Ficool

Chapter 10 - Capítulo 10: Iron Man Cero y un Spider-Man Sin Nombre

La noticia del secuestro de Tony Stark golpeó a Queens como una bomba. Peter lo vio en la pequeña televisión de la tía May, un flash de última hora que interrumpía la programación normal. El "playboy, genio, multimillonario, filántropo" había desaparecido mientras probaba su último misil en Afganistán. Peter sintió un escalofrío. En su línea de tiempo, Tony Stark había sido secuestrado, sí, pero no tan pronto, y no para este Tony Stark, el que aún no era Iron Man. Esto significaba que la línea temporal ya estaba significativamente alterada, o que este secuestro era un evento totalmente diferente.

La tía May estaba frenética. "¡Oh, Dios mío, pobre hombre! Con todo ese dinero, ¿no pueden protegerlo mejor?"

Peter, sin embargo, estaba calculando. Este era su boleto. La oportunidad perfecta para acercarse a Tony sin revelar su identidad. Si podía encontrarlo y rescatarlo, Tony seguramente lo notaría. No como un niño, sino como una anomalía, un factor desconocido que valía la pena investigar.

Pasó las siguientes horas pegado a las noticias, absorbiendo cada fragmento de información. Los Diez Anillos. Un grupo terrorista en Afganistán. La información era escasa, pero Peter confiaba en su capacidad de deducción y en un poco de suerte. Recordaba vagamente la geografía de la zona, y su mente, ahora potenciada, hacía conexiones que antes le habrían eludido.

Con la noche llegó la determinación. Se puso su traje de Spider-Man, esta vez con una mochila llena de suministros de emergencia, algo de comida y agua. Era una locura. Estaba a punto de cruzar medio mundo sin un pasaporte, sin un plan real, basándose solo en su intuición y sus nuevas habilidades. Pero Tony Stark era un engranaje fundamental en el futuro que Peter recordaba. Tenía que salvarlo.

El viaje fue una odisea agotadora. Balances de telaraña de tejado en tejado hasta el aeropuerto, donde se coló en la bodega de carga de un avión de mercancías. Una vez en tierra, el calor abrasador y el terreno hostil de Afganistán lo golpearon. Se movía sigilosamente por la noche, sus sentidos arácnidos en alerta máxima, utilizando el mapa mental que había construido con los escasos datos de inteligencia. Evitó puestos de control, bandidos y animales salvajes, sus poderes llevándolo más allá de los límites humanos.

Días después, sucio, exhausto y al límite de sus fuerzas, su sentido arácnido vibró. Una cueva. Un puesto de avanzada. Y dentro, una firma de energía única que sentía a través de las rocas. Tony Stark.

Se deslizó por las grietas, evadiendo a los guardias. El interior de la cueva era un campamento terrorista improvisado. Y allí estaba él: Tony Stark, flaco, sucio, con el cabello desordenado, trabajando febrilmente en algo que parecía un tosco reactor de arco y una armadura rudimentaria. A su lado, otro hombre, Yinsen, lo ayudaba.

Los terroristas no estaban prestando mucha atención, confiados en su prisión. Era el momento.

Peter irrumpió en la cueva, lanzando una telaraña al arma de un guardia y jalándola de su mano. Los terroristas gritaron, sorprendidos por la aparición repentina de una figura enmascarada y vestida de rojo y azul.

"¡Hola, chicos! ¿Perdieron algo?", exclamó Peter, su voz sonando juvenil, pero su postura, decidida.

La refriega fue caótica. Peter se movía como un borrón, desarmando y enredando a los terroristas con sus telarañas. Su objetivo no era matarlos, sino inmovilizarlos. Tony y Yinsen observaban, sus ojos abiertos por la sorpresa.

"¿Quién diablos eres tú?", preguntó Tony, asombrado, mientras Peter ataba a un terrorista a un pilar con una red pegajosa.

"Digamos que soy un fan de su trabajo," respondió Peter con una sonrisa que nadie podía ver bajo su máscara. "Y creo que el mundo no se ha terminado de reír de usted todavía."

Mientras la pelea continuaba, Peter notó que Tony se movía hacia su traje. "¡Espere! ¿Qué está haciendo?", gritó Peter.

"Estoy terminando la Mark I," dijo Tony, ya encendiéndola. "Necesito salir de aquí, ¡y usted también!"

Peter observó cómo Tony se enfundaba en la tosca armadura. Los recuerdos del futuro se desdibujaron. ¿Estaba bien que Tony la usara? ¿No la destruiría? El plan de Peter era sacarlos a ambos antes de que Tony se expusiera.

"¡No necesita eso, señor Stark!", dijo Peter, pero ya era tarde. El Mark I cobró vida, sus propulsores rugiendo.

Tony, ahora dentro de la armadura, miró a Peter. "No sé quién es, amigo, pero si quiere un viaje, es ahora. Este juguete no tiene control de crucero."

La cueva comenzó a colapsar bajo el fuego de los terroristas y la potencia de la armadura de Tony. Peter se dio cuenta de que no había forma de evitar que Tony usara la armadura ahora. Su nueva prioridad era asegurar que tanto Tony como Yinsen salieran con vida.

Mientras Tony desataba el infierno en la cueva, abriéndose paso a la fuerza bruta, Peter se centró en Yinsen. Con su agilidad, lo sacó de la zona de peligro y lo puso a salvo fuera de la cueva, antes de volver para asegurarse de que Tony, aunque en su máquina de guerra, no estuviera en un aprieto.

La explosión final de la cueva sacudió la tierra. Peter observó cómo Tony, en su tambaleante armadura Mark I, se elevaba hacia el cielo, dejando un rastro de humo. Peter había hecho su parte. Los había salvado. Y Tony Stark lo había visto.

Ahora, venía la parte difícil: regresar a Queens sin que nadie supiera que el "amigable vecino Spider-Man" había estado en Afganistán. Pero una cosa era segura: el mundo de Tony Stark y el de Peter Parker acababan de colisionar de una manera inesperada. Y el futuro, pensó Peter, ya no era tan predecible como recordaba.

More Chapters