Ficool

Chapter 45 - Capítulo 45: La Furia Contenida

Spider-Man irrumpió en el centro de datos de la UES. El aire era denso, pesado, aunque no había nada visible. Las alarmas sonaban, pero el silencio de los empleados inconscientes en el suelo era más aterrador que cualquier sirena. El sentido arácnido de Peter zumbaba como un enjambre de abejas, su piel hormigueaba con una sensación de ardor y náuseas. Era la toxina.

"Gwen, la toxina es más fuerte de lo que pensamos," transmitió Peter, su voz un poco ronca a través del auricular. "Siento los efectos. Mi sistema se está sobrecargando."

"¡Lo sé, Peter! ¡Activa el inyector automático que te puse en el guante!" Gwen respondió, su voz llena de tensión. "Es un neutralizador de emergencia. ¡Ya estoy desplegando el nebulizador de contención!"

Peter obedeció, un pinchazo en su muñeca mientras un micro-inyector liberaba un suero. Sintió un ligero alivio, pero la toxina seguía afectándolo, amplificada por su metabolismo.

El Maestro de los Venenos apareció desde las sombras, un hombre delgado con un traje hermético y un respirador que cubría su rostro. En su mano, sostenía un generador de gas que ahora estaba conectado a la red de ventilación principal.

"¡El insecto inoportuno!" siseó el Maestro de los Venenos, su voz distorsionada. "Sabía que vendrías. Pero no puedes luchar contra lo que no puedes ver. Mis creaciones son invisibles, inodoras, letales."

Peter sintió la ira surgir, una furia fría por el daño que este hombre estaba causando. Pero sabía que la rabia era un lujo que no podía permitirse. Necesitaba pensar, no solo golpear.

"¡Tus trucos tóxicos no te salvarán, cobarde!" gritó Peter, mientras su sentido arácnido le advertía de una nueva oleada de toxina que el villano estaba liberando.

"¡Peter, hay una concentración de partículas en el aire que sugiere un gas más denso! ¡Y no es solo el centro de datos, se está expandiendo rápidamente por el edificio!" Gwen advirtió. "¡El nebulizador está en posición, pero necesito que lo actives tú mismo! ¡Y localices al villano antes de que la toxina sature demasiado el aire!"

Peter esquivó un chorro de gas concentrado que el Maestro de los Venenos disparó de un guante. La toxina quemaba sus ojos y garganta, a pesar del filtro de su máscara. Estaba perdiendo claridad, pero Gwen lo mantenía enfocado.

"¡Gwen, necesito un punto de anclaje para el nebulizador! ¡Y la ubicación del villano!" Peter tosió, su voz apenas audible.

"¡Lo tengo, Peter! ¡El nebulizador está en el techo del edificio, en el conducto de ventilación principal! ¡Necesitas disparar telaraña al panel de control remoto que sobresale del equipo! ¡Y el villano está... en el conducto de ventilación, intentando escapar! ¡Su traje emite una señal de calor muy débil!" Gwen le proporcionó un mapa térmico en tiempo real en la pantalla de su máscara, un interfaz que habían desarrollado juntos.

Peter lo vio. El pequeño rastro de calor que se movía rápidamente por los conductos de ventilación. Era la única forma de rastrear al Maestro de los Venenos.

Ignorando el ardor en sus pulmones, Peter se lanzó, disparando una telaraña al panel de control del nebulizador en el techo. Activó el dispositivo. Un suave silbido indicó que el agente neutralizador se estaba dispersando. Pero el Maestro de los Venenos ya estaba escapando.

"¡No te escaparás!" Peter gritó, lanzándose por los conductos de ventilación, persiguiendo el débil rastro de calor. El aire se volvía un poco más claro a medida que el nebulizador hacía su trabajo, pero Peter seguía sintiendo la fatiga y el ardor.

Alcanzó al Maestro de los Venenos en un pasillo de mantenimiento. El villano intentó soltar otra bomba de gas, pero Peter fue más rápido. Disparó una telaraña ácida que había estado desarrollando (diseñada para desintegrar compuestos orgánicos complejos), apuntando directamente al generador de gas del villano. La telaraña se adhirió y comenzó a corroer el dispositivo, deshabilitándolo.

El Maestro de los Venenos soltó un grito de furia. "¡Maldita araña! ¡Mis creaciones son impecables!" Intentó golpearlo con una mano enguantada, pero Peter lo esquivó, sus reflejos aún presentes a pesar de la toxina.

Peter, con un golpe final, lo inmovilizó con una telaraña densa, asegurándolo a una tubería. Mientras el villano forcejeaba, Peter tosió, sintiendo que sus piernas se volvían un poco inestables.

"Gwen... lo tengo. La toxina... es fuerte," Peter apenas logró decir.

"¡Lo sé, Peter! ¡Regresa! ¡Te espero con el antídoto completo!" La voz de Gwen estaba llena de pánico y alivio. "¡Date prisa!"

Peter se dejó caer de rodillas, el sudor frío empapando su traje. Había ganado, sí. Pero esta vez, el costo había sido mayor. La toxina había penetrado sus defensas. Y la voz de Gwen, tan llena de preocupación, le recordó el verdadero peso de su doble vida. Había salvado a la UES, había salvado a Gwen de la toxina, pero ¿a qué costo para su propia salud y la de su pareja? La vulnerabilidad era una espada de doble filo.

More Chapters