La novia se entrega a un juego erótico con dos hombres, excitando a su novio, el discípulo más destacado del Hada del Glaciar. La atmósfera íntima se intensifica mientras ella disfruta de la doble penetración, y la pareja se sumerge en una experiencia única de placer y sumisión.
En la habitación aislada, la tenue luz creaba una atmósfera íntima cargada de deseo. La novia de cabello verde, con una sonrisa pícara en los labios, se ajustaba el vestido, que ahora ocultaba un secreto ardiente. Dentro de su cuerpo, los dos hombres, reducidos por el elixir, se movían con cautela, rozando sus miembros erectos contra las húmedas paredes de su coño y trasero. El novio, con una mezcla de curiosidad y sumisión, observaba cómo su novia se convertía en el centro de un juego erótico que desafiaba los límites de lo convencional.
Con manos temblorosas, su novio se acercó, rozando con los dedos la tela de sus bragas nuevas. Las pellizcó suavemente, sintiendo la humedad que delataba la excitación de su novia. Ella gimió suavemente, su cuerpo respondiendo a la doble estimulación que recibía. Los hombres dentro de ella se movían al unísono, sus pollas deslizándose en su coño y culo, creando una sensación de plenitud que la hizo arquear la espalda.
"¿Te gusta, mi amor?" susurró ella, con la voz ronca por el placer.
Él asintió, con la mirada fija en el vestido que apenas contenía la figura de su novia. Sabía que bajo esa tela, dos hombres la poseían, y la idea lo excitaba más de lo que podía admitir. Tomó su mano, entrelazando sus dedos, y la condujo al centro de la habitación. El aire se llenó de anticipación mientras ella se dejaba llevar, con pasos lentos y sensuales.
Al llegar al centro, se detuvo, con el cuerpo ligeramente tembloroso por la intensidad de las sensaciones. Los hombres dentro de ella aceleraron el ritmo, sus movimientos más urgentes, como si supieran que el clímax estaba cerca. El novio se arrodilló frente a ella, con la mirada fija en la entrepierna de la novia, donde su vestido le sentaba sugestivamente.
—Quiero verte disfrutar —murmuró con la voz llena de devoción.
Con un movimiento fluido, se levantó el vestido, dejando al descubierto sus bragas empapadas. Él, sin poder contenerse, se llevó las manos a la tela, retirando con suavidad la humedad acumulada. Ella gimió, echando la cabeza hacia atrás mientras los hombres la llenaban por completo. Su novio se acercó, rozando la tela con la nariz, inhalando el aroma de su excitación.
"Take off your dress," he ordered, his voice firm but full of desire.
She obeyed, letting the dress fall to the floor. The men, freed from the elixir's restraint, returned to their normal size, their cocks erect and glistening with their bride's fluids. The groom watched in fascination as their bodies moved in harmony with hers, their hands gripping her hips as they thrust forcefully into her.
"Fuck my girlfriend," he whispered, his voice laden with a mixture of submission and desire.
The men needed no further invitation. One of them positioned himself behind her, his cock entering her ass in one fluid motion. The other knelt in front of her, his member sliding into her pussy, already primed by the previous double penetration. She moaned, her body trembling with the intensity of the pleasure.
The boyfriend, meanwhile, unbuttoned his pants, his cock erect and ready to join the game. He masturbated slowly, his gaze fixed on the spectacle before him. The men fucked her rhythmically, their hips colliding with hers, creating a wet, obscene sound. She moved with them, her body an instrument of pleasure, her moans filling the room.
"I want to feel you on my face," he said, his voice husky with arousal.
She smiled, her gaze full of complicity. She bent down, sitting on his face, her pussy and ass still filled with the men who possessed her. He inhaled deeply, his tongue grazing her labia, tasting her essence. She moaned, her body arching as the men fucked her harder, their cocks pounding deep inside her.
The boyfriend masturbated more intensely, his hand moving rapidly as his tongue explored every corner of his girlfriend. She moved against him, her body like a drill, her moans filled with pleasure. The men inside her increased their pace, their movements desperate as they approached climax.
"I'm going to cum," one of them moaned, his voice thick with desire.
"Do it," she whispered, her voice hoarse. "Fill me, my loves."
The men needed no further invitation. Their bodies tensed, their cocks pulsing inside her as they unloaded their cum into her pussy and ass. She moaned, her body shaking with the intensity of the contractions. Her boyfriend, seeing her so filled with pleasure, could hold back no longer. He came on her panties, his cum mixing with the fluids already soaking them.
The room fell silent, interrupted only by the panting of the four men. The green-haired bride slowly stood up, her body still trembling from her orgasm. The men pulled back, their cocks still erect but satisfied. The groom looked down at her, his expression a mixture of love and submission.
"You're amazing," he murmured, his voice full of admiration.
She smiled, her gaze full of complicity. She approached him, kissing him softly on the lips.
"This is just the beginning," she whispered, her voice heavy with promise.
La habitación quedó en silencio, cargada de posibilidades, con el aire aún cálido de su encuentro. La dinámica entre ellos había evolucionado, su amor infiel crecía con cada experiencia compartida. Y al abrazarse, supieron que su relación estaba destinada a explorar nuevos límites, donde el deseo y la aceptación se entrelazaban en una danza interminable de placer y complicidad.