Ficool

Chapter 1 - 1.1_PoKeRuS

La valentía es la manera más rápida en la que un estúpido puede morir.

En este y en cualquier mundo, se sabe que los valientes son los primeros en irse al descanso eterno.

Por eso se dice que los cobardes tienden a vivir más que aquellos que dicen ser valientes, los cobardes no tienen las suficientes pelotas para arriesgar su vida por alguien a quien desconocen por completo.

Por otro lado los valientes, simplemente actúan a la orden de sus propios principios.

Si ellos creen que hacen lo correcto, no les importa sacrificar su propia integridad con tal de ayudar y servir bajo sus convicciones. Para muchos es un pensamiento realmente estudio.

¿Quién rayos sacrificaría su vida por alguien que simplemente no vale la pena?.

Ser egocentrista era mejor que ser alguien bondadoso, ver por otros era un pensamiento que no cabía en un mundo tan podrido como en el que vivimos.

Ser ignorante era la mejor forma de obtener la felicidad, sin embargo. ¿Cuál seria la gloria de vivir bajo tus propios deseos?.

¿Quién te iba a recordar una vez todo terminara?

Para muchos morir siendo un inútil era un destino incluso peor que la misma muerte, y era precisamente por eso que muchos deseaban irse con un enorme legado.

No con dinero, casas o bienes materiales sin importancia, sino que, con un gran gesto por el que fuera recordado por muchos años.

Evan, un chico de 20 años de edad, era dicho chico que deseaba irse de este lugar con un grato recuerdo por el cual fuera recordado por mucho tiempo.

Él era un chico bastante sencillo, de origen humilde y alguien que sabia las complicaciones de la vida. Su familia lo había criado de dicha manera, dándole grandes valores que lo catapultaron como una persona muy amada por aquellos que se atrevían a conocerlo.

Evan tenia el pensamiento de ayudar a otros sin importar las circunstancias en las que se encontraran, como darles dinero a los Seres que más le ayudaron en este mundo, apoyar a las personas más necesitadas, ayudar a los ancianos a cruzar las calles o simplemente ayudar a aquellos que se encontraban en situaciones escabrosas.

Su pensamiento era bastante sencillo. Sin importar si tenia miedo o no, Evan tenia que apoyar a aquellos que más lo necesitaban, incluso si dicho problema fuera algo mayor, como un asalto o calmar una discusión que podría traerle bastante problemas.

Para él, la justicia era el método perfecto para mejorar este mundo, aun si solo hacia un pequeño aporte, Evan pensaba que hacer aunque sea un poco era algo comparado a no hacer nada por la sociedad.

Ver que todo fuera justo era un ideal que tenia arraigado desde que era un niño. Ver que todos recibieran lo que merecían era justamente lo que él deseaba para el mundo, y aunque tenia la mejor de las intenciones, Evan estaba siendo arrastrado a su propia perdición.

"¡Kyhaaa!"

"¡!"

Luego de un día pesado en la universidad, Evan iba de regreso a casa cuando repentinamente sintió muchas ganas de beber una bebida alcohólica.

Había sido un día sumamente pesado y cansado, así que se desvió un momento para ir en busca de algo que pudiera aliviar todo ese estrés que tenia acumulado en su cuerpo.

Evan tomo su billetera y sin pensarlo demasiado se desvió a un supermercado en busca de encontrar su elixir que iba a aliviar todas sus penas.

La noche era tranquila y todo fluía con relativa tranquilidad. El ambiente era animado debido a que era un viernes por la noche y todos se estaban preparando para salir a divertirse con sus amigos.

Algunos venían en busca de alcohol, otros simplemente buscaban comida, algunos otros venían de compras normales y algunos simplemente venían con sus parejas en busca de protección para la apasionante noche que se avecinaba.

La noche era normal y no había nada extraño que predijera que algo malo fuera a suceder.

Todo fluctuaba en completa armonía, hasta que en un punto, unos tipos entraron a causar una tragedia.

"Eres hermosa~"

"Jamás te había visto por aquí"

"¿Acaso eres una nueva trabajadora?"

Unos tipos entraron repentinamente al supermercado con malos rostros que indicaban que no tenían buenas intenciones en este lugar.

La cajera, una hermosa chica de rostro de porcelana, se mostro nerviosa al momento de ver al grupo de hombres rodeándola y comenzando a acosarla.

Evan se hizo de odios sordos y simplemente comenzó a buscar el licor que más le gustaba consumir.

Estuvo un buen rato vagando en sus propios pensamientos, ignoro completamente la situación que se suscitaba, no por que no quisiera ayudar, sino porque simplemente pensaba que nada malo iba a suceder.

Evan estuvo unos minutos buscando lo que necesitaba, pero en un momento determinado, escucho un pequeño sollozó provenir desde la caja del supermercado.

Sintiendo que algo iba mal, Evan dejo lo que estaba haciendo y se dirigió inmediatamente hasta donde se encontraba la caja del supermercado.

Al llegar hasta el sitio, Evan pudo notar una escena desagradable que habían tocado su brújula moral.

Ver la escena con sus ojos le hizo rabiar de intensa ira. Ver tal acto le hizo sentir cosas que pocas veces llegaba a sentir.

"¡P-Por favor, no me hagan d-daño, pueden llevarse todo el dinero si quieren, pero les s-suplico que me dejen en paz!"

"Tranquila. No somos malas personas, y nosotros no queremos tu dinero... Simplemente queremos divertirnos un poco. ¿No quieres divertirte con nosotros~?"

Se podia ver que el grupo de hombres tenia ciertas intenciones desagradables, por otro lado la hermosa chica de porcelana, parecía muy asustada con la actitud que estaban tomando estos hombres desagradables.

Con solo mirar sus acciones, Evan supo de inmediato las intenciones que tenían.

No tenia que seguir observando para saber que era lo ellos deseaban.

Tan solo ver como se relamían los labios era suficiente para saber sus malignas intenciones.

Sin embargo, como alguna vez se lo dijo su abuelo, no era bueno juzgar a las personas por una simple acción, así que Evan observo desde lejos esperando que nada se saliera de control.

Pero como suele suceder en estos casos, la intuición es la mejor arma que uno puede tener.

"¿Qué acaso no escuchaste a nuestro señor?. Él quiere divertirse contigo, y si él desea divertirse, tu solo agachas la cabeza y aceptas sin reprocharle absolutamente nada. ¡¿Qué acaso quieres que te volemos la maldita cabeza?!"

Uno de los hombres tomo el brazo de la chica con fuerza y la obligo a irse con ellos.

La chica, con lagrimas en los ojos, les imploró que no le hicieran daño, repitiéndoles una y otra vez que se llevaran el dinero y todo lo que quisieran.

Sin embargo, el hombre más guapo, el cual aparentemente era el jefe de ambos, saco una pistola que tenia guardada bajo su camisa y con total serenidad y paciencia, le dijo las intenciones que tenia al respecto.

"Mis ojos se han clavado completamente en ti. El dinero es algo que tengo por montones, pero tu hermoso rostro es algo difícil de ver en estos días... Hermosa mujer, déjame disfrutar de tu hermosa apariencia y todos estaremos en paz. Es más, si vienes conmigo yo te podre dar todo lo que tu quieras. ¿Dinero, lujos, poder?. Te daré todo a cambio de una sola noche... ¿Qué me dices?. Solo pasaremos un pequeña rato de absoluto placer~"

Sus palabras eran claras y dominantes.

A pesar de que no la estaba obligando a nada, el chico era evidente que no la iba a dejar ir sin importar absolutamente nada de lo que ella dijera.

La chica comenzó a llorar implorando que la dejaran en paz, tenia una leve esperanza, pero muy en el fondo sabia que no había forma de escapar de las garras de estos malditos.

Las personas que estaban dentro del supermercado inmediatamente abandonaron el lugar sabiendo que era mejor no meterse en problemas ajenos.

Sentían pena y lastima por la chica, pero a la vez alivio por saber que ellos no estaban en su lugar.

Todos abandonaron el lugar escapando de la cruda realidad del mundo. No era su problema y prefirieron salvaguardar su seguridad antes que quedarse y ayudar a una persona que no conocían en lo absoluto.

Todos pasaron de largo y dejaron el lugar como si nada hubiera sucedido, sin embargo, dentro de la poca empatía que existía en el mundo, había un joven que no estaba de acuerdo con el pensar de las demás personas.

Aquel chico no era un héroe o un salvador, simplemente un humano que iba a ayudar a alguien que necesitaba ayuda.

"Muchachos... Vamos a tranquilizarnos"

Con rostro amable y la tranquilidad hasta el tope, Evan intento calmar a los hombres para evitar que sucediera una tragedia desagradable.

El dialogo era la solución de los problemas, por lo que Evan intento calmar las aguas para que todos se fueran por sus rumbos sin lastimarse unos con otros.

Pero como suele suceder en estos casos, las armas hacen valientes a los que menos valientes son.

El hombre guapo giro su rostro y con una evidente ira, miró directamente donde se encontraba Evan.

Sus ojos se quedaron fijos en su figura, y al terminar de verlo, el hombre simplemente se giro y con indiferencia le dijo que se fuera del lugar.

"Lárgate. Este asunto no te incumbe a ti... Si lo que deseas es vivir, simplemente lárgate y no intervengas en mis asuntos..."

Los otros chicos que lo acompañaban apuntaron sus armas indicándole el peligro al que se estaba enfrentando.

Con algo de miedo en sus ojos, Evan dio un paso atrás sabiendo que esos hombres tenían todas las de ganar.

Era innegable decir que estaba muy asustado y nervioso por las armas que apuntaban directamente su cabeza, sin embargo, al ver el rostro temblando de la chica que le imploraba ayuda con su mirada, Evan no tuvo otra opción más que realizar un acto que podia acabar de muy mala manera.

-Ahh...-

Cerro sus ojos y suspiro con cansancio sabiendo que estaba a punto de enfrentarse a un verdadero problema.

Con las más grandes pelotas que salieron de quien sabe donde, Evan realizo una pregunta que encendió el fuego en la habitación.

"¿Qué es lo que me harás si te digo que no pienso irme?"

"¿Me dispararan con esas armas de juégate que tienen en sus manos o que es lo que harás?"

Sus palabras fueron como un fuego en fogata.

Los rostros de ira de los hombres se encendieron apenas él mencionó dichas palabras.

Sin embargo, el que parecía ser el jefe, simplemente se rio al escuchar las burdas palabras de Evan.

Sus ojos nuevamente se fijaron en la figura de Evan, y al momento de ver su rostro, aquel hombre dijo unas ultimas palabras.

"Jeje... Eres un gran idiota...."

"Aquellos que se creen héroes son las personas más estúpidas e ignorantes que existen..."

"Se les da una opción y terminan haciendo lo contrario con tal de quedar bien ante la sociedad, pero lo que no saben ellos es que la misma sociedad es a quien no le va a importar en lo absoluto sus hazañas... Una vez estés en la tumba. ¡¿Quién rayos va a recordar lo que hiciste?!"

"Dime. ¿Quién rayos vas a ser tu una vez tu alma este en el infierno?"

Al momento de terminar sus palabras, el hombre hizo un gesto que inacaba la orden definitiva.

"Mátenlo"

Fueron solo fracciones de segundos las que pasaron.

La mente de Evan estaba volando al no saber exactamente lo que tenia que hacer.

Quería huir, quería detener el tiempo, volver al pasado o quizás obtener un poder para poder defenderse de la situación en la que se encontraba.

Pero siendo completamente realistas no había nada que él pudiera hacer en este momento.

Su vida estaba destinada y Evan solo tenia dos opciones a elegir en estos momentos.

Morir o morir.

"¡Pam. Pam. Pam!"

Las armas se detonaron y por puro reflejo, Evan realizo lo que creía más coherente.

Sabiendo que en este momento su vida estaba sellada por la guadaña que apuntaba su garganta, Evan se lanzo con ira contra uno de los hombres esperando por lo menos llevarse a uno de ellos.

Lamentablemente, ese fue el ultimo recuerdo que tuvo antes de irse al descanso eterno.

Todo se volvió de una tonalidad rojiza y negra.

Las conversaciones, las palabras y los sucesos que sucedieron despues de que se detono la primera bala, fueron completamente eliminados de su mente.

Lo que sea que haya sucedido, fue totalmente borrado sin dejar absoluto rastro de lo que sucedió.

Lo único que paso a partir de eso, fue un obscuro abismo que Evan catalogo como la misma muerte.

Solo recuerda como su alma agonizaba mientras el dolor acababa lentamente con su vida.

En un instante derramó incontables lagrimas mientras imploraba a los dioses o incluso a los demonios que le ayudaran.

Sin embargo, por más que gritó, Evan no fue escuchado por los mismos.

Simplemente su vida se apagó hasta el momento que la oscuridad comenzó a gobernar toda su existencia.

El abismo en el que estaba vagando, no era otra cosa más que un limbo donde su alma vagaba por la eternidad absoluta.

Ya no existía el tiempo, el dolor, el placer o el miedo, simplemente la oscuridad quien era quizás su única acompañante.

Era triste, pero era la realidad que había decidió vivir.

En este punto arrepentirse era demasiado tarde, sin embargo, no podia quejarse de lo que había decidió hacer.

Al final, solo deseaba que aquella chica estuviera con vida y viviendo en completa paz.

No tenia idea de lo que sucedió, pero al menos esperaba que sucediera de dicha manera, o de lo contrario, su muerte habría sido completamente en vano.

Su alma vagó por mucho tiempo por los confines del abismo.

Pasaron años, siglos, eones o tal vez solo segundos desde que su mente comenzó a vagar por este lugar.

El tiempo se hizo eterno y perdió completamente la noción de su existencia.

En un momento, se olvido incluso de quien rayos era.

Su mente comenzó a desvanecerse en la nada, hasta que en un momento una misteriosa voz se metió en lo más profundo de su cabeza.

Fue apenas plausible, pero lo suficiente para volver a hacerlo entrar nuevamente en razón.

-Aun no es tu momento, tienes una importante misión que concretar....-

-No me importa si quieres o no hacerlo, sin embargo, tienes que cumplir con la parte del trato que acordamos...-

-Te devolví la vida y cambio tu harías lo que siempre te ha correspondido hacer, has descansado demasiado y es momento de que vuelvas para cumplir con tu parte...-

-Viaja nuevamente al infierno y cumple con lo que prometiste...-

-¿Estas preparado para salvar mi creación, Evan?-

"¡¡¡¡!!!!!"

.

.

.

.

.

El mundo Pokémon, un mundo ficticio que era parte del entretenimiento que existía en en el mundo donde Evan en algún momento perteneció.

El universo Pokémon era lugar ficticio creado por un ingenioso humano que vio en esta idea un enorme potencial de generar grandes ingresos.

El producto de su esfuerzo e ingenio resulto en un exitoso proyecto que le genero cientos de millones de dólares.

Sin embargo, dicha información no tiene relevancia en este momento. El dinero y todo lo que genero con su maravillosa idea es algo realmente intrascendente para la historia que se contara.

El mundo Pokémon es solo un concepto ficticio que no debería ser capaz de existir en la realidad, o al menos eso era lo que todos debían imaginarse.

El universo era impredecible y bastante cruel.

Sobre todo cuando se trataba de alguien que no tenia idea de lo que era la existencia.

"...."

"¿D-Donde demonios e-estoy?"

"...."

"¿Q-Qué fue lo que sucedió?"

Evan finalmente volvió a abrir nuevamente sus ojos, y en el momento que los abrió, Evan comenzó a tener un sin fin de pensamientos en su mente.

Al momento de despertar muchas preguntas cruzaron por su cabeza. No recordaba nada de lo que había pasado. Estaba sumamente confundido y lo estaba aun más cuando miró a su alrededor y notó que estaba rodeado de arboles y rocas.

Su cabeza era un mar de pensamientos que no lo dejaban pensar adecuadamente.

Intentaba concentrarse, pero el dolor y la angustia no lo dejaban visualizar más allá de lo obvio.

Evan se tomo la cabeza con su mano y lentamente intento recordar lo que había pasado.

Pero justamente en el momento que Evan intento recordar lo que había pasado, un sorprendente acontecimiento ocurrió sin que él se lo esperara.

"[Jugador n# 100. Registrado]"

"¡¡!!"

En su mente se escucho una voz que él no podia reconocer en lo absoluto.

Paranoico, Evan se levanto inmediatamente del suelo e intentó buscar el origen de la misma.

"[Saludos jugador. Vengo a darte la bienvenida al que será tu nuevo hogar a partir de ahora]"

"¡¡!!" Evan giro su rostro con angustia intentando encontrar el origen de la voz.

Sin embargo, rápidamente cayo en cuenta de algo.

"[Soy el sistema y lo ayudare a comprender un poco sobre lo que sucederá a partir de este momento. Por favor escuche atentamente mis instrucciones y aproveche la oportunidad que tiene para hacerlo. Solo tiene 1 hora de mi asistencia y una vez acabe dicha hora, usted correar por cuenta propia]" 

Evan se dio cuenta que la voz se escuchaba en su cabeza.

"¡¿Quién eres?!" Evan dio un paso atrás y le preguntó con angustia su procedencia.

"[Soy el sistema, jugador. Una ayuda para comprender tu aventura]" Aquella voz mecánica le respondió de esa manera.

Evan en ese instante no tenia la cordura de entender lo que sucedía.

Estaba muy agitado y necesitaba encontrar una respuesta que le indicara que todo esto era real.

"¡¿Qué rayos me paso, por que estoy en este lugar?!" El pregunto muy agitado.

"[Jugador n# 100. Se le recomienda encarecidamente escuchar mis palabras. Si usted no aprovecha esta oportunidad, se lamentara profundamente en el futuro... Se que quiere respuestas, pero ahora no es el momento de encontrarlas]"

"[En este momento su mejor opción es comprender lo que esta sucediendo. ¿Lo entiende?]" 

En ese instante Evan volvió a entrar en razón.

Aunque aun estaba desesperado por lo que sucedía, aquel sistema tenia completamente la razón.

Si seguía perdiendo su tiempo, quizás las respuestas se escaparían de sus manos, por ende, necesitaba seguir el juego y despues encontrar la respuesta a todas las preguntas que tenia.

Evan soltó un enorme suspiro de cansancio y un poco más tranquilo, le pregunto que era lo que sucedía.

"¿Qué es lo que esta pasando?" Pregunto intentando encontrar aunque sea una respuesta a las múltiples preguntas que tenia.

El sistema guardo silencio durante un par de segundos antes de responder su pregunta con una sorpresiva respuesta.

"[Usted y otros 100 "jugadores" han sido elegidos para concretar con una importante misión...]"

"[Ustedes deben detener el infierno que pronto se desatara en este lugar.... Tu y los otros jugadores deben encontrar la solución de dicho problema, y una vez encuentren la solución, ustedes serán recompensando con lo que sea que deseen...]"

"[Sin embargo, deben comprender una sola cosa...]"

"[Solo tienen una oportunidad de triunfar. Si ustedes mueren, morirán para toda la eternidad]"

Esas ultimas palabras erizaron completamente la piel de Evan.

Sintió un profundo escalofrió que era incapaz de comprender.

Evan trago algo de saliva y aprovecho para preguntarle algo muy importante.

"Puedo preguntar. ¿Cuál rayos es nuestra misión?" Evan fue directo al grano.

El sistema nuevamente guardo silencio y luego de algunos segundos finalmente le respondió.

"[Detener la infección]"

"¿Qué infección?" Pregunto Evan algo confundido.

"[El PoKeRuS]"

"¡¡!!" Los ojos de Evan se sobresaltaron cuando escucho esas palabras.

Sacudió la cabeza pensando que algo estaba mal.

Sin embargo, el sistema reafirmo lo inevitable.

"[Usted fue elegido para viajar al mundo Pokémon. Aquel universo que imagino debe conocer perfectamente, sin embargo, aquellos recuerdos que tiene de este lugar no se asemejan en lo absoluto a lo que se enfrentara en este mundo... El mundo Pokémon dejara de existir una vez el virus comience a esparcirse, cuando el virus se esparza, el mundo comenzara a colapsar, sin embargo, eso no significa que los Pokemones vayan simplemente a morir, si no que volverán de entre los muertos y esta vez regresaran mucho más fuerte que nunca. Los Pokemones se convertirán en bestias inigualables, pero no solo ellos, si no que los humanos se convertirán también en bestias horríficas... En este mundo dejara de existir la misericordia y la tranquilidad, la muerte pasara a convertirse en esperanza y lo único que quedara es la supervivencia del más fuerte.... Sin embargo, para eso es que estas tu, para encontrar una solución al problema que se avecinara en cualquier momento...]"

"[Dicho lo anterior. ¿Estas listo para concretar con tu misión]"

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