Ficool

Chapter 31 - Acercamiento I

TYSON

Baje de la habitación con un pensamiento en mente: las cosas con Zoe nunca volverán a ser lo mismo. No podía explicar el nivel de dolor que sentía en el pecho por lo que había pasado con Zoe durante mi encuentro con Artemisa. No me arrepentía de haber hecho lo que hice con las cazadoras y que habían quedado ciegas por la granada que había usado con ellas, se lo merecían. Yo no había salido rumbo a la arena con la intención de enfrentarme a nadie sino de preparar un entrenamiento con autómatas. Pero simplemente ella estaba con su pensamiento en defender a Artemisa y sus cazadoras, poco o nada le importo respetar mi duelo y menos que Artemisa me atacara de manera desleal desde el suelo. Percy me esperaba en la puerta y ya traía su capucha puesta, también la pulsera, pero ya había algo diferente en él, se notaba en la forma en como había afrentado el duelo con Artemisa.

—Vamos, necesitamos un poco de refuerzos —caminamos un rato por el campamento entre el bosque para poder aflojar mi pierna, aún sentía un escozor y pinchazos mientras caminaba, pero con la medicina que me había dado Silena en una horas ya podré caminar con normalidad y volver a entrenar.

—¿Qué tienes en mente? —si necesitábamos refuerzos de seguro era porque tenía un proyecto en mente. Ya me había pedido antes que junto con Beck hiciéramos un arsenal descartable para tener armas con ataques específicos, sería para los líderes del campamento.

—Necesitamos un poco de tus granadas —lo mire con una cara de desconcierto.

—Interesante —chocamos puños.

—Dejame ver donde esta Hestia —después de unos minutos abrió un portal rumbo a un lugar que no podía identificar.

—¿Dónde estamos? —me giró para poder ver una estructura, era un templo, se veía como una ruina, pero cuanto más nos acercamos pudimos ver como se veía realmente, era increíble.

—En Roma, es uno de los templos de Vesta —cuando escuche lo que me decía no podía encontrar la lógica de porque estábamos aquí.

—¿Vesta? —siguió avanzando sin decirme nada hacia una sala principal donde todo era inmaculado con banderolas de lino blanco, una gran hoguera de fuego puro y cálido, alumbrado por todo lado, no había lugar de penumbra todo tenía una lampara iluminando y en el frente una imagen de bronce pulido como si fuera un espejo de Vesta, la forma romana de mamá era más seria, más imponente.

—Es la contraparte romana de Hestia, veras, en la antigüedad en el periodo griego a Hestia se le adoraba en todos los templos en primera instancia antes que cualquier dios, por lo que no hay un templo propiamente dedicado a ella, en cambio en la era romana era una de las diosas más respetadas y en las inmediaciones de este monte Palatino en Roma tiene uno de los templos y santuarios más emblemáticos —me quedé impactado de las cosas que estaba viendo, se podía ver gente pasando de un lado a otro con guías turísticos, pero creo que no podía ver lo que nosotros veíamos.

—Woooooo se ve impresionante —Percy me hizo un gesto para que le siguiera hacia un muro donde estaban escrito el nombre de Vesta en latín con una llama tallados en mármol. Percy reviso si había gente alrededor y al no ver a nadie extendió su mano y la puerta se corrió para que pudiésemos entrar y bajar por unas escaleras donde estaba Hestia en su forma romana, al vernos nos sonrió con esa sonrisa tan cálida.

—Debiste ver lo que era este lugar en su mejor momento lleno de gente, alegría, familias enteras, música, comida, eran otros tiempos —ella nos iba contando todo mientras bajábamos por la escalera hacia una hoguera y un salón lleno de lámparas, unos sofás y cuadros de los dioses en edades antiguas.

—Mamá —dijo Percy sacándose la capucha. Por un momento pensé en el tiempo en que Percy rehuía a reunirse con ella y la forma en que ahora se dirigía a ella me trajo tranquilidad y me transmitió tranquilidad sobre lo que también pasaba en mi mente.

—Vengan aquí —nos dijo a ambos para luego darnos un abrazo, sentí que esta versión de Hestia era más fuerte, porque su abrazo era apretado. —Me da gusto verlos —dijo luego de soltarnos y mirarnos con detenimiento.

—Venimos a pedirte un favor —Percy la invitó a sentarse, seguí su ejemplo mientras ella convocaba algo para comer.

—¿Qué puedo hacer por ti querido? —Percy tomó unos sándwiches y algo de beber, hice lo mismo, tenían un sabor de nivel gourmet.

—Necesitamos a los ciclopes, para que puedan ayudar con un proyecto —Vesta se puso pensativa mientras Percy y yo comíamos sin control, ella solo nos pasaba la bebida para que no nos atragantemos.

—¿Qué proyecto es ese? —Percy me hizo una seña con la mirada para que yo empezara.

Empecé a contarle como iban las cosas por el campamento, el inconveniente que había tenido con Artemisa y sus cazadoras, por lo que había tenido que usar la granada y que al ver sus efectos queríamos replicarlo para poder usarlo en las batallas por venir. Vesta me escuchaba con atención sin decir nada, Percy también dejo que le contará como había terminado la pelea con Artemisa y como había salido herido de ello.

—¿Entonces necesitas a todos los niños? —Percy asintió con comida en la boca, este aspecto de Hestia era más permisivo porque la versión griega se concentraba en los modales.

—No creo que sean tan niños —le dije con una sonrisa.

—Bueno aquí son parte de la familia —me sentí agradecido los ciclopes que rescató Percy de tártaro ahora tenían un hogar.

—Gracias por eso Vesta —agradecí mientras ella me devolvía una sonrisa.

—Creo que sí, pero para eso necesito que alguien cuide a…—Percy tragó rápidamente y corto lo que iba a decir.

—Yo, yo lo haré —Vesta lo miro con curiosidad, pero sin decir nada.

—En ese caso pueden ir con Tyson —Percy agradeció y luego de mirarse un momento se levantó tomando un sorbo de jugo.

—Iré a buscarlos —luego desapreció en una nube de fuego a lo que Vesta sonrió. Nos quedamos en un silencio cómodo mientras aproveche para seguir comiendo.

—Entonces así están las cosas entre Artemisa y tu —escuché el susurró de su voz mientras ella atizaba la fogata, era un clima cálido que invitaba a conversar.

—Si, no hay solución para eso creo —no pensaba ceder ni un centímetro de terreno con ella.

—Y con Zoe —me quedé pensativo sobre ello.

—Creo que no hay una vuelta atrás con eso tampoco —no creía que las cosas con Zoe se fueran a solucionar porque ella había tomado partido en lugar de mantenerse al margen. Vesta se mantuvo en silencio. —Ella claramente está ligada a las cazadoras… no debió tener una relación conmigo si era asi —su mirada se volvió adusta sobre ello.

—En eso tienes razón, pero Zoe no es una mala persona —asentí porque asi lo pensaba. —Creo que ella está luchando con ordenar sus prioridades, ambos necesitan tiempo para pensar —era lo mismo que Silena me había querido decir, pero no quería tenerla encima tratando de solucionar las cosas si primero no resolvía eso dentro suyo.

—No lo sé, Vesta, ella simplemente se ha vuelto complicada para mi —suspiré con cansancio.

—Fue cazadora toda su vida, no sabe ser otra cosa, volver a verlas ha sido duro para ella —yo también tenía muchos recuerdos aquí, sin embargo, no había proyectado mis inseguridades y temores sobre ella.

—Solo sé que no dejaré que vuelva a intervenir en mis duelos —Vesta se había puesto a mi lado chocando su hombro con el mío. En ese momento apareció Percy con los ciclopes que hicieron una reverencia a Vesta.

—No hará falta —al ver la comida se pusieron el mismo plan que Percy y yo. Vesta sonreía al verlos al igual que nosotros. —Tu granada dejó ciegas a las cazadoras, le dijimos que si quería que volvieran a ver debía disculparse contigo, caso contrario no volverían a ver —Vesta tenía un poco de asombro en mirada.

—Debe ser por mi sello especial —susurré y Percy asintió.

—Es la única forma de zanjar esto. Artemisa quiere que Tyson se disculpe solo para humillarlo, yo quiero que se disculpe porque debe hacerlo y sino su caza no volverá a operar — la determinación de Percy y la forma en como estaba enfocado y lleno de ese espíritu que tanto le caracterizaba me llenaba de alegría.

—Pobres niñas —susurró Vesta mientras convocaba más alimentos para los ciclopes.

—Esto es culpa de Artemisa y nadie más —dije con determinación.

—¿Lo sabe Zoe? —esa pregunta de Vesta me dejaba curioso.

—No, aún no, pero no tendrá nada que hacer, porque es una orden y Tyson no intervendrá en quebrar su sello sin mi orden —asentí aprobando lo que Percy había decidido.

—Estoy seguro que vendrá a hablar contigo por las cazadoras —susurró Vesta a mi oído, contaba con que sucedería.

—No creo que lo haga, ya le dejé claro que no daré mi brazo a torcer sobe esto. Lo peor era que ella sabía que Artemisa quería que yo me disculpara —Vesta puso su mano sobre mi para calmarme un poco. Estaba molesto por eso.

—¿Quieres que hable con ella? —Percy se mantuvo pensativo sobre ello.

—Está en el lago, pero trata de no animarla a que lo busque —ella asintió mientras se levantaba para acercarse a Percy y susurrarle algo a lo que Percy respondió asintiendo.

—¿Están listo chicos? —los ciclopes asintieron mientras abría un portar directo a la forja que tenía en el Vacío. Sabía que tendríamos largas jornadas de trabajo, sobre todo porque necesitaríamos sintetizar todo de tal forma que entrara en pequeñas capsulas.—Bueno, tomate tu tiempo Tyson, hablame cuando este todo listo, guárdalo junto con el arsenal —era armamento para el momento en que empezara la guerra.

—Así lo haremos —empecé a cruzar el portal y vi que los ciclopes se detuvieron para hacer una reverencia.

—Gracias por todo Vesta —ella les dio un golpecito en el hombro con una sonrisa.

—Nos vemos pronto Tyson —dijo Percy y luego cerró el portal. Empezaba mi tiempo nuevamente en el Vacío.

SILENA

Luego de hablar con Percy y darle de alta a Tyson salí con una idea más que clara en la mente. Somos superiores a los dioses, no temas poner en su sitio a uno. Lo que Percy me pedía que hiciera era acorralar a Artemisa y después de todo lo que había pasado era la única forma en que se podía resolver para bien o para mal. De camino a la enfermería me encontré con Clarisse y Chris quienes estaban llevando unos maniquís de entrenamiento de la cabaña de Ares, me sentí feliz de que alguien tan dura como ella hubiera encontrado en Chris la forma de ser feliz sin dejar de ser ella misma.

Llegué a la enfermería y lo que vi ya me lo esperaba, las cazadoras se negaban a ser atendidas por los hijos de Apolo, lo cual no me sorprendía, la diosa de la caza odiaba hasta a su propio hermano. En las camillas al final de la enfermería estaban Annabeth y Mark por lo que me dirigí directamente hacia ellos saludando con un asentimiento a Will, quien no dejaba de suspirar con cada rechazo a ser atendidas. Artemisa estaba sobre sentada en la cama donde estaba Phoebe usando sus poderes para intentar sanarla, seguramente lo lograría, pero tendría una recuperación un poco larga, esas flechas Tyson las había clavado de tal manera que seguramente hizo daño a sus pulmones. Revise las tablas con los detalles de cada uno. Mark tenía múltiples contusiones, cortes y conmoción cerebral que lo mantenía en un esta de inconsciencia que ya llevaba 3 días en ello y Annabeth tenía un corte enorme debajo de la clavícula y la tenía dislocada por la fricción que había ejercido Nico a la hora de sacar Riptide del cuerpo de ella. Esto iba a tomar un poco de tiempo. Chasquee los dedos para poder convocar mi maletín médico.

—Necesitamos atención aquí —la voz de Artemisa seguía sonando tan prepotente y superior como siempre, parece que estos dioses no aprenden nada sobre las cosas.

—Tendrá que esperar, tengo ordenes de atender a estos dos primeros —yo seguía en lo mío sin darle mucha importancia. Una de las cosas con las que habíamos tenido que lidiar en nuestro entrenamiento es que debíamos aprender a lidiar con la autoridad, no era el que gritaba más fuerte en la habitación sino quien todo el tiempo se mantenía en una posición superior al resto y esos debíamos ser nosotros.

—Mis cazadoras tienes prioridad —me giré y le di una mirada seria.

—Artemisa —ella frunció el ceño como esperando una reverencia.

—Lady Artemisa —su voz era de alguien que necesitaba "respeto" para que se sintiera superior.

—Lo siento —con un fingido arrepentimiento y creo que se percató de ello porque cruzó sus brazos con enfado —Pero todos nosotros estamos por encima de ustedes, también harías bien en recordar eso —los hijos de apolo que estaban en la sala empezaron a reír un poco y sus cazadoras a protestar y defender a su señora.

—¡Silencio! —su tono hizo callar la risa de los semidioses. —Mis cazadoras necesitan atención por lo que Tyson les hizo —cuando dijo el nombre de Tyson lo escupió con un odio particular. Me esforzaría para ver a la diosa de la caza ponerse en su lugar.

—Soy consciente de ello, pero primero van ellos, Will y sus hermanos pueden darles la primera atención mientras tanto —le hice una seña a Will para que pudieran atenderlas.

—Hablaré con Aetos, esto es un atropello —hice una seña de escalofrió y por un momento dio un paso adelante, pero se frenó cuando se percató que yo ya tenía un dardo en la mano apuntando a Phoebe.

—Aetos te dirá lo mismo que yo... no vamos por allí desautorizando al resto del equipo —me daba tranquilidad eso, cada uno de nosotros tomaba la decisión que se requería y nadie, por más dura o difícil que fuera la decisión se revocaba, sino que se apoyaba. Nos había pasado con misiones de entrenamiento y medidas de disciplina dentro de los equipos para algún que otro travieso.

—Zoe lo hizo —su voz se tornó alegre como si hubiera ganado.

—Ya hablamos con Zoe sobre eso... no deberías sentirte orgullosa de ponerla en esa posición —su mirada se tornó sombría. Pero luego se apaciguó y se probó el punto de que para ella eran más importante sus propósitos por encima de incluso las personas mismas.

—La caza es lo más importante —negué rápidamente mientras también revisaba la tableta de Annabeth, esto me tomaría todo el día.

—Ya no pertenece a la caza —traté de darle toda la dureza posible para que dejara su numerito de la caza.

—No tengo porque discutir esto contigo —le di una mirada cansada, mientras me movía a la cama de Mark, por las contusiones cerebrales necesitaba empezar por él.

—En eso tienes razón... ahora si me disculpas, tengo trabajo que hacer —empecé a ordenar mis instrumentos y tener todo listo y, por último, lo más satisfactorio de todo cerré las cortinas blancas para aislarme y poder trabajar tranquila.

—¿Cuánto te tomará atenderlos? —me estaba empezando a cansar, entendí porque Tyson había explotado y no es ni la mitad de los que tuvo que aguantar.

—El tiempo que me tomé atenderlos —respondí con fingida alegría. Podía escuchar a Artemisa resoplar, lo mejor sería usar mis audífonos.

—Tengo a Phoebe en estado crítico y el resto de mis cazadoras sin poder ver —no podía importarme menos.

—Pues tendrán que esperar, Phoebe no va a morir y el resto solo no pueden ver —no sé si después de eso me volvió a hablar porque puse mi música a todo volumen para poder concentrarme en trabajar. Hice tal cual me dijo Percy, me tomé mi tiempo primero empecé con Mark, traté con detalle cada uno de los arañones, rasguños y contusiones, tanto que me llegué a aburrir de ello, no se lo merecía, pero era lo correcto, necesitamos a todos los semidioses. Finalmente, solo me tocaba atender la conmoción cerebral, para lo que necesitaría un par de imágenes para ver qué pasaba dentro. Le pedí a Will que realizara estos estudios y tomara algunas imágenes de Annabeth entre que iba por algo de comer.

—No puedo creer que te vayas a comer habiendo tantos heridos aquí —Artemisa estaba parada recostada en el umbral de la puerta, obstruyendo mi paso.

—Artemisa, no arruines mi descanso, si tanto te molesta esperar llévalas con tu hermano —chasqueé mis dedos y me deshice de mi atuendo para atención médica. —Aunque sospecho que no podrá hacer nada —yo sabía que al final todo la traería a mí.

—Mi hermano es dios de la curación claro que podrá con esto —cuando quería podía ser tan insoportable que ya no quería volver a ese lugar.

—Suerte con ello —me abrí paso y salí sin más abrí un portal y fui directo a la casa, le mandé un mensaje a Beck y le pedí que me trajera el almuerzo aquí, estaba un poco agotada. Pasamos un rato agradable con el resto del equipo excepto Zoe, quien se mantenía en el lago durante todo el día. Luego de descansar un poco tocaba la segunda sesión de entrenamiento, por lo que Beck me acompaño hacia la enfermería, porque me había visto aburrida, asi que decidimos ir a paso lento. El campamento tenía un aire distinto, haber unificado los campamento para evitar ataques aislados era una buena idea y tener una mezcla cultural había redundado para bien, porque eran los griegos quienes acogían a los romanos, si hubiera sido al revés tal vez el ambiente hubiera sido un poco hostil, pero ahora teníamos un ejército más compenetrado, mejores estrategias y menos egoísmos y orgullos, los primeros días cada uno pensaba que su estilo de lucha era el mejor y estaba por sobre el del contrario. Cuando finalmente estábamos por llegar a la enfermería casi podía sentir la mirada de Apolo y Artemisa sobre mí, por lo que tiré del brazo de Beck para ir más lento aún.

—No podrás huir más de esto Lena —Beck parecía estar disfrutándolo. Odiaba esto porque la presencia de Artemisa interrumpía mi trabajo.

—¿Crees que podría? —sabía que no podía evadir esta misión, esa parte sí que la iba a disfrutar.

—Te toca defender al buen Tyson —apreté su mano porque estaba disfrutándolo demasiado.

—Quiero, pero es simplemente exasperante —Beck suspiró porque supongo que entendía que difícil era estar en la misma habitación que Artemisa. Ya casi estábamos en la enfermería.

—Ni que lo digas, siento que te apuñala con la mirada —en la puerta estaba Apolo y Artemisa, pero al vernos ella se metió dentro nuevamente.

—Y no se queda callada, ahora entiendo a Tyson —dije con cansancio. Me detuvo y tomo mis manos.

—¿Quieres que te acompañe? —quería que lo hiciera, pero esto es algo que tenía que hacer por mi cuenta. Esta clase de asignaciones también eran parte del entrenamiento.

—Quiero que me raptes y me libres de esto —me sonrió de manera juguetona, siempre había espacio para sus bromas. Pero realmente quisiera que lo haga.

—Luego podría hacerlo —seguramente pensaría en algo para que tuviéramos un tiempo a solas.

—Eso estaría genial —dije con agradecimiento.

—Bueno, no hay de otra, tengo que hacer esto —suspiré y empezamos a caminar los últimos pasos hasta la enfermería. Finalmente nos separamos, pero él no se movió.

—¿No olvidas algo? —me susurró llamando mi atención.

—¡Que tonta! ¿Cómo podría olvidarlo? —me acerqué y le di un beso fugaz. Me sonrió con ternura.

—En realidad hablaba de esto —me entrego una bolsa de implementos que iba a necesitar nuestro material quirúrgico lo teníamos sintetizado en tokens para un rápido transporte. Podíamos llevar todo el equipo médico en unos cuantos tokens. —Pero también es bueno lo otro —se despidió y lo vi irse con un poco de pesar. Cuando me giré estaba Apolo frente a mí.

—Silena —asentí con la cabeza.

—Apolo —devolvió el saludo. —¿Quieres asistirme con una operación? —su mirada se iluminó mientras hacía sonar la bolsa con los implementos.

—¿Puedo? sería increíble, hace mucho que no hago una —sabía que podría llamar su atención y debíamos compartir nuestros conocimientos con ellos y más con los semidioses y dioses que tenían buena voluntad de colaborar.

—Bueno creo que dañamos demasiado al hijo de Poseidón y necesita un ajuste cerebral —chasqueé los dedos y apareció mi tableta médica y le mostré las imágenes que Will me había mandado durante el almuerzo.

—Con respecto a las cazadoras —sabía que me iba a preguntar porque seguramente no habría podido con los ojos de las cazadoras.

—No pudiste con su ceguera ¿correcto? —asintió con una pizca de orgullo herido. —No te sientas mal, esa granada tenía algo especial que hace que no cualquiera pueda tratarlo —tranquilamente yo podría, pero era mejor que ellos no supieran eso.

—Sentí un tipo de energía que no podía descifrar —su mirada era pensativa y sabía que había dado con eso.

—Se trata de energía de Aether con un sello particular si debo adivinar —cada uno de no nosotros tenía un sello particular para poder rastrearnos, era como una pequeña huella en los residuos de energía. —Verás, cada uno de nosotros fue bendecido por un primordial distinto, algunos con el mismo tipo de dominio como Pontus y Thalassa o Hemera y Aether, por lo que cada campeón imprime un sello particular, al ser de Tyson debe tener sus propias modificaciones y el daño es diferente —su mirada era de sorpresa por lo que estaba diciéndole.

—Suena complejo —su voz sonaba como alguien que quería saber más sobre ello.

—Si lo es, algunos como Thyra y Aetos tienen hasta 3 bendiciones primordiales, asi que descifrar esos sellos es doblemente complejo —era realmente complicado curar o revertir los efectos de un ataque de Piper y Annabeth ya que el resto de nosotros solo usábamos un sello en nuestros ataques, pero ellos tenían fusiones y adicionalmente tenían el poder Hestia.

—Entonces ¿podrás hacer algo por las cazadoras de mi hermanita? —suspiré de cansancio.

—Veremos, pero ¿pudiste con Phoebe? —asintió mientras avanzábamos hacia la enfermería.

—Si, tenía mucha sangre en los pulmones, pero ya está fuera de riesgo, solo resta recuperarse —supongo que tendremos que ayudar con eso.

—Puedo ayudar con eso —Will se acercó para recibir un frasco de medicina. —Sabe horrible, es un poco energía medicinal —Apolo reviso el contenido era un líquido viscoso gris, pero era efectivo, era como néctar y ambrosía, pero esta concentración era compatible con semidioses y hacía efecto en la regeneración a nivel muscular y de órganos para evitar los largos periodos de recuperación.

—Por fin llegaste, ya puedes atender a mis cazadoras —la miré con desgano y luego seguí caminando con Apolo y Will dándoles unas instrucciones. Ella nos siguió buscando mi mirada.

—Hola, también... lo modales están infravalorados veo —se detuvo en seco cruzando sus brazos.

—Tranquila, hermanita —Apolo se acercó para calmarla un poco.

—No me digas asi —le regaño, pero el solo atino a sonreír.

—Explícale lo de los sellos Apolo por favor, prepararé todo para la cirugía —deje de centrarme en Artemisa para que no se sintiera tan importante. Supongo que no le gustó porque la escuchaba resoplar y me daba una mirada asesina. Supongo que Apolo se percató de la tensión porque la tomo del brazo y la jaló para que se fuera hacia donde estaban las cazadoras.

—Ven, déjame enseñarte —ella bruscamente se zafó de su agarre.

—No te hagas el sabelotodo conmigo —Apolo solo suspiró luego de darme una mirada de disculpa.

—Bueno hora de empezar —Will estaba luchando para poder darle la medicina a Phoebe, esto era demasiado aburrido.

Siendo sincera, tranquilamente podía usar la energía de Hemera para poder resolver el problema con Mark y Annabeth, pero era la única forma de extender esto para que Artemisa llegara al punto de la desesperación, asi que para poder mejorar mis habilidades médicas y si podía estrechar relaciones con Apolo era sumamente útil, asi que muchas veces dependiendo la cantidad de heridos en la enfermería después de los entrenamientos usábamos la atención regular y usábamos complementos para acelerar la recuperación, ya que con Hemera sintetizábamos energía primordial para evitar usar mi energía en la atención durante guerra. Luego de un par de horas pudimos terminar las intervenciones y sumergimos a Mark y a Annabeth en una cámara de recuperación similar a la que había usado Percy en el palacio de Caos. La sustancia en la que eran sumergidos era energía pura de curación asi que eso aceleraba los tiempos, para Mark luego tenía unos suplementos adicionales para la regeneración muscular y motora, en unas semanas estaría de pies. Creo que Piper se le paso la mano con lo fuerte de los golpes y con Annabeth creo que simplemente se trataba de hacerla sufrir.

—Bueno, creo que estuvimos bastante bien —Apolo sonrió con satisfacción chocando el puño con su hijo Will quien también nos había asistido.

—Si fue una buena práctica —ambos me miraron con asombro en sus ojos, sabía que era una práctica si no menos que difícil.

—¿Práctica? —le hice una señal para que se calmaran.

—Habitualmente uso energía primordial e intervenciones con nano tecnología, pero como tenemos tiempo es bueno practicar las habilidades —ambos me miraban con expectación, aún teníamos mucho que compartir en cuanto a avances médicos. Mi idea era que los hijos de Apolo tuvieran un nivel superior en cuanto a curación, similar a la de un dios.

—Tiene sentido, espero que me invites para una próxima practica —sabía que una vez que Apolo viera lo que podemos hacer con energía primordial se prendería a aprender aún más.

—Será un placer —no solamente yo, sino que Tyson y Beck hacían lo mismo con los ciclopes de Hestia y los hijos de Hefesto, faltaba incluir al mismo Hefesto para evolucionar el uso de aleaciones en la construcción e implantes médicos para llevar la fusión de habilidades a otro nivel.

—Suerte con ello —Apolo ya se había retirado toda la indumentaria médica y veía de reojo lo que sucedía con las cazadoras y Artemisa. Al parecer Phoebe ya había recuperado el aliento por sí misma y ya no necesitaba estar intubada, uno de los beneficios de usar energía primordial en la recuperación.

—Creo que ya esperé suficiente —Artemisa estaba de brazos cruzados mientras Will despedía a su padre. Ni siquiera la miré y pasé de largo directo con las cazadoras. Saque de mi bolso mi token de implementos oftalmológicos y los active para tener todo lo necesario para examinarlas. Artemisa y Phoebe estaban asombradas.

—Bueno que tenemos aquí —tome a una de las cazadoras para sentarla y revisarla.

—¿Es un hombre quien me está tocando? —saco su brazo de manera brusca.

—No estoy para sus bromas Artemisa —Artemisa me dio una mirada dura mientras puso su mano sobre su cazadora. —Veamos, magnesio, agentes lacrimógenos, tiene sentido por la inflamación de los ojos, micro esquirlas… —la cara de Artemisa era de terror y yo también estaba un poco asombrada de todo lo que esa pequeña granada contenía. Era devastador el resultado, obviamente en batalla te daba una ventaja táctica, pero usarlo con las cazadoras había sido demasiado.

—¿Micro esquirlas? —suspiré porque sin duda iba a ser algo un poco terrible.

—Son fragmentos minúsculos de metal que han producido ese sangrado en los ojos —Artemisa estaba ardiendo y sus ojos brillaban en una luz plateada. Sabía que el tema con Zoe y Tyson estaba lejos de terminar.

—¿Cómo pudo usar algo tan destructivo en mis cazadoras? —sonreí un poco, pero luego me detuve porque no estaba aquí para poder provocar a la diosa solo fastidiarla.

—Créeme que no es lo peor que tiene en su repertorio —parece que no le hizo gracia asi que me concentre en revisar a la cazadora. —Adicionalmente tiene un núcleo sellado de energía de Aether —su mirada se volvió un tanto oscura.

—Tyson pagará por esto, nunca dejaremos que tenga a Zoe —todas sus cazadoras asintieron al unísono. Desde que Tyson las había dejado ciegas no había intervenido demasiado porque estaba vulnerables y no podía defenderse.

—Veamos si podemos solucionar esto —pude el mentón de la cazadora sobre la máquina para poder revisar a detalle sus ojos y luego con la ayuda de lentes de aumento potentes y pinzas de precisión con imanes retiré los restos de esquirlas que tenía en los ojos. Cuando termine hice un escaneo general en sus ojos y sabía que aún no podrían ver, pero esto era lo más lejos que podría llegar. Pase a la siguiente cazadora no sin antes ponerle unas gotas en los ojos para poder mejorar el tiempo de curación de las heridas que tenía.

—Miranda ¿puedes verme? —Artemisa tomo a su cazadora pasando sus manos sobre los ojos.

—Mi señora veo nublado —su voz era tímida, sabía que esto las dejaba en el peor de los escenarios.

—¿Por qué no funcionan tus habilidades? —le di una mirada asesina a Artemisa que la hizo retroceder.

—Por la sencilla razón que el toque de fondo es el ataque con energía de Aether que dejo sin vista a tus cazadoras —sabía que su mente ya había llegado a la solución del problema, pero como siempre ese negaba aceptarlo.

—Soluciónalo —negué rápidamente.

—Me temo que no es posible —ella tenía una mirada de que no iba a ceder. —Estoy segura que entendiste que un sello es justamente un sello porque pertenece a alguien en particular, en este caso a Tyson, asi que solo él podría devolverles a tus cazadoras la vista —empezó despotricar diciendo muchas cosas irreproducibles sobre los hombres y su especie y como eran todos iguales. No podía importarme menos, seguía trabajando en las cazadoras con la ayuda de Will quien se mantenía en silencio.

—¿Esto es una broma? —sonreí con burla, porque todo apuntaba a que sí.

—Un poco sí, es irónico, que al que odias sea a quien debes pedir que cure a tus cazadoras —todas empezaron a hacer comentarios unas con otras de que preferían seguir ciegas.

—Thyra o Aetos podrán con esto seguro —ellos podrían, pero Percy ya había dado una orden y era definitiva por el bien del equipo.

—Es más que seguro, pero ninguno debe romper un sello sin la aprobación del que lo sello —su mirada era desafiante, como si no hubiera tenido suficiente.

—Tonterías —empezó a arreglar su atuendo porque seguro planeaba ir con Piper y Percy.

—Escuchen niñas, el único que puede devolverles la vista es Tyson, asi que si siguen ciegas es porque Artemisa no quiere que Tyson las cure —todas sus cazadoras se pusieron a protestar y parecía que no todas estaban ya tan de acuerdo con mantener el orgullo intacto.

—Mi señora —susurraron algunas y Artemisa estaba un poco en pánico por ello.

—¡Silencio! ¿Cómo te atreves? —se me acercó peligrosamente, pero no tenía ni un ápice de temor porque sabía que no me haría nada, en ese momento sentí presencias a punto de llegar.

—Artemisa —era la voz del mismo Zeus. Me miraron para luego apartar la mirada sin siquiera saludar.

—Padre —ella inclinó ligeramente la cabeza mientras el resto de su comitiva eran Ares, Poseidón, Atenea y Hera.

—Es momento de hablar con los campeones de Caos —la mirada de Zeus era un tanto frustrada, supongo que tenía en mente que pronto no tendría ningún equipo leal a Olimpo sin las cazadoras.

—Id adelante, aún debo guardar mi equipo —no me molestaba en saber que iba a pasar porque no tenían como vencer, por lo que necesitaban era ceder y obedecer. —Recuerda Artemisa y cazadoras, solo haciendo la paz con Tyson podrán volver a ver… sino mejor enciérralas en tu palacio, ya no sirven para pelear. Tic tac —su cara no tenía precio y eso era lo que más me llenaba de satisfacción.

—Eso ya lo veremos —me respondió mientras se esfumaba junto con los dioses. Aún debía terminar con las cazadoras por lo que me concentré en ello, luego iría a ver que paso. Lo que si sabía es que ya no quería pasar más tiempo curando semidioses.

PIPER

Lo noté desde el momento que lo vi llegar con mi madre tomada de su brazo, estaba distinto. Su aura era diferente, era como verlo hace muchos años, antes de ir a entrenar con Caos. Eso me lleno de alegría, pero por un momento dudé ya que siempre que Percy tenía un buen día siempre había terminado aislándose aún más, asi que traté de ser cautelosa de ello, por otro lado, ver a mi madre acercándose demasiado a Percy sí que me hacía hervir la sangre, pero Percy había desviado la atención de mis preguntas sobre ello con tranquilidad y eso llamaba aún más mi atención. También teníamos entre manos el tema de Zoe, Tyson y Artemisa, lo que más me había molestado no era el altercado con Artemisa, que era completamente previsible, si no que Zoe había desobedecido una orden directa de no intervenir y lo peor aún de intervenir para que Tyson saliera lastimado, era una herida menor, pero podría haber sido peor si es que no interveníamos, sé que Tyson sintió un gran dolor cuando eso pasó, tranquilamente hubiera podido zafarse de su agarre, pero no lo hizo, creo que el dolor de Zoe salvando a Artemisa sobre que lo lastimara era doloroso para él. No odiaba a Zoe por esto, era parte del equipo, pero no quería que su encrucijada dañara al equipo, teníamos un gran problema encima y Percy mejor que nadie lo sabía porque era cercano a Tyson muy aparte de ser su hermano. Seguramente tendría que hablar con Percy sobre esto para ver cómo podemos solucionarlo, sería un buen tema para poder resolver mis sensaciones sobre cómo se encuentra Percy.

Me gustó la forma en como habíamos intervenido en la conversación para poder calmar los ánimos, tanto de cuando Tyson se fue a la habitación como cuando tanto Percy y yo le dejamos claro a Zoe de que debía ordenar sus prioridades. Tanto Beck, Thalia y yo nos habíamos encargado de ello para que no se sintiera como una reunión para regañarla si no para corregir algo que podía traernos problemas más adelante. El problema con Artemisa no podía seguir adelante porque ella era un aliado y no podíamos ponerla en una situación que nos diera la contraria.

Tuvimos el entrenamiento de la mañana con tranquilidad, aunque no faltaba un comentario gracioso sobre lo que había pasado entre Tyson y Artemisa. Pero mis ojos estaban puestos en Nico, quien se veía un poco diferente, lo que dejó claro que ya conocía quien era Sky, pero por extraña razón ella mantenía su capucha, supongo que después de ver lo que había pasado con Artemisa no quería que Nico tuviera también que enfrentarse los mismos inconvenientes de Tyson, pero según mi manera de ver solucionar el problema de Tyson con Artemisa sería más sencillo para Thalia. Luego llegó la hora del almuerzo, pude ver a Silena llegar aburrida y Beck cocinó para todos nosotros y luego ella se tomó un descanso, nos comentó que tendría que intervenir en Mark y Annabeth y el tema de las cazadoras era un tema aparte, Silena me comentó lo que Percy le había ordenad, entonces entendí que quería zanjar este tema de una vez por todas, pero no quería que Tyson cediera ni un centímetro, tendría que ser Artemisa quien agachara la cabeza sin que nadie pudiera hacer nada. Era lo mejor para evitar más enfrentamientos y que Zoe no pudiera hacer nada al respecto.

Luego tuvimos el primer entrenamiento de la tarde y los chicos estaban más concentrados, habían mejorado mucho, los que tenían poca o ninguna habilidad con la espada, dagas o cualquier otra arma tenía ahora una habilidad decente. Me daba un poco de gracia ver a las hijas de mi madre usar la espada y tener que sanar sus heridas al final del entrenamiento. También ver a las hijas e hijos de los dioses menores que Grover y su equipo de sátiros habían rescatado y reunido. Ya faltaba poco para que pudiera regresar y poder encontrarse con Percy, no lo habíamos hecho regresar porque sería sospechoso. Tuvimos un descanso para poder hidratarnos y luego tuvimos el segundo entrenamiento de la tarde en equipos y cada vez más se cerraban las brechas de los equipos de Reyna y Nico con el resto de equipos, Clarisse tenía ya un nivel superior con las mejoras de otras armas distintas a las que siempre usaban. Percy y Tyson no se habían aparecido en el entrenamiento y supuse que se lo había llevado para poder calmarlo y que dejara atrás este inconveniente con Artemisa.

Ya casi no quedaba nadie en la arena, la mayoría terminaba exhausto y era comprensible, muchos de los hijos de Apolo se turnaban para entrenar porque algunos necesitaban atención medica al finalizar los entrenamientos. Will estaba con Silena atendiendo a Mark y Annabeth, también dándole un poco de provocación de Artemisa. En ese momento sentí que se acercaban los dioses, su aura y poder era reconocible, diferente a reconocer a cualquiera del equipo que tenían auras de diferente potencias. Cuando me giré a ver a ver eran Zeus, Poseidón, Ares, Atenea, Artemisa y Hera. Parecía que tenían algo importante que decir, me anticipe y mande una alerta a Percy donde quiera que estuviera.

—Entonces ¿Qué os trae por aquí? —pregunté de manera amable, si algo había entendido de las decisiones de Percy con respecto a Tyson y Artemisa era que no debíamos buscar más enfrentamientos. Necesitábamos mantener las cosas lo más pacificas posible.

—Necesitamos hablar con ustedes —dijo Zeus mientras el resto de ellos asentían con la cabeza. Estos dioses aún no se hacían a la idea de que éramos seres superiores a ellos.

—¿Te refieres a Aetos y yo o a todo el equipo? —se miraron entre ellos.

—Los campeones de Caos —le di un ok con el pulgar.

—Aetos está ocupado ¿es urgente? —Zeus asintió. Sentí la voz de Percy en mi cabeza, venía en camino. No sabía sobre esa habilidad, tendría que preguntarle sobre ello.

—Mis cazadoras están ciegas, claro que es urgente —sabía que Artemisa no podría quedarse callada, seguramente fue un dolor de cabeza para Silena.

—Eso es urgente para ti, no para nosotros —le respondí sin siquiera girar mi cabeza hacia Artemisa. Ella avanzo, pero fue Hera quien le detuvo.

—¡Artemisa! —Zeus alzó su voz. Finalmente ella retrocedió.

—Las cazadoras son importantes para Olimpo —Atenea habló con una fingida calma.

—Pues, deberían ver a sus hijos, ahora están a la par de las cazadoras —todos me miraron asombrados, ningunos de ellos estaba participando del entrenamiento, no después de lo que Percy les había hecho, solamente Hefesto, Hermes, Hades, Apolo, Deméter, Afrodita y Dionisio estaban constantemente en el campamento.

—¿Cómo te atreves a comparar a mis cazadoras? —Artemisa estaba indignada, pero no era broma, los entrenamiento no eran nada comparado con lo que se les daba de rutina y un par de grupos ya podían competir con las cazadoras con dagas en igualdad de condiciones.

—Con gusto haremos una captura de bandera una vez que puedan ver para que lo certifiques —le di una mirada desafiante, pero no se atrevía a hacerme frente.

—¿Me buscaban? — Percy apareció detrás con una nube de fuego que hizo que se estremecieran al escucharlo. Se abrió paso en medio de ellos sin siquiera pedir permiso y noté que traía la pulsera en su muñeca. No sabía si era buen o malo o si esto no terminaría bien para los dioses.

—Quieren hablar con nosotros —le dije mientras el extendía su mano para chocarla conmigo.

—¿Te sientes mejor? —dirigió su mirada a Ares quien se tocaba el pecho dándole una mirada violenta y con toda la intención de avanzar.

—No es momento para esto Ares —lo paró Poseidón, pero tampoco fue buena idea.

—Tu voz se escucha rara —no pude evitar reírme, estaba provocándolos descaradamente. —¿En qué puedo servirles? —se sentó al lado mío y choco puños conmigo. Pude ver de reojo que su vendaje estaba ligeramente con sangre, pero su aura no era más oscura o retraída.

—Venimos a poner una tregua entre nosotros y ustedes después de los desafortunados eventos de hace unos días —sentí que se tensó y se cruzó de brazos.

—No creo que fueran desafortunados, fueron cobardes —los dioses reaccionaron con desagrado en sus miradas. Artemisa por otro lado se mantenía mirando fijamente a Percy.

—No conocíamos la afinidad entre tu y Hestia —respondió Hera.

—No es que estemos de acuerdo porque ella es una diosa virgen —Poseidón salió al frente al decir ello.

—Tampoco es que necesite su permiso para que Hestia sea mi madre —Percy ni se inmuto con el movimiento de Poseidón, pero si noté que su pulsera vibraba ligeramente.

—No necesitamos entrar en disputas sobre una u otra cosa, necesitamos un frente unido —Zeus muy a pesar de todo fue el que puso paños fríos a la situación.

—¿Qué ha pasado que necesitan de nosotros de su lado? —todos se quedaron boquiabiertos. Se miraron entre ellos para que luego fuera Atenea la que hablara.

—Olimpo es uno de los Ourea y estamos sintiendo una influencia oscura en el —Percy bajo su brazos y se puso de pie mientras empezaba a caminar alrededor de ellos.

—¿Y por qué no lo solucionan? —sentí una incomodidad de orgullo herido, no pude evitar reírme.

—Porque sentimos la presencia de un ser superior… como Caos —Percy giró su cabeza hacia mí.

—Érebo y Nix —suspiró con cansancio.

—Suponemos que se trata de eso, hemos estado observando al resto de los Ourea, tienen el mismo rastro de oscuridad —todos nos quedamos en un silencio abrumador.

—Caos me dijo que tendríamos que lidiar con ello —su cabeza estaba dirigida hacia mí. —No te hagas la que no escuchaste —traté de decir algo, pero no pude porque Ares se adelantó.

—Creo que es tiempo de una misión —Percy ladeó la cabeza.

—No —fue lo único que dijo.

—¿No? —preguntaron todos al unísono.

—No, es algo de lo que debo encargarme a su debido tiempo —me sorprendí de lo que estaba diciendo, no es que no quisiera que saliéramos de misión, pero esto se trataba de una misión en solitario.

—Aetos —susurré, pero no me dejó continuar.

—Tranquila, hablaremos de esto luego —no dije nada más al respecto, la forma en cómo me estaba hablando simplemente no me dejaban objetar nada, era tan diferente, tan cálido, tan único que simplemente asentí.

—¿Entonces solo nos mantenemos sin hacer nada? —preguntó Poseidón, pude sentir que Percy clavó su mirada en él.

—No, pueden enviar a las cazadoras a vigilar Olimpo —el derroche de sarcasmo fue refrescante y no pude evitar reírme. Tronó los dedos. —Creo que eso fue cruel —Artemisa estaba ardiendo de ira.

—También tenemos el problema de las cazadoras —Zeus intervino para que no se suscitaran otras cosas.

—No veo un problema, Tyson se encargó de ellas en un duelo justo, tu estarías en el Vacío si Zoe no te hubiera salvado de ser atravesada por Tyson. —Artemisa tenía el orgullo herido y Percy solamente hecha sal en ella.

—No fue justo —resoplé sobre lo que es justo o no.

—Tienes razón atacar por la espalda no es justo ni honorable —Poseidón tomo el brazo de Artemisa.

—¿Podrían restablecer la vista de las cazadoras? —pidió con una fingida educación.

—No lo haremos —le respondí, Percy asintió. —No a menos que Artemisa se disculpe con Tyson, si eso no sucede pueden llevárselas al santuario de Artemisa —Artemisa explotó en un aura plateada, pero no sucedió nada más porque Percy avanzo hacia ella con determinación.

—Padre, nunca me he disculpado con un hombre y no planeo hacerlo nunca —negué con la cabeza y todos los dioses presentes sabían que lo que estábamos pidiendo era lo que correspondía pero que era imposible de ver, al menos no sin obligarla.

—Piensen en ello, nosotros veremos qué hacer con los movimientos de Érebo y Nix, seguramente no sean ellos sino su campeón dejando un rastro por todo lado —tenía sentido, ellos no tienen por qué mostrarse fuera de la seguridad del tártaro, en cambio su campeón seguramente va por allí reclutando a cuanto dios y espíritu encuentre. Todo parecía haber salido bien porque los dioses ya tenían planeado retirarse. Pero Percy hizo un alto con la mano.

—Una cosa más, ni por un momento piensen que esta tregua nos impedirá impartir justicia sobre cualquier cosa que se les ocurra hacer —su voz era potente, intimidante y llena de desafío. Era la promesa de venganza que no se iba a olvidar.

—Pensaremos en lo que dices sobre las cazadoras —dijo Zeus, mientras Artemisa dejaba una mirada asesina en el ambiente.

—Estoy segura que si —todos se esfumaron mientras en la arena solo quedamos Percy y yo, no dijimos nada por un buen momento. No fue un silencio incomodo, solo silencio.

—¿Qué fue eso? —el solo me tendió la mano sin responder.

—Aquí no, vamos —tomó mi mano, su toque era cálido, como el Percy del lago. Aparecimos en un lugar que no esperaba, si mi ubicación y conocimiento de los lugares mitológicos era correcto estábamos en la parte noreste de Phthiotis, Grecia, donde estaba el monte Othrys y el espíritu Ourea llamado Oreo (como la galleta lo sé, pero asi se llama). —Vamos a regar un poco de poder primordial para remover el tablero —le sonreí mientras nos acercábamos a nuestro destino.

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