La muerte, cuando llega de forma inesperada, nunca es elegante. La mía fue particularmente ridícula: resbalé al salir de la ducha, caí de espaldas y me golpeé la cabeza contra el lavamanos. Mi cerebro no tuvo tiempo ni de procesar el dolor. Solo oscuridad.
Y luego… luz. Demasiada luz. Pero, tan pronto como la luz me cegó, la oscuridad regresó. Abrí lentamente los ojos y, para mi gran sorpresa, me encontraba en una habitación que no reconocía. La habitación en sí era simple: una cama tamaño queen, al lado de la cama una pequeña mesita de noche con una lámpara. Pegada a la pared, una mesa medianamente larga con una computadora de escritorio.
Levantándome de la cama, caminé hasta un espejo de cuerpo completo que, a su vez, fungía como puerta de armario. Mirando mi reflejo, me di cuenta de que mi apariencia no había cambiado casi nada, bueno, casi nada si no tomamos en cuenta que ahora soy un niño de aparentemente 6 años de edad. Mi pelo seguía siendo negro azabache, corto y desordenado. Mi piel seguía siendo blanca, aunque pude ver que las imperfecciones —como pequeñas arrugas, manchas y lunares— habían desaparecido. Lo más notable eran mis ojos, que solían ser de un marrón común; ahora eran de un rojo sangre intenso.
[¡Ding!]
[Se ha cargado correctamente el Sistema de Mejora Gratuita.]
—¿Sistema de mejora gratuita? —pregunté al aire—. Sistema, dime: ¿qué sucedió, dónde estoy y de qué eres capaz?
[¡Ding!]
[Analizando pregunta... Generando respuesta.]
[Respuesta: Anfitrión, usted ha muerto. Después de morir, se encontró con mi creadora, quien había cometido un error al haberlo matado por accidente. Como compensación, mi creadora lo reencarnó en un mundo de ficción. Desafortunadamente, debido a las leyes divinas, mi creadora no pudo otorgarle el privilegio de elegir en qué mundo renacer.]
—Entiendo… así que morí —murmuré, mi mirada un poco perdida—. Sistema, ¿puedes decirme en qué mundo me encuentro?
[¡Ding!]
[El anfitrión se encuentra en el mundo de High School DxD.]
—DxD, ¿eh? —pensé, soltando un suspiro de cansancio y resignación.
Había terminado en un mundo que era tan peligroso como jodidamente ridículo. Dos dragones gigantes que, literalmente, si quisieran, podrían destruir toda la existencia; Trihexa; dioses primordiales; dioses de todas las mitologías; el Dios bíblico muerto; la facción bíblica dividida en tres; facciones de humanos tan jodidos de la mente que eran incluso peores que los demonios más despreciables; y la población humana común y corriente siendo solo ganado: reducidos a meros esclavos, comida o siendo torturados. Y, en el caso de la mayoría de las mujeres, violadas. Todo para diversión de los fuertes.
Por otra parte, este mundo también era donde el protagonista —un idiota sin cerebro, cuyas acciones pueden ser fácilmente catalogadas como las de un depredador sexual en potencia— obtiene poder mediante las tetas. Sin olvidar la increíble y ridícula cantidad de fanservice que hay. Por supuesto, no me quejo mucho de esto último, pero en serio, Issei Hyoudou es jodidamente patético.
Sin olvidar el hecho de que Rias Gremory es una idiota sin cuartel. Una princesa mimada que quiere todo en bandeja de oro. Literalmente se resistió a un matrimonio que, si bien puedo estar de acuerdo en que obligarte a casarte con alguien a quien no amas es algo realmente molesto, teniendo en cuenta que su raza literalmente depende de ese tipo de matrimonios, es muy estúpido y poco considerado de su parte. Literalmente, la chica quiere todos los privilegios del apellido Gremory sin ninguna de las obligaciones que llevar tal apellido conlleva.
Mi única esperanza de sobrevivir en este ridículo mundo es este sistema: Sistema de Mejora Gratuita. El nombre ya me da una idea de lo que hace, aunque no estoy muy seguro al respecto.
—Sistema, dime: ¿qué es lo que puedes hacer? ¿Qué ventajas me ofreces para poder sobrevivir en este mundo de mierda?
[¡Ding!]
[El Sistema de Mejora Gratuita le permite al anfitrión mejorar sus habilidades de forma gratuita. Sin embargo, el anfitrión debe tener en cuenta que el sistema no puede mejorar habilidades que el anfitrión no conozca, y que las mejoras están limitadas al potencial de la raza del anfitrión.]
[El sistema también emitirá misiones; sin embargo, estas misiones no tienen relación con la mejora de habilidades del anfitrión. Las misiones que se emitan serán opcionales. El anfitrión puede elegir si desea completarlas. No habrá penalización por no cumplirlas; no obstante, si el anfitrión cumple con las misiones, el sistema recompensará al anfitrión con puntos de sistema. Estos puntos pueden ser canjeados en la tienda del sistema para comprar desde habilidades comunes, como cocinar, hasta habilidades poderosas de otros mundos de ficción.]
Al escuchar las capacidades del sistema, abrí los ojos con sorpresa.
—Mierda, qué sistema tan roto —pensé, asombrado.
Muchos pensarían que en realidad no era tan roto, teniendo en cuenta que mi raza es la de un humano, pero hay que recordar que, en DxD, el máximo que puede alcanzar un ser humano sin Sacred Gear es el de una clase suprema. Bueno, Vasco Strada es un humano sin Sacred Gear con el poder de una clase suprema de entre media y alta, que puede fácilmente vencer a cuadros de ángeles caídos y demonios de clase suprema. Pero Vasco Strada bien podría ser una excepción. Aun así, incluso si no puedo alcanzar la clase suprema, alcanzar el poder de clase alta o incluso clase suprema baja no es imposible con la mejora del sistema.
—Sistema, ¿de casualidad no tendrías un posible paquete de regalo para principiantes? —pregunté esperanzado.
Honestamente, si bien sería increíble recibir un paquete de regalo para principiantes, en realidad no me hacía mucha falta. Con las mejoras gratuitas del sistema, podía volverme fuerte rápidamente.
[¡Ding!]
[Paquete de regalo para principiantes. ¿Desea el anfitrión abrir el paquete de regalo?]
—¡Abre el paquete de regalo! —dije extasiado al saber que, en realidad, sí había obtenido un paquete de regalo.
[¡Ding!]
[Paquete de regalo para principiantes. ¿Desea el anfitrión abrir el paquete de regalo?]
—¡Abre el paquete de regalo! —dije, extasiado al saber que, en realidad, sí había obtenido un paquete de regalo.
[¡Ding!]
[Felicidades, anfitrión. Ha recibido:— 116 mil millones de dólares divididos en 10 lingotes de oro puro, almacenados en el inventario del sistema.— "Arca Retributionis", Sacred Gear de clase especial con potencial de Longinus.— Espada Tengu Murasame, arma de la serie Akame ga Kill.]
Cuando recibí la información, abrí los ojos con gran asombro, ignorando por completo el hecho de que ahora era multimillonario y que poseía la legendaria espada Murasame de Akame ga Kill, la cual, en este momento, me resultaba totalmente inútil… ya que no sabía absolutamente nada de esgrima.
Lo que verdaderamente me impactó fue el Sacred Gear. Era increíblemente poderoso, tan poderoso que no me sorprendía que tuviese potencial para convertirse en un Longinus.
—Sistema, muéstrame mi estado.
[¡Ding!]
[Estado
Nombre: Takamine Reiji
Raza: Humano
Edad: 6 años
Afiliación: Ninguna
Clasificación: Clase Baja-Baja
Poder mágico: Sin poder mágico
Sacred Gear: Arca Retributionis
Nombres alternativos: Reliquiarium Peregrinum, Anima Extracta
Título(s): Portador del Arca Retributionis]
—Sistema, ¿puedes darme una descripción general de mi Sacred Gear?
[¡Ding!]
[Arca Retributionis es un Sacred Gear de clase especial, con potencial de convertirse en un Longinus. Se manifiesta a través de un par de guantes blancos elegantes que, dependiendo del género del usuario, adoptan una forma masculina o femenina. Este Sacred Gear es desconocido, siendo esta la primera vez que aparece y elige a un portador.
Su habilidad consiste en una leve manipulación del alma. A pesar de ser sutil, es lo suficientemente poderosa como para extraer Sacred Gears de las almas de otros usuarios. Después de la extracción, mientras el Sacred Gear robado permanezca bajo posesión del portador de Arca Retributionis, dicho artefacto evolucionará hasta cierto punto. Por supuesto, al tratarse solo de una manipulación parcial del alma, si el portador del Sacred Gear objetivo es más fuerte que el usuario de Arca Retributionis, la extracción será imposible.]
—Con que manipulación del alma, ¿eh? No me extraña que tenga el potencial de convertirse en un Longinus —pensé, sintiéndome genuinamente afortunado por haber obtenido este Sacred Gear—. Si llegara a evolucionar en un Longinus, prácticamente me convertiría en un Mahito 2.0.
Aunque parece que la función principal es robar otros Sacred Gears y evolucionarlos, la verdadera habilidad radica en la manipulación del alma. Con esto, prácticamente puedo modificar, aunque sea un poco, las almas de otros seres. Además... extraer las Evil Pieces de los demonios reencarnados tampoco parece imposible.
Solté un suspiro de cansancio. Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo, y mi mente apenas era capaz de procesar toda la información. Caminé hacia la cama y, sin pensarlo mucho, me tiré sobre ella, hundiendo mi cara en la almohada.
Girando la cabeza hacia un lado para poder respirar mejor, llevé una de mis pequeñas manos hacia mi rostro y me quedé viéndola fijamente por un rato. Entonces, de mi mano, una luz blanca comenzó a aparecer. En mi rostro se formó una sonrisa y, cuando la luz se desvaneció, pude ver mi mano, ahora enguantada con un guante blanco elegante para hombres, perfectamente del tamaño de mi mano.
Había podido despertar mi Sacred Gear. Sin embargo, si era honesto, no me gustaba mucho el diseño que tenía. De pronto, una luz volvió a envolver mi mano, sorprendiéndome enormemente. Por un momento, entré en pánico. ¿Y si el hecho de que no me gustara el diseño de alguna manera hacía que el Sacred Gear me abandonara?
Afortunadamente, mis miedos fueron solo infundados, ya que, en cuanto la luz se desvaneció, pude ver que la forma de los guantes había cambiado. Antes eran blancos, pulcros, como los que llevaría algún noble. Ahora eran de cuero negro, con los dedos al descubierto, con un par de púas de metal afiladas en cada nudillo, y en el dorso de la mano, pequeñas placas de metal, una sobre otra, simulando una especie de escamas.
Soltando un suspiro de alivio, miré fijamente mi mano enguantada. El Sacred Gear había cambiado la forma de manifestarse debido a que no me gustaba cómo se veía. Ahora era totalmente mi estilo. El cambio, en realidad, aunque no era la gran cosa, al menos era decente. Quiero decir, si golpeo a alguien con estos guantes, las púas de los nudillos definitivamente causarán dolor.
Girándome y quedando boca arriba, miré al techo. Estaba cansado mentalmente. Quizás dormir un poco podría ayudarme; ya cuando despertara, planearía lo que iba a hacer.