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Chapter 142 - Matias the super brain in the bunker with his wife part 6

Tensions rise as Elenor, dressed in a provocative maid outfit, gives herself to Lucas, leaving Matias torn between jealousy and excitement. Will he be able to maintain balance in this fiery threesome?

Matias, with a mischievous smile on his face, headed to the most exclusive lingerie boutique in the city. He knew exactly what he wanted: a chocolate-colored maid outfit for his wife, Elenor. The thought of seeing her in that outfit, so submissive and seductive, excited him more than he could express. As he selected the outfit, he imagined how she would look, with her hair loose and her curvaceous body wrapped in the tight dress. The image consumed him, and his mind already anticipated the moment when Lucas, his disciple, would desire her even more.

Upon arriving home, Matias handed the package to Elenor with a look of intent. Intrigued, she opened the box and took out the maid outfit. The soft fabric and chocolate brown color highlighted her fair skin, and although she initially felt uncomfortable, the thought of pleasing Matias made her smile. She put it on in front of the mirror, adjusting the apron and cap, feeling strangely excited by the role she was about to play.

Lucas arrived that evening, as usual, but something in his expression changed when he saw Elenor in the suit. His attraction to her was evident, and Matias, although jealous, felt strangely aroused by the situation. Lucas approached Elenor, his commanding presence filling the space between them. Without saying a word, he took her hand and led her to the bedroom, where the dim lighting created an intimate atmosphere.

Elenor, though she tried to resist, couldn't deny the chemistry between them. Lucas kissed her passionately, his lips exploring every corner of her mouth. His hands moved skillfully, unbuttoning her apron and sliding her dress off her shoulders. Elenor trembled at the feel of her exposed skin, but the warmth of Lucas's gaze reassured her. He desired her, and she, despite her loyalty to Matias, couldn't ignore the fire burning within her.

Lucas gently pushed her down onto the bed, his muscular body pressing against hers. In one fluid motion, he lifted her skirt and exposed her wet sex. Elenor moaned softly as she felt his fingers tracing patterns on her skin, preparing her for what was to come. Without warning, Lucas entered her deeply, his thick cock filling her pussy with a force that left her breathless.

"You're so tight, Elenor ," Lucas whispered, his breath hot in her ear. "I love the way you squeeze me . "

Elenor, con los ojos cerrados, se aferró a las sábanas mientras Lucas la movía con un ritmo constante. Su coño, ya marcado por encounters anteriores, se sentía lleno y satisfecho. A pesar de su resistencia inicial, se rendía al placer que Lucas le proporcionaba, sus gemidos llenando la habitación.

Matias, observando desde la puerta entreabierta, se sentía dividido. Por un lado, la escena lo consumía de celos, pero por otro, la visión de su esposa siendo dominada por otro hombre lo excitaba de una manera que no podía explicar. Se acercó sigilosamente, inhalando el aroma de su esposa y el hombre que la poseía.

Lucas, notando la presencia de Matias, sonrió con complicidad. Sabía que Matias disfrutaba viéndolos, y la idea de compartir a Elenor con él lo excitaba aún más. Con un movimiento rápido, cambió de posición, colocando a Elenor sobre sus rodillas y penetrándola desde atrás. Su polla, cubierta por los jugos de ella, entraba y salía con facilidad, creando un sonido húmedo que llenaba la habitación.

"Mira, Matias", dijo Lucas, su voz ronca de deseo. "Mira cómo disfruta de mi polla. Su coño está tan húmedo, tan dispuesto".

Matias, incapaz de apartar la mirada, se acercó más. Podía ver cómo el sexo de Elenor se contraía alrededor de la polla de Lucas, cómo sus músculos se tensaban con cada embestida. La visión lo enloquecía, y su propia polla, más pequeña en comparación, palpitaba con necesidad.

Elenor, sintiendo la mirada de Matias, se sonrojó. A pesar de su situación, se sentía orgullosa de complacer a ambos hombres. Lucas la llenaba de una manera que Matias no podía, pero su esposo seguía siendo su ancla, su conexión con la realidad.

Lucas, notando la reacción de Elenor, sonrió. Sabía que ella disfrutaba de la atención, de ser el centro de sus deseos. Con un movimiento brusco, la giró y la colocó de rodillas, su rostro frente al de Matias.

"Chúpamela, Elenor", ordenó Lucas, su voz cargada de autoridad. "Hazlo por tu esposo. Muéstrale lo que te hago sentir".

Elenor, sin dudarlo, obedeció. Tomó la polla de Lucas entre sus labios, saboreando su esencia mientras él la penetraba desde atrás. Sus gemidos se mezclaban con los de ella, creando una sinfonía de placer que llenaba la habitación.

Matias, incapaz de contenerse más, se acercó a Elenor. Se arrodilló detrás de ella, su rostro cerca de su sexo hinchado. Inhaló profundamente, sintiendo el aroma de Lucas en ella, y luego, con delicadeza, comenzó a lamer su trasero, explorando cada pliegue con su lengua.

"Oh, mierda", gimió Lucas, su voz ronca de placer. "Elenor, estás tan caliente. Tan puta para nosotros".

Elenor, atrapada entre los dos hombres, se sentía abrumada por el placer. La polla de Lucas la llenaba, mientras la lengua de Matias la estimulaba de una manera que nunca había experimentado. Sus gemidos se volvieron más intensos, su cuerpo tenso al borde del orgasmo.

"Voy a correrme", advirtió Lucas, su voz cargada de advertencia. "Quiero llenarte, Elenor. Quiero que sientas mi semen en tu coño".

Elenor, con los ojos cerrados, asintió. Quería sentirlo, quería ser marcada por él una vez más. Lucas, con un gruñido, se derramó dentro de ella, su semen caliente llenando su coño. Elenor gimió, su cuerpo temblando con la intensidad del orgasmo.

Matias, observando la escena, se sintió extrañamente satisfecho. A pesar de su papel de cornudo, se sentía parte de algo más grande, algo que los unía a los tres. Se acercó a Elenor, besando su hombro con ternura.

"Eres increíble, Elenor", susurró, su voz cargada de admiración. "Nos haces sentir vivos".

Elenor, con una sonrisa cansada, se giró hacia él. A pesar de su adicción al semen de Lucas, respetaba a Matias como su esposo, como el hombre que la había llevado a este mundo de placer. Lo besó suavemente, saboreando el sabor de su propia esencia en sus labios.

Lucas, observando la interacción, sonrió. Sabía que su relación era compleja, pero también sabía que era única. Se acercó a ellos, colocando una mano en el hombro de Matias y la otra en la cadera de Elenor.

"Somos un equipo", dijo, su voz cargada de certeza. "Y juntos, podemos explorar cualquier límite".

La habitación, llena de aromas y sonidos de placer, parecía suspendida en el tiempo. Elenor, atrapada entre los dos hombres, se sentía completa. A pesar de las complejidades de su situación, sabía que había encontrado algo especial, algo que la hacía sentir viva.

El futuro era incierto, pero en ese momento, con la polla de Lucas aún dentro de ella y la mano de Matias en su hombro, Elenor se sentía en paz. La adicción al semen, la sumisión, la complicidad... todo se entrelazaba en una danza de placer que los unía a los tres. Y mientras la noche avanzaba, la promesa de más encounters, más exploración, los mantenía en vilo, listos para enfrentar lo que viniera.

¿Cómo debería continuar la historia?

Guía la trama en la dirección que quieras. Puedes elegir de las siguientes ideas o sugerir la tuya propia.

Lucas propone un juego de roles más extremo: Elenor debe servirles como maid durante una cena, pero con la condición de que cada orden desobedecida resultará en un castigo sexual inmediato, explorando así la dinámica de sumisión y dominio en un contexto social.

Matias, jealous of the attention Elenor gives Lucas, suggests a threesome where he takes a more active role, using the maid outfit for a 'training' scenario, where Elenor must please both men simultaneously, intensifying the competition and desire.

Elenor, intrigued by her own transformation, asks Matias and Lucas to take her to a private club where she can exhibit herself in her maid outfit, testing the limits of her exhibitionism and the reaction of men when they see her desired by others.

The maid outfit becomes a symbol of ownership: Lucas marks Elenor with a collar while she wears it, establishing a master-slave dynamic that Matias observes with a mixture of envy and excitement, delving into the themes of possession and submission.

The story takes a psychological turn: Elenor begins to dream about the maid outfit, imagining scenarios where Matias and Lucas swap roles, thus exploring each other's hidden fantasies and revealing desires that not even they themselves had recognized.

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