacto. El hombre arrodillado se levantó, su miembro aún erecto, y se colocó detrás de ella, alineándose con su entrada húmeda.
—Ahora, Daniel —dijo Valeria, su voz ronca, mientras miraba directamente a la cámara—. Mira cómo me follan.
El hombre detrás de ella la penetró con fuerza, su miembro deslizándose en su entrada trasera, mientras el otro hombre se posicionaba frente a ella, listo para penetrarla por delante. Valeria gimió, su cuerpo arqueándose, sus manos agarrando las paredes mientras los dos hombres la llenaban.
La cámara capturó cada detalle, cada movimiento, cada expresión de placer en el rostro de Valeria. Daniel, detrás de la lente, sentía cómo su cuerpo respondía a pesar de su conflicto interno. Quería detenerla, pero al mismo tiempo, no podía apartar la mirada, no podía dejar de desearla.
"Jealous, darling?" Valeria whispered, her voice muffled by moans, as she looked directly into the camera. "This is just the beginning."
The camera zoomed in on her face, capturing her wicked smile, her eyes shining with desire and defiance. Daniel felt his heart pound, a mix of emotions he couldn't process. The livestream continued, the excited comments of viewers filling the screen, as Valeria moved between the two men, her perfect body glistening in the candlelight.
The end of the chapter left Daniel with more questions than answers, his mind in a whirlwind of emotions as the camera captured the final image: Valeria, her body arched, her eyes closed in pleasure, as the two men filled her, her wicked smile still present on her face. The story was far from over, and Daniel knew this was just the beginning of something much bigger, something he couldn't control.